30 • 𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝟐 •

Nunca en mi vida creí que estaría un año entero decidiendo por flores, vajilla y centros de mesa.

Las invitaciones, los obsequios, los salones... Había demasiado que escoger y poca colaboración de parte de Jungkook.

-Escoge lo que te haga feliz- Era su respuesta para todo.

Se apoyaba en que él ya había tenido una boda, entonces esta debía ser para mí. Para que yo sea feliz y yo recuerde aquello como lo más perfecto del mundo, pero yo sabía que era simplemente que no le interesaba el color de la imprenta de las invitaciones.

¡Y lo entendía!
A mi Yo pre-compromiso tampoco le interesaba una mierda esas minucias, pero pensar en mi boda, me sacaba de quicio.
Quería que todo fuese perfecto. No por algo estético y superficial, o no del todo. Quería que la boda representara realmente el amor que nos tenemos pero ni la rosa más hermosa podía hacerlo.

Decidimos que no habría padrinos ni damas de honor. La ceremonia en la iglesia era un mero acto puesto a que no podíamos casarnos por iglesia.
El verdadero casamiento era una firma en un papel, nada más.
Así que solo me estaba estresando por un acto visual.

Yeeun sería la niña de las flores. Eso decidimos mantenerlo. Ella estaba realmente emocionada por la boda y queríamos que forme parte de ella.

Pero también habíamos tenido problemas con la entrada.

Había bodas homosexuales donde ambos entreban juntos, o donde una persona esperaba en el altar y su pareja entraba, pero no nos acababa de convencer.

Sentíamos que había algo mal en fingir que era una boda heterosexual y ni hablar de que yo no sería la chica.

Jungkook había dicho que él podía entrar si así lo quisiera. Que no tenía problema en cumplir ese rol, pero yo no quería sentir que me casaba con una mujer. Quería ver a mi sugar daddy y decir "Santo dios, me caso con un daddy azotador" ya sabía que era comprensivo y amoroso, pero no quería pensar en eso en ese momento.

¿Lo ven? Así estuve todo el año. Volviendo situaciones simples, demasiado complicadas para poder lidear con ellas.

A lo que si llegamos rápidamente a una conclusión era en cuanto a la vestimenta.

Se me hacía graciosa la idea de usar un vestido de novia y decirle en los votos que no tenía la masculinidad frágil, pero definitivamente no quería arruinar el momento por un chiste interno que nadie entendería.

Tampoco quería los típicos trajes negros de tres piezas y corbatas celestes a tono con el color de las hortensias.

El día que conocí a Jungkook, usaba traje. Cuando me mudé con él, usaba traje. Cuando tuve el accidente y nos separamos, usaba traje. Cuando lo volví a ver, usaba traje.

Sus trajes eran simples, sobrios, negros o grises. También tenía en el closet uno azul oscuro y uno café, pero no los usaba jamás. Decía que prefería que las camisas y corbatas sean lo que llamara la atención y no los trajes coloridos.

Cada pieza en su clóset tenía una etiqueta con mi apellido entre los pliegues y un resivo de la compañía en la bosla.

Jungkook podría conseguir cualquier traje de los Min totalmente gratis, pero insistía en pagar cada prenda como si no se fuese a casar con el dueño.

El dueño...
Que raro suena aquello.

Yeeun estaba recién comenzando a hacerse cargo de la empresa de los Jeon. Aún le quedaban dos años de universidad pero Jungkook insistió en tomarse estos dos como copresidentes para enseñarle a su hija todo lo que sabe.

Mientras tanto, no voy a negar que dormir con el CEO de la empresa de vestidos de novia más grande de Asía, no me había beneficiado como dueño en la mía.

Jungkook me había enseñado sobre administración y control de empleados. A leer y comprender los contratos y una frase que en mi corto año como CEO ya había usado más veces de las que puedo contar.

-Ahora no tengo tiempo, lo revisará mi abogado-

Dice que si firmo algo a las apuradas, la gente comienza a aprovecharse de eso, y que es mejor quedar como un ignorante, antes de que verse como un soberbio y dejar que te engañen.

Sin embargo, entre todo el caos que representaba llevar una compañía por primera vez, logré hacerme tiempo para poder yo mismo diseñar nuestros trajes de boda.

No voy a mentir, Jungkook hizo la mano de obra. Los cosió, los bordó y los planchó, yo solo medí e hice el boceto de lo que quería; pero Jungkook entendió a la perfección y logró hacer exactamente lo que tenía en mente.

Mañana entraríamos a la iglesia con dos trajes originales, hechos desde cero con nuestras propias manos.

-Yoongi-

Alcé mi vista de mi escritorio cuando Yeeun entró a mi oficina com expresión de pánico en el rostro.

-Papá no está-

Parpadeé incrédulo al oir sus palabras. Como si un zumbido hubiese comenzado a sonar en mi cabeza y no podía detenerlo.

-¿Qué?- Susurré dejando la pluma sobre las hojas.

-Mi papá no está- Repitió desde el umbral de la puerta. -La señora Jung dice que lo vio salir esta mañana pero aún no ha regresado-

Suspiré y vi de reojo el reloj en mi escritorio. Iban a ser las cinco de la tarde, no era horario para desaparecer antes de la boda.

-Hay que encontrarlo- Dijo Yeeun apresurada.

Yo confiaba en Jungkook, realmente confiaba en él. No podía dejarme abandonado a unas horas de nuestra boda, no lo haría.

Pasé mis manos por mi rostro. Yeeun esperaba una respuesta y yo quería calmarla. Quería decirle que lo deje, que regresaría solo y que no se preocupe de más que su padre estaría en casa esa noche.

Pero el reflejo del arma me hizo tragar duro.

Jungkook estaba bien. Había ido a terapia todas las semanas desde el mes que regresé. Estaba mejor. Podía hablar de mis padres sin largarse a llorar.

Pero una parte de mi aún tenía miedo.

Era algi mío, algo que yo debía trabajar, pero no tenía tiempo para asimilar mis emociones cuando Yeeun estaba frente a mi esperando una respuesta.

-Dile a la señora Jung que nos avise si regresa- Dije poniendome de pie. -Ve con tu chofer a la casa de tu madre, tal vez fue a verla-

-¿Y tu que harás?- Preguntó viéndome salir de mi oficina y siguiendome a paso firme.

-Iré a revisar un par de lugares y llamaré a un par de personas- Dije y me detuve frente a las escaleras deteniendola. -Eun quiero saber que estará mañana en la iglesia, no traerlo esta noche si no quiere-

Yeeun asintió y ambos nos marchamos de la casa en busca de su padre.

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Estaba en el asiento trasero del auto mientras el chofer de Jungkook manejaba.
Que no haya sido él quien lo llevó esta mañana solo me preocupaba aún más.

-¿Puedes avisarme si sabes algo de él?- Le pregunté a Taehyung por el teléfono.

-Claro- Respondió calmado. -Nam dice que hará guardia-

-Gracias- Solté junto a una risa entre dientes.

-Yoon- Oí la voz de Namjoon ante de oir como le quitaba le móvil a su hermano. -Relájate, regresará-

Si, eso no era exactamente lo que me preocupaba.

-Gracias, Nam- Respondí soltando un suspiro. -Confío en él-

Corté la llamada y guardé el teléfono en mi boslillo, viendo por la ventana como salíamos de la ciudad.

Tenía un presentimiento de donde estaba y necesitaba asegurarme de que no estuviese ahí, porque si no, no podría dejar de pensar en eso hasta que lo encontremos.

O me deje plantado en el altar. Entonces, lo que menos me preocuparía era donde estaría.

-Señor Min- Dijo el chofer haciéndome alzar la mirada. -Estamos por llegar-

⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱

El sol aún cubría el lugar, pero tonos ligeramente naranjas abrumaban mi vista.

Ese lugar era confuso. No iba a menudo, me atrevería a decir que desde hace años no pisaba ese lugar.

Pero estaba más que seguro que mis pies me estaban guiando a aquél lugar por mi, porque mi mente no podía procesar a donde iba aunque no detuviera mis pasos firmes.

Nunca me gustaron los cementerios.

Mis tios habían sepultado a mis padres en aquél lugar tan hermoso que no parecía un cementerio.
Había hermosas flores, el cesped claro y bien cortado, había un largo con peces y árboles coloridos rodeando las tumbas.

Realmente era hemroso, pero el pensamiento de que había gente descomponiendose bajo la tierra me ponía los pelos de punta y me alejaban de ese lugar.

Pero ahí estaba él.

Sentado frente a las tumbas de mis padres. Había cambiado las flores de la lápida y, me atrevo a decir, que había la limpiado con sus propias manos.

Me acerqué a él y lo vi desde arriba antes de sentarme a su lado y acariciar su espalda al notar sus ojos rojos al igual que su nariz.

Solté un suspiro y apoyé mi cabeza en su hombro viéndolo jugar con su anillo de bodas y morder su labio inferior.

-¿Te arrepientes?- Pregunté en un susurro.

El silencio nos inundó durante unos eternos segundos hasta que negó suavemente y tomó mi mano entre la suya.

-Tu padre me dijo que esperaba ver que algún día conozca realmente el amor- Susurró con un hilo de voz. -Él nunca estuvo de acuerdo con mi boda con Soomin-

Soltó un largo suspiro y apretó mi mano con cariño antes de llevarla a sus labios y besar mi anular izquierdo, sobre el anillo de oro que lo rodeaba.

-Me gustaría que lo vieran- Susurró antes de volver a llorar. -Tu madre estaría tan feliz -

Se me partió el corazón al oirlo y me volteé para abrazarlo, sintiendo sus brazos rodear mi cintura y esconder su rostro en mi hombro.

-Te amo tanto- Susurró con la voz pesasa. -Amaría poder verlos y decirles que nunca amé tanto a alguien como te amo a ti-

No pude evitar sonreír. 

Besé su coronilla y me separé para limpiar sus lágrimas y besar sus labios rápidamente, apartando sus cabellos y sintiendo un calor confortable en mi pecho.

-¿Quieres que te cuente algo?- Pregunté acomodandome mejor frente a él.

Jungkook asintió intentando dejar de llorar y permitiéndome secar sus lágrimas con mis pulgares.

-Cuando fallecieron, le dije a mis tios que no creía más en dioses ni ángeles- Confesé recordando aquello. -No quería creer que algo como lo que les ocurrió podía pasar si existían-

Jungkook asintió entendiendome. Sabía que tampoco era creyente, pero nunca habíamos hablado realmente de eso.

-Mi tía me dijo que no importaba si no creía en que mis padres estuvieran en el cielo- Seguí tragando duro el nudo en mi garganta. -Porque siempre estarían en mi corazón guiando mis pasos-

Solté una risa entre dientes cuando me di cuenta que yo también estaba llorando y él secó mis lágrimas como yo lo había hecho antes.

-Tal vez ellos hicieron que nos juntemos- Dije en un susurro. -¿No crees?- Pregunté haciéndolo sonreír. -Sabían que eramos el uno para el otro-

Lo vi apretar los labios con fuerza antes de asentir y tomatme de las mejillas para besarme con firmeza y pegarme más a él.

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El día había llegado.

Era demasiado de mañana para mi, pero valía la pena.
El aire de la mañana era fresco, la luz natural del sol brillante hacía ver la iglesia aún más hermosa a través de los ventanales y el no haber visto a Jungkook desde la tarde anterior me hacía suspirar de los nervios.

-¿Entonces entrarán juntos?- Preguntó Namjoon mientras me ayudaba a acomodar la flores de los adornos.

-Si- Asentí viendo las hortensias celestes. -Queremos que ese momento sea solo para nosotros-

-¿Dónde está ahora?- Preguntó Taehyung desde el altar, acomodando la alfombra.

-Atrás arreglando el vestido de Yeeun- Respondí sentandome. -¿Pueden creer que voy a casarme?-

El silencio inundó la iglesia mientras ambos mellizos se miraban de reojo, haciéndole alzar las cejas sorprendido.

-No- Soltaron ambos a la vez haciendome reír.

-Pues lo voy a hacer- Espeté rodando los ojos.

-Si- Susurró Taehyung. -Contra todo pronóstico-

-En solo...- Agregó Namjoon viendo su reloj. -Una hora-

-Una hora- Susurré con una suave sonrisa hasta que se borró de la nada cuando me dí cuenta lo que había dicho. -¡Mierda, una hora!-

-¿Se arrepintió?- Preguntó Taehyung mientras me veía salír corriendo de la iglesia.

-No, tarado- Respondió Namjoon siguiendome. -Ya van a llegar los invitados-

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Oía las voces dentro de la iglesia cuando me acerqué a la entrada. Vi a Yeeun entrando y como me regaló una sonrisa antes de cerrear la puerta dejándome fuera.

Me giré al ver el cielo azul sin nubes sobre mi, cuando oí los pasos por el cesped accercarse a mi.

Bajé mi vista y me encontré a Jungkook sonriéndome con ternura y amor dibujados en el rostro.

El blanco traje que llevaba lo hacía ver hermoso, aún más que siempre, angelical y perfecto.
Había atado su cabello en una coleta baja y estaba perfectamente afeitado como me gustaba.

-Estás hermoso- Susurró haciendome bajar la mirada a mi propio traje blanco.

Ambos eran diferentes pero tenían en mismo estilo de blanco pulcro. Eran casi vestidos de novia en versión de trajes, como nuestros propios hijos. Realmente hermosos, muy nuetsros.

Separé los labios para responder pero no salió ninguna palabra de mi garganta y acabé acercándome a él y besandolo suavemente.

Jungkook tomó mi cintura y correspondió con amor, pegandome más a él y haciendome parar de puntas de pie para profundizar el beso.

-Realmente vamos a casarnos- Susurré sobre sus labios.

-No puedo esperar más- Dijo separandome para acomldar nuestros trajes y tomarme de la mano. -¿Listo?-

Asentí girandome hacia la puerta y viéndolo tocar la madera para que los empleados las abran desde adentro, dándonos paso a la iglesia llena de gente.

Caminamos hasta el altar viendo las flores blancas que había dejando Yeeun en el suelo y a todos mirarnos con atención y felicidad.

Llegamos y nos giramos para vernos en silencio, escuchando las palabras de el maestro de ceremonias como un susurro en el espacio.

Realmente habíamos planeado los votos con anticipación, pero ambos sabíamos que nada de lo que pudieramos decie ahora, representaría el amor que nos teníamos.

Así que no les aburriré con cursilerías de cajón.
Ustedes ya conocen nuestra historia.

⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱

No podía creer lo que fue la noche.

Estabamos rodeados de gente, miles de felicitaciones y algunas miradas condescendientes que pasamos por alto.

Habíamos abandonado la fiesta por unas horqs para irnos realmente a casar en el registro civil y cuando regresamos casi se me caen los calzones con lo que vi.

Cuando invité a Taeyeon a la fiesta, no esperaba que realmente fuese. Con el miedo que le tenía a los Jeon y a todos los rumores que giraban en torno a Jungkook, esperaba que dijese que no y me mandara sus felicitaciones por correo.

Para empezar, me sorprendí con su confirmación de asistencia hace unos meses, luego cuando la vi en la iglesia y, por ultima vez, cuando la vi en la fiesta antes de que nos fueramos.

Pero lo que vi al regresar, sorpasaba la "sopresa".

Estaba bailando con Yeeun, tocandose por demás y compartiendo susurros y sonrojos, haciendome abrir los ojos de par en par.

Me giré a ver a Jungkook que no le había prestado atención pese a haberlo visto y se dedicaba a analizar la mesa de postres con suma atención.

-Fue mi amiga con beneficios hasta qje te conocí- Dije siguiéndolo hasta los cupcakes. 

-¿De veras?- Preguntó más centrado en como comer el pastelito sin mancharse.

-Es mayor que yo- Agregué viendo como su rostro de desinterés se esfumaba y se reemplazaba por seriedad.

-¿Cuantos años?- Preguntó con voz severa.

-Cuatro años- Respondí alzando los hombros.

Jungkook apretó los puños, haciendome quejar porque tenía mi mano entrelazada antes de que la soltara y se adentrar a la pista de baile para separar a su hija de Taeyeon.

-Espera, espera- Dije deteniendo con una sonrisa pícara. -No creo que tengas autoridad para decirle que no slaga con alguien mayor que ella-

Jungkook rodó los ojos sabiendo que tenía razón y suspiró esperando a que lo tranquilizara haciendome sonreír satisfecho.

-Yo hablaré con ella- Dije palmenado su pecho. -Dejame ser el papi cool-

Jungkook rió entre dientes y dejó que le dé un suave beso en los labios antes de alejarme entre la gente hasta mis dos hermosas amigas que estaban a nada de comerse la boca.

-Yeeun ¿Puedo hablar contigo?- Pregunté poniendo mi mano sobre su cintura.

Ella asintió y se separó de la rubia para dejarme acercar mis labios a su oreja para que me oiga lese a la música.

-Tiene como siete años más que tu- Dije dejando que me abrace por los hombros. -Tu padre quiere matarte-

-Ustedes se llevan como veinte años- Respondió pegandose a mi. -Que no sea hipócrita-

-Ahí entro yo- Dije con una sonrisa maliciosa en los labios mientras veía a mi esposo entre la gente. -Lo mantendré ocupado y ustedes podrán salir sin que las vea-

-¿Qué quieres a cambio?-  Preguntó dudosa.

-Dime papá- Reí haciendola separar.

-Estás de coña- Soltó seria haciendome carcajear.

-Claro que si, tarada- Dije haciendola reír. -Jungkook y yo nos iremos de luna de miel por un mes-

Ella asintió sabiendo a lo que me refería. Ella misma había escogido las fechas y el hotel en Nueva Zelanda.

-Mi tío se hará cargo de mi empresa por ese mes- Dije haciendola asentir más curiosa. -Quiero que te encargues de que mo haga nada que yo no haría-

-De casualidad si voy a poder con la de los Jeon y ¿Me pides que me haga cargo de la de los Min?- Preguntó incrédula y asentí seguro.

-No seré CEO por mucho tiempo, Yeeun- Admití haciéndola sorprender. -En algún momento tu te harás cargo de ambas empresas-

-¿Qué?- Preguntó abriendo los ojos de par en par.

-Vas a heredar de tus dos papis- Dije guiñandole el ojo haciendola rodar los suyos.

-Vale- Suspiró alzando los hombros. -Pero las fusionaré, no quiero tantos inversores-

-Tu eres la que tiene estudios- Dije alzando los hombros. -Yo de casualidad si sé lo que es una inversión-

-Menos mal que te casaste con un hombre rico- Dijo palmenando mi hombro.

-Yo soy un hombre rico- Aclaré rodando los ojos. -Ahora vete- Bufé separándome. -Que tu padre no te vea-

Ella sonrió y se perdió entre la gente, siendo seguida por Taeyeon y dejandome regresar con mi esposo que me veía serio.

-¿Qué le dijiste?- Preguntó dejandome abrazarlo por la cintura.

-¿Realmente quieres comenzar nuestra vida de casados decidiendo como criar a nuestra hija?- Pregunté haciéndolo reír. -¿Por qué no volvemos a casa y usamos la maquina de tortura medieval?-

Alzó las cejas y se separó sorprendido viendome desde arriba con una suave sonrisa en el rostro.

-¿Realmente vas a hacer eso paa dejar que mi hija se escape con su noviecita?- Preguntó y asentí risueño.

-¿Qué dices?- Pregunté besando su mandíbula.

-Digo que nunca me gustaron las fiestas- Susurró viendo a su al rededor. -Vamos a casa-

⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱

Bien. Sé que he cometido muchas idioteces a lo largo de mi vida. Joder, para empezar, casarme hombre que me medio secuestró cuando le hablé a su hija. Pero definitivamente había superado mi cuota de estupidez ese día.

Jungkook se alteraba cuando alguien se acercaba a su hija, eso ya lo sabía. Que sea un hombre lo ponía notoriamente peor, pero incluso con las mujeres era sobreprotector.

Y yo la había ayudado a escaparse con una chica siete años mayor que ella y ahora probablemente anden follando en algún lugar de la ciudad.

Vale, si, noto mi error sin que me lo digan. No debí haber dejado que me atara y torturara cuando aún anda molesto por Yeeun.

-Amor, por favor- Mi voz sonó entrecortada y pesada.

Estaba atado delas muñecas y los tobillos.
Mis manos estaban tras mi espalda, mi pecho apoyado en una banca que me sostenía a una altura fija, y mis piernas aferradas con esposas a la maquina que me embestía sin dejarme apartar.

-¿No te gusta?- Preguntó Jungkook con voz rasposa caminando a paso lento al rededor mío.

Estabamos ambos desnudos, totalmente desnudos. Los trajes estaban acomodados sobre la cama del cuatro y se me hacía agua la bica cada vez que llegaba a ver la gran y dura erección de Jungkook.

-Porque te ves jodidamente bien- Solto haciendome estremecer.

Estaba tras de mi, probablemente tras la maquina que me embestía lentamente viendo como mi anillo se contraía a su al rededor con cada empuje.

-Quiero sentirte- Susurré viendo el suelo. -Por favor-

Oí una risa amarga antes de que aumentara la velocidad del aparato, haciendo que cada golpe azotara mi próstata con firmeza. 

El juguete no era particularmente grande ni grueso. Jungkook era mucho mejor, pero no podía negar que la precisión del aparato golpeando mi punto tan duro era impresionante.

No podía creer lo bien que se sentía, pero fue aún mejor cuando lo vi sentarse en la cama frente a mi separando sus piernas y tocando su miembro con su vista fija en mi rostro.

-Dime algo, bebé- Susurró con la voz cargada de excitación. -¿Me amas?-

-Te amo- Respondí sin dudarlo. -Mucho-

-¿Y quieres que te folle?- Preguntó con una sonrisa de superioridad al verme asentir rápidamente.

-Por favor- Supliqué oyendo el lubricante entrar y salir de mi cuerpo.

-Pidemelo- Dijo haciendome abrir los ojos por su voz severa.

-¿Qué?- Pregunté incrédulo.

-Pídeme que lo haga- Ordenó poniendose de pie lentamente.

Jodido hijo de puta. Era su venganza por lo del centro comercial. 

-¿En serio?- Pregunté sonriendo. -¿Vas a traer a colación algo que pasó hace casi tres años?-

-Hazlo- Dijo acercandose hasta quedar frente a mi, dejando su polla frente a mi rostro.

Tragué duro y rodé los ojos. Mis piernas ya estaban acalamradas y mi vientre dolía; mis brazos estaban tensos y mi mi entrada palpitando ansiosa.

-Follame- Solté viéndolo a los ojos con el ceño levemente fruncido.

Jungkook sonrió y tomó mi cabello, haciendome alzar la cabeza y dejando su glande rozando mis labios.

-Abre- Ordenó y obedecí enseguida.

Su dura erección golpeó mi garganta con fuerza hacienddo que me de una arcada y una descarga de placer cuando su cadera se sincronizó con la máquina, entrando al mismo tiempo que esta.

Solté un quejido cuando las embestidas contra mi garganta me daban tantas arcadas que no pude evitar llorar.

Amaba comerle la polla, pero a estas alturas estaba tan sensible que no podía lidear con semejante brusquedad sin deshacerme entre las esposas.

Quito la polla de mi boca lamiendo sus labios antes de desaparecer de mi vista y detener la maquina, haciendo que el consolador golpee mi trasero y me haga soltar un gemido que lo hizo reír.

Me liberó los tobillos para poder apartar la maquina y que pudiera acomodar mejor mis piernas, pero mis manos permanecieron esposadas en mi espalda cuando tomó mi cintura con firmeza.

-¿Me repites que es lo que quieres que haga?- Preguntó con voz divertida haciendome gruñir.

Lo sentí apoyar su glande en mi entrada y empujar suavemente sin meterlo en mi, solo tentandome y torturandome.

Me volteé para verlo sobre mi hombro, logrando ver su sonrisa de superioridad y sus ojos oscuros por la lujuria de su cuerpo.

-Follame- Solté firme. -Ahora-

Jungkook rió entre dientes y se empujó dentro mío de un solo golpe, haciéndome soltar jn gierte gemido y esconder mi rostro de su vista.

Comenzó a moverse duro y profundo, justo como nos gustaba a ambos. Haciendo que nuestros testículos choquen y el sonido húmedo del lubricante se vuelva sucio y pegajoso.

-¡Dios!- Gemí sintiendo como llegaba más lejos que el juguete y me abría aún más las paredes de mi interior. -Es tan grande- Sollocé bajando la lirada al suelo. -Tan duro-

Pegó su pecho a mi espalda, aumentando la velocidad hasta que vi las estrellas y todo a mi al rededor desapareció exceptuándo su voz en mi cuello.

-Precioso- Susurró subiendo su mano por mi costado hasta mi cabello, el que jaló para hacerme alzar la mirada a sus ojos opactos. -Bienvenido a nuestra vida de casados-

Y mierda que la disfrutaría. Si esto era solo el principio, no quería ni imaginar lo que sería a largo plazo. Mejor que cada día juntos fuese una sorpresa.

-Me vengo- Jadeé con la boca abierta y la saliva cayendo por mi barbilla. -Tocame, por favor-

Asintió sin dudarlo, adentrando su lengua en mi boca y jugando con mi músculo, bajando la diestra a mi miembro y comenzando a masturbarme.

No miento si les digo que casi grito cuando apretó mi glande mientras me venía en su mano, sintiendo su semen llenando lo más profundo de mi.

-Joder- Suspiré cayendo rendido sobre la banca, entre sus firmes brazos y sintiendo su miembro deslizarce con cuidado fuera de mí. -No llevamos ni doce horas de casdos y ya me has hecho un desastre por un orgasmo-

Se sentó agotado en el suelo a mi lado, abriendo las esposas de mis muñecas con una suave sonrisa mientras intentaba calmar su respiración.

-Eres el desastre más hermoso del mundo- Susurró besando mi mejilla.

Sonreí al verlo ponerse de pie y cargarme en brazos para salir de aquel cuarto desnudos. Me llevó hasta nuestro cuarto y me arrojó a la gran cama antes de acostarse a mi lado.

Solté aire a modo de risa al verlo totalmente cansado viendo al techo con sudor en su frente.
Me incliné a besar su mejilla antes de sentarme y cubrirnos con la sábana de la cama.

Me acosté en su pecho y rodeé su cintura con mi brazo, acariciando su cuerpo y sientiendo su mano en mi espalda.

-Contigo se me parará la polla hasta que no me circule la sangre- Soltó con el corazón agitado. -Pero el cuerpo no me seguirá el paso en unos años-

-Lo haremos funcionar- Asinetí sin dudarlo para acomodarme sobre él y sonreirle desde arriba. -No sabes lo mucho que me gusta montarte-

Pasó sus manos a su nuca con una sonrisa ladina y mordió su labio inferior al verme sentarme sobre su vientre.

-Realmente no sabes lo feliz que soy contigo- Susurró haciendo que mi cuerpo se caliente desde dentro.

-¿Por querer saltar sobre tu polla hasta que la muerte nos separe?- Pregunté con una suave sonrisa.

-Por tenerte en mi vida hasta que la muerte nos separe- Soltó haciéndome besarlo sin poder detenerme.

Si, realmente este hombre me tenía a sus pies, pero vivía feliz a más no poder de saber que era mutuo.

-Te amo tanto, precioso-

-Y yo te amo a ti, mi hermoso esposo-



⊰᯽⊱┈──╌𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐╌──┈⊰᯽⊱




Bueno! Ahora si, terminamos

Espero que les haya gustado aunque no sea la típica historia romántica o erotica de daddy azotador

Diganme sus opiniones. Les gustó? No les gustó? Le cambiarían algo? Cuentenme 🥺

Quería hacer una sección de curiosidades como suelo hacer, pero realmente no sé que decirles que no haya dicho ya (?)

Así que pues... ¡Agradecimiento!

Miles de gracias a todxs, a todxs los que dan estrellitas y comentan y esperan las actualizaciones
No saben lo mucho que eso nos ayuda a seguir adelante con esto

Juro que cada vez que llega un comentario me saca una sonrisa y me da más ganas de actualizar, así que muchas gracias a todxs

Lxs amo!






Ahora, sobre broken omega que es el siguiente fic largo que voy a publicar;

Voy a tomarme unas semanas para terminar Lovers 2 que me quedó re colgado, después una semana de mini vacaciones de fics largos y después lo empiezo a publicar

Aviso en el tablero y en Euforia, así que tranquis que se van a enterar, pero espero que todxs lo apoyen cuando salga




Ahora sí, terminamos del todo

Besos~ 💜💜💜

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