Vuelve, todavía te necesito

Ellos te llevaron en una camilla, yo caminaba de un lado a otro mientras tú estabas recostada sin moverte.
-"Hold On" Chord Overstreet.

Sanzu.

Después de escuchar aquellas palabras todos nos levantamos de nuestros lugares lo más rápido posible, creo que ni a una orden de Mikey habíamos obedecido tan rápido, salimos corriendo por la puerta donde Koko había salido antes, la desesperación se había apoderado de nosotros.

-Espérate imbécil.-Me coloqué frente a la camioneta de Koko evitando que avanzará más.

-Sanzu.-Grito Mikey aventándome las identificaciones falsas que teníamos para cualquier situación en donde debíamos tratar con la policía o dar datos sobre nosotros.

Subí al asiento del copiloto y los hermanos subieron atrás, Kakucho estaba a punto de imitarlos cuando Mikey lo llamo.

-Kakucho tú ven con nosotros, iremos a ver el accidente.-Le ordenó.

-Pero Danielle, quiero verla.-Repelo a Mikey quien en ese momento no le tomo importancia.

-Iremos a verla después, hay que resolver el asunto con la aseguradora.-Dijo y finalmente subió al asiento del copiloto con Takeomi, Kakucho resignado corrió en dirección al auto.

Koko salió lo más rápido que pudo en dirección al hospital, al parecer ya sabía en donde estaba pues conducía bastante rápido a lo que seguramente obtendría demasiadas multas de tránsito, pero en ese momento no importaba nada más que ella.

Estaba grave, es lo único que Mikey había dicho y por tanto lo único que todos sabíamos. ¿Qué tan grave había sido? ¿Qué tanto peligro corría? No teníamos respuesta a ninguna de las tantas preguntas que cruzaban por nuestra mente, lo único que teníamos era el miedo y la desesperación apoderándose de nosotros.

-¿Dónde fue?-Pregunté a Koko que miraba concentrado el camino.

-Un poco más adelante, tenemos que pasar por ahí.-Dijo y acelero más la camioneta mientras daba volantazos para poder esquivar a los carros.

Fue cuestión de unos pocos minutos más cuando del otro lado de la avenida se observaba aquella desgarradora escena. Koko disminuyo un poco la velocidad para observar la intensidad del accidente y comenzar a hacernos a la idea de que tan grave había sido, en ese momento todo se volvió en cámara lenta como si de una película se tratará.

La camioneta estaba deshecha, definitivamente era pérdida total pues la parte delantera estaba totalmente deshecha, seguramente el primer impacto fue del lado de piloto ocasionando una carambola ocasionando que la camioneta quedara prensada entre varios carros. Estaba seguro de que el corazón se nos había salido a todos en ese momento pues Koko volvió a acelerar, sin duda había pasado ya lo 150 km/h, pero entendía el sentimiento que se había apoderado de él, necesitamos saber lo más pronto posible sobre su estado de salud.

Escuche a Rin y Ran comenzar a maldecir y golpear los asientos detrás de nosotros, ellos representaban el cómo nos sentíamos todos y la impotencia que se apodero de nosotros en esos momentos.

Finalmente llegamos al hospital acercándonos a recepción para preguntar sobre ella, la mujer que se encontraba en la recepción se negaba a darnos información pues no éramos familiares directos, le explicamos la situación varias veces sin éxito y entonces por fin hicimos lo que siempre hacíamos para conseguir lo que queríamos.

-Tomé, son 50,000 yenes.-Koko dejó el fajo de billetes sobre la recepción a lo que la señora se limito a sonreír y comenzó a buscar en los registros que tenía. Toda la sociedad era igual a nosotros.

-Aquí está, una señorita sin identificar y con la descripción que dicen llego hace media hora en estado critico debido a un accidente automovilístico. Se le realizaron estudios para determinar la gravedad de sus heridas y saber su tipo de sangre. Entro a cirugía de emergencia hace aproximadamente diez minutos y ante la gravedad de la situación seguramente estará en el quirófano unas diez horas.-Leía el documento con mucha concentración. -La sala de espera de ese quirófano está en el segundo piso, pueden esperar informes ahí.-Sonrió finalmente y corrimos al elevador.

El tiempo se sentía como si no corriera, los minutos se volvían eternos y la preocupación y el miedo no salían de nuestros cuerpos, los hermanos tenían la mirada pérdida como si aún no pudieran asimilar lo que estaba pasando y Koko había comenzado a llorar.

-Mierda, no puede dejarnos así, no puede irse enojada conmigo.-Decía entre lágrimas.

-No se va a ir, ella no sería capaz de dejarnos.-Rin negaba con la cabeza.

-Rin tiene razón, ella nos quiere tanto que no es capaz de dejarnos.-Ran recargo sus hombros en sus rodilla y llevo sus manos a su rostro.

En ese momento las puertas del elevador se abrieron entrando el resto de nosotros por ellas, al ver a Koko llorando seguramente pensaron lo peor y en sus rostros comenzó a reflejarse el miedo.

-¿Qué sucedió?-Preguntó Mikey.

-Nada, no sabemos nada aún.-Comencé a negar con la cabeza.

Mis emociones estaban encontradas, no podía llorar, no podía gritar, no podía asimilar aún lo que pasaba, era como si estuviera en shock. No me sentía triste, no me sentía enojado, estaba en un limbo de emociones que no podía descifrar.

-¿Qué les dijeron a ustedes?-Cuestione a Mikey quien se sentó a un lado de Koko que no dejaba de llorar.

-Es pérdida total, según la policía el conductor estaba ebrio.-Su mirada estaba pérdida en el suelo. -Vamos a llegar al fondo de esto y quien quiera que haya sido lamentara el haber hecho esto.-Empuño su mano con fuerza haciendo que su mano temblara debido al esfuerzo.

Habían pasado a penas cinco horas y aún no sabíamos nada, el llanto de Koko había cesado, pero mantenía aquel semblante lloroso. Los hermanos habían soltado ya un par de lágrimas mientras hablaban de las situaciones que habían vivido con ella hasta ese día riendo de cómo se molestaban con ella como si fueran unos niños chiquitos. Todos estábamos preocupados por ella, se había vuelto una parte importante de nosotros, nos había ofrecido lo que hace mucho no teníamos, amor sin recibir nada a cambio.

El tiempo seguía corriendo y la noche finalmente había caído, los edificios iluminaban la ciudad y el sonido de los autos llenaba la ciudad, era viernes en la noche ocasionando que la ciudad se volviera un caos total.

Hace veinticuatro horas estaba intentándola convencer de que verme matar a alguien era una mala idea y ahora estaba aquí, en un hospital esperando informes sobre su estado de salud, que maldito podía llegar a ser el destino.

¿Qué sucedería con nosotros si ella se atreviera a dejarnos? Si antes éramos una cosa perdida con su partida terminaríamos de hundirnos, ¿Cómo era posible que una niña se ganará nuestros corazones en tan poco tiempo? ¿Será que aquellas risas y sonrisas que nos ofrecía habían llenado nuestro antes vacío corazón? ¿Será que el cariño que nos demostraba en sus acciones, abrazos, sonrisas, regaños y juegos habían logrado sacarnos, aunque sea un poco de la oscuridad en la que estábamos sumergidos? ¿Su alegría había logrado que el caos en nuestras vidas dejará de importarnos? No tenía respuesta a ninguna de esas preguntas, pero de lo que sí estaba seguro es de si nos dejaba solos estaríamos perdidos.

En ese momento las puertas del quirófano se abrieron saliendo de ellas 6 doctores y 4 enfermeras.

-¿Son familiares de la paciente?-Preguntó uno de los doctores.

-Sí, ¿Cómo está?-Hablo Mikey levantándose de su lugar.

-Soy el jefe de cirugía general, fue un accidente muy grave, la cirugía salió bien y la tendremos en observación toda la noche. -Limpio el sudor de su frente. -Debido a que el impacto fue frontal entro con lesiones serias en la zona pélvica ocasionando daño interno y bastante pérdida de sangre.

-Yo soy la jefa de cirugía ortopédica yo estoy tratando sus lesiones en huesos, tiene múltiples fracturas de las cuales dos me preocupan bastante. La primera son tres de sus costillas fracturadas que amenazan con perforar sus órganos y la segunda es la fractura que tiene en la rodilla, necesitará de mucha rehabilitación pues puede dar lugar a que no recupere la movilidad al cien por ciento.

-Yo soy el jefe de neurocirugía, debido al impacto tiene una grave lesión cerebral traumática, las próximas veinticuatro horas son cruciales para determinar su estado, pues si no despierta habrá entrado en un estado agudo critico lo que indicaría que entro en un coma.

-Es un milagro que sobreviviera a la cirugía y como ya les mencionaron, las siguientes veinticuatro horas son cruciales para ella, pueden pasar a verla en la habitación uno del cuarto piso e intenten hablar con ella para hacerla despertar, denle ánimos que los va a necesitar. -Finalizo uno de los doctores haciendo una reverencia hacia nosotros para finalmente seguir con su camino.

Ninguno de nosotros podía pronunciar una palabra o siquiera mover un dedo, estábamos terminando de procesar lo que acababan de decirnos y sin duda se trataba de un milagro hasta ahorita, mis ojos comenzaron a arder dando la bienvenida a las lágrimas que habían estado ocultándose y seguido de mí todos comenzaron a llorar acompañando mi llanto.

-Suficiente, no podemos subir si estamos llorando, ella nos necesita bien.-Mikey pronuncio mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos .

-Mikey tiene razón, tenemos que calmarnos, quiero verla.-Kakucho comenzó a inhalar y exhalar para calmar el llanto.

Después de unos minutos finalmente subimos a su cuarto, verla de aquella forma era devastador. Estaba conectada a un respirador artificial, su cabeza estaba vendada debido a la cirugía que le habían practicado, su pierna izquierda que era la que presentaba la factura estaba elevada, el tobillo de su pierna derecha estaba vendado y su brazo izquierdo estaba enyesado, las heridas estaban cubiertas por vendajes y los moretones en su pálida piel eran enormes. Verla de aquella manera me provocaba un sentimiento que no podía describir, lo único que podría decir es que el corazón lo tenía destrozado.

-Ella va a estar bien, no hay nada de que preocuparnos.-Mikey dijo muy seguro de lo que decía.

-No hay manera de saberlo.-Takeomi dijo con la voz entrecortada.

-Ella va a estar bien dije.-Mikey gritó. -No puede dejarme como los demás lo han hecho, no sería capaz de dejarnos.-Aseguró nuevamente mientras tomaba una de sus manos.

-Mikey tiene razón, ella es más fuerte de lo que creemos.-Rin aseguro mientras se posicionaba del otro lado y tomaba su otra mano con mucha delicadeza.

Estuvimos en el cuarto aproximadamente una hora y en todo ese tiempo no había sucedido nada, era como si esperáramos que a los diez minutos despertará diciendo que quería que fuéramos a casa, que todo estaría bien, que se sentía bien.

-Vamos a casa, ¿Quién se queda esta noche?-Mikey preguntó.

-Yo.-Contestamos todos al unisonó.

-No tiene sentido que todos nos quedemos hoy, estará un buen tiempo aquí así que hay que turnarnos.-Negó con la cabeza.

-Me quedó yo.-Dije en dirección a Mikey.

-Perfecto, vámonos a casa, mañana vendremos nuevamente.-Ordeno y todos comenzaron a despedirse de Danielle y finalmente salieron de la habitación.

-Llámanos si pasa algo.-Mikey colocó su mano sobre y hombro y asentí.

Finalmente estaba solo con ella, tome la silla y la acerqué a la cama para recargarme sobre ella.

-No vayas a dejarnos, no me dejes.-Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. -Te necesito conmigo, sobrevive por favor.-Comencé a acariciar su lastimado rostro. -No quiero dejarte ir, sé que no soy tan fuerte. -Susurre contra sus labios y dejé un pequeño beso.

Danielle era la primera mujer a la que le lloraba y a la primera que podía asegurarle que me gustaba más allá de lo sexual, de solo pensar que podría quedarme sin su risa, sin su sonrisa, sin su aroma, sin su voz, sin ella, sentía mi mundo derrumbarse.

-¿Entonces qué tenemos hasta ahorita?-Mikey me cuestiono.

-Su nombre era Nakamura Eiji, tenía cincuenta y seis años, se dedicaba a los bienes raíces. No tenía problemas económicos y no recibió grandes cantidades de dinero en su cuenta de banco en el último mes.-Dije mientras le tendía los papeles. -Al parecer si fue un accidente.-Suspire decepcionado.

-Maldito hijo de puta y hasta la suerte tuvo de morir.-Grito golpeando el escritorio.

-De todos modos hay que seguir buscando, no estamos seguros aún, pudo haber sido algo muy bien planeado.-Dijo Ran llevando el vaso de whisky a su boca.

-Imposible que no hayamos encontrado nada más en este tiempo.-Negué con la cabeza.

-Seguramente están jugando con nosotros.-Ran se levanto de su lugar y salió de la oficina seguido de nosotros.

-¿A qué hora te vas?-Pregunté en dirección a Rindou que iba bajando las escaleras.

-De hecho...-Vio el reloj de su muñeca. -Ya me voy, pasaré a comer algo rápido antes. Nos vemos mañana.-Asentimos y salió por la puerta.

Habían pasado ya tres semanas desde el accidente de Danielle y aún no despertaba, había entrado en coma, según los doctores si pasaba del mes en coma sería muy difícil que volviera a despertar. Las fracturas de sus costillas estaban sanando bien eliminando el peligro de que perforaran algún órgano y en cuanto a su tobillo ya no había necesidad de que estuviera vendado, era lo único que había mejorado, ni siquiera los golpes en su piel que parecían estar como el primer día.

La casa se sentía totalmente vacía sin ella, ni siquiera las comidas eran las mismas. Los días se sentían como años pues cada día esperando noticias nos mataba poco a poco por dentro.

Koko seguía lamentándose por no haber intentado hablar con ella una vez más, era como si creyera que ella ya no iba a regresar y lloraba cada noche al igual que todos.
Mikey y Kakucho dormían en su cama buscando algún tipo de consuelo o confort para poder conciliar el sueño. Mientras que Ran y Rindou entraban diario a su cuarto en busca de ella como si no supieran en donde estaba, me recordaban mucho al día en el que ella se asomo al cuarto de Rindou en busca de ellos.
Takeomi evitaba las comidas pues era en donde más convivía con ella.
Y en cuanto a mí había entrado a su cuarto a robar el perfume que utilizaba para rociar de el todo mi cuarto, aquello me hacía sentir que estaba junto a mí.

La televisión en la sala que solo observaba ella y de vez en cuando nosotros la acompañábamos no se había encendido, en cuanto a sus series seguían en el mismo capítulo en el que ella lo dejo. Ninguno de nosotros abandonaba las esperanzas de que ella regresaría, estábamos seguros de que así seria.

La noche había caído y era hora de descansar, tenía que intentar hacerlo pues mañana debía quedarme yo con ella y debía mantenerme despierto toda la noche, no podía dejar pasar cualquier movimiento o indicio que diera su cuerpo.

Unos gritos me despertaron, vi mi celular y eran las 3:17 am, aquellos gritos seguían y entonces salí de mi habitación para ver de que se trataba, en ese momento Ran salió corriendo y riendo de su cuarto. Por fin.

-Despertó, despertó.-Gritaba una y otra vez entre risas y aquel llanto de felicidad comenzó a hacerse presente mientras saltaba como niño chiquito.

Todos salieron de su cuarto aún adormilados, pero en cuanto escuchaban las palabras de Ran despertaban de golpe, todos reaccionamos de diferente manera teniendo en común la gran felicidad en nuestro rostro.

Escuchar aquellas palabras me regresaron el alma al cuerpo, mis piernas se volvieron flojas y caí de rodillas al piso mientras lagrimas de felicidad salían de mis ojos, mi niña no nos había abandonado, lucho por vivir y era algo por lo que siempre le íbamos a estar agradecidos.

-Cámbiense, nos vamos en diez minutos.-Mikey informó y todos entramos corriendo a nuestros cuartos.

Mi vida había despertado.

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Hola, hola gente preciosa 🥰🥰🥰
¿Cómo andan? Yo ando re sad, en Japón ya es 31 de octubre, el día en que mi amado Baji nos dejo 🤧🤧🤧💔

¿Creen que en realidad fue un accidente lo de Danielle? 👀

Espero que tengan un muy buen fin de semana, diviértanse y disfruten mucho estas fechas 🥰

Los amo, besitos 💕🙈

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