sᴛᴀʏ ʜᴇʀᴇ. (sᴏᴏᴊᴜɴ)
Alternative Universe: Universitarios.
Todos: 18 al inicio.
Advertencias: Triste, se recomiendan pañuelitos.
♡︎SooBin y YeonJun hicieron una promesa, ¿Qué ocurrirá si se rompe?♡︎
YeonJun's POV.
Todo comenzó cuando acabamos la escuela. Teníamos que elegir a la universidad a la que iríamos, y con Soo planeábamos ir a la misma.
Con SooBin somos novios hace ya tres años y nos conocemos hace cinco, somos inseparables.
Todo iba genial, ambos habíamos entrado en una universidad en el centro de Seúl, no muy lejos del pequeño apartamento que rentábamos juntos.
Estábamos más que contentos, no tendríamos que estar lejos del otro para cumplir nuestros sueños, y eso me parecía perfecto. Nada podría quitarme al chico que tanto amo, o eso pensaba yo.
Unas semanas antes de entrar a la universidad estaba tranquilo en el apartamento, recostado mirando al techo mientras pensaba en SooBin. Como si mis pensamientos lo hubieran invocado, apareció en la habitación.
—¡Amor!—Me llamó cual niño emocionado.—¡Tengo grandes noticias!
—¿Cuáles son, cielo?—Pregunté con curiosidad.
—¡La primera es que ya no tendremos que gastar tanto en el apartamento!
—¿Por qué?—Pregunté sorprendido.
—Esa es la segunda buena noticia, ¡Obtuve una beca!—Exclamó, con un brillo en sus ojos que me hacía pensar que era un niño pequeño descubriendo el mundo.
—¡Wow! ¡Eso es estupendo, mi amor!
—¡Y hay algo más!
—¿Qué cosa? ¡No me dejes con la intriga!—Dije con un puchero.
—¡La beca es en Estados Unidos! ¡Me iré de intercambio!
Ahí se me vino el mundo encima.
—¿Q-qué?
—¡Como escuchaste! ¡Iré a Estados Unidos!—Creo que notó mi cambio de cara pues su emoción desapareció en un instante.—¿N-no estás contento?
—Yo... Claro que lo estoy, Binnie, pero...—Suspiré.—No creo que mantener una relación a distancia sea buena idea...
—Amor, son solo cuatro años, prometo llamarte siempre que pueda y mantener contacto.
—Soo, son doce horas de diferencia o más. No resultará... Y son cuatro años, tú lo dijiste. No quiero pasar cuatro años con un novio al que no puedo abrazar.
—¿A dónde quieres llegar, Jjunie?—Me miró y noté que tenía algo de miedo.
—Quiero llegar a que tienes dos opciones. Seguimos saliendo o aceptas la beca.—Expliqué con simpleza.
—Pero, YeonJun, no puedes hacerme esto, no puedo simplemente rechazar la beca. Es mi oportunidad para que ambos tengamos un gran futuro.
—Lo siento, Soo. Pero no quiero ser tu novio si vas a estar al otro lado del mundo...—Suspiré.
—Bueno... En ese caso, terminamos.—Me miró a los ojos y puede ver dolor en ellos.—Puedo... ¿Puedo besar tus labios por última vez?
Asentí, viendo como se acercaba lentamente. Posó sus manos en mi cintura y yo las llevé alrededor de su cuello. Suavemente se acercó hasta que sus labios chocaron con los míos, en un delicado beso.
Nuestros labios danzaban, entendiéndose por completo, como si estuvieran destinados a estar juntos.
El beso se deshizo porque el aire comenzaba a escasear. Lo miré a aquellos cálidos ojos que me habían atraído tanto.
—Prometo que apenas vuelva a Corea nos reencontraremos y volveremos a estar juntos. ¿Podrías prometer que me esperarás?
—Lo prometo.—Afirmé, porque aunque no lo quisiera en esos momentos, lo amaba.
Casi un mes después, SooBin tuvo que irse, la universidad ya empezaba y tuve que vivir solo, completamente solo.
Pero nunca creí que los años pasarían tan rápido...
~Cuatro años después.~
SooBin's POV.
Por fin, luego de cuatro años volveré a ver a YeonJun. Fueron cuatro años muy duros pero logré graduarme.
Cuando llegué a Corea no me importó el Jet Lag ni nada de eso. Solo quería ver a mi amado Jjunie. Supuse que seguiría viviendo en el apartamento de siempre, por lo que fui a averiguar.
Cuando llegué golpeé la puerta con nerviosismo, vería a Yeon después de cuatro años. Me preguntaba si su cabello seguiría rosa, o si lo habría cambiado. En Estados Unidos cambié mi cabello de celeste a negro.
La puerta se abrió y me permitió ver a Yeonjun, mi mandíbula por poco cae al suelo. Estaba algo más alto, tenía su cabello negro y corto, las mejillas sonrojadas y los labios levemente hinchados.
—Hola, YeonJun.—Sonreí.
—SooBin...—Parecía tener intención de seguir hablando pero un chico un poco más alto apareció por detrás, abrazándolo por la cintura.
—¿Quién es, hyung?—Preguntó para luego mirarme.
—Kyu.—Sonrió YeonJun al tal "Kyu".—Él es SooBin, ¿Recuerdas que te hablé de él?
—Oh, sí me acuerdo.—Suspiró.—Bueno, los dejo hablar.—Dijo para luego darle un beso en los labios a YeonJun e irse, dejándome completamente desconcertado.
—¿Acaso... Ustedes..?
—Sí, KyuSeok es mi novio.—Explicó Yeon.
El mundo se me vino encima, rechacé muchas oportunidades de trabajo pensando en que YeonJun estaría esperándome, pero me topo con que él rompió la promesa que hicimos.
—Oh... Ya veo... Eso es bueno... Eh... Mantengámonos en contacto...
Él asintió y le dejé mi número para luego ir a donde me quedaría.
Los días pasaban y no podía ni ver a YeonJun, siempre estaba con el tipo ese de su novio. La verdad no me daba buena espina, y no porque me hubiera quitado al amor de mi vida, sentía que había algo más allí. Nunca podía quedar con YeonJun porque me respondía "Perdón, Kyu está en casa." o cosas similares. Ese KyuSeok era demasiado celoso con YeonJun.
Ese día salí tranquilamente a caminar, cuando vi a KyuSeok, asumí que seguro estaba con Yeon por lo que me acerqué rápidamente. A medida que me acercaba, disminuí la velocidad. El chico con el que estaba era demasiado bajito para ser YeonJun, también tenía el pelo rubio. Luego vi como el cretino que Yeon tiene de novio, besaba al chico bajito.
Tomé una foto apenas pude y salí corriendo del lugar, llegué a mi hogar y le envié la foto a Jjun, merecía saber la basura que tenía por novio.
Le envié el mensaje con la foto, esperé a que lo viera y cuando lo hizo solo me preguntó si podía venir a verme. Obviamente le dije que sí y un rato después mi puerta fue tocada. Al abrir, me topé con un agitado y lloroso YeonJun, el cual no dudó en saltar a mis brazos, siendo recibido con un cálido abrazo. Lloró un largo rato con la cara escondida en mi pecho, lamentándose por haber confiado en ese cretino.
Yo lo apoyé en todo momento, manteniéndolo en mis brazos y dejándole leves caricias en el cabello. Cuando logró tranquilizarse, me miró a los ojos.
—¿Me acompañas a mi casa? Ese maldito debió haber llegado ya.
—Claro.—Afirmé.—Vamos.
Dicho eso salimos de la casa, caminando a paso rápido hacia el hogar de YeonJun. Al llegar, él abrió la puerta y nos topamos con el idiota. Estaba sentado en el sillón que miraba directamente a la puerta, con una expresión claramente molesta.
—¿Dónde estabas, YeonJun?—Preguntó con seriedad.—¿Por qué está él contigo?
Vi como YeonJun pareció sentirse intimidados y le toqué el hombro para darle fuerzas.
—Estaba con él, porque necesitaba de alguien que realmente me amara. No como tú que andabas con otro chico, ¡Maldito cretino, estúpido e insensible!
Debo admitir que nunca en mi vida había visto a YeonJun tan enojado. El tipo se levantó y se acercó a Yeon.
—¿De qué hablas, Jjun? Yo nunca haría algo así.
—¡Además de infiel, mentiroso!—Le espetó mientras sacaba su teléfono, mostrándole la foto que yo le envié.—¿Acaso este no eres tú?
—¿Quién te envió eso?—Dijo mientras le arrebataba el teléfono y veía el contacto.—¿Por qué mierda lo tienes como SooBinnie y con corazones?
Sonreí para mis adentros, ese maldito era todo un celoso. Me aseguraría de sacar a YeonJun de ese tóxico ambiente.
—¡Lo tengo así porque lo quiero mucho! ¿Por qué más sería?—Lo miró con furia.—¡Además no puedes reprocharme nada! ¡Terminamos! ¡Fuera de mi vista!
KyuSeok ya no le respondió a YeonJun, en su lugar, me miró a mí.
—¡Maldito! ¡Por tu culpa perdí a mi YeonJun!
No fui capaz de responder, un golpe me fue propinado directo en la mandíbula. Le devolví el golpe sin pensarlo dos veces, yo no tenía la culpa de que ese idiota engañara al ser más hermoso del mundo.
Peleamos bastante, hasta que YeonJun nos detuvo.
—¡Ya basta!—Gritó.—¡KyuSeok, largate de mi casa y de mi vida! ¡Vete con ese chico!
—Jjunie, no.—Se acercó a él.—Yo te amo.
—Lástima, yo a ti ya no.
KyuSeok me dio una mirada llena de odio y se fue de aquel lugar.
Apenas ya no fue visible, YeonJun se derrumbó, se sentó en el sillón, abrazando sus piernas y se puso a llorar.
—Fueron tres años de relación a la basura...—Soltó con un hilo de voz.
—¿Tres?—Pregunté sorprendido.
YeonJun asintió.
—Cuando entré a la universidad estuve bastante deprimido, te extrañaba bastante. Poco a poco comencé a pasar la página...
«Un día estaba caminando por el campus, sin prestar mucha atención realmente. No me di cuenta que unos chicos de otra facultad estaban haciendo un experimento y resultó mal. Acabé todo manchado y uno de ellos se acercó a mí. Me pidió disculpas y demás. Le dije que no se preocupara y terminamos quedando en un café para conocernos más. Así fue como empecé a conocer a KyuSeok. Poco a poco me fue comenzado a gustar hasta que me di cuenta de que estaba enamorado. Él se me declaró y comenzamos a salir. Siempre era muy atento y romántico. Me trataba muy bonito. En nuestro segundo aniversario me pidió que tuviéramos nuestra primera vez pero yo no me sentía seguro por lo que me negué, en ese momento pareció aceptarlo y entenderme pero poco a poco lo sentí más distante. Me celaba mucho y no me dejaba estar con mis amigos. La verdad me dolía bastante. Luego vi la foto y pues pasó todo esto. No me esperaba que fuera esa clase de chico pero supongo que es la realidad. Y mi realidad es que tú nunca me dejaste de gustar.»
Esa última oración me dejó en silencio.
—Yo nunca dejé de pensar en ti. Fuiste mi única razón para volver a Corea.—Confesé.—Sé que acabas de pasar por un momento no muy agradable pero me gustaría saber si... ¿Quieres volver conmigo? ¿O tal vez intentarlo?
YeonJun me miró y sonrió levemente. Se acercó a mi y me abrazó por el cuello, dejando su rostro a centímetros del mío y nuestros labios rozándose. Susurró un suave "sí quiero" y unió nuestros labios en un beso lleno de todo el amor que permaneció en nuestros corazones a pesar de la distancia.
Duramos un rato así, hasta que el oxígeno comenzó a escasear. Cuando nos separamos, nuestras respiraciones eran irregulares y las mejillas de YeonJun estaban tan rojizas como sus apetecibles labios. Me miró a los ojos, como buscando algo.
Volvió a besarme pero con mayor intensidad. Esa noche nos entregamos al otro, en una promesa que queríamos mantener por siempre.
~Dos años después.~
YeonJun's POV.
Ya han pasado dos años y nuestra relación iba increíble, es como si nunca hubiésemos terminado. Era un día de julio particularmente caluroso, por lo que SooBin sugirió que fuéramos a la playa. Yo no me negué, amo pasar tiempo con él y ese plan parecía ideal.
Pasamos todo el día jugando en la arena y el agua. Cuando comenzaba a atardecer decidimos que ya era hora de irnos por lo que comenzamos a ordenar las cosas. En un momento SooBin llamó mi atención, y cuando lo miré estaba arrodillado frente a mí, con una cajita de terciopelo en sus manos. Mi corazón comenzó a latir como loco frente a la anticipación que tenía.
—YeonJun, lo que llevamos de pareja han sido los mejores años de mi vida y no puedo imaginarme una vida sin ti. Eres la persona que más amo, lo mejor que me pasó en mi vida. Apostaría todo lo que tengo al decir que eres el amor de mi vida y mi alma gemela. No creo poder vivir sin ti ahora que sé toda la felicidad que me das, entonces permíteme seguir estando a tu lado. Me atrevo a preguntarte.—En eso abrió la cajita, mostrando un hermoso anillo.—¿Quieres casarte conmigo?
Mis ojos se cristalizaron y mis manos taparon mi boca, estaba más que feliz.
—¡Sí! ¡Sí quiero, Binnie!—Me lancé a sus brazos, besándolo con todo el amor del mundo.
Parecía una escena de película, atardecer en la playa, una propuesta de matrimonio y un beso lleno de amor. Era simplemente perfecto.
No perdimos tiempo y apenas pudimos comenzamos a planear todo. Decoraciones, invitados, comida, trajes y por supuesto, el lugar.
Yo por elección iría vestido de blanco, ya tenía el traje. La verdad queríamos algo no muy cargado, sería simple pero manteniéndolo elegante e irían pocas personas.
Ese día iríamos a ver el lugar en que haríamos la ceremonia. Fuimos a pie pues no quedaba lejos de nuestro hogar. Cuando llegamos estaba más que maravillado. Era perfecto, como quería que fuera el día de nuestra boda, dentro de una semana más.
Decidimos volver a casa, jugando a pillarnos, pero cometí un error que hasta el momento me sigo reprochando. No miré antes de cruzar la calle, y un camión venía a toda marcha. Oí el bocinazo, a SooBin gritando mi nombre, y sentí como era empujado hacia la vereda para luego escuchar un golpe seco y el frenazo del camión. Cuando miré, vi la escena más horrorosa de mi vida: Mi prometido estaba tirado en la calle, lleno de sangre e inconsciente. Me acerqué y llamé una ambulancia, presa del pánico. Luego comencé a llamarlo repetidas veces, rogando que despertara.
Más no despertó.
Cuando llegó la ambulancia, subí con ellos, los paramédicos trabajaban rápidamente mientras yo miraba todo.
Deseaba con todas mis fuerzas que mi amado estuviera bien.
Llegamos al hospital y lo llevaron a pabellón. No me dejaron pasar y me quedé en la sala de espera. Fueron las seis horas más largas de mi vida. Ya era más de medianoche y estaba quedándome dormido cuando un doctor se acercó a mi.
—Logramos estabilizarlo, está delicado pero puede pasar a verlo si gusta.
—Lo haré, muchísimas gracias.
Hice una reverencia y me dirigí a la habitación que me fue indicada. Al entrar vi a SooBin recostado, lleno de vendas y yesos. Suspiré y me senté a su lado. Él me miró como pudo, sonriendo apenas.
—Jjunie... Perdón por esto... Nuestra boda se atrasará...—Murmuró casi inaudible.
—Tranquilo, no te disculpes, amor.—Lo tranquilicé.—Ahora solo me importa que estés bien.
—Lo estaré... Lo prometo... Tendremos una... Hermosa familia...
—La tendremos, mi vida.—Sonreí levemente, tomando su mano con mucho cuidado.
De un momento a otro vi como la máquina que marcaba los latidos de SooBin comenzaba a mostrar únicamente líneas rectas y un pitido. El pánico se apoderó de mi ser, mis ojos se cristalizaron y mi corazón latía a mil.
—¡SooBin! ¡SooBin, despierta! ¡A-ayuda! ¡SooBin, despierta por favor! ¡Quédate aquí! ¡Quédate!—Gritaba desesperado. El amor de mi vida moría frente a mi y no podía hacer nada.
Llegaron enfermeros y doctores que me sacaron de la sala, estuve cerca de media hora desesperado, sin saber nada de mi prometido.
Luego de casi cuarenta y cinco minutos, un doctor salió y me miró.
—Hicimos todo lo que pudimos pero no pudimos salvarlo, lo siento. Lamento su pérdida.
Esas palabras tiraron mi mundo abajo. SooBin se había ido y no volvería, nuestra promesa se volvió a romper, y otra vez es mi culpa.
Los meses pasaban y yo iba todos los días a ver la tumba de mi amado, me recostaba en el suelo y hablaba con él.
Cuando me quedé sin que contarle, imaginaba escenarios hermosos.
Siempre con las mismas preguntas al final de cada visita: ¿Qué hubiera pasado si me hubieras hecho caso? ¿Qué hubiera pasado si te hubieras quedado aquí?
♡︎SooBin y YeonJun hicieron una promesa, y ahora YeonJun vive con la promesa rota y el corazón destrozado.♡︎
Hola :D. Este one shot está inspirado en uno que escribí hace como dos años. Espero les guste. Recuerden tomar awita y lavarse las manitos uwu.
-Hyxnꨄ︎.
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