-Irás al baile de Navidad de los Jeon-

Era difícil expresar el porqué esa afirmación me desconcertó tanto.

Voy a ponerlos en contexto...

Nací en cuna de plata, como mis padres y sus padres. Hijo de los Min, reyes de los trajes de alta costura Min por décadas y generaciones.

Tenía dos padres amorosos y demostrativos, pese a que pasaban gran cantidad de su tiempo trabajando. Ellos hacían que cada segundo juntos, valga la pena.

Todos y cada uno de los recuerdos de mi infancia eran buenos; aburridos algunos pero nunca malos.

Mis padres eran ese tipo de personas que cuando tenían tiempo para ti, realmente te lo dedicaban a ti. No tenían la mente en otro lado o divagaban en otros asuntos; estaban en ti.

Para mi desgracia, cuando tenía doce años recién cumplidos, tuvieron un trágico accidente que me dejó a cargo de mis tíos paternos.

Mis tíos Min eran personas frías y calculadoras, no crueles o déspotas, pero si se notaba que no estaba en sus planes ser padres.

De hecho, mis padres habían hablado con un abogado de cambiar su testamento poco antes del accidente para que quede bajo la tutoría de mis tíos maternos, los Kim, pero no se pudo.

El testamento había sido firmado a penas yo nací. Con tanto dinero en sus manos, no era rara la posibilidad de que algo les pasara y yo acabe sin nada por problemas legales, así que desde que tuve identidad, tuve herencia.

Los Kim eran mucho mejores para el puesto de tutores, mis padres lo sabían, pero ellos tenían dos hijos desde antes de mi nacimiento. Kim Namjoon y Kim Taehyung, o como yo les digo: los mellizos del mal.

Mis padres tomaron la decisión lógica de ponerme bajo la tutela de los Min únicamente para que no me sienta desplazado o tuviera problemas con mis no-hermanos.
Pero no habían notado lo frios que son los Min hasta poco antes del accidente.

El testamento era claro y conciso: Me quedaría con los Min hasta los veintiun años, luego podría heredar toda la fortuna y el emporio a penas acabara los estudios universitarios, hasta entonces, mi tío Min se haría cargo de él y de mi.

Nadie nunca se gastó en negarme el hecho de que era una carga para esta familia y yo estaba bien con eso. Con veinte años estaba a nada de irme y vivir mi vida en paz, ni quería la compañía.

Y por mi evidente falta de interés por la sociedad de alta alcurnia en la que vivía desde mi nacimiento, mis tíos Min nunca me invitaron a ninguno de los eventos aristocráticos.

Hasta ahora.

-¿Por qué?- Pregunté alzando una ceja mientras comía con tranquilidad.

-Alza la vista para hablar- Dijo mi tía haciéndome ver de rabillo que ella sí cumplía sus estupidas reglas. -Si no, tu voz no se oye bien-

-Estamos solos en un salón estúpidamente enorme, sé que me oyen- Dije pero aún así con la mirada en alto.

-Irás porque quiero que conozcas a Jeon Yeeun- Dijo mi tio, también con la mirada alta.

Si cada vez que queremos hablar, debemos levantar la vista y dejár de comer, la cena no acabará nunca...

-¿Quién es?- Pregunté antes de volver mi vista al plato.

-Una joven de diecisiete, modelo, hija de un importante CEO- Dijo mi tía Min.

-¿Y a mi qué?- Pregunté con tono más respetuoso del que ameritaba semejante cuestionamiento.

-Queremos ver si hay posibilidades de que la desposes- Dijo mi tío haciéndome atragantar con un guisante. -No ahora, Yoongi, no seas dramático-

Tocí un poco más aliviado. En el siglo XXI no podían forzame a casamre con una menor de edad que acababa de conocer ¿No? No al menos sin ofrecerle cuatro cabras y cinco obejas a su padre.

-¿Van a hacer que me case con una extraña?- Pregunté aún con los ojos rojos de casi morir por culpa del guisante mortal.

-Claro que no, Yoongi- Dijo mi tía rodando los ojos. -Solo queremos dejarte el plato en la mesa por si decides comerlo-

Hice una mueca sin responder. Devolví mi atención a la comida y evité el tema.
Si, era estupido lo que proponían, pero no me haría daño conocer una joven con dinero que tal vez pueda follarme.

Aunque tiene diecisiete... Bueno, no hay tanta diferencia de edad; he hecho cosas más ilegales.

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Estaba desnudo, con la polla húmeda y una sábana cubriendo mi desnudez mientras pasaba mi dedo por el móvil sin prestar realmente atención en lo que veía.

-¿Ya me dirás por qué no acabaste?- Preguntó la rubia a mi lado.

La ví de reojo y bloqueé mi móvil soltando un suspiro al verla ponerse el brasier tapando lentamente su desnudez.

Me sentía obligado moralmente a decirle que no era su culpa aunque si lo haya sido.

No quería provocarle un trauma sexual o una inseguridad que la acomplejara de por vida solo por haberme dicho "Papi" mientras la follaba.

Pero ¿Que iba a decirle? ¿Que la muerte de mis padres me prohibieron ver esa clase de palabras con connotación sexual? ¿Que se me baja cuando veo porno lésbico y una dice "Mami"?
¿Que agradezca que haya podido mantener la erección?

No, no lo tomaría como un cumplido y se burlaría de mí.

Esas palabras estaban fuera de mi Dirty talk habitual, y sentía que era su obligación haber preguntado antes como era la mía no echarselo en cara.

-Mis padres quieren que vaya a la cena de navidad de los Jeon- Solté viendo el techo. -Estaba distraído, lo siento-

Bueno, también debía admitir que sería difícil explicarle mis Daddy/Mommy issues si nunca le decía a nadie que mis padres murieron.

Para todos los que me conocieron post-accidente, los tíos Min eran mis padres de nacimiento. No era difícil de creer, tenía la piel de mi padre y mi tío, pero en rasgos generales, me parecía más a mi madre.

-¿Los Jeon?- Preguntó extrañamente anonadada, sentándose de rodillas a mi lado mientras se ponía su vestido de flores verde. -¿No tienes miedo?-

-¿Debería?- Pregunté frunciendo el ceño confundido, con las manos en mi nuca y mis ojos en ella.

-Definitivamente- Asintió varias veces con los puños en sus rodillas y los ojos muy abiertos. -Hay rumores turbios de esa familia, dicen que están metidos en la mafia rusa-

-Mis padres van cada año, guapa- Dije sonriendo más relajado. -Si tuvieran algo contra mi familia, ya habrían hecho algo-

-No lo digo por eso- Negó acercándose más para bajar la voz como si alguien nos oyera. -Ten cuidado con la hija de los Jeon, dicen que su novio anterior apareció congelado en las afueras de Rusia-

Tragué duro pero fingí una risa sentandome y haciendo que ella también lo haga aunque se la notaba aún preocupada.

-No me meteré con ninguno de ellos, lo prometo- Dije alzando el meñique para que ella lo tomara y asintiera.

-Cuidate- Susurró dejando un beso de pico en mis labios y poniéndose de pie para salir de mi cuarto.

¿Les cuento quien es la simpática rubia?

Taeyeon es una estudiante de ma universidad a la que asiste uno de mis primos Kim. Cuando fui a verlo para huir de una cena familiar, ella se me acercó y me preguntó si era el heredero de los Min.

Una rubia de clase media fascinada por el mundo de la alta sociedad moderna, no fue muy difícil llevarla a un hotel y desde entonces nos hemos vuelto a ver algunas veces.

Es algo mayor, siempre tuve debilidad por la gente más entrada en años, aunque ella solo era unos pocos años de diferencia, a de tener unos veinticuatro, pero era suficiente para satisfacer mi morbo.

Mommy issues, supongo...

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No voy a mentir, no tiene sentido mentir.

Estoy cagado en las patas.

Después de lo que dijo Taeyeon, me puse a investigar sobre los Jeon y el hecho de no encontrar nada me dió mas miedo.

Sabía que eran dueños de el imporio más importante de vestidos de boda de alta costura de toda Asia, pero más allá de eso, nada.

Era algo total y completamente imposible que no haya escándalos que rodeen familias poderosas, era testigo de ello.
Mis tíos Min habían pagado una fortuna para que no de hiciera pública la muerte de mis padres o el cambio de dueño de la empresa, no se imaginaba la cantidad que deberían haber gastado los Jeon en silenciar los rumores de la mafia rusa.

Claro... Si es que son rumores...

De repente, sentía que el traje que me estaban midiendo para la cena de Navidad era inapropiado.
Demasiado elegante, presumido y llamativo para pasar desapercibido en un lugar lleno de gente de dudosa trayectoria laboral.

¿Y si me veía hablando con su hija y me mandaba a matar?

Iba a ser medio complicado perderme en la multitud con el pelo rubio casi blanco y un traje rojo reflectivo.

-Quiero uno negro- Le solté a la empleada que tenía alfileres en sus labios.

Ella me miró con reproche, había estado trabajando una semana en ese traje y yo mismo sabía el tiempo y la dedicación que llevaba hacer algo así, en especial con esa tela.

-Quiero este para mi cumpleaños- Mentí para que no se enoje conmigo. -Consigue uno negro simple para el veinticuatro-

La vi asentir un poco más relajada y me dejó solo para poder quitarme el traje con delicadeza para evitar lastimarme con los alfileres.

Me vi poco después a mi mismo en el espejo de tres partes de cuerpo completo, usando solo mis boxers y una camisa que me quedaba algo más grande de lo normal.

Solté un suspiro cansado antes de quitarmela y ponerme la ropa con la que había llegado. Una camiseta blanca, unos jeans gastados y una chaqueta militar. Mis tíos Min odiaban como me vestía.

¿Que sentido tenía preocuparme por esto?

Iba a saludar a la chica, alejarme respetuosamente de ella y fingir que nada había pasado.

Si el veinticinco aparecía congelado en las motañas de Rusia, tal vez ese era mi destino.
Ser comido por lobos hambrientos y con nieve en su pelaje.

¿Había lobos en las montañas de Rusia?
¿Siquiera hay montañas en Rusia?

⊰᯽⊱┈──╌𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐╌──┈⊰᯽⊱

Entré al despacho de mi tía tras recibir su aprobación para pasar, sentándome en el asintió frente a ella y esperando que termine de escribir para poder hablar.

-¿Que se te ofrece?- Dijo ella tan seria y estoica como siempre.

-Quería saber si tu y mi tío están al tanto de los rumores que rodean a los Jeon- Dije a modo de pregunta ganando una mirada de sorpresa.

-¿Que rumores, Yoongi?- Preguntó ella alzando la ceja.

-Que están involucrados con la mafia rusa- Susurré como si alguien me estuviese vigilando.

Genial, ya me estoy volviendo paranoico en mi propia casa.

-Yoongi, toda familia poderosa es blanco derumores absurdos- Dijo riendo secantemente. -Los Min se supone que estamos ligados con los yakuzas japoneses y el único japonés que he visto en mi vida es el tal Yuta que tu tío contrata para limpiar el garage-

-Ya, pero de esta gente no hay nada en internet- Dije haciendo que ella se tense un poco. -Y no hay figuras públicas perfectas, tía-

-¿Insinuas que porque se ven perfectos, son mafiosos?- Preguntó con el tono irónico levemente forzado. -Es ridículo, Yoongi-

-No digo que sean mafiosos como tal- Respondí rodando los ojos. -Pero algo deben tener para que todo sea tan sospechoso-

-Mira, Yoon- Dijo acariciando su entrecejo con sus dedos. -Si creyeramos que son peligrosos, no te llevaríamos-

-El ex novio de la chica que me quieren presentar, apareció muerto en Siberia- Dije alzando el entrecejo.

-Solo irás a presentarte y sonreirle bonito- Dijo suspirando cansada. -Si tanto miedo tienes, te comportarás-

⊰᯽⊱┈ ── 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ── ┈⊰᯽⊱

Bienvenidos a un nuevo fic!!

Solo paso a decirles que como la historia está narrada en primera persona, Yoon va a llamar a sus parientes por sus posiciones en la familia (Mamá, papá, tío y tía) entonces les voy a dejar sus fichas familiares para que sepan quienes son

Min Yoongi

(Suga- BTS)
Nuestro hermoso protagonista
20 años

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Min Taemin

(Taemin - Shinee)
Padre biológico de Yoongi

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Min Yoonah

(Yoona- SNSD)
Madre biológica de Yoongi

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Min Heechul

(Heechul- Super Junior)
Tutor legal de Yoongi

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Min Joohyun

(Irene- Red Velvet)
Tía biológica y Tutora legal de Yoongi

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Kim Jungsoo

(Leeteuk- Super Junior)
Tío biológico materno
Padre de Namjoon y Taehyung

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Kim Heeyeon

(Hani- ExID)
Tía materna
Madre de Namjoon y Taehyung

[Historia sin editar]