El sol estaba a unas horas de que se ocultara, la hierba seca solía moverse cuando el viento viajaba de un lugar a otro. El silencio era clave para tal escena significativa.

Las grandes manos del peli-negro acariciaban las mejillas de chico, como si el tiempo nunca hubiera avanzado y todos esos conflictos no tuvieran un inicio. Dong Sun sentía como el alma le regresaba al cuerpo, el característico cosquilleo en su estómago continuaba y eso lo ponía tan feliz.

Por otro lado, Han Gil no era capaz de continuar con aquel beso. Lo hacía sentir tan extraño, pero a la vez una pequeña parte de él se estaba sintiendo bien. No sabía cómo explicarlo hasta que recordó a Min Ki y algo de culpa lo inundo.

Flash back

—Estoy tan agradecido con tu hermano.

—Intentaré adivinar. —Chin Hwa se llevó la mano a la barbilla y entrecerró los ojos. —La tienda de donas volvió a abrir.

—Ojalá fuera cierto —contestó serio—. Pero... —abrazo al rubio con fuerza. —Me encontré con un par de chicos.

—¿Y eso qué? —Se quejó. —¿Piensas cambiarnos? —Fue suficiente para que el hombre se separará de su amigo.

—¡Nunca! —Gritó cerca del oído de Chin Hwa.

—¡Aish! —Renegó.

—¿Son del colegio? —Preguntó el castaño emocionado.

Negó. —Son turistas.

—¿Y te hablaron en chino o qué? —respondió sin importancia mientras bebía un vaso con agua.

—Creo que me he enamorado.

Al escucharse eso, Chin Hwa abrió los ojos como platos y escupió el líquido de su boca. Lo había agarrado por sorpresa.

—¡¿Qué tú qué?!

—Cuando estas con la persona que te gusta, tu corazón se acelera y sientes mucha vergüenza. —Tomó sus mejillas y sonrió embobado.

—Oh. —La boca del menor se formó una perfecta "O" —Min Ki si se ha enamorado.

Fin del flash back.

Sus manos se detuvieron en el pecho del chico y se alejó, dejando al contrario un poco confundido. Han Gil quería irse en completo silencio, pero el mayor se aferró a su brazo; haciendo que chocaran miradas.

De inmediato Dong Sun notó una vez, aquella mirada llena de tristeza.

—¿Qué pasa?

—Esto... Nunca debió pasar. Lo siento.

—¿Por qué te disculpas? Un beso no es un crimen.

—Pero le he fallado a Min Ki.

El peli-negro frunció el ceño.

—¿Por qué dices eso?

—Porque él está enamorado de ti.

Al escuchar esto, la fuerza que tenía sobre el brazo del castaño poco a poco fue debilitándose. Su vista terminó en el suelo mientras analizaba cada palabra, ¿Era cierto lo que decía? ¿Min Ki estaba enamorado de él?

¿Cómo es qué nunca se dio cuenta de ello?

—Pensé que él sentía algo por ti.

Han Gil lo miró sorprendido. —Eso es imposible, si tan solo lo hubieras escuchado cuando hablaba maravillas de ti, recuerdo que eso fue cuando te vio por primera vez. Si no mal recuerdo, él cayó porque sus cintas estaban desabrochas y lo ayudaste con eso.

Cada palabra que salía de su boca era cierta, Dong Sun estaba tan sorprendido.

—Min Ki te quiere, pero desconozco que tipo de amor sea. El punto es que... No sería capaz de herirlo nuevamente, ya tiene suficiente con lo que le dije. —Sus palabras cada vez sonaban tan neutrales, que eso aterraba al peli-negro. —Dong Sun... —El mencionado lo miró rápidamente. —Déjame estar solo, por favor.

Su expresión cambió a una de tristeza y sólo se basó en asentir lentamente, el castaño al recibir la respuesta, se giró sobre sus talones y otra vez empezó a caminar rumbo a su hogar. Sin mirar a la dirección contraria.

🗻

—Hijo, ¿Quieres más té? —Preguntó la anciana, pero al no obtener una respuesta no dudo en mirar a su nieto algo preocupada. Pensaba que él sabía el motivo de su extraña actitud, aunque luego se dio cuenta que no era así.

—¿Han Gil?

Esta vez reaccionó y miró a su abuela con una gran sonrisa. —¿Sí?

—¿Qué está pasando? ¿Hay algo que te preocupa? —preguntó angustiada—. Sabes que tienes a tu familia para resolver cualquier problema.

—Sí, por supuesto. Sólo que... estoy preocupado por un examen. —Mintió. Se sentía mal cuando lo hacía, pero según él no era el momento adecuado para decir toda la verdad a la anciana. Tan solo, quería ser lo más delicado posible.

—¿Estudiaste?

—¿Ah? S-sí... Mucho.

—Entonces no debes preocuparte, serás uno de los más altos de tu clase. —Acarició la cabellera de su nieto y este sonrió tierno. El corazón de su hermano casi estallaba al ver la escena tan inspiradora.

—Soy tan afortunado de merecer todo su cariño, de verdad, estoy tan agradecido por ser parte de sus vidas.

—Más bien nosotros somos los que deberíamos estar agradecidos con la vida, conocerte y criarte ha sido duro, pero nunca nos arrepentiremos.

—Han Gil —dijo su hermano. —Sólo recuerda que debes hablar cuando algo te inquieta. Puede que sea un poco tonto, pero eso te puede ayudar, no quiero que te arrepientas después.

El chico asintió y siguió con la cena. Luego de eso pidió permiso para salir, aunque la anciana se negó en un principio por el hecho de que afuera ya estaba bastante oscuro, al final de todo logró convencerla con unas simples palabras.

Salió de su casa para dar una larga caminata, sabía que se metería en un gran lío si su familia se diera cuenta de que sus palabras fueron falsas, pero en ese momento no le importaba mucho. Quería llenar sus pulmones con aire fresco, ya que desde su habitación se sentía tan sofocado.

El camino de tierra estaba en soledad y la única luz de apoyo era de la luna llena. Se sentía en profunda paz.

Tras unos minutos de caminata se preguntó dónde viviría Dong Sun, desde que se encerró en su habitación, sus pensamientos se basaban en él y precisamente en aquel beso.

El castaño logró sentir todo el deseo de aquel chico, pero lamentablemente, no se comparaba con el de Han Gil.

No se comparaba como el inmenso amor que se daban.

Uno.

Dos.

Y la vista de Han Gil se nubló, siendo acompañado por un dolor insoportable de cabeza.

Respiró hondo.

Intentó calmarse, pero la reacción de su cuerpo lo sacudió un poco y cayó. Sin darse cuenta que al día siguiente despertaría en un lugar desconocido.

HyunJack.