** Acciones.

() Pensamientos.

⚠ aviso de malas palabras en este capitulo ⚠

Aviso por las dudas nomás :v

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⪡Pov Narrador⪢

          Tratas de calmar los latidos de tu corazón que palpitaban a gran velocidad, habías corrido desde la estación de trenes hasta la cafetería en la que trabajabas, ya que cierto hombre no te dejaba levantarte de la cama por ser muy temprano. Respiras con profundidad y entras al local, los empleados que habían llegado antes estaban preparando el lugar para empezar a trabajar. Dejas tu bolso en tu casillero, te colocas el delantal que en el bolsillo de este estaba tu libreta y bolígrafo para anotar los pedidos de los clientes, estando lista ayudas a tus compañeros con lo que faltaba.

          La mañana transcurrió con normalidad, muchos clientes normales y algunos empresarios pedían el menú del desayuno especial, que era el que preparabas tú. Debes en cuando cocinabas los menús especiales, ya que tenías una cierta habilidad para que estos platillos tuvieran un sabor único y eso atraía a más clientes, hoy te tocaba el desayuno.

         Dejas los platillos finales del desayuno especial en la bandeja que fue agarrado por una de tus compañeras y amigas, Hiroko.

     Hiroko: Ya va siendo mediodía - te dijo al ver el reloj - justo necesito una ayudita con los clientes que están llegando para el almuerzo.

     (T/N): Ahora mismo iré - tu amiga con una sonrisa se retira de la cocina - te dejo el resto - le dices al cocinero y este te asiente.

          Sales de la cocina y agarras tu libreta con el bolígrafo que dejaste en el mostrador para luego ir a las mesas que no fueron atendidas aún.

     (T/N): En un momento regreso con su orden - le dices a la mujer que estaba con su hija.

          Te acercas al ventanal que daba a la cocina y dejas el papel donde tenía escrito el pedido de la mujer. Te apoyas un poco en el mostrador, caminar de allí a allá era agotador y un gran dolor de pies por los tacones, que gracias a Dios no era tan altos. En eso escuchas la campana del cocinero, dando el aviso que los platillos estaban listos. Había veces que te sorprendía su manera de cocinar tan rápido, supones que ya le era de costumbre ya que siempre trabajo de cocinero. Agarras una bandeja y colocas ambos platos con sus bebidas, teniendo un buen agarre y equilibrio te diriges a la mesa de la mujer y dejas su pedido en su mesa. Antes de retirarte, ves una figura muy conocida sentada en una de las mesas de la esquina y con una pequeña sonrisa te le acercas.

     (T/N): ¿Qué le gustaría pedir, caballero? - le preguntas al pelinegro una vez que estas a su lado.

     Ohma: Algo que contenga mucha carne - te dijo con un tono ciertamente juguetón - creo que tú serías más que suficiente - una risa algo nerviosa se escapa de tus labios.

     (T/N): S-sabes que me da pena con tus coqueteos que muy raras veces dices - dices mientras tus mejillas se sonrojaban un poco.

     Ohma: Solo en momentos especiales los diría - lo miras algo curiosa.

     (T/N): ¿Ocurrió algo en especial para ti hoy? - en respuesta te asiente - ¡Genial! Cuando termine de trabajar me lo cuentas de regreso a casa - antes de irte le haces una pregunta - ¿Lo de siempre? - vuelve a asentirte sin quitarte la mirada - de acuerdo, en un ratito regreso - con eso vuelves a la cocina - otro pedido - le dejas el papel y el cocinero empieza a cocinar.

          Te acercas al mostrador y le sirves algo de café a algunos clientes mientras sentías su mirada en ti, no era porque fuera celoso que estuvieras cerca de otros hombres sino más bien era para protegerte, por si alguien intentaba algo que no debía contigo. En eso escuchas la campana de la puerta y ves que ingresa un grupo de 4 hombres, por la vestimenta que traían era mas que fácil saber que eran pandilleros. Miras con algo de preocupación a uno de tus compañeros que estaba a tu lado, ambos sabían que esto no podría terminar bien y eso también lo sabían algunos de los clientes.

     1P: ¡¿A qué hora nos atienden?! - grito uno asustando un poco a los clientes.

          Dejas escapar un suspiro algo cansada y con libreta en mano te acercas a su mesa, lo ultimo que querías era que asustaran a estas personas. Te detienes en frente de su mesa y recibes por parte de ellos unas miradas no tan apropiadas, eso te preocupaba más ya que cierta persona mantenía clavada su mirada en ellos.

     2P: ¿Pero que tenemos por aquí?~ - su tono no te gusto para nada pero aún así trataste de mantener una sonrisa.

     (T/N):  ¿Qué ordenaran en el día de hoy, caballeros? - siempre mantenías una postura elegante, algo que te había enseñado tu padre.

     2P: ¿Qué tal tu número de teléfono, nena?~ - dijo de una forma coqueta no tan agradable.

     (T/N): Lo lamento, pero no tengo celular - dices con verdad.

     1P: ¿Y una vuelta con nosotros en mi auto?~ - creo que tendrás que decir no de otra manera.

     (T/N): Prefiero caminar o ir en tren, pero gracias por su oferta de todas formas - sacando tu bolígrafo y te preparas para anotar - ¿Están listos para ordenar? - los hombres se veían algo irritados.

     1P: Creo que no captas el mensaje - dijo con un tono algo molesto.

     (T/N): No, creo que ustedes no captan el mensaje - te cruzas de brazos - si no van a ordenar nada, les tendré pedir que se retiren del local, por favor - el primer pandillero se levanta de su asiento.

     1P: Sabes nena, soy peleador - dijo presumiendo con una sonrisa.

     (T/N): Te felicito, mi esposo también es peleador de artes marciales - dices con una pequeña sonrisa.

     1P: Con que eres casada - se te acerca de forma algo peligrosa, las personas que estaban presentes los miraban con miedo y preocupación, pero uno tenía una mirada asesina en aquel pandillero - Tal vez podría ser tu amante ¿Qué dices?~ - estaba por tocar tu mejilla pero una cachetada con tu libreta en su mejilla lo detuvo, un pequeño rasguño apareció en esta, provocado por los anillos que estaban algo mal agarrados.

     (T/N): ¡Como te atreves hablar de algo tan deshonrador como la infidelidad! - dices molesta - yo nunca haría tal cosa, mucho menos con un débil y vago como tú - eso pareció enojarlo más.

     1P: Eres una pequeña perra - alzo su mano para abofetearte pero una mano más grande lo detuvo - ¡¿Pero qué?! - dijo molesto y sorprendido - ¡¿Quien te crees que eres?! - los demás pandilleros se levantaron y rodearon al pelinegro.

     Ohma: ... - no dijo nada y apretó su agarre en la muñeca, rompiendo los huesos de esta.

     1P: ¡¡AHHHH!! - un grito de dolor se escapa de su boca.

     2P: ¡Hijo de perra! - intento darle un puñetazo pero el hombre lo agarra con su mano libre - ¡¿Como?! - dijo sorprendido por el rápido reflejo.

          Ohma le inserta un rodillazo en el abdomen y el pandillero cae al suelo con dolor. El que estaba atrás y a su derecha lanzaron sus puños a él, pero este se agacho e hiso un golpe giratorio con su pierna dejándolos en el suelo. Suelta la muñeca del primer pandillero y empieza a golpear a los demás hasta dejarlos adoloridos. Cuando termina con ellos, se gira a tu dirección y ve que el pandillero te agarraba desde atrás con un cuchillo en tu cuello.

     1P: Haces algún movimiento y la pequeña perra se muere - la mandíbula del hombre se tensa por eso.

          Sabiendo que él no podía hacer nada por el momento, decides actuar. Con un tacón de tus zapatos pisas el pie del pandillero, este grita de dolor, apartas la mano en donde tenía el cuchillo y le das un cabezazo en el rostro, golpeando su nariz.

     1P: ¡Hija de perra! - te mira muy enojado con su nariz rota - ¡Puto cráneo duro de mierda que tienes! - te encojes de hombros.

     (T/N): Herencia de mi padre - el hombre se le acerca de forma amenazante al pandillero.

     Ohma: Romperé esas malditas manos que tocaron lo que me pertenece - el pandillero trata de retroceder pero termina en el suelo, el joven hombre coloca un pie en su pecho y lo aprieta, quitándole algo de aire - y arruinaron mi almuerzo - un grito de dolor se escapo del pandillero.

          Sabías muy bien la forma de pelear de Ohma y a pesar de que los pandilleros merecían más, tuviste que interrumpir la pelea, algunos de los clientes tenían niños presente.

     (T/N): Ohma... - colocas tu mano con suavidad en su brazo, este no te mira pero sabes que te estaba escuchando - es suficiente, ya tienen su merecido - tratas de atraerlo hacía ti - hay niños presentes, por favor - antes de alejarse le inserta una patada en el rostro y el pandillero cae desmayado - es hora de irnos - diriges tu mirada al cocinero y este te asiente con la cabeza - ven, vamos.

          Lo arrastras hacia la salida, pero antes de irte tu amiga te entrega tus cosas y una bolsa donde estaba el pedido de tu esposo, agradecida le das una sonrisa y se retiran del local. Al caminar unos cuantos pasos ven a unas patrullas estacionarse en frente de la cafetería, dejas escapar un suspiro aliviada, ahora esos hombres estarían atrás de las rejas.

         El viaje de regreso a casa transcurrió en total silencio, esto te incomodaba algo. Mayormente eras la primera en hablar mientras que solo el hombre te escuchaba o hablaba de pocas cosas, pero no tenías nada de que hablar y te daba algo de miedo decir algo. Después de unas horas llegaron a la mansión abandonada, eres la primera en entrar y luego Ohma ingresa para cerrar la puerta a sus espaldas. Estabas por subir las escaleras para ir directo a la habitación en la que compartían, pero sientes que te agarran el brazo y te enfrentas a tu marido.

     Ohma: Déjame ver - coloca su mano en tu barbilla y la levanta para observar si tu cuello no tenía alguna herida.

     (T/N): Estoy bien, no alcanzo a cortarme ni nada - aleja su mano y observas sus ojos color carbón - ¿Estas molesto? - le preguntas.

     Ohma: ¿Por qué estaría molesto? - pregunta algo confundido.

     (T/N): Por lo que paso en la cafetería - bajas un poco la mirada.

     Ohma: No estoy molesto, estoy orgulloso - ahora eras tú la que estaba confundida.

     (T/N): ¿Por qué? - te da una ligera sonrisa.

     Ohma: Por el buen cabezazo que le diste a ese inútil - dejas escapar una pequeña risa mientras tus mejillas se sonrojaban un poco.

     (T/N): G-gracias, es herencia de mi padre - envuelve un brazo en tus hombros.

     Ohma: Me dijiste que antes era luchador ¿No? - empiezan a subir por las escaleras.

     (T/N): Sí, pero lo dejo cuando se caso con mi madre - ingresan a su habitación - a veces me contaba contra con los que lucho y nunca perdió en una pelea - dejas las cosas en el tocador.

     Ohma: Era el más fuerte ¿Verdad? - le asientes con una pequeña sonrisa - me hubiera gustado luchar contra él.

     (T/N): Jejeje creo que él te hubiera ganado - te sientas en la cama.

     Ohma: Auch - dijo fingiendo estar dolido - ¿No deberías estar de mi lado? - agarro la bolsa donde tenía su carne asada.

     (T/N): Siempre estaré de tu lado, pero si se trata de mi padre lo elegiría a él - el hombre se encoje de hombros sin importarle mucho tu comentario - ¿Te molesta que diga eso?

     Ohma: Na... no le tomo mucha importancia - le da un mordisco a su carne - es tu padre después de todo... creo que no podría competir contra eso - hablo con la boca algo llena.

     (T/N): ¿Y que era eso maravilloso que te paso? - le preguntas al recordarlo.

     Ohma: Bueno... en unos días tengo un combate contra un luchador de una empresa no sé que - se apoya en el tocador y te mira - solo espero que no sea una decepción total - dijo para luego darle otro mordisco a la carne.

     (T/N): Y yo solo espero que no te excedas demasiado - te levantas y caminas hasta quedar en frente del hombre - no quiero que salgas muy lastimado, Ohma - el joven te levanta una ceja como diciendo '¿En serio?' - bueno... obvio estarás lastimado por los golpes y demás, pero trata de que no sean muy graves - dices con preocupación.

     Ohma: *suspiro* Tratare - deja lo que le quedo en el tocador y se retira de la habitación.

     (T/N): ¿A dónde vas, Ohma? No terminaste tu almuerzo - dices al ver mucha carne asada sobrante.

     Ohma: Iré a entrenar un rato - te mira por encima de su hombro - puedes comerlo tú, se que no has almorzado nada - con eso desaparece de tu vista.

          Observas por un momento la dirección en la que se fue y dejas escapar un suspiro feliz. A pesar de que no lo demostraba emocionalmente, si se preocupaba por ti y eso te hacía sentir especial.

     (T/N): (Je... se me hace lindo cuando hace eso) - te acercas a uno de los cajones del mueble y lo abres para luego sacar una pequeña foto enmarcada - me hubiera gustado mucho que lo conocieras - dices mientras observabas con una mirada triste la fotografía - tal vez se hubieran llevado muy bien los dos - la imagen que observabas era de tu padre y tú - n-no quiero tener f-falsas esperanzas, p-pero quiero vivir con la i-idea de que estas b-bien - tus ojos se cristalizaron - a-aunque mis probabilidades sean m-muy bajas - una pequeña lagrima cayó por tu mejilla pero rápidamente te limpias para evitar que te viera tu esposo - no sé las probabilidades, pero... al menos cumplí con tu deseo... de tener una mejor vida - observas a tus alrededores viendo el lugar en ruinas - bueno... sigo reconstruyéndolo, pero no sola - guardas la foto y cierras el cajón - hora de almorzar - agarras la bolsa de papel y pruebas su contenido - wow... si que cocina muy bien la carne asada - dices con felicidad al probar le platillo del cocinero en donde trabajabas.

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(2432 Palabras)

Me esta gustando la verdad y eso que no hay mucho de este anime en Wattpad.

Espero que les haya gustado para aquellas que les gusta este anime y para las demás que lo leen por entretenimiento :D

¡Hasta la próxima!