Only me and the devils

Parte 1

Ya saben, hoy comen por seis jiji ❤😈

Pónganse la playlist y espero que disfruten muchísimo 💕

Estaba entrando a la Sky Suite de uno de los mejores love hotels de la ciudad. Aquella habitación que tenía una vista panorámica del sur de la ciudad y una alberca suficientemente grande para nosotros.

Como yo ya estaba preparada para esta situación, ya que, yo quería que esto sucediera y fue mi plan desde la mañana terminar aquí con ellos, entré con aquella pequeña maleta que contenía sus trajes de baño al igual que el mío.

Ellos se quedaron en la sex shop del motel y yo decidí entrar de una vez por todas a la habitación para llevarme un poco la sorpresa sobre qué es lo que comprarían. A escasos segundos de que entré tocaron la puerta, era el servicio a cuarto con las tres botellas de champagne que solicité en la recepción.
Comencé a despojarme de mi ropa para sustituirla por el bañador rojo y en cuanto terminé fui al sistema de sonido para conectar mi celular y poner una playlist que ambientara la situación y, en ese momento llamaron a la puerta.

-Vaya que tardaron.-Dije en cuanto abrí la puerta. -¿Compraron toda la sex shop o qué?

Y en ese momento me arrepentí de haber dicho aquello, pues, al parecer así fue.

-¿Y el bañador de dónde lo sacaste, amor?-Ran me veía muy confundido.

-Bueno... Los de ustedes están en la habitación, soy una mujer muy precavida.-Sentí mi rostro sonrojarse y ellos solo rieron ligeramente. -Vayan a cambiarse, los espero dentro.-Dije caminando hacía la alberca y sin esperar respuesta me sumergí.

El agua estaba a temperatura ambiente, pero a pesar de eso, podía sentir mi cuerpo enfriarse ligeramente. Seguí nadando debajo del agua intentando llegar hasta el otro extremo de la alberca, pero ellos entrando a esta me hicieron salir antes de tiempo, ¿Tan rápido se habían cambiado?

-¿Tan rápido se han puesto el bañador?-Dije quitando el resto del agua de mi rostro y en ese momento todos me encerraron en un circulo formado por sus cuerpos.

-Es algo innecesario, ¿No crees?-Dijo Sanzu tomando el cordón de lado derecho de mi tanga.

¿Innecesario? Entonces eso quiere decir que...

Baje mi mirada y efectivamente, estaban totalmente desnudos, el calor subió hasta mis mejillas y yo los veían uno a uno conforme hablaban.

-Yo opino lo mismo.-Ran dijo seductor tomando ahora el cordón de lado izquierdo.

-Bastante innecesario un bañador.-Kaku tomó el cordón que amarraba el sujetador a mi cuello.

-Así que mejor...-Koko agarraba el cordón que amarraba el sujetador a mi espalda.

-...Quitarlo.-Mikey pronunció y en ese momento todos jalaron de los cordones deshaciéndose de los trozos de tela rojos.

Podía jurar que en ese momento del agua comenzó a salir vapor debido a la temperatura de nuestros cuerpos. Y más aún cuando todos comenzaron a besar los espacios que sobresalían del agua dejando pequeños besos, lamiendo y mordiendo aquellas zonas.

Yo no hacía nada más que dejarme llevar por las sensaciones que sus bocas provocaban en mi cuerpo, cerrando los ojos para poder sentir más a detalle cada sensación. Sentí una mano colarse a mi zona intima obligándome a abrir los ojos y se trataba de la mano de Rin quien estaba frente a mí sonriendo victorioso mientras los demás seguían besando mi cuerpo.

-Bueno, vamos a nadar un rato.-Sanzu se separó de mí y todos lo imitaron dejándome ahí en medio de la alberca más caliente que el mismísimo sol.

-Los voy a matar.-Dije con una pequeña risa y ellos me imitaron pues sabían lo que habían hecho.

Nos mantuvimos nadando un buen rato más y en todo ese tiempo yo no hacía más que provocarlos rozando mi trasero con sus miembros o acariciando sus cuerpos cada que me pasaba de brazos en brazos con todos.

-Tus jueguitos nos vuelven locos y lo sabes ¿Cierto?-Sanzu hundió su rostro en mi cuello mientras me sostenía por el trasero y yo me abrazaba a él con mis piernas rodeando su cintura.

-¿Por qué crees que lo hago?-Sonreí orgullosa mientras sentía sus besos en mi cuello.

-Ya lo pagaras en un rato.

Seguimos otro rato en el agua mientras bebíamos y ahora el alcohol estaba comenzando a cobrar factura en mi cuerpo, los demás se veían a la perfección y eso que habían bebido una buena cantidad de shots de tequila y llevaban ya bastantes copas de champagne, pues ya había pedido otras dos botellas más.

Sobre el camastro tipo cama balinesa estábamos recostados Mikey, Sanzu, Kaku y yo admirando el cielo estrellado que podíamos ver gracias al techo retráctil de la terraza del lugar.

-Este lugar es enorme.-Mikey se sentó sobre el camastro.

-¿Y ya viste la cama?-Rin habló desde el pequeño jacuzzi que había en la alberca.

-Necesitamos una así en casa.-Dijo Ran antes de sumergirse en el agua.

-Tendré que investigar.-Koko estaba en la barra sirviéndose otra copa.

-Dejen dormir.-Dije cerrando mis ojos y acomodándome en el pecho de Kaku no sin rozar mi trasero con su entrepierna.

-¿Dormir?-Escuché seis voces que hablaron al unísono.

-Sí, dormir, ya son las tantas de la madrugada.-Contesté y en ese momento Kaku se levantó dejándome sin el calor de su cuerpo. -Osh.-Me quejé y abracé una de las pequeñas almohadas que había sobre este camastro.

En ese momento todos, menos la música se callaron ofreciéndome un poco más de tranquilidad y yo sonreí ante aquello pues creo que por primera vez en la vida no habían renegado.

-Pero si que fui tonta.-Pensé cuando una mano me jalo del tobillo dejándome a la orilla del camastro e inmediatamente abrí los ojos para encontrarme con aquellos seis rodeándome con diversos juguetes en mano.

-¿Crees que vinimos aquí a dormir?-Kaku había sido quien me jalo hasta él y ahora tenía su rostro frente al mío mientras sentía como colocaba unas esposas en mis muñeca.

-Sí esto a penas está comenzando.-Sanzu tomó mis pies y colocó una barra separadora para evitar que yo los moviera en cuanto Kaku se quitó.

-Y esta noche vas a someterte a nosotros.-Rin sonreía malicioso.

-Per-

-Nada de peros, pequeña princesa.-Ran sonrió malicioso mientras se acercaba a mi cuerpo con algo pequeño en manos.

-Tenemos que hacer algo para que no quieras dormir.-Koko se sentó a mi lado con un antifaz.

-Yo quiero ver.-Dije alejando mi cabeza de las manos de Koko.

-Siempre te damos lo que nos pides.-Ran colocó la pinza para pezones en mi pezón derecho haciéndome jadear. -Pero ahora no será la ocasión.-Colocó la otra pinza en mi pezón izquierdo y yo arqueé un poco la espalda debido al pellizco.

-Así que, calladita te ves más bonita.-Rin levantó mi cabeza un poco y colocó una mordaza en forma de bola en mi boca.

-Eres la reina de Bonten.-Mikey rozó su mano en mi intimidad. -Pero hoy... Serás la puta de Bonten.

En cuanto terminó de pronunciar aquello sentí como introdujo algo dentro de mí y Koko colocó el antifaz dejándome totalmente a ciegas. Quise moverme, pero mis manos y pies estaban atados y en ese momento sentí como algo comenzó a vibrar dentro de mí y no pude evitar comenzar a retorcerme de placer mientras la mordaza callaba los gemidos que intentaban salir de mí.

-Bueno tal vez exageramos un poco con que estarás sometida.-Escuché la voz de Rin y unos brazos me cargaron.

-Al menos en la posición que yo te quiero tener necesito tus manos y pies libres.-La voz de Koko se escuchó y el pecho que me cargaba vibraba con cada palabra así que supe inmediatamente que era Koko quien me cargaba.

-Venga ya, recuéstala.-Sanzu pidió y en ese momento sentí la tela debajo de mí.

-¿Cómo empezamos?-Escuché a Ran preguntar mientras yo me seguía retorciendo de placer gracias al vibrador.

-Tal vez un poco más.-Mikey habló y sentí el vibrador ir a mayor velocidad dentro de mí obligándome a arquear más la espalda.

-Pues del mayor al menor ya es muy común ¿No creen?-Rin era el que ahora hablaba y todos afirmaron.

En ese momento sentí como mi lado derecho se sumió un poco, alguien se había sentado en la cama, pero no tenía ni idea de quien se trataba.

-¿Te gusta?-Escuché la voz de Kaku susurrar en mi oído y yo solo comencé a asentir. -Yo te ayudo con esto.-Dijo y sentí como unos dedos comenzaban a jugar con mi clítoris.

Estaba tan centrada en el placer que el vibrador y Kaku me brindaban que deje de prestar atención a lo que ellos hablaban y gracias a mis ojos vendados podía darle toda mi atención a las sensaciones que había sobre mi cuerpo.

-No dejes que se corra.-Ran dijo y yo solo quería maldecirlo en ese momento.

Kaku y el vibrador siguieron durante unos segundos más y yo intentaba controlar mis movimientos para ocultar que estaba a punto de correrme y no me dejaran a medias solo por maldad.

-A ver, déjame ver.-Escuché pronunciar a Kaku. -Listo, apágalo Mikey.

Y así era, sin saber como ni porqué supo que estaba a nada de terminar fue que Kaku dejo de estimular mi clítoris y Mikey apago el vibrador de mi interior. Yo comencé a retorcerme en modo berrinche y ellos comenzaron a reír.

-Pero deja que me quiten todo esto y los mato.-Intenté pronunciar sin éxito pues lo que salía de mi boca se distorsionaba debido a la mordaza.

-No te entendemos nada, corazón.-Sanzu habló entre risas.

-Entonces así quedamos.-Koko habló y escuché como comenzaron a moverse en toda la habitación.

-A ver, mi amor.-Rin habló y unas manos me llevaron más al centro de la cama.

-¿Te gusta la fresa?-Koko dijo con una pequeña risa y en ese momento recordé nuestra cita en aquel love hotel de Japón.

-Déjame abrir más aquí.-Ran habló y sentí mis piernas abrirse más. -Listo.

Sentí un líquido frío en el interior de mis muslos y como comenzaba a resbalar sobre estos y en ese momento sentí como dos lenguas comenzaron a lamerlo quitando aquello que suponía era lubricante y más específicamente de sabor fresa.

Sentir como lamian aquellas sensibles zonas me hizo arquear la espalda y saqué un pequeño jadeo. La cama se sumía ligeramente indicándome que tenía a más de uno alrededor de mí.
Las pinzas de mis pezones fueron apretadas ligeramente obligándome a pegar un respingo al que todos rieron y el vibrador de mi interior comenzó a moverse nuevamente.

-Poquito a poco.-Mikey pronunció y fue aumentando la velocidad del aparato.

Unas manos comenzaron a acariciar el interior de mis brazos y aquello me generó un cosquilleo que atravesaba toda esa zona haciendo que mi piel se erizara.

-Te vamos a quitar esto porque queremos escucharte gemir.-Kaku pronunció y unas manos me quitaron la mordaza dejando que mis gemidos salieran sin ser retenidos.

Dos bocas volvieron a la zona de mis piernas las cuales comenzaron a besar y a morder, mientras que en mis brazos aquellas otras manos subían y bajaban con delicadeza generando ese delicioso cosquilleo.

Sentí la calidez de una lengua lamer la zona de mi abdomen, esta subía y bajaba en círculos, en línea recta, en formas abstractas y yo podía sentir como mi zona se iba humedeciendo cada vez más y más gracias a los toques que ellos hacían en mi cuerpo y el vibrador.

-Por favor.-Dije en un jadeo. -Estoy a nada.-Formulé con trabajos y una lengua dejo de lamer el interior de mi muslo.

-¿Qué dicen?-Sanzu preguntó al resto y entonces supe que él era uno de los que habían entre mis piernas.

-Pero sólo si nos da un pequeño show después.-Ran pronunció malicioso y estaba segura que tenía una sonrisa en el rostro, él era quien lamía mi abdomen.

-¿Qué tan buena eres en el tubo, preciosa?-Koko preguntó y en ese momento sentí una mano comenzar a jugar con mi clítoris.

-Ah.-Gemí alto y mi cuerpo se hizo hacía delante.

-No te muevas.-Mikey ordenó y una mano me empujó para volver a recostarme.

Las lenguas volvieron a su lugar anterior y aquella mano hacía movimientos expertos sobre mí.

-Así, no paren.-Pedí mientras gemía a lo alto.

-Que bonitos gemidos tiene nuestra reina.-Rin se escuchó cerca de mi oído y comenzó a devorar mi cuello.

Tantos toques y sensaciones en mi cuerpo me llevaron a ver las estrellas.

-Mierda.-Grité en cuanto sentí que mi cuerpo liberó aquellos fluidos y todas las presencias se quitaron de mi alrededor dejándome disfrutar esa sensación que tanto amaba.

Mi pecho subía y bajaba aceleradamente en un intento de recuperar el aliento que robó ese orgasmo, y los varios pares de manos comenzaron a quitar todo lo que estaba sobre mi cuerpo y dentro de este.

-Ag.-Me quejé llevando mi mano a mis ojos para cubrirlos de la luz que iluminaba la habitación.

-¿Te gustó?-Rin preguntó.

-Más de lo que pensé.-Comencé a quitar la mano de mi rostro poco a poco acostumbrando mis ojos a la luz.

Todos estaban rodeándome con una enorme sonrisa de orgullo.

-Vamos a jugar un juego, ¿Qué les parece?-Sanzu sonrió malicioso mientras tomó el control remoto de la pantalla.

-¿Qué es?-Todos lo veíamos atentos.

-Vamos a poner el canal para adultos.-Comenzó a cambiar de canal hasta que dio con uno. -Aquí.

-¿Eso qué?-Koko enarcó una ceja.

-Desesperado.-Rodó los ojos. -Vamos a ir cambiando de canal cada que uno terminé, y la posé que salgan haciendo los actores... La imitamos con nuestra pequeña.-Sonrió orgulloso.

-Uy, uy, uy.-Rin dijo emocionado.

-Me gusta.-Mikey asintió volteándome a ver.

-De acuerdo.-Sonreí emocionada.

-Empiezas Rin.-Sanzu me guiño un ojo y le lanzó el control.

-¿Lista, cariño?

-Lista para quedarme sin caminar.-Todos comenzaron a reír.

Y el primer canal que salió, fue un trío.

-Hermanito, ven conmigo.-Rin habló en dirección a Ran quien sonrió enormemente.

-Con todo gusto.-Ambos se colocaron a mi alrededor y los demás observaban atentos desde el sofá que estaba a un lado de la cama, finalmente terminaron pegándome su placer por dar un show.

Las bocas de Ran y Rin se dirigieron a mis pezones los cuales estaban rojos y un poco sensibles debido a las pinzas y ellos parecieron notarlo, pues los besos que comenzaron a dejar sobre estos eran muy delicados, o al menos así lo fueron al principio, pues conforme besaban otras zonas de mi cuerpo.

Sus largas y grandes manos dejaban caricias por todo mi cuerpo generándome esa ligera sensación de tranquilidad y placer que combinadas eran una bomba sobre mí.

-¿Quién atrás?-Rin preguntó con un susurró.

-Tú.-Sonreí maliciosa mientras hacía mi cabeza hacía atrás para permitir que Ran besara más mi cuello.

-Escuché eso.-Susurró Ran en mi otro oído antes de comenzar a besar el lóbulo de mi oreja.

-Tú ya estuviste atrás la vez pasada.-Justifiqué mi respuesta con la respiración entre cortada.

-¿Qué tanto secretean?-Mikey nos veía con curiosidad.

-Sólo nos estamos poniendo de acuerdo, cariño.-Me separé de aquellos pelilias para colocarme en cuatro frente a los demás.

-Sin celos que ahorita es nuestro turno.-Ran sonrió enormemente y se recostó en la cama. -Ven que ya no puedo esperar más.

Fui gateando hasta él sensualmente y coloqué mi rostro frente a su miembro mientras mantenía mi trasero en el aire para Rin, saqué mi lengua y comencé a pasarla por todo el tronco de su miembro, lamiéndolo como si fuera una paleta y turnándolo mi boca para acobijarlo.

Las manos de Rin me tomaron de las caderas y lo sentí acomodarse detrás de mí para comenzar con lo que tanto nos fascinaba, pero no sin antes sentir ese líquido semi viscoso en mi entrada la cual comenzó a estimular con su pulgar para poder entrar con más facilidad y sin tanto dolor para mí.

Yo seguía jugando con el miembro de Ran cuando sentí a Rin comenzar a entrar en mí obligándome a detener el juego que realizaba con mi boca. Cerré mis ojos debido al dolor y no pude evitar arquear la espalda.

-Sh, sh, sh, sh.-Ran intentaba calmarme como a un bebé.

-Ya estoy dentro, mi niña.-Escuché a Rin susurrar en mi oído. -Tú avísame cuando haya pasado el dolor para comenzarme a mover.

Necesitaba que esa zona se acostumbrara a él para que no doliera más, pero sabía que si no comenzaba con el movimiento tardaría un poco más que si comenzara a moverse justo ahora.

-Ya.-Mentí y en ese momento comenzó a entrar y salir muy despacio de mí.

Yo regresé mi atención al miembro de Ran mientras lo veía con mis ojos llorosos por el dolor que estaba comenzando a cesar, envolví su miembro con una de mis manos y escupí sobre aquel grueso trozo de carne dejando un hilo de saliva.

-Mierda.-Dijo en un gruñido y me tomó de los cabellos para llevarme hasta su pene obligándome a comenzar a realizarle sexo oral.

Ayudada de mi mano comencé a masturbarlo mientras subía y bajaba mi boca al ritmo en que él jalaba de mis cabellos, su mano iba al ritmo de las estocadas de Rin.

-Ay que rico.-Dije entre gemidos cuando saqué el miembro de Ran.

-Ya ven aquí.-Rin salió de mi interior al escuchar aquello venir de su hermano.

Me monté sobre Ran y con una mano volví a tomar si miembro que seguía húmedo debido a mi saliva y lentamente lo fue introduciendo, llenando cada rincón de mi interior. Una vez entró, Rin se colocó nuevamente a mis espaldas y despacio comenzó a entrar, ahora ya no dolía, era todo lo contrario.

Yo dirigí mi mirada a los 4 restantes quienes nos prestaban toda su atención mientras bebían de su copa y masajeaban sus miembros con delicadeza, pues estaba segura de que querían esperar su turno.

-Concéntrate en nosotros.-Ran me tomó con fuerza de las mejillas obligándome a voltear a él.

-Nos vamos a poner celosos y no nos quieres conocer celosos.-Rin susurró en mi oído y ambos comenzaron a penetrarme.

Cuando Rin salía de mí, Ran entraba, ambos con fuerza y yo no podía dejar de gemir, aquellos dos siempre serían el complemento perfecto del otro y el sexo no era la excepción.

Los sonidos obscenos reinaban en la habitación. Mis gemidos, sus gemidos, el sonido de nuestros fluidos y nuestras pieles chocando con fuerza, todo, era exquisitamente rico.

Los labios de Ran devoraban los míos con desesperación mientras que Rin mordía mi hombro y dejaba besos sobre toda mi espalda.

Las estocadas de Rin se volvieron más fuertes y comenzó a nalguearme con fuerza.

-No la maltrates tanto, que seguimos nosotros.-Escuché a Koko recriminarlo y dio una nalgada más fuerte haciéndome gritar.

-Duele.-Me quejé ligeramente pero Ran me tapó la boca impidiéndome hablar.

-Shhh.-Dijo con su respiración agitada y volvió sus estocadas más y más fuertes.

Rin me jalo de los cabellos e imitó a su hermano en el ritmo de las embestidas convirtiendo mis gemidos en gritos de placer y cuando menos lo sentí, los fluidos anunciaron mi orgasmo haciendo que sus miembros deslizaran con mayor facilidad.

La mano de Rin hizo a un lado mi cabello y escuchaba sus gemidos volverse más constantes, salió de mí y en ese momento sentí un líquido caliente caer sobre mi espalda haciéndome arquear ligeramente la espalda.

-Bájate, quiero terminar en tu boca.-Ran gruñó y yo obedecí.

Inmediatamente formé una gran "O" y lo introduje para comenzar a hacer aquellos movimientos que tanto les fascinaban, apoyada de mi mano que lo masturba al ritmo que mi boca subía y bajaba. Él me empujaba con agresividad introduciendo su miembro hasta el fondo de mi garganta y antes de que le pidiera que parará sentí un líquido caliente llenar mi boca, cada chorro salía con un poco más de fuerza mientras yo lo tragaba poco a poco.
Salió de mi boca y limpió mis lágrimas con su pulgar.

-A ver abre.-Ordenó y yo obedecí enseñándole mi boca vacía. -Buena niña.-Sonrió orgulloso.

Después de limpiar mi espalda estaba recostada sobre la cama recuperando el aliento y preparándome para el siguiente hombre que tendría conmigo.

-Mikey, sigues.-Sanzu le lanzó el control remoto para que cambiara de canal.

-Con todo gusto.-Sonrió y en cuanto cambio el canal era una pareja sobre el sillón tantra

-Uy, me gusta.-Sonreí maliciosa y Mikey me tendió la mano para que la tomara.

Llegamos al rincón del castigo y él tomó asiento en el potro mientras se masturbaba para mantener la erección, yo me monté sobre él evitando que entrara aun en mí, quería provocarlo, aunque fuera un poco más.

Sus manos se posaron sobre mi trasero el cual comenzó a acariciar al ritmo de nuestros besos, yo rozaba mi entrada con su miembro y podía sentir como este crecía y crecía más con cada beso. Nuestras respiraciones comenzaron a acelerarse debido a la excitación del roce de nuestros cuerpos.

Sin saber como lo logró me dio la vuelta dejándome de espaldas a él y me penetró, para mi suerte, yo estaba ya bastante húmeda y no me dolía que entrara de un movimiento.

-Comienza a moverte para mí.-Susurró contra mi oído mientras me aprisionaba las manos con las suyas. -Enséñame como mueves ese bonito trasero para mí.

Yo sonreí ante el tono de su voz y comencé con lo que me pidió. Tenía a aquellos 5 frente a mí y me observaban con deseo, incluso Ran y Rin quienes ya habían tenido su turno conmigo.

Con mis piernas y él aplicando fuerza en mis manos me daba el impulso que necesitaba para caer una y otra vez sobre su miembro haciendo que su pelvis chocara con fuerza en mi trasero generando aquel sonido tan característico que tanto amaba. La fuerza con la que él me ayudaba entrando hacía que mis pechos rebotaran y su miembro entrara totalmente en mi interior y mis gemidos delataban cuanto me gustaba.

Comencé a mover mis caderas de adelante hacía atrás para que aquellos 5 vieran mi cuerpo moverse con sensualidad y provocarlos más de lo que ya estaban, pero en ese momento el miembro de Mikey salió de mi interior.

-Bueno, aprovechando eso, ven aquí.-Me liberó de su agarre y volví a mi posición original. -Mételo.

-Lo que órdenes, papi.

Entró en mi y comenzó a mover su pelvis de arriba hacía abajo sin delicadeza alguna obligándome a hundir mi cara en su cuello en donde intentaba dejar besos, pero la fuerza con la que entraba me lo impedía. Mis gemidos eran ahora gritos que salían con mayor fuerza cuando él entraba en su totalidad y tanta era la fuerza que mis ojos se pusieron en blanco mientras lo sentía en mi interior.

-Así, no pares, por favor.-Pedí con gemidos y él soltó una pequeña risa para después tomarme de los cabellos y jalarme con fuerza.

-Pero déjame verte.-Gruñó mientras seguía con su vaivén.

Yo no podía siquiera verlo, mis ojos cerrados me lo impedían hasta que se detuvo obligándome a abrirlos.

-Tu turno.-Dijo malicioso y yo sólo arrugué la nariz en respuesta.

Posé mis manos sobre sus hombros para ayudarme con los impulsos, mi clítoris rozaba a la perfección con cada movimiento que yo hacía generándome una ola de placer mayor que las primeras. Aumenté ligeramente mi velocidad cuando sentí que metió uno de sus dedos en mi parte trasera haciéndome sacar un gemido más fuerte que el resto.

Su dedo moviéndose en mi parte trasera era lo que necesitaba para estar inundada de placer y él lo notó ayudándome con su vaivén a la par mía.

-¿Te gusta, mi reina?-Preguntó con su respiración acelerada.

-Me fascina.-Contesté con dificultad pues mi alma estaba a segundos de abandonar mi cuerpo debido al placer.

Mi cuerpo se tensó y él aumentó la velocidad de sus embestidas brindándome aquella tan característica sensación. Me acerqué a su oído donde seguía emitiendo pequeños gemidos para excitarlo más de lo que ya estaba.

-Termina para mí, lléname de ti.

En cuanto le pedí aquello su mano se posó sobre mi cuello el cual apretó haciendo que los gemidos que me provocaba se ahogaran en mi garganta y yo intentaba ayudarlo impulsándome ligeramente, aunque mis piernas ya se sentían cansadas.

-Voy a terminar.-Gruñó entre mis pechos.

-Hazlo.-Gemí.

Y en cuestión de dos embestidas más detuvo sus movimientos soltando un gemido ahogado, besó mis labios con delicadeza y nos quedamos totalmente quietos.

-Muy rico como siempre.-Sonrió orgulloso y el placer podía verse aún en su cara así como la mía.

-Ni que lo digas.-Lamí el lóbulo de su oreja.

Los segundos pasaron y me quité de encima de él mientras sentía su líquido escurrir por mi pierna obligándome a limpiarlo. En cuanto terminé aquella labor fui a recostarme en la cama en espera de mi siguiente polvo.

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