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Después de aquella advertencia, toda la sangre se desplomó por todo el cuarto y desapareció.

- ¿Ahora qué hacemos? - pregunto Agatha

- Encontrar a Sophie lo antes posible

Intentaron salir de por la ventana, pero sin darse cuenta, Agatha se resbaló y cayó hacia una de las cornisas que había abajo, llamando a varias gárgolas que estaban cerca de ahí.

- ¡Aggie!

- ¡Estoy bien Vi!

- ¡Espera! ¡Ahorita voy hacia ti!

- ¡Ten cuidado! Esta lloviendo

Violet salto desde donde estaba cayendo justo al lado de Agatha, aunque se había dado un buen golpe al caer de tan alto. Pensaron que ahora estarían bien, pero vieron que a lo lejos venían varias gárgolas.

- Corre - pronunció Violet

Ambas corrían intentado de escapar cuando vieron que más y más la perseguían. Intentaron de esquivar las bolas de fuego que salían de sus narices hasta que se cayeron en picada, una fuerza descomunal las ataco por detrás y unas gárgolas las elevaron por los aires.

- ¡Somos alumnas! - chilló Violet

Las gárgolas las miraron detenidamente.

- ¿No ves? ¡Soy una Nunca! - grito Agatha señalando su rostro

Violet la quería interrumpir, aunque sabía que no era momento, definitivamente.

Las gárgolas las agarraron de la garganta para indicar que no lo era, aunque se lograron zafar al clavarle el pie en el agujero quemado que tenían, desviándolas y provocando que se cayeran hasta el foso de agua.

Las olas las empujaban bruscamente.

- ¡Socorro!

Habían mirado hacia arriba, la gárgola estaba yendo hacia ellas. Ambas amigas se intentaron de sumergir para evitar sus ataques, aunque vino una siguiente ola de lluvia que las llevaría directo a la boca abierta de la gárgola.

Se dieron cuenta de que todo lo que entra debe salir.

Con una oración silenciosa, ambas chicas se soltaron y cayeron hacia las fauces humeantes del demonio. Cuando el agua las inundo y las despidieron por el agujero en la garganta de la gárgola hacia el cielo gris.

Violet vio como la gárgola se asfixiaba, soltó un suspiro de alivio que se convirtió en un grito al notar que estaban cayendo en caída libre. A través de la niebla, Agatha vislumbro una pared puntiaguda que estaba muy cerca de ella y una ventana abierta debajo. Con desesperación, agarro a su amiga y se enrollaron como una pelota a esta, cayendo dentro de la ventana, aterrizando sobre sus estamos, empapadas y tosiendo agua, en el sexto piso de la torre Maldad. Pues cada escuela tenía sus diferentes torres.

-Creí... que... las... gárgolas... y... cupidos... eran... decorativos - resolló Violet.

Mientras Agatha se agarraba la pierna, Violet se sostenía el brazo, pues había tenido un fuerte rasguño que había destrozado su vestido. Caminaron por los pasillos en busca de Sophie,  golpearon las puertas, pero, unas chicas vestidas de negro las vieron y empezaron a perseguirlas. Corrieron esquivándolas, cuando observaron la habitación 66 abriéndose y sin darse cuenta, se cerró detrás de ellas, dejándolas adentro, cuando vieron a Sophie.

- Soph, no tienes idea de los que tuvimos que pasar hasta llegar aquí... - empezó a suspirar Violet exhausta, pero se detuvo al ver la escena.

- Solo tengo que ir a la otra escuela, soy buena - se defendió Sophie

- Sí, para disfrazar tu maldad - dijo una chica

- Ya les dije, no soy mala

- Que lo resuelva la ciencia - menciono otra acercándola y poniéndola su cabeza al borde del barandal. Ambas amigas se quedaron atónitas, quisieron ir a ayudarla, pero no se encontraban en las mejores condiciones y dos de las chicas les lanzaron una mirada amenazadora, no podrían hacer nada. Aunque, sabían que Sophie podría defenderse.

- Si es buena, las hadas la atraparán sin llegar al piso, pero, si se estrella en las rocas y su asqueroso cráneo se abre y muere, era mala. - amenazo una mientras Sophie intentaba escapar

- La segunda, que sea la segunda - dijo una

- Pero sí es villana, solo que aún no lo sabe.

- No, pero si se ve como una siempre, huele y actúa como una, incluso su hermoso cabello es de siempre, sería una lástima cortar - no pudo terminar, pues Sophie la había empujado con gran fuerza.

- ¡No con mi cabello!

Ambas chicas pelearon hasta que cambiaron de posiciones.

- ¿Quieres pruebas de que soy buena? Mírate al espejo, horrorosa - amenazo Sophie

La soltó y se volteó hacia el tocador donde parecía que continuaba con una rutina cantando y aplicándose una mascarilla al rostro, mientras debajo de ella, había un charco de agua.

- Te dije, definitivamente es mala - susurro una.

Ambas miraron atónitas la escena, solo se estaba defendiendo y escogió malas palabras, ¿no?

Sophie cantaba una canción rara:

"Soy una princesa, dulce como la miel

Que espera a su príncipe que la despose..."

Sus tres compañeras de habitación observaron la escena boquiabiertas.

Una de las chicas miro a Violet.

- Ella inundó nuestro piso.

- Para poder maquillarse - añadió otra de las chicas

- ¿Acaso hay algo más maligno y contando lo que acaba de pasar? - dijo la más pequeña de las tres, haciendo una mueca - También la canción.

- ¿Mi cara está suficientemente fresca? - consultó Sophie, entrecerrando los ojos frente al charco - No puedo terminar mi rutina de belleza e ir a clase como un payaso - Su mirada recién había llegado hacia las recién llegadas - ¡Aggie, Vi, queridas! A qué hora entran en razón, Aggie tu clase de afeamiento empezara mañana y ya era hora que vinieras, si no llegarías tarde y tienes que dormir y tu Vi, si quieres acompañarla, no dudo que no puedas adaptarte.

Violet fulmino con la mirada a su amiga.

- Por supuesto - añadió Sophie - primero tenemos que cambiarnos de ropa para que me dejen entrar, Aggie, dame tu vestido, sin ofender Vi, pero el tuyo ya está bastante roto.

- No iras a clase, querida - indicó Violet, poniéndose roja - Tenemos que ir a la torre del Director ahorita mismo, los Siempres murmuraron que ahí se encuentra.

- No seas tonta - insistió Sophie, agarrando del vestido de Agatha -. No podemos simplemente entrar a su torre, oí que nadie puede entrar, tiene algunos conjuros y esas cosas. Ahora, Aggie, debes de darme tu ropa, tengo que cumplir con mis horas de sueño.

- ¡Está bien, ya basta! Escúchame lo que... - dijo Agatha, pero no logro terminar porque Sophie la interrumpió.

- Aquí pasarás desapercibida - sonrió Sophie, observando a Agatha junto a sus compañeras de cuarto.

- ¿Por qué soy fea?

- Ay, por el amor de Dios, Aggie, mira este lugar - indicó Sophie - A ti te encanta la oscuridad y la catástrofe, este lugar es todo eso. Aquí vivirás feliz. Y Vi, tú te adaptas a todo, no te va a costar, además aquí debe de haber libros, listo, serán felices aquí.

- Estamos de acuerdo - dijo una voz detrás de las chicas y estas se voltearon sorprendidas.

- Vengan a vivir aquí - propuso una chica - y de paso, soy Hester.

- Y a ella la ahogamos en el lago - replicó otra, mirando a Sophie con odio.

- Nos caíste bien cuando te vimos y tú, bueno te adaptaras, de paso te salvaras de estar con ese principito.

- Su sitio está con nosotras.

Ambas se cuestionaron, tal vez su sitio estaba con los villanos, Violet seguía pensando, siempre buscaba su sitio en el mundo, un sitio en donde encagará, tal vez este era su lugar, pero, no quería ser mala, eso no venía de ella, no quería lastimar, ni atacar, ni nada de eso. Sophie es buena, pero no significa que ellas no lo sean.

- ¡No vamos a abandonarte! - le gritó Agatha a Sophie

- Nadie, les está pidiendo que me abandonen, solo les pido que dejes tu ropa y se queden aquí.

- ¡No! Aquí nadie va a cambiar de ropa, buscaremos al director y nos iremos a casa - pronunció Violet

Sophie y Hester intercambiaron miradas.

- ¡Nos vamos a casa! - grito Agatha con un temblor en la voz - allí seremos feli-

No pudo terminar, pues Sophie y Hester la derribaron. Violet intento de ayudar a su amiga, pero dos de las chicas la sostuvieron para evitar que no fuera. Sophie le había quitado el vestido y le había puesto su túnica.

- ¡Adiós, Escuela del Mal! ¡Bienvenido, amor!

Violet logró zafarse y ayudar a Agatha, ambas persiguieron a Sophie.

- Y todo vuelve a su lugar - suspiró Hester

Ambas corrieron, aunque algunos alumnos al reconocerlas empezaron a seguirlas, en el caos, Agatha aprovecho para sujetar a Sophie, pero ella logró huir. Se encontraron en el puente que estaba conectando a ambas escuelas, aunque estaba lleno de niebla, en ese camino Violet vio entrar a un señor a la torre del director, pero no lo había visto muy bien.

- Vi, es el hijo del rey Arturo, ¿qué le digo?, ya hablaste con él, debo de admitir que me puse celosa, pero de seguro fue solo pura amabilidad de su parte, qué lindo, pero ¿cómo le muestro que soy la indicada?

- ¿Nos dejarás aquí? ¿Sola? - Agatha intento de cubrir su dolor

La expresión de Sophie se suavizó.

- Por favor, no se preocupen, seguiremos siendo mejores amigas, solo que, en diferentes escuelas, como debía de ser. Nadie puede impedirnos ser amigas, ¿no?

Violet vio la expresión de Sophie, ella sería feliz y sabía que eso quería Agatha, probablemente se queden ahí, tendría que apoyar a Agatha.

Pero, de repente, la sonrisa de Sophie desapareció. Porque, en el cuerpo de Sophie, el vestido de Agatha se convirtió en negro, se había vuelto su antigua túnica con el cisne de su escuela. Por el otro lado del puente, Agatha volvió a tener su vestido. Las tres amigas se miraron atónitas, mientras que unas sombras las cubrió y las devolvieron a sus escuelas.

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Holi, esta es la segunda parte del capitulo anterior :)

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