Yeeun estaba escogiendome un traje. Básicamente había irrumpido en mi casa y me pidió ver mis trajes, así que hace una hora estaba recorriendo el closet formal.

No sé que se esperaba del heredero de una compañía de trajes... Podía tener solo un par de zapatos de vestir, pero tenía cientos de trajes.

-¿A dónde es exactamente donde me vas a llevar?- Pregunté viéndola acariciar la tela de una camisa.

-Un desfile de modas de Louis Vuitton- Respondió tranquila sin mirarme. -¿Quieres hacer alguna pregunta?-

-¿Sobre tu familia?- Pregunté y asintió. -¿Tu padre es heterosexual?-

Ella se detuvo en seco, volteandome a ver con el ceño fruncido y una expresión de confusión y sorpresa mezcados.

-No, no lo es- Negó y regresó su vista al traje. -¿Por qué esa pregunta?-

No le iba a decir que no tenía aún suficiente confianza para preguntarle sobre los rumores de la mafia rusa o sobre su ex novio, pero tampoco quería decirle que mi misión de vida se había vuelto correrme en la boca de su padre.

-Me gusta- Solté haciéndola voltear, pero yo dirigí mi mirada a los trajes para no verla. -Quiero decir, es un hombre caliente y atractivo-

-No te meterás con él, Yoongi- Dijo con tono firme y severo.

Uy como su padre...

-Tranquila, es solo por el morbo- Reí entre dientes como si no estuviera mintiendo descaradamente.

-Vale- Susurró restándole importancia. -Mi padre engañó a mi madre con un hombre, por eso se divorciaron-

-¿Por eso tienes miedo de como reaccione tu madre?- Pregunté ladeando la cabeza y ella asintió en silencio.

-No quiero que crea que es hereditario o algo así- Suspiró cansada y notoriamente triste.

-¿Quieres un abrazo?- Pregunté viéndola decaída.

Yeeun asintió y pasó sus manos por mis hombros mientras yo la tomaba de su cintura, dejando que esconda su rostro contra mi cuello.

-Mi padre nos llevará al desfile- Susurró y yo tragué duro. -Pasaremos por ti-

-De acuerdo-

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No, no estaba de acuerdo.

¡Por supuesto que no estaba de acuerdo!

Cuando el día en cuestión llegó, mis piernas temblaban, mi corazón latía con fuerza y mis manos sudaban mientras bajaba las escaleras para esperar el auto.

Joder, casi le digo a Yeeun que estaba enfermo para no ir.

-Oh joven Min- Dijo la ama de llaves viendome temblar como gelatina. -¿Usted también irá al desfile?-

-¿Mis padres irán?- Pregunté ladeando la cabeza ahora más confundido que asustado.

-Ya se han ido- Dijo la empleada pasando un mechón de su cabello por detrás de su oreja.

Era nueva, de las pocas empleadas que no habían siquiera oído hablar de mis verdaderos padres. Orbitará al rededor de los veintisiete, tal vez.

Y era obvio que estaba lanzándome indirectas mientras mordía su labio interior viendo los míos, pero, aunque una oferta tentadora, el sonido de un claxon sonó y tuve que salir disparando.

-No hagas eso, yo tocaré la puerta-

Yeeun llevaba un corto vestido lila con algunos diamantes y transparencias, mientras se inclinaba dentro de la puerta trasera para regañar al conductor.

-Yoongi- Dijo alegre al verme. -¿Te molesta ir en el asiento delantero?-

Fruncí el ceño confundido pero negué acercándome a ella, hasta que di con la imagen del señor Jeon al volante.

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Resulta ser que el chofer de los Jeon había tenido un hijo y se había tomado unas cuantas semanas de vacaciones porque los últimos meses había ahorrado su tiempo libre adrede.

Pero como le avisaron a último momento, los otros chóferes fijos que tenían, no estaban disponibles por una cuestión de horarios y legalidad de tiempo hábil.

El señor Jeon se había negado a contratar a cualquiera así que decidió que las próximas semanas él sería su propio chofer.
Así que cuando Yeeun dijo "Mi padre nos llevará al desfile" hablaba literalmente.

Estaba en el asiento del copiloto porque Yeeun tenía un maletín, un bolso y un abrigo a su lado, y el auto era jodidamente sofisticado pero pequeño.

Me hizo pensar que el señor Jeon lo había escogido adrede para que no me siente al lado de su hija.

-¿Que tal tus padres, Yoongi?- Preguntó de la nada haciéndome verlo sorprendido mientras mordía la uña de mi índice.

-Bien, supongo- Susurro viéndolo de reojo. -¿Como está usted?-

-Bien, supongo- Citó haciendome sonreír de lado.

-Yo también estoy bien, gracias por preguntar- Dijo Yeeun detrás mío.

El señor Jeon alzó la vista al espejo retrovisor y rió entre dientes antes de devolver la mirada al camino.

-Pasas todo el día pegada al móvil, la cantidad de veces que te hablo y no respondes es insana- Dijo haciendo que note el reflejo del teléfono en las ventanas.

-No es el móvil lo que hace que no responda- Dijo Yeeun y noté como el señor Jeon apretaba los puños en el volante. -Tengo imaginación muy activa, me pierdo en mis pensamientos-

Suspiré al ver las manos relajarse y eso me hizo comenzar a prestar seriamente atención al hombre que tenía a mi lado.

Me incliné un poco sobre el asiento para verlo de frente, siguiendo la linea de su perfecto perfil. Noté las ligeras canas asomandose por su sien, los tendones tensos asomandose bajo el traje a medida, los tatuajes que este no llegaban a cubrir, la mandibula bien afeitada, los ojos firmes pero suaves, la postura perfecta al conducir y el jodido bulto en sus pantalones.

No se cuanto tiempo estuve viendo aquello. Era notable incluso sentado, con un traje holgado y sin estar duro, no dejaba de imaginar lo que sería alzado.

No noté que estaba chupando mi pulgar hasta que la mirada e reojo del señor Jeon se posó sobre la mía, haciéndome suspirar excitado y morder mi dígito, bajando mi mirada nuevamente al bulto en sus pantalones, notandolo más grande.

¿Era mi imaginación o se estaba comenzando a poner duro?

Retiré la mano de mi boca y me acomodé para ver nuevamente al frente. Había comenzado a sentir calor, así que bajé unos centímetros de la ventanilla para que el aire golpeara mi rostro rojo y calmara mi excitación.

No le di tiempo a solucionar mis problemas físicos, cuando pasamos por debajo de un túnel. La oscuridad cubrió el automóvil y mi mano comenzó a picar, moviéndose sola al muslo del hombre a mi lado.

Acaricié la suave tela del traje una y otra vez aprovecho que no se veía nada fuera de las luces de seguridad a los lados del túnel, y subí mis dedos curiosos al bulto en cuestión.

Me sorprendió que no me aparte de inmediato pero ahogué un gemido al notarlo semi duro contra mi mano y apreté suavemente antes de acariciarlo y comenzar a respirar con dificultad.

Imaginarme comiendo su polla, gimiendo al rededor de su erección y sintiendo su glande golpear mi garganta, estaba llevando mi cuerpo a sentirse fatigado de lo necesitado que me encontraba.

La pequeña luz al final del túnel comenzó a hacerse más y más grande, hasta que la mano del señor Jeon tomó mi muñeca y la apartó bruscamente unos segundos antes de que la luz del sol vuelva a cubrir el lugar.

Suspiré decepcionado pero al mismo tiempo esperanzado porque no me haya apartado antes.

Aunque tal vez había sido porque era un tunel principalmente curvo y necesitaba ambas manos en el volante, pero, al diablo, los últimos metros eran totalmente rectos y no me había separado.

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Al llegar al desfile, los flashes de las cámaras casi me dejan ciego por abrirle la puerta a Yeeun y darle de la mano.
Los susurros y miradas no eran lo suficientemente disimuladas para no sentirme incómodo o poder siquiera ver a otro lado cuando era claro que hablaban de nosotros.

Jeon iba más adelante, saludando serio pero cordial a cada persona que se acercaba a él y respondiendo de manera sumamente cortante las preguntas sobre su trabajo.

-¿Cuanto tengo que pagarte para que le hagas tu mismo el vestido a mi hija?- Preguntó una señora haciéndome sonreír al verlo tenso.

-Ya no hago a mano los vestidos, señora- Sentenció provocando que ahogue una risa ante la expresión de la mujer. -La única excepción que puedo hacer, es a mi hija-

Yeeun sonrió unos pasos detrás de su padre, tomando mi brazo entre sus manos y apoyando su cabeza en mi hombro con tranquilidad.

-Tal vez ese día llegue antes de lo esperado- Dijo ella, logrando que su padre frunza el ceño y fije su mirada en mi.

-Sabe que, cuando ocurra, la haré muy feliz, señor Jeon- Dije con una pícara sonrisa haciéndolo rodar los ojos y dejar a la señora para seguir su camino por el lugar.

Vi a mis tíos los Min hablar con mis tíos los Kim. La incomodidad subió por mi cuerpo sin poder evitarlo. Ya de por si era raro verlos juntos desde la muerte de mis padres, pero el pensar que ahora debería darles la cara con una novia y una historia falsa, me ponía de los nervios.

-¡Jeon Jungkook!-

Abrí los ojos al ver a mi tío Jungsoo acercarse al señor Jeon con una sonrisa de par en par, siendo seguido por el resto de mis tíos. 

Para mi sorpresa, el señor Jeon correspondió el abrazo con una calida sonrisa y unas fuertes palmadas en la espalda de mi tío,  para luego separarse y poder saludar un poco más formalmente a los demás.

-¿Que tal has estado?- Preguntó mi tía Heeyeon. -¿Has conseguido la custodia?-

-No, es compartida- Respondió Jeon, pasando su brazo por los hombros de su hija y haciendo que suelte el mío. -Pasa conmigo las vacaciones y algunos fines de semana-

-Un gusto- Sonrió Yeeun haciendo una leve reverencia.

-Un gusto, linda- Sonrió mi tía Kim. -Soy Kim Heeyeon, el es mi esposo, Kim Jungsoo-

-Soy Jeon Yeeun- Sonrió respondiendo cordialmente el saludo.

-Son mis tios- Aclaré haciendola abrir los ojos de par en par sorprendida. -Y ellos son mis padres-

-Min Heechul- Saludó serio mi tío. -Ella es Min Joohyun-

-Un gusto- Respondió mi tía.

Noté como mi tío Min miraba de una extraña manera a señor Jeon, haciendome tragar duro y sentir mi cuerpo pesado ante la incomodidad notoria y palpable.

-Yoonie- Llamó mi tia Kim. -Han venido Tae y Nam ¿Por qué no les presentas a Yeeun?-

-Me parece bien- Asentí y tomé a mi falsa novia de la mano para alejarla de la escena, pero dejar al señor Jeon solo con mis tíos, se sintió extrañamente mal.

-¿Estas bien?- Llegué a oir que preguntó mi tío Kim. -Debe ser duro volver a ver a Yoongi-

-Horrible- Respondió Jeon en un suspiro, haciendo que me de un pinchazo en el pecho.

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El desfile transcurrió con normalidad, pese a no haber vuelto a juntarnos con mis tios o con el señor Jeon hasta el cierre.

Namjoon y Taehyung intentaron cortejar más de una vez a la pobre Yeeun, pero jugué la carta del novio celoso y se tranquilizaron, permitiéndome centrar mi atención en otra cosa.

Ergo, el señor Jeon.

Estaba sentado al lado de mis tíos los Kim, hablando tan amenamente con ellos, que parecía irreal que fuese el mismo hombre del que circulaban rumores de mafia.

Conversaba, los hacía carcajearse, sonreía, dejaba que lo toquen amigablemente, y hasta se reía con ellos.
Era impresionante.

En un momento, durante el desfile, mi mirada chocó con la suya. Su sonrisa desapareció y un leve calor en mis mejillas se hizo pesente cuando noté como pasaba saliva con dificultad.

¿Que estaba pasando? ¿Que estaba pensando? ¿Con que científico loco tenía que hablar para que me meta dos minutos en la mente de este hombre?

No podía morir sin entenderlo.

⊰᯽⊱┈ ── 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ── ┈⊰᯽⊱