23 • 𝑻𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓 𝒑𝒊𝒔𝒐 •
Juro que despertar sintiendo sus besos en el cuello y sus caricias en la cintura, es una sensación que todo el mundo debería tener el privilegio de sentir.
Apreté los parpados con una sonrisa en los labios, pegandome a su cuerpo y sintiendo su expresión divertids contrq mi piel.
-Por favor, no pares- Susurré al sentir que los besos cesaban.
Jungkook se detuvo pese a mi queja, pero me volteó y juntó nuestros labios en un beso suave y profundo.
Llevé mis manos a su nuca y profundicé el beso, sintiendo los brazos ajenos rodear mi cintura y pegarme más a él.
-Debería...- Susurré entre besos. -Ir a mi cuarto-
Jungkook soltó un gruñido y negó, bajando sus besos húmedos por mi cuello lentamente hasta mi pecho.
-Me tomé el atrevimiento de despertarte temprano para no echarte de la cama- Susurro antes de lamer mi pezón.
-Gracias- Solté en un ronroneo. -¿Me dás dos minutos para lavarme los dientes?-
-Como si no te hubiese besado antes así- Susurró acomodandose sobre mi, antes de adentrar su lengua en mi boca.
Gemí contra su cuerpo y rodeé su cintura con mis piernas. Jalando su espalda para pegarlo aún más contra mi cuerpo caliente y sentir mi erección apretada contra su vientre marcado.
Amaba dormir desnudos, amaba haber follado la noche anterior, amaba que solo tuviera que hacer un movimiento para tenerlo dendro mío.
-Jungkook- Susurré entre gemidos cuando comenzó a simular embestidas, rompiendo nuestro beso.
-¿Mgh?- Soltó en un gruñido.
-¿Qué hay arriba?- Solté haciendolo detenerse.
-¿Qué?- Preguntó viéndome a los ojos.
-En el tercer piso- Respondí firme. -¿Qué hay? Lo tienes cerrado con rejas y candados-
-No es asunto tuyo lo que hay ahí arriba, Yoongi- Soltó separándose de mi y acostandose a mi lado.
-¿Qué no es asunto mío lo que hay en el tercer piso de la casa donde vivo?- Pregunté irónico. -¿Que no es asunto mio que mi pareja me oculte semejante cosa con rejas y candados?-
-Yoongi, no es nada- Soltó sentandose para ponerse sus boxers. -Puedes vivir tu vida sin saber que hay ahí- Gruñó entrando al baño. -No es como que tenga un leon o una bomba-
-Jungkook, por favor- Protesté poniendome su camisa para seguirlo al baño. -Vivo aquí, dejé mi vida para venir contigo, dime que hay ahí arriba-
Era difícil mantener una conversación seria mientras ves a tu novio orinar, pero esto no podía esperar.
Llevaba mucho tiempo con esta duda clavada en mi mente y necesitaba aclararlo lo antes posible, antes que comience a doler.
Jungkook soltó un suspiro, devolviendo su miembro a su ropa interior y dirigiéndose al lavabo sin ganas.
-Son recuerdos- Soltó haciendome fruncir el ceño. -Cosas de tus padres, principalmente-
-¿Qué?- Pregunté confundido.
-Cuando tus padres fallecieron, tus tíos querían deshacerse de todo lo que pudieran- Dijo cruzando los brazos en su pecho y apoyandose en el mueble. -Los Kim me ofrecieron llevarme todo lo que quisiera conservar y me traje todo lo que significaba algo para mi-
-¿Por qué está cerrado?- Pregunté con un hilo de voz.
-Cuesta mucho seguir tu vida cuando tienes el traje de bodas del hombre que amaste siempre listo para que recuerdes lo mierda que fueron tus veinte- Soltó haciendome asentir apenado. -¿Quieres subir, verdad?-
Alcé la vista y lo miré con tristeza, haciendo una mueca al intentar realmente respetar su privacidad sin poder lograrlo.
-No recuerdo nada de ellos- Susurré y él bajó la mirada. -Solo puedo crear falsos recuerdos a partir de lo que me dicen los demás-
Asintió soltando un largo suspiro y pasando sus manos por su rostro, evidentemente frustrado ante la situación.
⊰᯽⊱┈────┈⊰᯽⊱
Era enorme.
El espejo del piso de abajo, pero sin paredes interrumpiendo.
El gran ventanal que cubría toda la parte trasera de la mansión, iluminaba toda la habitación con una cortina blanca casi transparente dejando filtrar la luz.
Estaba desordenado. Se notaba que nadie subió solo para poner algo de orden. Cajas dispersas, libros mal acomodados, un escritorio lleno de polvo y los maniquíes cubiertos de bolsas para proteger la ropa.
-¿Por qué es tan grande?- Pregunté curioso de la carencia de habitaciones en todo el piso.
-Iba a usarlo como taller- Dijo señalando con la mirada la pared más cercana. -Neceitaba espacio para las telas y las mesas de costura-
Noté que una de las paredes aún tenía los rollos de tela colgando, y la mayoría de ellas tenía los espacios determinados para ponerlos.
Deduje que había llegado a utilizarlo como taller unos meses antes del fallecimiento de mis padres.
-¿Quieres ver el vestido de tu madre?- Preguntó y yo asentí sin dudarlo.
Me acercó a un maniquí y le quitó la bolsa con cuidado, estirando el vestido blanco y grande que se conservaba increíblemente bien para no tener la atención debida.
-Es hermoso- Susurré acariciando la tela de la falda. -Lo hiciste tu-
-Casi por completo a mano- Soltó haciendome abrir los ojos sorprendido.
-¿Por qué?- Pregunté anonadado con aquella declaración.
-Había tenido una discusión con mi padre, le dije que no quería que él pagara mi nivel, así que cursé la universidad con una máquina de coser que no resistió hasts acabar el vestido de tu madre- Dijo adentrando las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir. -Le dije que le daría la base y que lo mandara a acabar con alguien que se especialice en eso, pero tu madre se negó-
No pude evitar soltar una risita entre dientes. Todos decían que era difícil llevarle la contra a mi madre, y cada día tengo más pruebas.
-Me dijo que lo que yo no pudiera hacer, no lo necesitaba- Continuó mientras yo pasaba mis dedos por la pedrería cocida a mano. -Así que hice a mano todo lo que pude-
-Es realmente hermoso- Murmuré sonriendo sin poder ocultarlo.
-El de al lado es el traje de tu padre- Dijo haciéndome alzar la vista.
No quería que él lo viera. No quería que se sienta mal y fue su decisión tener todo cerrado, así que no iba a abrir la bolsa mientras él tuviera esa mirada de dolor en su rostro.
-Te dejaré solo- Dijo acariciando mi mejilla. -Mira lo que quieras-
-No entenderé que es si no me dices- Reí entre dientes dejando el vestido oara abrazarlo por la cintura.
-Creo que eso es lo mágico de los recuerdos, precioso- Dijo acariciando mi espalda. -Algo que para ti no significa nada, para otro es un tesoro-
Sonreí sin dientes y asentí separandome de él para verlo a los ojos cristalizados que aguantaban las lágrimas.
-Gracias por esto- Susurré y él asintió suavemente.
-Hay un body de cuando eras bebé- Susurró separandose de mi. -Dice "El mejor tío del corazón "- Dijo acercandose a la escalera. -Encuentralo y quemalo- Soltó haciéndome abrir los ojos sorprendido. -No quiero volverlo a ver en mi vida-
Asentí sorprendido y lo vi bajar la escalera antes de voltearme al traje cubierto de mi padre.
Sería un largo día...
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Tenía la mitad del piso recorrido para el almuerzo.
Estaba lleno de fotos, cuadernos viejos de mis padres, cuadernos de Jungkook con anotaciones de ellos, cosas de bebé que me costaba horrores distinguir si eran míos o de Yeeun, ropa vieja, cosas que no entendía que eran y muchas cosas más.
Estaba agotado. Fue una mañana larga y muy emocional. Había llorado unas cuentas veces y pasaba de estar triste y dolido, a confundido y risueño dependiendo de lo que había en las cajas.
No podía creer que mis tíos quisieran deshacerse de tantas cosas.
Entiendo que Jungkook guardó una infinidad de objetos que podrían haber pasado como basura, pero el vestido con el que mi madre se casó, por ejemplo, no era algo de lo que te quisieras deshacer tras su muerte.
Estaba en el escritorio al volver del almuerzo. Nececitaba descansar un poco y dejar que la comida baje antes de sentarme en el suelo y hacer poses raras al leer los libros y cuadernos de las cajas.
Soplé el polvo de la superficie y vi que había fotos bajo el vidrio de este. Sonreí al ver que era el escritorio de mi padre.
Tenía fotografías mías hasta los diez años, fotos de mamá, de mis tios, de Jungkook y de Yeeun.
No pude evitar sentir una punzada en el pecho al ver la fotografía de mi padre abrazando a Jungkook el día de su graduación.
Me dolía pensar en lo mal que la pasó Jungkook durante toda su vida y como no se me ocurría una manera de que todos estén bien.
Una parte de mi quería que Jungkook haya cumplido su fantasía, y la otra me recuerda que yo no existiría para verlo feliz si así fuese.
Solté un suspiro y abrí el primer cajón del escritorio, encontrándome con una caja de madera con un cerrojo abierto.
Levanté la tapa una vez la puse sobre el escritorio y solté un chillido, cubriendo mi boca para no gritar y abriendo mis ojos de par en par al ver un arma brillando en el interior.
Una vez pasado el susto inicial, tomé con cuidado la empuñadura y abrí dudoso el tambor, viendo que solo había una bala en el interior.
Tragué duro y volví a cerrarlo con cuidado. No sabía si el seguro estaba puesto. Sabía cuál era por las películas pero no sabía en que posición se encontraba, así que la dejé en la caja con cuidado, cuando vi un papel asomarse por la boca del revólver.
Con cuidado y sin hacer movimientos bruscos, saqué la hoja de papel que se encontraba enrrollada en el interior.
Desplegué el papel con cuidado encontrando la letra de Jungkook algo desprolija en comparación a su escritura cotidiana.
-Cuando Taemin te detuvo ese día, juraste no hacer su sufrimiento en vano- Leí en voz baja. -No importa cuanto duela, sigue por él-
Tragué duro cuando entendí a que se refería.
La señora Jung dijo que mi padre había encontrado a Jungkook con un arma luego del divorcio con la señorita Jeon.
Devolví el papel al interior del revolver y tapé la caja con las manos temblorosas.
La guardé en el cajón en la que se encontraba, y cerré este con cuidado, notando que mis lagrimas habían comenzado a caer sin mi permiso.
Todo se había vuelto tan real.
Lo mucho que Jungkook amaba a mis padres, lo mucho que sufrió el divorcio, el hecho de que yo podría no estar en su vida, de que él podría ya no estar, todo...
No sabía que un pedazo de papel y uno de hierro podían hacerme sentir tan mal.
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Para cuando el sol se puso, yo ya había encontrado el body.
Era celeste con lineas blancas y la frase escrita en rosa palo.
Era tan pequeño, no podía creer que yo había entrado ahí.
Tal vez por eso Jungkook estaba tan reacio a la idea de verlo. El pensar que me conoció cuando era así de pequeño y ahora me follaba varias veces al día, no debía ser algo fácil de asimilar.
Estaba sentado en la terraza del tercer piso. Con la espalda apoyada en el barandal y viendo el fuego y el humo salir del cesto de basura.
Me volteé cuando la puerta del balcón se abrió, encontrando a Jungkook con su traje bien acomodado y una campera que dejó acomodada en mi espalda.
Se sentó a mi lado y pasó su brazo por mis hombros, dejandome acomodarme sobre su pecho, aún con la vista en el fuego.
-El jardinero me dijo que la terraza se estaba incendiando- Dijo haciendome sonreir. -¿Lo encontraste?-
Asintí sin decir nada.
Me sentía tan mal aún que sentía que si hablaba, iba a llorar de solo recordarlo.
Así que me separé y lo tomé por la barbilla, uniendo nuestros labios en un beso suave y lento que correspondió con la intencidad perfecta.
Al cortar el beso, no me separé más que lo justo y necesario. Mordí mi labio inferior y acaricié su barbilla con cariño.
-Te amo- Susurré con un hilo de voz.
-Y yo a ti- Respondió sin dudarlo, pero yo negué con la cabeza haciéndolo fruncir el ceño.
-Eres la pirmera persona por la que siento esto- Susurré sin atreverme a verlo a los ojos. -Y siento que tienes que saberlo-
-Yoon...- Susurró con voz suave, pero lo interrumpí.
-Sé que no puedes decir lo mismo, y por eso te lo estoy diciendo- Dije pasando mis manos a su pecho. -Necesito que seas consciente que esto es nuevo para mi-
-La diferencia de edad nos iba a pegar en algún momento- Susurró y yo asentí sintiendo un beso en mi cabello. -Lo tendré en cuenta, pero necesito que me prometas algo-
Alcé la vista curioso, viendo su mirada firme pero llena de amor y su expresión de serenidad pese a la preocupación que se filtraba en su voz.
-Sé que tu no eres de los que se guardan sus opiniones y amo eso de ti- Dijo haciendome sonreír. -Pero el primer amor siempre te hace hacer estupideces- Continuó y tragué duro al recordar el reflejo plateado entre la madera. -Prometeme que nunca dejarás que haga algo que no te agrade solo porque me amas-
Mordí mi labio inferior y asentí dudoso. Sabía que realmente no era una promesa con peso. Jungkook sabía que era algo que no iba a poder manejar cuando llegase, pero quería que supiera que él quería eso, así que el punto no era en sí el juramento.
-Te amo, Yoongi- Susurró acariciando mi cabello. -Y que no hayas sido el primero, no cambia el amor que te tengo-
Asentí comprendiendolo y lo abracé para enterrar mi rostro en su pecho, sintiendo sus manos en mi cuerpo y sus besos en mi coronilla.
-¿Yo puedo pedirte un favor?- Pregunté y él asintió acariciando mi espalda. -No me dejes-
Yo sabía a lo que me refería y por el segundo de silencio tenso que hubo en ese momento, supongo que él también.
-No lo haré-
⊰᯽⊱┈──╌𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐╌──┈⊰᯽⊱
Comenten, mañdita sea 😭
Que lo publico semanalmente por usteded 💔
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