Vamos a casa

Sanzu.

Llegamos aproximadamente a las 4 am al hospital, salimos con la misma rapidez que el día del accidente, pero ahora era para recibir buenas noticias.

Veníamos riendo debido a la felicidad que sentíamos, necesitábamos verla, necesitaba ver nuevamente aquellos hermosos ojos que me volvían loco, quería escuchar su voz y sobre todo quería fundirme en sus brazos. Estar sin ella se había sentido como una eternidad y ahora que había despertado no iba a desperdiciar ni un segundo que pasará con ella.

Fuera de la habitación estaba Rindou mientras caminaba de un lado a otro con un semblante preocupado.

-¿Qué pasó? ¿Qué haces afuera?-Cuestiono Takeomi.

-Le están realizando estudios para determinar con exactitud su estado de salud.

-¿Te reconoció? ¿Pudiste hablar con ella?-Kakucho pregunto en dirección a Rindou quien seguía jugando con sus manos debido a la preocupación.

-No pude hablar con ella, en cuanto despertó comenzó a ahogarse debido al respirador y le hable al personal para que la ayudaran y cuando entraron me sacaron de la habitación.-Hacía movimientos desesperados con sus manos mientras explicaba. -No sé nada aún, estuvieron como veinte minutos con ella en la habitación y después la sacaron de la habitación inconsciente.-Paso sus manos por su rostro con preocupación.

-Bueno hay que esperar informes, no hay que preocuparnos, lo peor ya paso.-Dije intentando calmarnos a todos.

Era imposible calmar a alguien si yo no estaba calmado, quería saber con desesperación como se encontraba, ¿Qué pasaría si no podía recordarnos? Creo que esa era la pregunta que a todos nos causaba mayor preocupación.

-Familiares de la señorita Danielle A-

-Nosotros.-Gritamos interrumpiéndolo mientras caminábamos en su dirección.

-Los estudios que le realizamos salieron bien, al parecer no tiene ninguna complicación y respondió bien a los estímulos que se le generaron. Hablen con ella sobre lo que pasó pues está muy confundida, pueden pasar a verla.-Estiro su brazo en dirección a la habitación y caminamos lo más rápido que pudimos hacía ella.

Al entrar vimos como observaba las heridas en su cuerpo con mucha determinación, parecía estar en shock y claro que debía estarlo pues despertar después de tanto tiempo sin saber qué fue lo que pasó, en cuanto levanto su mirada hacía nosotros sentí mis ojos arder ante las lágrimas que saldrían de ellos, todos queríamos correr a abrazarla y besarla, pero debíamos ser delicados pues no sabíamos cómo reaccionaria.

-¿Quiénes son ustedes?-Pregunto mientras nos veía uno por uno.

Escuchar esas palabras hizo que mi ser se volviera a desprender de mi cuerpo, tenía que ser imposible, a este punto definitivamente me iba a pegar un tiro de sólo imaginarme que no recordaba todo lo que habíamos pasada hasta ese momento.

Danielle.

Vi sus rostros tornarse de preocupación y lágrimas iban a comenzar a salir de sus ojos.

-Es broma mis amores, vengan.-Estire mi brazo libre en dirección a ellos y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos ante la felicidad que sentía en ese momento.

-Te voy a matar.-Escuché a Ran amenazarme mientras todos corrieron en mi dirección.

Se posicionaron alrededor de la cama mientras reían y lloraban de felicidad al verme, comenzaron a besar mi rostro y a abrazarme sin dejar de mencionar lo felices que estaban y el miedo que habían pasado. Sentir sus caricias y besos hacían que todo el dolor que sentía pasará a segundo plano importándome solo ellos, se separaron para por fin verme y dejarme respirar.

-Te extrañamos tanto.-Kakucho lloraba recargado sobre mi regazo.

-Ya estoy con ustedes.- Pronuncie con trabajos debido a las lágrimas mientras acariciaba su cabello.

El llanto de Koko era el más fuerte que resonaba en la habitación y él era el más alejado de la cama, era como si quisiera evitar acercarse a mí debido al pequeño inconveniente que tuvimos.

-Koko, ven.-Lo llame estirando mi brazo.

Se acercó despacio a mí sin verme a la cara y después de pensarlo unos segundos me estrujo en un gran abrazo mientras su llanto se volvía más fuerte, lloraba tan desgarradoramente haciendo que llorara del mismo modo que él.

-Perdóname, perdóname.-Decía entre lágrimas. -Tuve miedo que te fueras enojada conmigo.-Enterró su cara en mi cuello y sus lágrimas comenzaron a humedecerlo.

-Yo nunca los voy a dejar, es más una amenaza que una promesa.-Dije entre risas y llanto.

Lo separé de mí y con mi brazo libre limpiaba las lágrimas que no dejaban de salir de sus ojos.

-Ya no llores, ya estoy con ustedes.-Dije con una gran sonrisa y él se limitó a asentir mientras intentaba calmar su llanto, me recordaba tanto a un niño chiquito que berreaba intentando calmar el llanto después de una buena nalgada.

-Estoy tan feliz de tenerlos conmigo aquí, quiero abrazarlos a todos en este momento, pero solo tengo un brazo disponible.-Me reí y ellos acompañaron mi risa mientras las lágrimas comenzaban a cesar.

-Ya tendrás tiempo de abrazarnos uno a uno querida.-Me dijo Mikey mientras acariciaba mi mejilla con sutileza.

-Tenemos todo el tiempo del mundo.-Sonreí en su dirección.

Estuvimos platicando por un rato más sobre lo sucedido del accidente y sobre cuánto tiempo había estado en coma, tres semanas, tres semanas que no supe que paso con ellos ni sobre que era de su vida, pero sin duda me iba a sobrar tiempo para que me platicarán todo de lo que me perdí.

Después de un rato les insistí en que regresaran a casa para que descansaran a lo que ellos se negaban rotundamente y no me quedó más que amenazarlos en que si no lo hacían de verdad los iba a dejar, finalmente terminaron accediendo a excepción de Koko que quiso quedarse conmigo.

-Estuve aterrado de que te fueras enojada conmigo.-Estaba recargado sobre mi regazo viéndome. -Me sentía tan impotente ante la idea de que tampoco podría hacer nada para salvarte como con Akane aun teniendo el dinero que antes no tenía.

-Lo estuve por un rato debo admitirlo, que prefirieras mi dinero y no mi amor me dolió.- Dije de manera muy seria para espantarlo.-Comencé a acariciar su cabello. -Estaba aterrada de escuchar la respuesta que darías a la pregunta que Sanzu te hizo ese día, necesitaba unos días más para poder procesarlo y comenzar a aceptar la realidad.-Sonreí con melancolía.

-En serio perdóname, yo no quería dañarte de ese modo.-Las lágrimas comenzaban a hacerse presentes en sus ojos.

-Contéstame algo, ¿Soy la chica con la que sueñas?

Permaneció en silencio evitando verme a los ojos, seguramente recordó aquel sueño que tuvo durante el viaje. Seguía manteniendo el silencio como si buscará como dar una respuesta sin herirme.

-No tienes nada que decir, yo entiendo lo que sucedió.-Rompí el silencio. -No tratemos de hacer que suceda algo que no puede suceder. El estar en una relación se necesita valor de ambas partes.- Solté un largo suspiro. -Me hiciste sentir en las nubes durante todo ese tiempo y yo sin pensarlo me dejé llevar aun sabiendo que en algún momento me ibas a soltar.-Le dediqué una pequeña sonrisa melancólica. -Pero debemos aceptar que lo nuestro sólo fue un idilio.-Sentí mis ojos comenzar a humedecerse.

-Perdón, en serio lo intenté. Nunca fue mi intención herirte.-Tomo mi mano entre las suyas para llevarlas a su pecho. -Quería hacerme creer que realmente me estaba enamorando de ti.-Dijo con voz entrecortada.

-Y yo te agradezco por el esfuerzo que hiciste.-Me zafe de su agarre e hice una señal para indicarle que se acercara y en cuanto lo hizo dejé un beso sobre su frente.

-Pero el que haya fracasado intentando tener una relación contigo no quiere decir que no me gustes y que no te quiera.-Me abrazo por la cintura.

-Tú también me gustas y yo también te quiero Koko.-Con mi mano comencé a acariciar su cabeza. 

-¿Seremos amigos?-Volteo a verme a los ojos.

-Claro que lo seremos tonto.-Le di un pequeño golpe sobre el hombro y él esbozo una gran sonrisa para después hundir su rostro en mi pecho.

Estaba un tanto decepcionada, pero no podía obligarlo a darme algo que él no podía, a pesar de que yo sí quería a Koko para una relación, él no estaba listo para una pues los fantasmas de su pasado lo seguían atormentando, impidiendo que pudiera salir adelante. Estaba segura de que en algún momento él sería capaz de escapar de ellos, pero aún no era el momento.

Habían pasado ya quince días más desde que había despertado, el yeso de mi brazo izquierdo ya no estaba, aunque debía sostenerlo unos días más con un cabestrillo y en cuanto a los moretones estos ya habían desaparecido totalmente. En cuanto a los dolores los primeros días fueron desgarradores y en distintas ocasiones me habían hecho soltar lágrimas debido a la intensidad de dolor, pero con el paso de los días esos dolores fueron disminuyendo hasta el punto de ya no sentir dolor alguno.

-Señorita, usted es nuestro mayor milagro medico.-Dijo el doctor sonriéndome mientras terminaba de firmar el papel del alta.

-Y no saben cuánto les agradezco todo lo que hicieron por mí, sin ustedes yo ya no estaría aquí.-Pronuncie mientras Rin me ayudaba a sentarme en la silla de ruedas.

-Nosotros también les estamos muy agradecidos, podrán notar cuanto en sus honorarios por salvar a nuestra princesa.-Mikey dijo mientras acariciaba mi hombro.

-Vamos a casa amor.-Dijo Ran en mi oído ocasionando una increíble ola de emoción en mí.

Terminamos de agradecer y despedirnos para finalmente salir del hospital, en cuanto llegamos a los autos Ran me cargo para ayudarme a subir a la camioneta mientras Rin se dedicaba a guardar la silla de ruedas en la cajuela. Durante el camino estaba jugando y molestando a los hermanos mientras nos reíamos a carcajadas.

-No pensé que algún día diría esto, pero vaya que extrañaba ya ver eso.-Dijo Sanzu mientras negaba con una sonrisa en su rostro en el asiento del copiloto.

-Yo también te extrañe mucho rombitos.-Me acerqué a darle un beso en la mejilla y lo vi sonrojarse.

-No te muevas tanto, recuerda que la pierna aún no sana completamente.-Koko dijo haciendo que recordará aún el enorme yeso que llevaba aún en mi pierna izquierda.

-Tiene razón, recuerda que es un mes más de reposo si quieres recuperar al cien por ciento la movilidad.-Ran dijo mientras comenzaba a darme palmadas en mi muslo.

Un mes de reposo, ¿Qué se supone que haría en un mes sin hacer nada?

-Me voy a volver loca en ese mes.-Grite enterrando mi cabeza en el respaldo del asiento y escuche a todos soltar una pequeña risa burlona.

Finalmente llegamos al edificio y en cuanto cruzamos la puerta sentí mis ojos humedecerse ante la felicidad de por fin estar en casa.

-¿Por qué lloras? ¿Qué pasa pequeña?-Takeomi se agacho para quedar a mi altura y comenzó a limpiar las lagrimas que rodaban por mi rostro.

-Estoy muy feliz de estar en casa con ustedes, eso es todo.-Formule con trabajos debido a las lágrimas.

-Nosotros estamos el doble de felices de que por fin estés en casa. Ven aquí cariño, vamos a llevarte a tu habitación.-Takeomi me cargo en brazos y comenzó a subir las escaleras mientras los demás nos seguían.

-Nos tomamos la molestia de remodelar un poco tu habitación.-Dijo Kakucho mientras habría la puerta.

-¿Por qué lo hicieron? No tenían que molestarse, estaba perfecta.-Dijo un tanto apenada.

En cuanto entramos pude observar las paredes que ahora estaban pintadas de un color negro, mi favorito. Los muebles como el escritorio y el tocador habían desaparecido siendo sustituidos por un hermoso y enorme vanity y un escritorio que combinaba ahora con el nuevo sillón color blanco que era adornado por cojines de todos los tamaños en clores blanco, rojo y negro. La cabecera de mi cama ahora era blanca haciendo juego con los muebles de noche y mis sabanas combinaban con todo el lugar al igual que los cojines de mi cama, todo era de un gusto exquisito haciendo más acogedora mi habitación.

-¿Por eso me preguntaste qué colores eran mis favoritos?-Dije en dirección a Rin sonriendo.

-Sorpresa amor.-Sonrió de oreja a oreja.

-Es hermoso me encanto, muchas gracias por todo lo que hacen por mí.-Mencione mientras Takeomi me dejaba con cuidado sobre mi cama la cual se sentía más cómoda que de costumbre.

-Necesitas descansar, intenta dormir un rato querida.-Dijo Mikey mientras dejaba un pequeño beso en mis labios. -Tenemos que ir a resolver unos asuntos pendientes así que los dejamos por ahorita. Kakucho se queda contigo, nos vemos en la noche.-Dijo mientras caminaban en dirección a la puerta.

-Cuídense mucho.-Les dije antes de que salieran por la puerta.

-Descansa querida, cualquier cosa que necesites aquí estoy contigo.-Me sonrió mientras se sentaba en el sillón.

-Duerme conmigo.-Comencé a dar pequeñas palmas en el lugar a lado de mí.

Esbozo una gran sonrisa y se recostó a mi lado, me acomodé para poder acomodarme en su pecho y él me rodeo con sus brazos atrayéndome hacía él. El calor que necesitaba desde hace mucho por fin estaba conmigo, la habitación estaba en total silencio, pero aquel silencio es de aquellos que disfrutas, en los que sabes que no hay necesidad de decir nada.

Elevé mi vista para verlo y sus ojos se encontraron con los míos, sonreímos al vernos y comenzó a acariciar mi rostro de manera muy delicada como si en cualquier momento fuera a romperme.

-¿Qué clase de monstruo eres para haber sobrevivido a ese accidente?-Me cuestiono haciendo que soltará una gran carcajada ante la manera que me llamo.

-No quería que supieran, pero como me caes muy bien solo tú sabrás mi pequeño secreto.-Con mi mano le hice una seña para que se acercará y me soltó para poder acomodarse frente a frente conmigo. -Soy un vampiro.-Susurre contra sus labios y deje una pequeña mordida en la labio inferior.

Con aquella acción ambos comenzamos a reír durante un rato y después las risas cesaron.

-Y ahora tú, ¿Qué te pasó?-Comencé a acariciar su gran cicatriz y él soltó un gran suspiro mientras seguramente recordaba lo que sucedió.

-Cuando era chico tuve un accidente automovilístico con mis padres.-Relamió sus labios. -Los perdí a ambos en ese accidente, por eso tenía tanto miedo de perderte de la misma manera que a ellos.

-No sería capaz de dejarlos, tenlo por seguro.

En ese momento lo abrace muy fuerte mientras dejaba pequeños besos en su cicatriz, era el segundo que me hablaba de algo relacionado a su pasado, estaba casi segura de que estar en este estado sería mi oportunidad para conocerlos mejor.

¿Acaso sería esta mi oportunidad para conocer su tan atormentado pasado?

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Hola, hola guapos 🥰 ¿Cómo están? Espero se encuentren de maravilla 🙈

Aquí les dejo este capítulo, espero les haya gustado 🥺

Tomen mucha agüita y portense mal, los amo 💖

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