24 • 𝑪𝒐𝒏𝒅𝒖𝒄𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒄𝒖𝒊𝒅𝒂𝒅𝒐 •

Sus labios son suaves, pero firmes.
Sus musculos son duros.
Su piel es tersa.
Su mandíbula afilada.
Su cabello largo y manejable.
Su aroma es un mezcla entre tabaco y loción.
Su aroma natural es algo dulzón.
Su polla es grande y caliente.
Sus manos son amplias.
Sus dedos largos.
Sus ojos negros, pero brillantes.
Su voz es suave y baja.

Y sus besos... Dios, sus besos.

Tan embriagadores. Tan satusfactorios. Tan únicos. Tan especiales...

-Me harás perder la cabeza- Susurré entre sus brazos.

-Lo mismo digo- Murmuró sobre mis labios.

Estaba sentado sobre sus muslos. Sus manos apretaban mi trasero sobre la ropa y las mías paseaban por su pecho dibujando sus músculos cubiertos.

Adentré mi lengua en su boca, él inclinó la cabeza para profundizar aún más el beso y me sentía tan excitado y caliente que mi cuerpo tembló ansioso contra él. 

Jungkook tenía dos formas de tener sexo que eran bastante diferentes la una de la otra.

Una, la más común, era cogerme. Por completo como un jodido animal en celo.
Según yo, ese era el lado que había estado reprimido por tantos años, saliendo cuando por fin pudo tener a alguien que estuviese dispuesto a recibir lo que él tenía para dar.

Sádico, brusco, rudo y bestial.

Causante de mi dolor de garganta por semanas y el ardor en mi trasero por días.
Capaz de follarme la garganta hasta venirse contra esta y capaz de hacerme llorar contra la cama cuando me hacía venir casi sin tocarme.

Y dos, la forma en la que estamos ahora, era hacerme el amor.

Suave, lento, dejandome tomar en control cuando quiera.

Las previas duraban más que el sexo en sí. Era todo tan sensual y erótico que me hacía sentir un principio de orgasmo solo de oir su voz contra mi cuello.

Su miembro estaba duro y alzado contra mi trasero, el mió apretado contra nuestros vientres y mis manos pasaron hasta su nuca para pegarnos aún más.

Su silla en la oficina era grande, dura. Parecía de esos sofás antiguos que tenían los ricos.

Cuero verde oscuro por fuera, patas gruesas de madera y las tachuelas bordeando la forma.

¿Cuantas veces habíamos tenido sexo en él? ¿Cuantas veces agradecí que fuese de cuero para poder limpiar mi semen? ¿Cuantas veces había venido a buscarlo para llevarlo a la cama después de horas de trabajo sin descanso?

Sus labios pasaron por mi cuello, mojando y mordisqueando suavemente los centímetros que yo le permitía mientras hacía de lado mi cabeza para darle más acceso.

Solté un gemido suave y moví mi cadera sobre su polla, cerrando los ojos y disfrutando el calor de mi cuerpo.

Increible que yo sentía que no aguantaría mucho más, y aún no nos habíamos quitado nada de ropa.

Entreabrí los ojos y vi el ventanal a sus espaldas iluminando toda la habitación.
Dios, estos momentos son los que me hacen sentir completamente feliz.

Que día hermoso había afuera.

Acaricé sus largos cabellos y besé su mejilla y mandíbula mientras me escabullía entre sus brazos para poder arrodillarme entre sus piernas.

Estaba agitado, sonrojado y extasiado.

Pasé mi mano por la polla grande y cubierta por su pantalón de vestir, antes de bajar el cierre de su pantalón y adentrar mi mano en sus boxers.

Saqué su miembro con mi distra temblorosa y sinreí de lado al verlo hinchado y sudado.

Sentí mi estómago hambriento y mi boca vacía, a excepción de la inquietante cantidad de saliva que soltaba.

Los penes siempre me parecieron lindos, estéticos a decir verdad. Rara vez podía decir que uno es feo independientemente del hombre al que le pertenezca, pero este... este es otra cosa.

Tan grande, tan grueso, tan venoso, tan proporcionado y con ese color perfecto que no desentonaba con su piel pero acababa con ese rosado brillante por el sudor que lo cubría.

-Abre la boca, Yoon- Susurró al ver que no me estaba moviendo.

Tragué duro, como siempre que era conciente del tamaño de ese hombre, y respiré hondo abriendo la boca.

Pasé mi lengua por su falo y metí su miembro en mi húmeda y caliente cavidad.

Puse los ojos en blanco al sentir el calor salado contra mi paladar y comencé a moverme suavemente, oyendo los gruñidos y jadeos que salían de sus labios.

No había nada mejor que ver a un hombre delirar de placer por lo que le estás haciendo, y verlo arquear la espalda soltando maduraciones mientras apretaba los apoyabrazos con sus puños para no tomarme del cabello, era de lo mejor que había visto.

Ver su pecho subir y bajar debajo de su camisa, sus muslos tensarse y su mandíbula apretarse. Oir sus gruñidos, sus jadeos y gemidos mientras clavaba sus uñas en la silla; y sentir el salado sabor del presemen inundar mi boca, era delirante y me hacía gemir contra su erección.

-Dios- Jadeó y un espasmo lo hizo contraerse sobre su vientre.

No podía ser mejor, no podía sentirme tan bien en tantos aspectos, no era común este nivel de excitación.

Abrí los ojos de par en par cuando oí la puerta abirse.

Jungkook hizo lo mismo pero, a diferencia de mi, el susto no lo paralizó.
Jaló de mi cabello, cubriendo mi boca con la otra mano para que no hiciera ruido mientras me empujaba por completo bajo el escritorio.

Razoné lo que estaba pasando y jalé de la silla mientras él se alzaba unos centímetros para poder acercarse aún más al mueble y evitar que el intruso vea su erección descubierta y empapada.

-¡Papá!-

Abrí los ojos de par en par al oir la voz de Yeeun y me aseguré que no hubiera espacio entre el final del escritorio y el suelo para relajarme ya que no había forma en la que me viera.

-¿Qué coño haces aquí?-

Ahogue una risa al notar la voz de frustración que salió de los labios de Jungkook, mientras me acomodaba entre sus piernas y tomaba su erección ya no tan dura para comenzar a masturbarla suavemente.

-Deberías estar en la escuela- Dijo con voz ya no tan molesta pero claramente nervioso.

-¿Sabés lo difícil que es concentrarte en clases cuando todo el salón habla de tu padre?- Preguntó Yeeun arrastrando la silla de detrás mío para sentarse frente a su padre.

-¿De que hablas?- Preguntó Jungkook con voz curiosa.

-Hay un rumor de que te acuestas con alguien de mi edad-

Juro que si la polla de Jungkook fuese una banana, ya la hubiese reventado de lo fuerte que la apreté cuando Yeeun dijo eso.

-¿De donde sacaron esa idiotez?- Preguntó Jungkook haciéndome rodar los ojos antes de inclinarme y comenzar a lamer su falo lentamente.

-Dicen que te han visto con un chico muy joven por la ciudad- Dijo Yeeun sin interés. -Y después de que dijiste ser gay, la voz se corre rápido-

-No sé de que hablas- Soltó Jungkook intentando apartarme con su mano, pero no evitó que adentrara su erección en mi boca de nuevo. -No haría algo así-

-Papá, a mi me importa una mierda lo que hagas con tu polla- Dijo Yeeun seca. -Pero no me agrada que digan que mi padre es un viejo verde-

-¿Qué mierda?- Interrumpió Jungkook sabiendo la palabra exacta que su hija había evitado repetir.

-Si vas en serio con este tipo- Dijo y el ruido de la silla volvió a oirse. -Y espero que tenga edad de consentimiento sexual, al menos- Agregó haciendome quitar la erección de mi boca. -Deberías hacerlo público-

Los pasos sonaron por la oficina y la puerta le siguió, para dejar a Jungkook separarse del escritorio y verme de rodillas bajo él.

-¿Estás bien?- Pregunté con voz suave.

-Tu no eres un niño- Dijo y yo reí entre dientes.

-No creo que puedan considerarme niño a los veintiún años- Dije poniendo me pie para apoyarme en el escritorio y cruzar mis brazos en mi pecho.

-Tu ya eres un adulto- Siguió, imitandome para acorralarme contra el mueble y rozar sus labios contra los míos. -Y uno jodidamente pervertido-

Tragué duro al oir su voz pesada y rasposa contra mis labios húmedos y sensibles.

-Ve a poner el seguro- Ordenó y yo obedecí sintiendo mis piernas temblar.

Cuando volví a verlo, estaba sin su camisa y acariciando su erección sin quitarme la mirada de encima.

-Quitate la ropa y sube al escritorio- Ordenó haciéndome soltar un gemido de excitación. -Muestrame coml te has vuelto un niño grande-

A la mierda el hacer el amor.
Saldría de esa oficina bien cogido.

⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱

Abrí los ojos y fruncí el ceño al oir la voz de Jungkook resonar desde el baño.

Me senté ignorando el dolor en mi trasero y estiré mi mano sobre la cama, notando que su lado estaba frío.
Se había levantado hacía ya bastante.

Me senté correctamente en la cama, estirando mi espalda y abracé mi cuerpo al salir de las mantas.
El pijama de seda no era nada parecido a algo abrigador.

Me puse de pie y me cubrí con una manta que había a los pies de la cama, mientras arrastraba las pantuflas hasta la puerta del baño.

Toqué sin mucho esfuerzo y la voz de Jungkook se detuvo, antes de abrir la puerta.

Estaba aún en pijamas. Debían ser las cinco de la madrugada, pero parecía completamente despierto.

-¿Te desperté?- Preguntó alejando el móvil de su oreja y mirandome con pena.

-¿Todo está bien?- Pregunté restándole importancia.

Jungkook negó soltando un suspiro cuando la voz del otro lado de la linea volvió a sonar, haciéndolo llevar el móvil nuevamente a su oreja.

-Lo siento, es mi pareja- Dijo, acariciando mi cabello con pena. -Mira, no la llevaré, pero si necesitas a alguien, voy yo-

Fruncí el ceño confundido mientras lo veía escuchar la respuesta del otro lado de la linea.

-Habíamos quedado en que se quedaría aquí hasta que todo se solucione- Agregó molesto.

-¿Es tu ex esposa?- Pregunté, dedujendo que hablaban de Yeeun.

Jungkook asintió mientras la linea seguía llenandose de la voz de Somin, haciendome preocupar.

-¿Qué  ocurre?- Pregunté cuando el ruido del eco disminuyó.

-Dame un segundo- Dijo quitando el móvil de su oreja y presionando el botón de llamada en espera. -El abuelo de Yeeun está muy enfermo y parece ser que no sobrevivirá la noche-

-Eso es horrible- Susurré sintiendo un dolor en el pecho de pura empatía.

-Somin y yo habíamos quedado en que ella iría a quedarse con él en el hospital para cuidarlo y que Yeeun se quedaría aquí para no velo mal- Me explicó en un suspiro cansado. -Pero quiere que la lleve a Jeonju-

-Tienes que hacerlo- Dije antes de que volviera a atender la llamada.

-Yoongi, ya lo habíamos hablado- Dijo serio. -Quedamos en que no queríamos que Yeeun se quede con esa imágen de su abuelo-

-Jungkook, escucha- Dije tomándolo de las manos, haciéndolo partar el teléfono. -Sé que como padre querrás que tu hija no sufra más de lo necesario- Solté y él tragó duro asintiendo. -Pero te lo digo como el hijo, daría mi vida por haber podido estar en ese hospital antes de que los declararan muertos-

-Yoongi...- Susurró con dolor en su mirada.

-Claro que le dolerá- Asentí sabiendo cual era su preocupación.  -Pero no hay nada más doloroso que la sensación de no haberte podido despedir de alguien a quien amas-

Apretó sus labios y tragó duro, mientras alzaba el celular y apretaba el botón para responder nuevamente la llamada, sin quitar su vista de mí.

-En dos horas y media estoy ahí- Dijo con un hilo de voz. -Pero debes decirle lo que ocurrirá, nada de "El abuelo se pondrá mejor "-

Suspiré con una sonrisa apenada, a sabiendas de que Yeeun podría hacer lo que yo no.

-Vuelve a la cama- Dijo colgando la llamada y acariciando mi cabello.  -Estaré aquí cuando despiertes-

Negué con la cabeza mientras el pasaba a mi lado, besando mi coronilla, y comenzaba a quitarse el pijama.

-Conduce con cuidado- Dije viendo la hora en el reloj. -Avisame cuando llegues, no importa la hora-

Me vió serio mientras se abotonaba el pantalón y asintió antes de hacerme una seña para que regresara a la cama.

-Te amo- Susurré obedeciendo y viéndolo comenzar a cerrar su camisa.

-También te amo- Respondió inclinandose para dejar un beso en mis labios antes de salir del cuarto.

⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱

A las ocho de la mañana mi móvil sonó haciéndome despertar apresurado y agitado.

-¿Amor?- Dije rápido sentandome. -¿Estás bien?-

-Estoy por volver- Dijo y pude oir la puerta del auto cerrarse. -Yeeun se quedará aquí con su madre unos días para estar con la abuela-

-¿El abuelo...?- Pregunté en un murmullo.

-Ya no está- Respondió con voz pesada. -Somin me ha pedido que regrese-

-¿Ella está bien?- Pregunté sabiendo la respuesta. -Era su padre ¿Verdad?-

-Si- Suspiró encendiendo el motor. -Somin es fuerte, saldrá de esta-

-¿Y Yeeun?- Pregunté con un hilo de voz.

-Recíen pudo dejar de llorar un poco- Respondió notablemente agotado. -Me mata verla así-

-Verás que fue lo mejor- Susurré y él soltó un sonido de asintimiento.

-Confio en ti- Dijo, seguro de sus palabras. -Hazme un favor-

-Lo que sea- Respondí rápidamente.

-Dile a la señora Jung que empaque las cosas de Yeeun- Dijo, haciéndome fruncir el ceño. -Las que trajo hace unos días-

-¿Qué ocurre?- Pregunté preocupado.

-Cuando regrese a Seúl, volverá con su madre- Dijo haciendome tragar duro. -Vendrá en las vacaciones como siempre-

-¿Y tu estás bien con eso?- Pregunté poniendome de pie para salir del cuarto.

-No era mi padre, Yoongi- Dijo en un suspiro.

-No hablo de la perdida- Dije caminando por los pasillos. -Sé que tu instinto sobreprotector debe querer tener a tu hija cerca mientras se recupera-

-Pero también tiene una madre de luto, Yoon- Dijo mientras el motor sonaba, probablemente saliendo del estacionamiento. -No le quitaré a su hija a Somin solo porque yo quiera tenerla conmigo-

-No digo que dabas hacerlo- Dije bajando las escaleras. -Solo pregunté si estabas bien con eso-

-No lo estoy- Respondió sin titubear. -Pero sé que es lo mejor-

Guardé silencio sin saber exactamente que responder,  llegando a la cocina y notando que la señora Jung no estaba ahí.

-Yoongi- Llamó.

-¿Mhg?- Pregunté sentandome en la isla.

-Gracias por haberme hecho traerla- Dijo haciendome sonreír suavemente con pena. -Tenías razón-

-Gracias por confíar en mi- Respondí viendo a la señora Jung entrar.

-Te dejo, bebé- Dijo con voz cansada. -Estaré ahí en dos horas-

-Conduce con cuidado- Respondí antes de colgar.

La señora Jung se sentó frente a mi y me miró atenta.

-Jungkook me ha pedido que le diga que empaque las cosas que Yeeun trajo hace unos días- Dije con voz somnolienta.

La señora Jung asintió apacible, pero no se movió ni un centímetro del lugar en el que se había detenido.

-¿Te preparo el desayuno?- Preguntó y yo negué.

-Iré a la cama- Dije bajando la mirada. -Comeré cuando Jungkook regrese-

-¿Volverás a dormir?- Preguntó y volví a negar.

-A penas pude dormitar desde que se fue- Dije, apretando mis labios en una linea fina.

-¿Te da miedo la carretera?- Preguntó ella ladeando la cabeza.

Abrí los ojos de par en par viendo su mirada serena y su porte maternal, haciendome tragar duro y sentir mi cuerpo temblar.

-Mucho- Susurré.

-El señor Jeon es un excelente conductor- Dijo acariciando mi mano. -No tengas miedo-

Asentí sintiendo mis manos sudar, antes de ponerme de pie y subir al cuarto de Jungkook, comenzando a perder de vista el suelo a causa de mis lágrimas. 

-Por favor- Susurré lanzandome a la cama y comenzando a llorar. -Vuelve pronto-

⊰᯽⊱┈──╌𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐╌──┈⊰᯽⊱

Quedó un poco más largo que el promedio pero no podía cortarlo antes

Cuentenme que andan pensando?
Que opinan?

No falta mucho más

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top