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Estaba en la cocina, los niños estaban dormidos en la habitación que siempre usaban cuando se quedaban a dormir alli, Dazai estaba en la sala junto a su familia tomando o quien sabe que.
El por su lado, se encontraba solo, miraba aquella botella de vino que había llevado, estaba hasta el tope, ya lo que fuera hacer chusei no le sorprendería esperaba ser hundido de algúna manera. Se quedo solo, su hermano ya no querría saber nada de él, les hizo pasar un momento incómodo a Dazai y a su familia, todo iba de mal en peor ciertamente
Suspiro abriendo aquella botella queria emborracharse hasta perder el conocimiento no quería recordar ningún evento de hoy — ¿qué haces? – escucho a Dazai tras de el, un nuevo suspiro volvió a escapar de sus labios mientras servía un poco de vino en una copa su intención era clara
— ¿qué crees que hago? Estoy tomando vino
— tu no puedes tomar vino, has estado sobrio por mucho tiempo Chuu– se le acercó arrebatandole aquella copa de vino para el mismo beber su contenido, se acercó a la nevera sacando aquel pastel que habían llevado, eso tal vez le haga sentir un poco mejor. le dio una gran rebanada de pastel y beso sus cabellos con mucha ternura – si lo bebes te harás más daño mi amor, te costó salir de allí ¿ vas a volver a entrar a ese ajugero?
— ¡necesito un trago Dazai! ¡De verdad lo necesito!
El castaño negó con su cabeza tomando sus manos con delicadeza dejando suaves besos en su dorso, entendía perfectamente sus sentimientos llenos de frustración, enojo, cansancio y bruma, todos creando un tornado lleno de turbulencia el cual no tenía manera de apaciguar. Por supuesto que entendia ese sentimiento de escape pero tampoco era la manera. — no mi amor, no lo necesitas.. Lo que necesitas es un buen té de manzanilla junto a un baño con agua tibia para que te relajes y dormir.. Eso es lo que necesitas
El pelirrojo soltó un suspiro pesado, ¿como relajarse? ¿Como dormir? Como descansar cuando todo esto se estaba dando y de manera que el jamás quiso. Estaba demasiado agotado eso si, quería esfumarse de la fas de la tierra estaba tan harto de esta situación — quiero ir a casa – murmuró de manera leve ocultando su cara entre sus brazos. Sintió las manos del castaño posandose en sus hombros y simplemente cerró los ojos dejandose llevar por aquellas caricias–ya no quiero incomodar a tu familia.. Sabes es mejor que nos separemos por un tiempo, todo esto se volverá complicado y-
— no voy a dejarte chuya.. – le escucho decir, sintió como este le tomo de las mejillas para levantar su rostro, conectó sus ojos azules con las avellanas del más alto este transmitía calma y cariño, daban acceso a su alma – no importa que pase, me quedaré a tu lado
Soltó un suspiro antes de besarlo con suavidad, un beso delicado y necesitado por su parte, se aferraba A sus hombros acercándole más a el. Sus manos recorrian la espalda agena aferrándose a su camisa queriendo arrancarla de su cuerpo. Sintió como la lengua agena ingresaba en su boca, un baile más excitante se formó entre ambos la tensión era palpable — ya que no me dejaras tomar vino, vamos a casa y dame algo más
Murmuró sobre sus labios soltó un pequeño jadeo antes de besarlo con intencidad mucho mayor, sentía las manos del castaño apretar su cintura mierda, su piel quemaba quería que el castaño le tocará
— me encanta que eres tan descarado chibi~
— callate, ya quítate – murmuró tratando de apartarlo más el castaño no cedia bajaba a su cuello dejando pequeños besos quería golpearlo – idiota! Te daré un golpe si no te quitas..
— jee qué malo eres chuchu.. Me provocas y luego me apartas
— estamos en casa de tus padres, se más respetuoso
— ya entendí, ya entendí... Vamos por los niños vayamos a casa
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Suspiro al estar dentro de la tina, el agua tibia adormecia sus sentidos, podría estar toda la noche allí disfrutando de la temperatura del agua, los aceites aromáticos también hacían su trabajo.
Era alguien que tenía demasiados gustos por la moda y era demasiado obsesivo con el cuidado de su cuerpo, siempre que tenía tiempo iba al Spa, donde recibía tratamientos agradables y buenos masajes, por supuesto que para ninguno de sus fines superficiales le pedía dinero a Dazai. El dinero que pedía era solo para los gastos de los niños, el mismo se daba sus gustos con su dinero
— ¿ya estas más relajado? – escucho la voz del castaño resonar en el baño, su atención se poso sobre su figura este estaba apoyado en la puerta cruzado de brazos dándole miradas demasiado intensas, parecía un lobo queriendo deborar a su presa
— un poco si.
Murmuró soltando un suspiro pesado, escucho el sonido de su celular por, ya hasta había perdido la cuenta de las veces en las que su celular estuvo sonando — ¿no vas a contestar?
— no tengo ganas.. Mejor, ven el agua esta perfecta y, aun debes darme lo que me prometiste
Dazai soltó una pequeña risita, comenzó a desvestir se con lentitud aquel brillo intenso en los ojos del pelirrojo lo hacia demasiado sexy, tan ansioso y lleno de deseo amaba ver esos zafiros desprender tanta excitacion en cuestión de segundos, con el más bajo había llegado a experimentar distintas fantasías, su amado pelirrojo era un masoquista y aunque el también lo era para que negarlo. Pero el nivel de sumisión y dominación a la cual Chuya podía llegar era realmente excitante
Le gustaba cuando le provocaba de manera tan descarada que inclusive se lanzaría sobre el para besarle e inpacientarle — jumm.. Pensé que no querrías
Tomo al pelirojo de la cintura apretando su piel, escucho aquel suave y excitante suspiro el cual se escapó de sus labios, su mirada se oscurecia cada vez más reemplazando aquel mar tan claro y despejado por una marea intensa, sus pupilas estaban dilatadas a causa de la sobre exitacion en su sistema . Chuya sonrió juguetón antes de besar suave sus labios jugueteando con su lengua — callate Samu..
Murmuró levemente, comenzó a mover sus caderas, eran movimientos leves donde frotaba su entrada contra el miembro del castaño escuchando sus pequeños gruñidos guturales — estas jugando con fuego percherito~
— mm ¿enserio?.. Que pasa si te digo que.., me quiero quemar~
Miro aquel destello en las avellanas de su pareja quien sin siquiera avisar había colado tres de sus dedos en su agujero, arqueo levemente la espalda gimoteando un poco ante la sensación tan abrupta y sorpresiva. Movía sus caderas al compas de los movimientos del castaño quien golpeaba su interior con precisión — ah! Samu!
El castaño ignoraba sus gemidos besaba su cuello pasando su lengua por su pecho hasta capturar uno de sus pezones, con el embarazo estos se volvieron más sensibles, podía escuchar las súplicas del pelirrojo su voz en un tono muy fino y suave sonrió con malicia dando pequeñas mordidas en sus pezones succionando jugando con estos a su antojo mientras los gemidos agenos iban en aumento tomando un aire delicado para su gusto un tono demasiado dulson qué le enloquecia y le animaba a seguir torturando sus pezones sensibles
— ah! S-samu! Aah!
Conocía perfectamente el cuerpo de su amado, daba penetraciones profundas golpeando su próstata una y otra y otra vez aquellos gemidos se volvieron pequeños grititos de parte del pelirrojo sus hermosos ojos tan brillosos su voz tan melodiosa haciendo eco por las paredes del baño, sentir su cuerpo reaccionar ante su toque — mm mirate.. Estas tan necesitado mi amor, estas apunto de correrte
— no puedo evitarlo Mgh!
Clavo sus uñas en la espalda del castaño al sentir su mano en su miembro acariciando la punta, todo su cuerpo temblaba y se estremecia con frenesí no podía controlarse sentía su cuerpo tan caliente y las ansias de ser sometido por el castaño golpeaban cada vez más. Ese idiota vendado le había hecho algo a su cuerpo, de eso no había duda ya que con solo un leve toque podía prenderlo como si hubiera tomado algún afrodisíaco.
Con desesperación movía más rápido sus caderas, los dedos del castaño golpeando su próstata le estaba volviendo loco, una sensación de hormigueo era la que recorría su pecho cada que el castaño mordia sus pezones aumentando así su deseo.
Dazai tomo al menor de la cadera acercándole más hasta su entrepierna, separo sus piernas frotando se contra su agujero dilatado no aguantaría demasiado, estaba realmente ansioso por fundirse con el — ah!! Samu!! Aaah!!! – el pelirrojo acabo en su pecho al sentir su miembro ingresar en su entrada, lo sostuvo levemente admirando la hermosa expresión que puso al correrse, su mirada brillosa por las pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos era una obra de arte verdaderamente
— eres tan perfecto
Murmuró acariciando su mejilla con su pulgar, sonrió gentilmente moviendo levemente la cintura del pelirrojo en círculos golpeando gentilmente su próstata incrementando las sensaciones —I-idiota.. Ah! V-vamos a la cama samu
Sonrió, cargo a su amado enano sin salir de su entrada, escuchaba sus suaves gemidos suplicantes. Sello sus labios en un pequeño beso acorralandolo contra la pared sentía sus manos acariciar su espalda aferrarse a sus hombros incluso sentía sus uñas incrustarse en su piel. Chuya sabía que le excitaba más lo estaba haciendo aproposito —mm me gustaría hacerlo así
— e-es incómodo S-samu!
El castaño comenzó a pemetrarlo con desesperación golpeando su punto dulce sin piedad alguna, besaba sus labios en un intento de callar aquellos gemidos los cuales podía jurar se oian hasta la planta baja del edificio. El solo pensar eso le daba vergüenza pero tampoco podría pedirle a Dazai una casa, el tenía dinero para comprar una a demás el departamento era bonito y espacioso. Pero eso no quitaba el hecho de que todos en el edificio tal vez ya le habían escuchado gemir.
—ah! Ah!! Samu! Más!
Dazai sostuvo su pierna sobre su hombro donde penetraba profundamente y violencia, al fondo podía escuchar muy a lo lejos el sonido de sus teléfonos repicar, pero estaban muy concentrados en esto como para prestar atención a lo demás
— no pares! Ah! Más! Más!
Empujó al pelirrojo a la cama con fuerza abriendo sus piernas volvió a ingresar en su agujero, ver aquellos bellos ojos lagrimear por el placer le gustaba demasiado, escuchar sus gemidos, sus súplicas, sus lloriqueos cada que mordia o tiraba de sus pesonez con fuerza. Se sentía en la gloria — mm mi amor.. Me encantas
Susurro en su oído antes de dar una última embestida para correrse llenando le completamente con su semen, admiraba ver aquella imagen del pelirrojo, mejillas sonrojadas, su perfecto cabello alborotado, su hermosa y suave piel llena de sus marcas, sus pezones rojos y algo hinchados por las mordidas. Le sentía temblar y estremeserse aquella expresión tan hermosa era su favorita .
Chuya también acabo manchando su pecho, su respiración era irregular su pulso acelerado podía sentir como latía con fuerza su corazón, admiraba a su pareja quien estaba igual hecho desastre le parecía más atractivo verle después de tener sexo, era su imagen favorita. Sonrió un poco tomando su mejilla dejando suaves caricias con su pulgar, estaria por decir algo cuando de la nada sus teléfonos volvieron a repicar, ambos compartieron una mirada. ¿Por que tanta insistencia? ¿No podían llamar en otro momento?
— será mejor contestar mi amor– Exclamo el castaño recostando a su amado sobre la cama con delicadeza beso su frente dándole una sonrisa , algo que también amaba del castaño era su dulzura y ternura para con el, se encargaba de hacerle sentir cómodo, amado, protegido le encantaba estar acurrucado entre sus brazos
— ¿podrías traerme un poco de helado?
— ¿a esta hora?– el castaño reviso su celular, miles de llamadas o incluso más de parte de sus familiares ¿para que tanta insistencia?. Enfocó su mirada en su amado quien se notaba pensativo tal vez
— tengo muchas llamadas de parte de él señor mori y tus hermanos
— yo también – suspiro acariciando su mejilla con delicadeza – me pregunto que quieren ahora..
— ¿y si es una emergencia?
— tranquilo, no lo creo, más bien pienso que se nos pudo quedar algo y por eso tanto estrés.. – con delicadeza dejo un beso pequeño sobre sus labios fue demasiado casto pero al igual fue perfecto – iré por tu helado ¿quieres repetir?
— mm mi amor.. Eso no se pregunta~
Soltó una pequeña carcajada para levantarse de la cama e encaminarse a la salida iría por el helado de su amado aunque le parecía extraño ya que este no solía comer calorías por las noches sabía perfectamente que su amado cuidaba su figura y apariencia. Soltó un suspiro decidiendo no pensar demasiado, estaba bajo mucho estrés y bruma quería concentirle y cumplir sus caprichos aún si esos eran comer helado por la noche..
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