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- Bien Kael, ayúdame a entrenar. Quiero prepararme para lo que venga y demostrar que puedo ser valiosa para el clan – dije firme mirando al hombre frente a mí.

- Estás decidida, lo cual es un buen comienzo. El entrenamiento será duro y exigente, pero si estás dispuesta a trabajar, te ayudaré a alcanzar tus metas – me sonrió feliz, a pesar de no haberlo visto por 2 años aun me miraba con esperanza.

- Estoy lista para cualquier cosa. No importa cuánto tiempo me lleve, estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario – me sentía nerviosa pero no podía rendirme, Carise tenía razón todos tenemos un momento y lugar y quizá este era el mío.

- Entonces empecemos. La disciplina y el esfuerzo te llevarán lejos – comenzó a caminar rodeándome - A medida que avances, aprenderás que el verdadero poder reside en la fuerza interior y la perseverancia – su voz retumbaba por todo el salón.

Kael comenzó a ajustar un saco de arena.

- Hoy comenzaremos con una evaluación de tu condición física – asentí mirando aquel costal, quizás ese costal pesaba el doble que yo.

- Estoy de acuerdo, ya he decidido que no voy a dejar que mis debilidades me ganen – lo mire firme y suspiro divertido.

- Eso me gusta. Vamos a empezar con una serie de ejercicios para medir tu resistencia y fuerza – se acercó y me entrego unos guantes - Después de eso, pasaremos a técnicas más avanzadas – me sonrió de oreja a oreja.

Durante los siguientes días Kael comenzó a guiarme a través de una serie de ejercicios. Empezamos con calentamiento y estiramientos para preparar mi cuerpo. Luego, nos dirigimos a los ejercicios de fuerza y resistencia, incluyendo levantamiento de pesas y entrenamiento de agilidad.

- Vamos, Inna. No te detengas ahora. Cada repetición te acerca más a tus objetivos – sus gritos inundaban toda la habitación.

- Ya te dije que no me detendré. Quiero ser capaz de enfrentar cualquier desafío que se me presente – respiraba con dificultad tras el cansancio, pero seguía.

- Esa es la actitud correcta. La fortaleza no solo se construye con la magia, sino con el esfuerzo y la determinación. Sigue así – parecía un padre orgulloso.

...

Después de algunos intensos entrenamientos físicos, Kael me dirigió a un área con una pista de obstáculos.

- Ahora probaremos tu agilidad y tu capacidad para superar desafíos físicos – me arrojo una toalla para el sudor- Tómatelo en serio, esto no solo es para tu cuerpo, sino también para tu mente – me miro serio y suspire.

Me costó atravesar esa pista de obstáculos con esfuerzo, me enfrente a cada desafío con una mezcla de agotamiento y determinación. La primera vuelta fue difícil sentía que vomitaría en cualquier momento, pero Kael seguía animándome.

- Muy bien, Inna. Descansa un momento, y luego repite el circuito. Cada vez te será más fácil – siguió animándome, dándome agua, pero negué.

- No la necesito, estoy lista para repetirlo – dije jadeando y regresé a la pista.

La jornada de entrenamiento fue agotadora me sentía derrotada, habían pasado 6 días de duro entrenamiento, pero al final del día, me había sentido más fuerte y decidida que nunca. Kael me miraba tirada en el suelo con una sonrisa de satisfacción.

- Has hecho un gran trabajo. Aún tienes mucho que aprender, pero lo vas a lograr Inna, tu padre tenía razón en ti – sonrió orgulloso.

...

La fortaleza se mantuvo tranquila en todo el día, la noche ya casi llegaba mientras esperaba ansiosamente a mi prima, Yuram. La tensión es palpable en el aire, pero todos se han mantenido al margen, hoy los susurros y chismes entre los trabajadores pararon.

La puerta de la biblioteca se abrió, su cabello negro en una coleta y sus trajes en color rojo muy característicos de ella y su madre, Yuram me sonrió al entrar y cerro la puerta tras de ella.

- Finalmente estás aquí, Yuram – sonreí y esta asintió – No sabes cuánto necesitaba hablar contigo. Estos días han sido un tormento. Todos estaban en mi contra, especialmente tu madre – dije lo ultimo con un temblor en mi voz.

- Lo siento, Inna – dije algo confundida - El viaje ha sido demasiado largo. ¿Puedes explicarte que ha pasado? – se veía visiblemente cansada.

- Tu madre no paro de decirme que soy una carga para el clan, que no estoy a la altura como jefa del clan familiar y que debería desistir de mi deber – mencione un tanto apenada y mire como está rodo los ojos, ¿parecía ser consciente de la situación?

- Esto que dices es grave sabes ¿Qué quieres que haga? – me miro seria y suspire.

- Pensaba que podrías ayudarme. Si vienes conmigo a hablar con tu madre, podríamos hacerle entender a toda la familia que este es mi deber y mi derecho de nacimiento – intenté acercarme a ella- Carise me hizo ver que no pueden arrebatármelo solo porque si – dije y esta me miro sorprendida.

- Carise está de tu lado? No puedo creer lo que estoy escuchando – parecía un poco indignada al verme mencionar a su hermano.

-Bueno sí, Carise está de mi lado si quieres verlo así. Él y yo pensamos que tu madre ha perdido la cabeza y está actuando de manera incoherente – note como su mirada se oscurecía un poco – Ambos estamos de acuerdo en que debo mantener mi derecho – explique y asintió tomando un poco de aire.

- Entiendo tus sentimientos, pero piénsalo – se acercó a tomar mi mano y la mire - Mi madre está actuando así por el bien de la familia. Ella quiere protegernos y evitar que el clan caiga en decadencia, no es un capricho de mi madre – explico y negué.

- Yuram, es que no estuviste ahí no viste como actuó -me miro seria y negó.

- Tal vez eres tú y tu padre quienes están siendo egoístas, aferrándose a algo que ya no es viable – mantenía una mirada seria – no te pido que te vayas, solo te pido que recapacites quien merece cuidar de esta familia Inna – sus ojos miraban los míos, quizás tenia razón, Yuram quien era como mi hermana no podría querer dañarme, buscaría como cuidarme.

- Quizás tengas razón. Pero, si me pides que renuncie a mi herencia y te dé la proclamación como jefa del clan, yo podría hablar con mi padre – espete y note como sonrió levemente – Si él lo acepta, tal vez puedas asumir el liderazgo mientras yo encuentro otra forma de seguir adelante siendo parte de la familia – esta asintió feliz tomando mis manos y acariciándolas.

- Mi querida prima, estoy tan feliz de que estés dispuesta a considerar lo que es mejor para nuestra gente. Te protegeré de cualquiera que intenté menospreciarte a ti y a nuestro clan – sonreí al escuchar eso, sabía que esta clase de persona era Yuram, alguien que protegía.

- Me siento tan agradecida por ello – sonreí y asintió

- Me siento de la misma manera – esta me miraba tan agradecida – yo y Howk uniremos nuestros lazos y seremos un clan poderoso nadie va a denigrarte ni a ti ni a nuestra familia, te lo prometo – me quedé en shock por unos minutos y negué – ¿qué sucede?

- Howk... no es parte del trato – dije seria y me miro confundida.

- No te entiendo Inna – soltó mis manos y me miro seria.

- No puedo entregarte la jefatura del clan si eso significa perder a la persona que amo. No puedes pedirme que te entregue al hombre con quien he soñado toda mi vida – confesé ante esta y negó.

- Mira no estás pensando de la mejor manera, si tú y yo fuéramos a hablar con nuestros padres, aceptas los términos ya establecidos serás libre de cualquier carga Inna – ¿me estaba manipulando?

- No

- No? – parecía confundida y asentí – no quieres que?

- Howk nunca ah sido una carga para mí, no pueden venir y decirme que es bueno y que es malo para mí – esta parecía molesta – si alguien aquí va a dejar a Howk no seré yo, serás tú, tu cancelaras tu matrimonio con el – su mirada era de enojo y frustración.

- Estas locas? No puedo cancelar mi matrimonio. Ya fue suficiente humillación cancelar el primer matrimonio de esta familia por tu culpa – me miraba realmente molesta - Si cancelamos el segundo, mancharíamos a nuestra familia y romperíamos los tratos con el clan Grimhade. Entiende que esta es la única opción: yo me casaré con él y cuidaré de nuestra familia. Es la única solución – no era una solución, era un orden, no me iban a quitar todo, no así.

- Bien Yuram, si no estás dispuesta a dejarlo ir – la mire esta vez yo de manera fría- entonces tampoco voy a estar dispuesta a soltar mi derecho de herencia. Eres mi hermana, pero si yo no soy tu prioridad, tú no serás la mía – dije firme y esta rio sarcásticamente.

- No somos hermanas Inna – aquello me había roto un poco más el corazón – como familia este es mi ultimátum Inna, no me conviertas en tu enemiga porque no se si podrás con – dijo amenazante y negué.

- Tu tampoco quieres conocerme como enemiga Yuram, quizás la ultima vez me miraste como tu inferior, pero eso se acabó, no necesito magia para proteger a mi familia ni mi legado – la mire seria y sonrió.

- Bien, suerte con ello porque no dejare a Howk – confirmo sonriendo y la mire molesta – veamos quien le da una hija a esta familia Inna – se fue de la biblioteca sin esperar respuesta alguna.

...

Yuram entro rápidamente a su casa, paso ignorando a cada empleado directo entrando en la sala, furiosa.

- ¡Te pusiste del lado de Yuram! ¡No puedo creer que nos hayas traicionado a mamá y a mí! – la joven miraba demasiado enojada a su hermano mayor este estaba sentando, leyendo un libro.

- No puedes seguir el capricho de mamá. Apoyarla en esto es un crimen injusto – cerro el libro y lo dejo en la mesita frente a él y se puso de pie – ¡No solo le estás quitando a Inna lo que más quiere, le estás quitando su libertad a un ser humano! - estaba demasiado exaltado.

- Te equivocas Carise, este también es mi derecho. Si tú no hubieras nacido, este derecho habría sido mío – ambos hermanos se miraban encarados uno al otro – Solo te lo diré una vez o estás de nuestro lado y nos apoyas, o te quitas de nuestro camino – esta miro amenazante al mayor.

- ¡Por favor Yuram, tú ni siquiera quieres esto! ¡No deseas heredar el clan y sé que no deseas a ese hombre! ¿Por qué actúas así? – el mayor de los hermanos tomo por ambos hombros a su hermana y esta negó.

- Siempre he querido a Howk, e Inna no habría descubierto lo increíble que es si no le hubiera hablado yo de el – se escuchaba tanto rencor y recelo en su voz – Ella no habría decidido enamorarse de él si yo no lo hubiera hecho primero. Yo merecía esto antes que ella – sus ojos estaban inundados en una fuerte rabia.

- Pero es como nuestra hermana, como puedes hacer algo así? – se notaba lo horrorizado que estaba de aquella escena.

- No, ella no es mi hermana, pero tú sí – se alejó del chico frente a ella y lo miro decidida – Así que escoge un bando o acepta las consecuencias, no me voy a rendir ni desertar de mi decisión – aquella escena había declarado el inicio de una guerra entre la gran familia del clan Ember.

Por un legado y un hombre.

Tras la tensa discusión que pasé con Yuram, me decidí a intentar encontrar alguna solución. La biblioteca familiar era el lugar perfecto para hacerlo, nuestra familia a coleccionado tantos libros históricos por años que lo menos que esperaba era encontrar algo sobre los "himperios".

- Debe haber algo aquí que pueda ayudarme a entender mi condición, y si es reversible – use algunas escaleras para revisar los estantes.

Estuve buscando durante al menos tres horas algo, pero todos hablaban del control de la magia, pero nada sobre perderla o como recuperarla.

- A todos nuestros ancestros les ruego una señal, solo una de que soy digna de esta familia – me tire unos segundos en el suelo cuando escuche unos pasos – ¿quién está aquí? – me puse de pie y comencé a mirar entre los estantes, el ruido seguía, pero no veía nada.

De repente el ruido de un libro cayendo al suelo de una estantería me asusto, camine hasta donde estaba este, era muy viejo y sucio, pero podía verse en su lomo el nombre del libro.

- Flujo de magia? – ni siquiera tengo uno, porque leería algo así? – comencé a ojear un poco hasta que llegue al índice el libro, un capitulo en especial me llamo la atención.

La descripción del capítulo mencionaba como bloquearlo y desbloquearlo, existía la manera de quitarle el flujo de magia a alguien, pero según esto debía guardarse en un lugar significativo para esa persona y solo la persona a quien se le arrebato podría recuperarlo. Había una página que explicaba la manera de retirar el flujo, pero la página había sido arrancada.

- Podría alguien haberme quitado mi flujo? ¿Eso es posible que esa sea una opción? – me parecía un tanto ridículo porque eso significaría que alguien dentro de mi núcleo familiar me odia, lo suficiente y desde hace años como para hacer algo inmoral.

...

Después de estar en la biblioteca y comenzar a sobre pensar todo el único lugar donde me sentía en paz para concretar mis pensamientos era en la tumba familiar, era un lugar que siempre había evocado un sentido de conexión pues mi madre estaba ahí y después de 2 años al fin volvía a pararme ahí. La atmósfera allí era solemne, casi sagrada, y cada piedra parecía contar un secreto.

Mientras comenzaba a caminar entre todas esas lápidas de mis antepasados, una sensación extraña comenzó a invadirme. Era como si un escalofrío recorriera mi cuerpo, era extraño nunca me había sentido así nunca era algo que sentía como bajaba desde la base de mi columna hasta la punta de mis dedos. Cada paso me sentía más desconectada de mi propia piel, como si estuviera caminando en un cuerpo ajeno.

Me detuve frente a la tumba de mi madre, era una mujer que según mi padre siempre había sido un pilar de fuerza y sabiduría. Las flores marchitas que adornaban su lápida parecían una metáfora de mi propia vida: marchita, sin el flujo vibrante de magia el cual jamás poseeré. Al inclinarme a tomarlas, noté algo en el aire, un murmullo apenas perceptible, como si las piedras mismas estuvieran hablando.

- ¿Qué está pasando? - susurré, mi voz temblaba mientras buscaba respuestas en el silencio que me rodeaba.

De repente, un latido sordo resonó en mi pecho, fuerte y ominoso. Era como si mi corazón intentara comunicarse, como si algo dentro de la lápida le llamara, sentía como casi salía de mi pecho. Cerré los ojos, tratando de concentrarme, y la visión de mi familia, de sus rostros alegres y sus risas, se desdibujó en mi mente, dejando sólo la imagen de estos mirándome con odio y serios.

- No puede ser - murmuré, la idea de que alguien pudiera haberme arrebatado mi magia comenzó a cobrar forma nuevamente. ¿Quién de ellos podría haber deseado hacerme esto? Nuevamente me sentí mal, dudar de mi familia, ¿de verdad estaba dudando de ellos?

Un viento gélido sopló entre las tumbas, y por un momento, sentí que el mundo a mi alrededor se desvanecía. Me dejé caer de rodillas, el frío del suelo me traspasó, como si intentara recordarme que aún existía. Pero en ese momento, el eco de las risas de mi familia pasaba a transformarse solo en lamentos y llanto.

- Si realmente hay una forma de recuperar lo que me arrebataron... – dije poniéndome poco a poco de pie, casi suplicando entra la oscuridad de las sombras - necesito saberlo. No puedo ser la única atrapada en esta oscuridad.

El viento aulló, llevándose mi voz, pero sentí un leve cambio en el aire, como si algo hubiera respondido a mi llamado. Tal vez, solo tal vez, había un camino para desentrañar este misterio, un hilo de esperanza escondido entre las sombras de estas viejas y olvidadas lapidas.

La presión en mi pecho aumentó, como si cada latido se convirtiera en un grito ahogado. Ese llamado a lo lejos era fuerte, y el murmullo que había percibido antes se había transformado en un coro de voces que resonaban en mi mente. Intenté mantenerme en pie, pero una ola de debilidad me recorrió, obligándome a caer de rodillas en la fría tierra.

- ¡Por favor! - grité, mis palabras mezclándose con el viento que aullaba con furia - ¡Madre dame una señal! ¡Dame fuerza!

El aire se volvió denso era casi como si pudiera ver como este se movía cada partícula de él, este parecía cargado de un poder desconocido. Las flores marchitas comenzaron a temblar, como si la tierra respondiera a mi súplica. Un brillo tenue emergió entre las lápidas a mi alrededor, una a una hasta llegar a la de mi madre, de esta ultima un resplandor etéreo que parecía invitarme a acercarme.

¿Acaso mi madre había escuchado mi llanto hasta el más allá? El coro de voces parecía llamarme a tocar aquella piedra fría de la lápida y así fue, mi visión parecía deslumbrarse, y mis sentidos se agudizaron, sintiendo la esencia de algo recorriendo mi cuerpo y fluyendo a mi alrededor.

Sin embargo, con cada instante que pasaba, la presión en mi pecho se intensificaba. Las voces, ahora más claras, se convirtieron en lamentos desgarradores que reverberaban en mi mente. Una imagen apareció ante mí: Era mi familia y parecía yo acercarme a alguien en particular, un rostro conocido pero distorsionado por la oscuridad. El frío se volvía más penetrante, y la verdad que había estado buscando se convertía en un peso insoportable.

- No... - susurré, sintiendo que en cualquier momento me volvería loca y perdería mi cordura - No puedo aceptar esto...

El mundo comenzó a girar a mi alrededor, y mis manos buscaron un apoyo en el suelo, pero el frío se apoderó de mi cuerpo, robándome la energía. La visión del resplandor se tornó borrosa, y las sombras danzaban a mi alrededor, parecía que una multitud comenzaba a rodearme.

- ¡Ayuda! – intentaba gritar, pero mi voz se desvaneció en el eco del viento.

Sentía cómo si el suelo temblara e intentaba tragarme, el contacto helado de la tierra me arrastraba hacia la oscuridad. Cerré los ojos, incapaz de resistir más, y el último vestigio de conciencia propia se desvaneció, dejando atrás aquellos murmullos de las voces.

Poco a poco me daba cuenta de que la oscuridad me había envuelto, y en ese gran abismo, comprendí que había tocado un hilo en mi destino, uno que tenía un costo que no estaba preparada para pagar.