Bad boys bring heaven to you

Antes de que comiencen a leer, para este capítulo les recomiendo la canción de Heaven de Julia Michaels, en cuanto vean un "" es el momento que les recomiendo comenzar a reproducirla

Sin más, que disfruten 🥰

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Había pasado ya un mes desde que Sanzu se había ido y no sabía absolutamente nada sobre él, pero no es algo que me tuviera mal pues este último mes me entretuve teniendo sexo con todos y cada uno de los que vivían conmigo. Durante todo el tiempo que llevaba aquí la mayor parte de las veces terminaba teniendo sexo con más de uno al mismo tiempo, pero este mes todo había sido diferente es como si hubieran organizado un horario y venían de a uno en uno a mí.

Ellos me mantenían bien, me mantenían distraída, aunque no puedo mencionar que cuerda también pues últimamente por alguna extraña razón yo insistía en acompañarlos a las tiendas de Roppongi donde de vez en cuando debían arreglar asuntos con la gente que trabajaba para ellos y siempre debía haber sangre de por medio.

En una de las ocasiones en que acompañé a Ran y Rin me enseñaron sus técnicas en uno de los hombres con quienes tenían que arreglar un "pequeño asunto", según ellos y a juzgar por los gritos del hombre había aprendido a la perfección en donde era el lugar en el que se debía ejercer mayor fuerza para dañar al oponente, decían estar orgullosos de mí.

Muy escazas fueron las sesiones que había tenido con Mitsuya desde aquel día en que me pidió ser parte de su colección pues estaba comenzando con la colección para caballero por lo que aún no venía el trabajo pesado para nosotras según él.

Por otro lado, la cercanía del cumpleaños de Mikey me mantenían despejada de pensar tanto en Sanzu pues no pensaba en otra cosa que no fuera tratar de descubrir cual sería el mejor regalo para mi niño.

-¿Vas a regalarle algo a Mikey querido?-Pregunté mientras me acurrucaba en el pecho desnudo de Kaku y el me abrazaba a él.

-No lo sé, no solemos darnos regalos y lo sabes pequeña.-Dijo mientras dejaba un beso en mi frente aun con la respiración acelerada.

-Hm, cierto.-Susurré mientras comenzaba a recorrer su pecho con mi dedo.

Estaba cansada pues llevábamos poco más de una hora en la cama, el roce de sus dedos acariciando mi cabeza comenzó a arrullarme y sentía mis parpados volverse más y más pesados.

-Buenas noches Kaku.-Pronuncié antes de caer en un profundo sueño junto a él.

Hoy era el último día de mis clases de cocina por lo que pronto tenía que encontrar otra cosa que hacer pues no quería volver a encerrarme en aquel edificio.

-Terminamos, muchas gracias por su preferencia.-Dijo la señora con quien me registré desde un principio con una reverencia la cual todos devolvimos.

Después de despedirme de la gente que conocí ahí, tomé mi bolso para dirigirme a la salida, pensé en llamar a Chifuyu y comprar algo para comer junto con ellos en la tienda pues la hora de la comida casi se acercaba. Aquella comida podía aprovechar para preguntarles sobre qué sería bueno que hiciera de ahora en adelante, seguro que ellos podían recomendarme algo, no como los hombre que tenía en casa pues seguramente ellos me suplicarian quedarme en casa.

Saqué mi celular para marcar su número y antes de marcarlo pude sentir una enorme presencia frente a mí obligándome a levantar la vista. Sanzu estaba frente a mí con una leve sonrisa.

Sentí mi corazón acelerarse al verlo, se veía tan guapo como siempre y ahí fue donde comprendí que no podía olvidarme de él, aunque quisiera, y también confirmé que siempre terminaría cayendo ante él sin importar qué me hiciera o dijera.

-Hola cariño.-Dijo sonriente.

No te atrevas a llamarmé así después de todo lo que me dijiste.

-¿Qué haces aquí?-Pregunté de manera fría pues no podía darse cuenta que seguía teniendo algún efecto sobre mí.

-¿Así me saludas después de tanto tiempo?-Preguntó algo ofendido.

-¿Qué haces aquí?-Volví a cuestionarlo fríamente.

-Vine a recoger más ropa para volver a Macao.-Se encogió de hombros sonriente.

-Aquí Akashi, aquí.-Señalé con mi dedo índice frente a mí repetidas veces.

-Quería verte antes de regresar.-Me sonrió coqueto mientras se acercaba más a mí.

-Ya, ¿Y qué te hizo creer que yo quería verte?-Lo cuestioné seria mientras ladeaba mi cabeza.

-Auch, no seas tan dura conmigo.-Llevó su mano a su pecho fingiendo que le dolían mis palabras.

Maldito idiota, sabe que todavía tiene control sobre mí y ni siquiera intenta disimular que lo sabe.

-Eso debiste pensar cuando hablaste conmigo hace ya un tiempo ¿No crees?-Contesté enojada y su sonrisa desaparece de su rostro. -Me voy a casa, no me siento bien.-Dije mientras pasaba mi mano por detrás de su espalda para intentar abrir la puerta del piloto, pero él me detuvo tomando mi mano con la suya.

-¿Me llevas a casa cariño? No trajé mi camioneta.-Volvió a sonreírme mientras sus ojos se encontraron con los míos.

Maldita sea, ¿Es que por qué tiene que ser tan perfecto? El roce de sus dedos sobre mi mano, su tan característico perfume combinado con el olor a cigarrillo, su sonrisa acompañada de aquellas hermosas cicatrices, su manera de verme, su voz, todo de él me llevaba alto. Todo sobre él hace que cada célula de mi cuerpo se vuelva loca por él, ¿Cómo mierda me vine a enamorar de un maldito psicópata sin sentimientos?

-Pues no creo que tenga otra opción.-Respondí un tanto resignada y él sonrío en mi dirección.

Subimos a la camioneta y en cuanto la encendí la música comenzó a reproducirse automáticamente, subí el volumen para que al menos de este modo pudiera evitar hablar con él.

Iba conduciendo, evitando voltear a verlo, pero podía sentir su mirada penetrante en mí y aquello estaba comenzando a ponerme nerviosa. En un alto tome la cajetilla que se encontraba en el compartimiento de la puerta y tomé un cigarrillo.

-Has estado fumando mucho ¿No?-Me cuestionó mientras lo encendía.

-No es algo que te importe.-Contesté antes de volver a darle una gran bocanada y él soltó una pequeña risa.

Seguí conduciendo mientras sentía mi estomago gruñir, ahora que lo recordaba no había comido nada por culpa de este tonto que llego a interrumpir mis planes de hoy. Gire sobre una de las avenidas en dirección a una cafetería en donde compraría algo rápido pues si me detenía en un restaurante creería que quería comer con él y no quería seguir soportando sus comentarios burlones.

-¿Qué haces?-Pregunté cuando me vio estacionarme y sin contestar me baje.

En cuanto me adentré en la cafetería el olor de la comida y café invadió mis fosas nasales dándome más hambre que de la que ya tenía, cuando estuve en el mostrador pedí un sándwich y un frappuccino.

-986 yenes.-Dijo la señorita y le tendí el efectivo, pero la vi ponerse nerviosa en cuanto sentí una presencia a mis espaldas.

-¿Por qué no me preguntasté si quería algo?-Susurró en mi oído haciéndome erizar la piel.

Mierda, ¿Por qué tiene que estar jugando conmigo de esa manera? Sí seguía jugando de este modo no podría seguir aguantando y temía por lo que podría llegar a pasar.

-Sí vas a pedir pide, te veo en la camioneta.-Pronuncié fríamente y salí de la cafetería.

Comencé a comer mi sándwich pues realmente me sentía morir de hambre, mientras lo comía y esperaba a Sanzu me puse a observar mi celular en donde tenía un mensaje de Chifuyu.

Fuyu 🤗

Hola Dani 😁
¿Estás ocupada?
¿Comes con
nosotros? 🤗

Hola Fuyu ☺
Me hubiera
encantado y sí
lo tenía planeado,
pero un enorme
dolor de cabeza
me invadió 😢
¿Te parece la
próxima semana?
Yo invitó 🤗

Espero pase
pronto aquella
molestia, cuídate 🤗

Nos vemos ☺

Adiós Fuyu,
salúdame a
todos ❤


Maldito Sanzu, ahorita podría estar comiendo muy a gusto con quienes sí quería ver y no soportando a un idiota que no le importaba aparecer como si nada después de romper un corazón. Antes de darme cuenta me había terminado ya el emparedado y la mitad de mi frappuccino.

-¿Por qué mierda tarda tanto?-Dije mientras bajaba mi celular y entonces lo vi.

El señor estaba comiendo pacíficamente en una de las mesas de afuera mientras observaba su celular, vaya imbécil y yo esperándolo como una idiota aquí.

Idiota 🔪💀

Tienes 5 segundos
para llegar a la
camioneta o me
largo sin ti.


Y en cuanto envié el mensaje bloqueé mi celular y encendí la camioneta haciendo que la música comenzara a sonar fuerte, en mi mente comencé a contar hasta 5 y él entro riendo a la camioneta.

-Me debes la mitad del sándwich que dejé.-Mencionó riendo y llevó mi frappuccino a sus labios, yo me limité a rodar los ojos.

Seguía manejando sin prestarle atención alguna y para mi maldita suerte justo antes de llegar a un alto comenzó a sonar una canción que me recordaba demasiado a él, Heaven de Julia Michaels.

Tomé la cajetilla y volví a encender otro cigarrillo, mierda, tenía que controlarme.

-Pero él era mi fe, algo tan sagrado, tan difícil de reemplazar, enamorarme de él fue caer en la desgracia.-Sonaba la canción en inglés y definitivamente sí era su canción.

Seguí dando enormes bocanadas a mi cigarrillo y al parecer él comenzó a entender la letra de la canción pues lo vi acomodarse en el asiento del copiloto mientras su mirada estaba fija en mí.

-Y si me preguntas, lo haría otra vez.-Canté en inglés casi en un susurro.

El alto parecía durar años pues la canción seguía sonando y mi cigarrillo estaba ya por la mitad.

-Dicen que los chicos buenos van al cielo.-Sonó y di una bocanada a mi cigarrillo. -Pero los chicos malos te traen el cielo.-Canté mientras el humo salía de mi boca.

En ese momento Sanzu me quito el cigarro de la mano y le dio una bocanada mientras lo observaba detenidamente acercarse a mí sin dejar de observarme.

-No te das cuenta del poder que tienen hasta que te abandonan y los quieres de regreso.-Canté a centímetros de su rostro y él soltó el humo del cigarro en mi cara.

En ese momento una bocina nos sacó de la pequeña burbuja que habíamos creado obligándome a avanzar, sonrojada seguí manejando mientras su mirada no se apartaba de mí.

-Estaciónate.-Ordenó y volteé a verlo confundida.

-¿Para qué?

-Hazlo.

Demasiado confundida me estacioné y se bajó dejándome más confundida de lo que ya estaba, dio la vuelta hasta mi puerta la cual abrió.

-Cámbiate de lugar.-Movió levemente la cabeza indicando el lugar del copiloto.

Bastante confundida lo hice y él comenzó a manejar en otra dirección que no era la casa, después de unos cuantos minutos manejando llegamos a un love hotel y sin decir ni repelar nada entramos, yo sentía mis mejillas arder y algo dentro de mí me decía que no lo hiciera, pero Dios en serio lo necesitaba.

En ese momento no me importaba nada de lo que me había dicho ni el cómo me había hecho sentir, no me importaba cuanto me diera de él, si era poco o mucho, yo jamás me saciaría o aburriría de él, así como él dijo aburrirse de mí. En ese momento lo único en lo que podía pensar era en cuanto lo deseaba.

Cuando la puerta de la habitación se cerró, se abalanzó contra mis labios, volver a sentir sus besos me había regresado el alma al cuerpo. Sus manos posadas sobre mi cintura me jalaban hacía él impidiendo que me separará, pero no es algo que planeará hacer pues si por mí fuera estaría pegada a sus labios el resto de mis días.

Sus manos tocaban mi trasero el cual jugaba apretándolo, masajeándolo y dejando una que otra suave nalgada de vez en cuando, después llevó sus manos hasta mis cabellos los cuales comenzó a revolver debido a la intensidad del beso.

Chocamos con la cama y él hizo a un lado todos los juguetes que había sobre ésta, me recostó sin dejar de besarme, y llevó sus manos por sobre mi cabeza para después entrelazarlas con las de él. Podía sentir su lengua jugar con la mía con desesperación, con este beso y las caricias que dejaba sobre mi cuerpo podía darme una idea de cuanto me deseaba justo en este momento.

Comencé a desnudarlo sin detener el beso y él me imitó, cuando estuvimos totalmente desnudos nuestros cuerpos rozaban y podía sentir la energía que estos emanaban al tocarse, la habitación estaba en total silencio lo cual nos permitía escuchar nuestra respiración comenzar a acelerarse y los sonidos de aquel profundo beso.

Cuando separó nuestros labios para permitirnos tomar el aire por el cual nuestros pulmones suplicaban, metió dos dedos en mi boca los cuales comencé a lamer y succionar como si de su miembro se tratara, él me veía deseoso y después se hundió en mi cuello el cual comenzó a besar sensualmente generando que aquellas cosquillas humedecieran más y más mi zona.

-¿Me extrañaste? ¿Extrañaste a papi?-Preguntó mientras con sus dedos abría mi boca para escupir dentro de ella.

-Como no te imaginas.-Contesté después de tragar y lleve mi mano a su erección para comenzar a masturbarlo.

Él se acomodó en la cama indicándome que me montará sobre él y cuando finalmente estuve encima comencé a mover mis caderas de adelante hacía atrás para que mi zona rozara con el gran bulto de entre sus piernas, pequeñas risas de placer salían de él mientras nos besábamos y con sus manos recorría cada parte de mi cuerpo. Su delicado, pero a la vez tan profundo toque me hacía volar, sentir su cuerpo rozar con el mío era de mis sensaciones favoritas en este mundo.

-Te extrañé tanto.-Dijo entre besos mientras que con sus manos acariciaba mi espalda.

Mordió con sus colmillos mi labio inferior haciendo que soltara un leve quejido. Sus caricias me tenían ya bastante húmeda y sentía mi clítoris palpitar debido a la excitación que sentía, se enderezó para quedar sentado en la cama conmigo sobre él y comenzó a besar mis pechos mientras yo seguía moviendo mi pelvis de adelante hacía atrás para seguir estimulando nuestras zonas.

-Te traeré el cielo hasta ti.-Susurró contra mis labios haciéndome sonreír pues sí había entendido la canción. -Me tienes aquí para ti ahora.

Y en cuanto terminó de decir aquello me cargó con un brazo por la cintura para ayudarme a recostar sobre la cama boca abajo y vi su brazo estirarse para entrelazar su mano con la mía, con la otra hizo mi cabello a un lado y colocó una de las almohadas bajo mi abdomen para elevar mi trasero un poco hacía él.

-¿Me deseas?-Susurró contra mi oído y las cosquillas que generó me hicieron estremecer.

-Te deseo tanto.-Susurré sensualmente y sentí una sonrisa dibujarse en su rostro.

Sin soltar mi mano comenzó a entrar despacio en mi interior y pude sentir todo su miembro llenarme poco a poco, es como si estuviera hecho especialmente para mí pues todos y cada uno de sus centímetros entraban a la perfección. Recargado sobre su codo comenzó a mover su pelvis con fuerza, sus gemidos resonaban en mi oído y escucharlo me ponía de sobre manera.

-Que bonito es escucharte gemir.-Formuló en mi oído y aumentó el ritmo de sus estocadas obligándome a gemir más fuerte.

Esa posición me permitía sentir sus testículos chocar con mi clítoris generando con cada estocada más y más placer para mí.

-Voy a terminar.-Grité después de un rato entre gemidos y comenzó a penetrarme más rápido mientras su agitada respiración seguía resonando en mi oído.

A los pocos segundos terminé irguiendo mi espalda obligándolo a separarse de mí y sin dejarme descansar me cargó para colocarse debajo de mí. Sentado en la cama como anteriormente habíamos estado me elevé un poco sobre mis rodillas para que él pudiera volver a entrar en mí.

En cuanto estuvo en mi entrada me dejé caer sobre él haciendo que ambos soltáramos un gemido de satisfacción por volver a sentirnos, coloqué mis manos sobre sus hombros para comenzar a brincar sobre su delicioso miembro y sus manos se posaron sobre mi cintura para ayudarme a subir y bajar sobre él.

Ver sus hermosos ojos azules me volvía loca, esa mirada tan profunda que ejercía siempre que me veía era intimidante y a la vez fascinante, no podíamos dejar de vernos a los ojos, observábamos detenidamente nuestras expresiones de placer. Sus labios atraparon los míos los cuales comenzó a devorar a la velocidad de mis sentones, ahogábamos cada gemido que salía de nosotros.

Sin saber como lo logró se levantó de la cama conmigo en brazos y me cargó por los muslos obligándome a abrazarlo por la nuca.

-Mételo.-Ordenó y con una mano lo coloqué en mi entrada para que después él me dejara caer sobre su miembro.

Volví mi mano a su nuca y él me subía y bajaba sobre su miembro una y otra vez, ver sus músculos marcarse en sus brazos me volvía loca, tenía a un verdadero Dios follándome y agradecía por ser tan bendecida con eso.

-Voy a terminar.-Dijo después de un buen rato penetrándome.

-Igual yo, termina conmigo.-Supliqué desesperada por volver a sentir mi tan sagrado orgasmo.

Ambos informamos nuestro gratificante orgasmo con un gran gemido sobre nuestros labios, me recostó sobre la cama y él se tendió junto a mí. Nuestros sudados pechos subían y bajaban delatando nuestra agitación por lo sucedido anteriormente mientras nuestras miradas observaban el techo de la habitación del hotel. Sin decir nada me abrazó hacía él y dejo un pequeño beso sobre mi frente.

Mierda, que tonta fui al volver a caer ante él, pero justo ahora no me importaba nada de lo que había sucedido con nosotros antes, claro que necesitaba obtener respuestas algún día, pero hoy no. Hoy quería disfrutarlo hasta el límite pues en unas cuantas horas debía volver a Macao a realizar no sé qué tanto ni con quien.

Que masoquista de mi parte seguir enamorada de este imbécil, pero su abrazo, su abrazo me reconfortaba. Sus brazos eran mi lugar favorito en el mundo y estaba segura de que podía morir una y otra vez entre ellos.

A fin de cuentas, lo seguía amando.


xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Hola, hola mis hermosos lectores! ¿Cómo están? ❤

Hoy publiqué temprano porque ayer no podía dormir y aproveche jaja 🥰

Aquí les dejo un cap más y espero les haya gustado, Elle no resistió ante los encantos de nuestro divino Sanzu 😢

Espero que tengan un excelente lunes y una excelente semana, cuídense mucho 💖

Los amo infinito 🥰❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top