Narra Victoria

Llegó la hora de irnos, nos montamos a la limusina adornada con flores blancas, en el camino charlamos sobre a donde iríamos y dónde sería nuestra nueva casa.

José: ¿Será linda?
Victoria: será hermosa (le sonrió).
José: eso espero.

Después de unos minutos de camino, llegamos hasta un elegante portón negro, unos guardias escoltaban la entrada hasta que aquellas gigantes puertas se abrieron dando paso un camino con lámparas dando luz amarilla, llegamos hasta un casa hermosa (imagen en galería), el chófer nos abrió la puerta y con la mirada aún en la casa bajamos, un guardia se nos acercó.

Xx: señores, la llave de su hogar.
José: gracias (las toma).
Victoria: hora de explorar.
José: eso creo, (entramos a la casa).

Subimos hasta la segunda planta, donde habían muchos pasillos, caminamos uno donde tenía pequeños pétalos hasta llegar a una puerta, entramos y en verdad era hermosa.

Caminamos por la habitación, llegamos a una puerta divida en dos, las abrimos hasta llegar a un hermoso clóset donde estaba toda mi ropa y muchas mas, José también tenía su propio clóset, me quite los tacones junto a mis joyas, intenté quitarme el vestido pero no podía.

Victoria: ¡JOSE!.
José: ¿Estás bien? (Llega asustado)
Victoria: ¿Puedes ayudarme con el vestido?.
José: claro.
Victoria: ten cuidado.
José: claro, sé que este vestido te encanta.
Victoria: ¿Quien te lo dijo?.
José: una personita loca.
Victoria: ¿Danna?.
José: la otra loca.
Victoria: ¿Jade?.
José: ella (se ríe).

Sentí como quitaba los pequeños broches de mi vestido, este cayó hasta mi cintura dejando ver parte de la lencería José se sonrojo nervioso salió de la habitación.

Quite el resto de mi vestido, tome una bajada de cama y camine a la habitación donde José se quitaba la camisa.

Victoria: necesitas ayuda (me paro frente a él)
José: no es necesario.
Victoria: si es necesario, (quitó su camisa)
José: gracias.
Victoria: la noche aún empieza (le sonrió) ahora pelos locos, preparate para esta noche de bodas (lo tiro a la cama)
José: ¿Me violaras?.
Victoria: te encantará (le guiño el ojo) solo no le digas a nadie que fuiste violado la noche de bodas.
José: lo prometo (me sonríe) ¿Puedo violarte?
Victoria: lo pensaré (me montó encima de él) ahora niño es hora de tu castigo (bajo lentamente)
José: me portare mal más seguido.