¿ "Por siempre" ?

El ambiente se sentía demasiado tenso, me hacía sentir abrumada pues no sabía que era lo que los tenía así entre ellos, tenía que hablar para ver sí así el ambiente dejaba de sentirse tan tenso.

-Ya a ver, ¿Qué los tiene así?-Pregunté mientras dejaba el tazón de arroz en la mesa.

Todos seguían comiendo, nadie hablaba, ni siquiera se detuvieron a mirarme. Incluso el ambiente se comenzó a sentir más pesado.

-Perfecto, si no quieren hablar me voy a mi cuarto.-Dije mientras me levantaba y tomé el tazón de arroz junto a mi té.

Ninguno dijo nada, ninguno intento detenerme, ninguno le tomó importancia, ¿Había hecho algo mal? Me puse a repasar lo que había hecho los últimos días, no recordaba haber dicho algo que no debía, no recodaba haber tomado algo que no me pertenecía, no había hecho absolutamente nada.

Entré a mi cuarto y comencé a terminar mi desayuno, ¿Qué mierda pasaba con ellos? No se habían dignado siquiera a responderme, era bastante injusto de su parte tratarme así cuando yo era buena con ellos.

Decidí dejarlos de lado con lo que sea que los había molestado, hoy me dedicaría a mí y sólo a mí, camine hasta mi vanity y abrí uno de los cajones donde se encontraban todos mis productos de skin care, tomé una mascarilla y un par de parces para los ojos. Fui al baño a lavar mi cara y finalmente me dirigí a mí cama.

Me deshice de mi bata para quedar únicamente en camisón, me recosté y comencé a colocar la mascarilla junto con los parches fríos en mis ojos. Se sentía tan bien, hacía mucho no lo hacía y no recordaba que tan relajante podía llegar a ser, ni siquiera puse música, dejé que el silencio me absorbiera, pero de pronto comencé a escuchar unos gritos que provenían de la planta baja arruinando mi paz y tranquilidad del momento, eran ellos y no podía reconocer que era lo que peleaban pues gritaban todos desesperadamente.

-Hi Bixby, reproduce mi playlist.-Hable y el celular comenzó a reproducir mi música ahogando el sonido de los gritos.

-I don’t want your body but I hate to think about you with somebody else.-Murmuraba cantando cuando escuché la puerta de mi cuarto abrirse.

-Quien quiera que seas no vengas a molestar y cierra la puta puerta.-Dije sin siquiera quitar los parches de mis ojos y escuché la puerta cerrarse.

-Vaya eso fue fácil. I’m looking through you while you’re look-

No termine de cantar cuando la música se detuvo, obligándome a quitar los parches de mi cara molesta, estaban los siete en mi habitación.

-Ah no, ni crean que va a volver a suceder, ese día pierdo casi las piernas.-Dije y me volví a colocar los parches.

-No seas tonta amor.-Escuché decir a Koko y sentí como se sentaron sobre mi cama.

-Cariño haznos caso, queremos hablar de algo serio contigo.-Dijo Sanzu.

-Y por hacernos caso se refiere a que te quites eso de la cara linda.-Dijo Mikey y sentí una mano fría mano quitarme un parche, era él.

-De acuerdo.-Dije de mala gana y quité el otro parche. Me levanté para deshacerme de la mascarilla en el bote de basura del baño, enjuague mi cara y comencé a secarla con pequeños toques para finalmente salir sentándome en la cama.

-¿Ahora sí quieren hablar?-Me cruce de brazos haciendo notar mi enojo por lo que sucedió en el desayuno.

-Estuvimos platicándolo muy seriamente y…-Sanzu rasco su nuca como si tuviera miedo de seguir con lo que iba a decir.

-Perdimos en la votación, fuimos 3 contra 4.-Dijo Kaku.

-Elle, ¿Alguna vez has usado un arma?-Pregunto Rin.

Aquella pregunta se sintió como si me hubieran aventado un vaso de agua en la cara pues mis ojos se abrieron de par en par y mi boca que intentaba pronunciar palabra alguna no podía, me sentía confundida.

-Queremos que aprendas a usar un arma, no puedes depender únicamente de nosotros.-Dijo Mikey mientras tomaba mi mano entre las suyas.

-Insisto en que no es necesario, podemos protegerla bien.-Dijo Sanzu mientras pasaba la mano por su rostro representando su preocupación.

-No podremos estar para ella las veinticuatro horas del día, claro que lo necesita.-Dijo Takeomi con un movimiento de manos brusco.

-Mejor a fierrazos.-Dijo Ran y todos voltearon a fulminarlo con la mirada. -Bueno ya, es que yo tampoco quiero que se ensucie las manos.

-No es algo que tampoco quisiéramos amor, pero es necesario que aprendas, sólo por precaución.-Rin me dedico una leve sonrisa.

-¿Un arma? ¿Para qué?-Pregunté aún sin entender, pero que pregunta tan estúpida.

-Sólo por precaución, no piensas seguir encerrada ¿O sí?-Dijo Koko enarcando una ceja y comencé a negar con la cabeza.

-Pequeña, que aprendas a usarla no quiere decir que necesariamente la vas a utilizar.-Takeomi dijo ofreciéndome una sonrisa para intentar calmar aquella sensación de miedo que comenzaba a apoderarse de mí.

Había llegado el punto en el que yo necesitaba comenzar a usar un arma para mi seguridad, sí en realidad tenían enemigos que quisieran hacerme daño debía poder defenderme de alguna u otra manera. Aquel sentimiento me causaba un gran escalofrío por todo el cuerpo pues el sólo pensar en atentar contra la vida de alguien me asustaba, pero ¿Qué había de mí? Si en realidad alguien quería hacerme daño no se iba a detener a pensar en mi bienestar, siempre tendría el peligro presente mientras viviera con ellos y como Takeomi dijo, no iban a estar siempre para mí.

-De acuerdo.-Susurre casi para mí.

-¿Qué?-Kaku me cuestiono pues seguramente no había escuchado o no podía creer lo que acaba de decir.

-Está bien, aprenderé a utilizar un arma si eso los mantiene más tranquilos.-Asentí levemente.

Todos estaban felices a excepción de Ran, Kaku y Sanzu pues eran los que habían insistido en que no era necesario.

-No estén así, finalmente no la voy a necesitar teniéndolos a ustedes.-Sonreí y los vi uno por uno, finalmente me dedicaron una pequeña sonrisa más forzada que autentica pues no dejaban de preocuparse.

-Ah y querida, tenemos algo más que decirte.-Mikey sonrió.

-Oh cierto, son buenas noticias.-Rin dijo y todos sonrieron al recordar de que se trataba.

-Tendrás tu propia camioneta.-Dijo Sanzu dejando una delicada caricia sobre mi mejilla.

-¿Qué? Per-

-Nada de peros, mira amor.-Rin me mostro en su teléfono la imagen de una hermosa Lexus NX color negra.

-Es perfecta, me encanta.-Seguía observando el celular pues en realidad era un modelo bastante hermoso, me sentía como una niña chiquita con juguete nuevo. -Pero déjenme ayudarlos con algo, por favor.-Insistí mientras le devolvía el celular a Rin.

-De ninguna manera, es un pequeño regalo de nosotros hacía ti.-Koko sonrió tomándome de la mano.

-Muchas gracias, en serio no tenían porque hacerlo.

-Pero claro que teníamos.-Dijo Mikey y me levante y deje un abrazo y un beso a cada uno en señal de agradecimiento.

-Los quiero mucho, en serio tienen un lugar enorme en mi corazón. Son los mejores y les juro que les devolveré todo lo que están haciendo por mí.-Dije y los ojos de todos obtuvieron un enorme brillo ante mis palabras.

-Con estar con nosotros es más que suficiente.-Mikey pronuncio haciéndome sonreír pues ellos eran felices únicamente con mi presencia de la misma manera que yo con la de ellos.

Aquellos siete hombres eran mi mundo entero.

-Muy bien cariño, ¿Estudiaste?-Sanzu preguntó mientras se sentaba a mi lado.

-Sí, eso creo.-Asentía levemente.

Su presencia me tenía más nerviosa de lo normal, tenerlo tan cerca me provocaba querer abalanzarme sobre él y aprisionar sus labios contra los míos, pero tenía que concentrarme, llevábamos días estancados en reconocer que arma era cual y el cómo se activaba debido a nuestra calentura.

-Muy bien veamos…-Observo las armas quese encontraban sobre la pequeña mesa frente a nosotros. -¿Cuál es la semiautomática?-Sus ojos se encontraron con los míos.

-¿Me das un beso primero?-Hice un pequeño puchero con mi boca mientras observaba sus labios y comenzó a reír.

-Cariño ¿Qué tienes? Te vuelves como una niña chiquita conmigo.-Seguía riendo de manera tranquila y me abrazo por la cintura. -¿Quieres un beso?-Con su nariz comenzó a hacer mi nariz de un lado a otro como si fuera un beso de esquimal.

Quien viera a Sanzu a primera vista sin duda creería que con las mujeres sería un completo hijo de puta, pero conmigo su lado más tierno salía a flote y eso me hacía feliz.

-Sí, ¿Me lo vas a dar?-Sonreí peevertidamente contra sus labios esperando mi tan ansiado beso mientras lo abrazaba por el cuello.

-No, Mikey nos mata si no avanzamos hoy.-Lo fulmine con la mirada intentado zafarme de su abrazo. -Pero hagamos algo, por cada vez que me contestes correctamente te daré un beso ¿Trato?-Estiro su mano hacía mí.

-Prepárate Sanzu que no despegaras tus labios de los míos.-Dije sonriente mientras estrechaba su mano y él soltó una pequeña risa.

-Ya te pregunte, ¿Cuál es la semiautomática?-Dijo sin dejar de verme y señale el arma a la que correspondía su pregunta.

-Muy bien, ¿Los quieres ahorita o en la noche?-Susurro contra mis labios haciendo que el calor subiera a mis mejillas.

-En la noche.-Dije en una enorme sonrisa y termine mordiendo mi labio.

-Perfecto, entonces ¿Cómo la cargas y quitas el seguro?-Pregunto y comencé tomando el cargador correspondiente al arma y en cuanto la cargue quité el seguro para finalmente apuntar hacía la imagen del tiro al blanco que estaba lejos de nosotros.

Desde que comenzó a enseñarme veníamos a un enorme edificio que parecía estar abandonado, daba miedo y tenía la pinta de que en cualquier momento saldría un fantasma como en las películas de terror pues a los alrededores no había nada más que naturaleza y la única luz entraba por el gran hoyo que decoraba el techo deteriorado.

-Muy bien, ahora vuelve a poner el seguro.-Dije e hice lo que me pidió.

Me ayudo a levantar y me dio la media vuelta para dejarme frente al tiro al blanco, me tomo por la cintura acomodándome y elevo mi brazo que sostenía el arma a la altura entre mi hombro y mi barbilla.

-Vas a empuñarla con ambas manos primero, la primera sobre el gatillo y la otra abrazando esa mano.-Se coloco a un lado de mí y sus ojos se encontraron con los míos. -¿Cómo la sostienes?-Pregunto y procedí a tomar el arma de la manera en que me lo había indicado.

-Así.-Dije una vez me acomodé.

-¿Y por qué es así?

-Porque al ser semiautomática la corredera al momento de disparar se irá hacía atrás pudiendo lastimar mi dedo si lo colocó detrás de esta.-Dije muy segura.

-Alguien si estudio.-Dejo un pequeño beso sobre mis labios con una leve sonrisa. -Muy bien, estás a punto de disparar un arma cariño, ¿Lista?

-Eso creo.-Asentí con miedo.

-Siempre segura de ti misma y mantén el cuerpo firme cariño.-Me sonrió. -Hazlo.

Estaba nerviosa y tenía miedo, sería la primera vez que dispararía un arma y no sabía que tan fuerte podría llegar a ser el culatazo, ¿Y sí me lastimaba? Tenía que dejar todos los pensamientos negativos de lado, “Segura de ti misma” tal y como dijo Sanzu.

Exhale el poco aire que quedaba en mis pulmones para darme valor, fije mi ojo en las miras y cerré el otro para permitirme tener mejor vista y entonces lo hice, tire del gatillo haciendo que el sonido del arma disparada llenara aquel edificio abandonado y resonara debido al eco. El culatazo no fue nada de lo que esperaba, tenía mis ojos cerrados y en cuanto los abrí Sanzu veía estupefacto el tiro al blanco.

-¿Qué paso?-Pregunté preocupada mientras ponía el seguro al arma.

-Es imposible Danielle.-Dijo mientras caminaba en dirección al tiro al blanco y camine detrás de él.

Ahora entendía el porque había quedado atónito, la bala cruzo justo en el centro, si se tratara de un verdadero juego de tiro al blanco me habría llevado el 10 con ese tiro perfecto.

-Ninguno de nosotros logro un tiro perfecto a la primera, vaya suerte de principiante.-Me veía orgulloso.

-¿Suerte? Apuesto a que soy mejor que tú.-Dije cruzándome de brazos fingiendo enojo.

-Hazlo de nuevo.-Me tomo de la mano colocándome a la misma distancia en la que anteriormente estábamos.

Repetí la misma acción, pero Sanzu tenía razón, la suerte de principiante había acompañado mi primer tiro abandonándome en este segundo pues ni siquiera al 1 había tirado, bufé enojada pues había tenido razón.

-Tranquila cariño, en un tiempo te volverás experta.-Me abrazo pegándome a su pecho. -Ahora vamos a casa a darte tu premio por ese 10.-Sonrio y cruzo su brazo por mis hombros.

No había sido tan difícil como creía ni tan feo como creía que sería, aunque debo admitir que el sonido era algo que no me agradaba pues era fuerte y lastimaba mis oídos, pero supongo que era cuestión de tiempo para acostumbrarme. Ahora lo que venía sería practicar la puntería y sin duda aquello sería lo más difícil.

El sonido del arma al dispararse se hizo presente, sentía como la sangre corría entre mis manos como sí fuera arena y el cuerpo de Sanzu yacía tirado en el suelo frente a mí, el arma en mi mano delataba que yo había sido la culpable de aquel disparo involuntario.

-Danielle te dijeron del seguro.-Gritaba Takeomi enojado mientras corría en dirección a nosotros.

-Yo, yo…-Las lagrimas comenzaban a salir de mis ojos de manera desesperada. -Lo puse, estoy segura de que lo puse.

Takeomi cargó el cuerpo de Sanzu inmóvil mientras corría a la salida, todos me observaban con ojos de decepción y enojo pues al parecer aquellas clases no habían servido de nada.

-Ya no tiene caso, déjalo Takeomi.-Dijo Mikey mientras caminaba hacía mí.

-Yo, maté a Sanzu.-Grite entre lágrimas y caí de rodillas sobre el charco de sangre.

-Así es querida, eres una asesina.-Mikey dijo mientras me apuntaba con un arma.

-Mikey no, por favor.-Pedía a gritos y finalmente tiró del gatillo.

Me desperté de golpe debido a la pesadilla que acababa de tener, mi respiración estaba agitada y pequeñas lágrimas salían de mis ojos. Corrí en dirección al baño para dirigirme al cuarto de Sanzu, al entrar todo estaba en silencio y la luz de la luna entraba por las ventanas, me dirigí a su cama en donde dormía plácidamente y me abrí paso bajo las sábanas para abrazarme a él quien se despertó debido a los movimientos que hice al entrar mientras mi pequeño sollozo seguía presente.

-¿Qué tienes mi vida?-Dijo con su voz adormilada mientras intentaba secar mis lágrimas con su mano, la preocupación comenzó a hacerse presente en su semblante.

-No es nada, sólo tuve una pesadilla.-Me acurruqué contra su pecho desnudo soltando los últimos sollozos.

-Ya paso cariño.-Comenzó a acariciar mi cabeza. -No pasa nada, estoy aquí contigo.-Levanto mi mentón y dejo un delicado beso sobre mis labios.

Cuando se separo de mí me permitió observar la pequeña sonrisa que me ofrecía para tranquilizarme, tenerlo cerca bastaba para hacer desaparecer nuestro alrededor y hacer que me enfocara únicamente en nosotros.

Levanté mi mano y comencé a acariciar sus cicatrices, recorrí cada una de ellas con mi dedo trazando cada milímetro de estas, proseguí a bajar mi mano por todo su pecho de manera delicada para después seguir con sus brazos y finalizar en su espalda.

-¿Qué haces cariño?-Pregunto mientras tomaba mi mano y la llevaba a sus labios para dejar un beso sobre esta.

-Me gustas Sanzu, me gustas mucho.-Pronuncie mientras mi mirada penetraba la suya. Una enorme sonrisa se dibujo en su rostro y me abrazo más fuerte hacía él mientras comenzaba a dejar besos por todo mi rostro, estaba feliz y me lo demostraba de esa manera.

-Sí me vas a despertar siempre en la madrugada para decirme eso, yo seré el hombre más feliz del mundo el resto de mi vida.-Dijo y comenzó a besar mis labios, era un beso tranquilo, no había dobles intenciones en este, era el beso más sincero que había ocurrido entre nosotros.

Termino de besarme y me abrazo fuertemente a él, sentir la calidad de su cuerpo me generaba una paz indescriptible, a su lado no sentía peligro, no sentía miedo, estaba segura entre sus brazos.

Era una exageración decir lo que estaba pensando pues era muy joven para saber realmente lo que quería y teóricamente los acababa de conocer, tal vez me estaba dejando llevar por el momento, pero lo que quería justo en ese momento era estar entre sus brazos por siempre.

Quería estar con ellos por siempre.

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Hola, ¿Cómo están? Espero se encuentren muy bien 🥰❤

En el siguiente cap se nos viene un personaje que ya todos conocemos y estoy segura amamos 🙊😈

Que tengan una excelente noche ✨🥰

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