Aɴᴛɪ-Rᴏᴍᴀɴᴛɪᴄ. (SᴏᴏGʏᴜ)
Alternative Universe, donde no son idols.
Advertencias: Mención del engaño y licores además uso de palabras mal sonantes.
BeomGyu: 27 años.
TaeHyun: 28 años.
SooBin: 30 años.
✿ En donde BeomGyu ya no cree en el amor luego de su última relación. ✿
BeomGyu estaba destrozado, TaeHyun lo había dejado con tanta... Facilidad. No lo podía creer, según él se amaban mucho, hasta hace tres meses estaban comprometidos.
¿Qué fue lo que arruinó todo?
Un simple nombre. Kai Kamal Huening.
No lo culpaba en absoluto, fue TaeHyun quien tuvo el amorío con el chico sin decirle sobre su compromiso.
Pero al enterarse de la relación y su pronto matrimonio, se enfadó a tal grado con Kang, que lo confrontó.
BeomGyu recordaba eso a la perfección.
*Flashback*
—Escucha bien esto, Kang TaeHyun.—Kai, a pesar de ser tierno, molesto daba un miedo increíble.—No puedo creer que hayas sido tan hijo de puta. Ahora, tienes tres opciones. Es BeomGyu, yo o nadie. No soportaré tus jueguitos.
BeomGyu, quien también estaba presente por desgracia, estaba paralizado. Se suponía que le había dicho a Tae que llegaría tarde pero sorprendentemente ese día no había mayor tráfico, así que al llegar se topó con la escena de su prometido besando a un chico rubio al cual desconocía totalmente.
—Yo...—Titubeó Kang, pareció pensárselo pero BeomGyu sabía que no era así.—Yo te elijo a ti, Hyuka. Te amo, de verdad te amo.
¿Oyen eso? Sí, es efectivamente el corazón de BeomGyu quebrándose.
—Bien, te creeré, pero que conste que a la próxima no te lo perdonaré.
Choi se sentía muy triste, enojado y traicionado. El chico con quien se iba a casar lo estaba dejando por alguien más. Eso lo ponía demasiado mal, e inseguro.
—¡Gracias, Ning! Gracias, gracias, gracias.—Dijo Kang acercándose a besarlo.—Te amo mucho~.
Kang ignoró por completo la presencia del dueño de la casa y besó al rubio.
La tristeza de BeomGyu se convirtió en un enojo endemoniado. Su ira lo consumió y se sacó el anillo de compromiso que había mantenido por esos tres meses en su dedo.
Lo miró con enfado, viendo reflejadas tantas promesas rotas, y lo siguiente que sucedió fue que el anillo fue fuertemente arrojado contra Kang, logrando golpearlo con precisión.
—¡Te odio, Kang TaeHyun!—Gritó entre lágrimas.—¡Confié en ti! ¡Dijiste que me amabas! Nos íbamos a casar... Íbamos a tener una familia...—Su voz se fue reduciendo hasta ser solo un hilo.
Kang se encogió de hombros y salió de ahí, siendo seguido por el rubio, quien tenía una expresión afligida.
BeomGyu se encogió en su lugar, rompiéndose por completo. Dejó que su llanto saliera a mares. Estuvo así unas cuantas horas, con la misma pregunta en mente.
¿De qué nos sirve amar si nos traicionan?
No era la primera vez que BeomGyu resultaba lastimado en una relación, y estaba seguro que no sería la última, por lo que tomó una decisión que marcó su vida.
Nunca más creería en el amor.
*Fin Flashback*
Ese día se levantó sin mucho ánimo, aunque hubieran pasado más de dos meses desde que TaeHyun lo dejó, seguía sintiéndose mal. Y alejaba a todo aquel que intentara forjar un lazo amoroso con él.
Había encontrado un nuevo trabajo, luego de renunciar en la universidad en que estudiaba gracias a que Kang también trabajaba allí. Daba clases en una lujosa escuela del centro de Seúl, e impartía su asignatura de una forma excepcionalmente buena, aquella que tanto amaba, Música.
Se vistió rápidamente, con ropas considerablemente cómodas, calzando por último unos tenis. Acomodó su cabello castaño algo largo y tomó sus cosas.
Salió de su hogar para dirigirse sin mayor prisa a la universidad, la cual no estaba lejos.
Llegando fue a la sala de profesores para dejar sus cosas, encontrándose así con el profesor de Lenguaje, Choi SooBin.
—Buenos días, BeomGyu.—Saludó el alto.
—Buenos días, SooBin, ¿Cómo te encuentras hoy?—Preguntó, respodiendo el saludo.
—Bien, aunque podría estar mejor, me toca clases con ese curso, ya sabes.—Dijo haciendo referencia a un curso el cual era un problema para todos los profesores del recinto que les daban clases.
—Uff, suerte con ellos, espera... ¿Hoy es jueves?—Preguntó con algo de nervios.
—Así es.—Afirmó.
—Diablos, me toca con ellos a la quinta hora.—Suspiró rendido.
—Uff, última hora, estás jodido. Trataré de dejártelos cansados, me toca con ellos a la cuarta hora.
—Gracias.
—No agradezcas, ¿Qué te parece si después de clases vamos a tomar una cerveza para sacarnos la tensión y el estrés que nos causan esos mocosos?—Invitó, el pelinegro.
Las alarmas de BeomGyu se encendieron. Temía que pudiera intentar llegar más lejos, pero cayó en cuenta de que las probabilidades de que SooBin fuera gay, eran mínimas.
—Me parece genial.—Sonrió.—No veo la hora de que acabe el año y dejarles el problema a los de las universidades.
—Lo mismo quiero, pero los que van a quedar repitiendo...—Suspiró.—Me duele la cabeza de solo pensarlo.
—Bueno, no tenemos más opción, vamos que las clases están por empezar.—Recordó el Choi menor.
El contrario asintió y cada quien fue a hacer sus respectivas clases.
El día se pasó rápidamente, antes de darse cuenta, ya era el recreo antes de la última clase. Fue a la sala de profesores, deseando que el tiempo se detuviera, al entrar vio a SooBin, se veía realmente agotado y algo ido.
—¿Cómo te fue con los mocosos?
—Un desastre. No logré hacer que anotaran una sola palabra en sus cuadernos. Ahora siento que la cabeza me va a estallar, además solo gritaban algo de que luego les tocaba con el "profesor pasivo". ¿Acaso logras conservar la calma con ellos?
—Claro que no, casi que les grito para que se callen.—BeomGyu procesó unos momentos, ¿Habrían descubierto que era gay? Lo dudaba, estaba seguro que en ningún momento había dado ni la menor señal acerca de su orientación sexual.
—Bueno, es lo que hay.—Suspiró SooBin.—Dime, eres joven y buen mozo.—Sonrió el pelinegro, causando que las alertas de Beom se reactivaran.—Apuesto lo que sea a que tienes una hermosa esposa esperándote en tu casa, ¿Me equivoco?
—La verdad, sí, te equivocas.—Lo miró Beom.—Yo hace más o menos tres meses dejé de creer que el amor es necesario, incluso su existencia es absurda...—Iba a continuar pero por desgracia, sonó el timbre para seguir con las clases.
—Bueno, después me seguirás contando.—Remedió SooBin, fascinado con lo que decía el más joven.
—Sí, después.—Luego de eso se dirigió al problemático salón que lo aguardaba.
Al llegar, todo empezó como un auténtico caos. Lápices, estuches y hasta cuadernos volaban por la sala.
—¡Orden!—Gritó, sin siquiera saludar aún y para su sorpresa, el aula entera quedó en un silencio total.
Sorprendido, retomó la compostura.
—Buenos días.—Saludó.
—Buenos días, profesor BeomGyu.—Saludó el grupo al unísono.
—Tomen asiento.—Ordenó, recibiendo como respuesta, una acción.
Comenzó a explicar su tema, sorprendido ante el buen comportamiento de los estudiantes.
—Y bueno, ¿Alguien tiene dudas?—Vio a alguien alzar la mano.—Diga, Kim.
—¿Usted es gay, profesor?—Preguntó una chica castaña.
—¿Eh? Eso es personal, señorita.—Dijo con un sonrojo tiñéndole las mejillas.
—¿Saldría con el profesor SooBin?—Indagó esta vez un chico rubio.
—No, no lo haría. ¿Por qué esas preguntas raras?—Regañó Choi.
—Se ven bien juntos, serían una buena pareja.—Explicó una chica menuda, recibiendo un asentimiento por parte del curso.
—¿Disculpen? ¿Acaso crean parejas entre los docentes?—Preguntó atónito.
—Así es.—Afirmó un pelirrojo.—Y apuesto 20,000 wons a que usted es el pasivo.
—Ya basta de esta conversación, es completamente inadecuada.—Estaba a punto de seguir regañándolos pero sonó el timbre, y con eso, los estudiantes se fueron como una estampida.
Suspiró y se dirigió a la sala de profesores, encontrándose con SooBin.
—Hey, BeomGyu.—Saludó.—No te ves tan mal.
—No te imaginarás lo que hablaron los mocosos.
—Podrías contarme camino al bar.—Sugirió el alto.
—Está bien, vamos.—Suspiró BeomGyu y tomó sus cosas, para luego comenzar a caminar.
Salieron del recinto y caminaron con tranquilidad en camino a un bar.
—¿Qué idioteces decían esos mocosos?
BeomGyu suspiró.
—Según ellos, haríamos una buena pareja. Pero...—Alargó la "e".—Tú no eres gay y yo no creo en el amor.
—Espera, ¿Eres gay?—Lo miró desconcertado.
—Sí.—Le devolvió la mirada.—¿De lo que te acabo de contar es lo único que rescataste?
—Bueno, puede ser. Otra cosa, corrijo, yo soy gay, creí que se me notaba.—Rió bajito.
—La verdad no.—Rió suavemente mientras sus alarmas se activaban.
Llegaron al bar y siguieron conversando el tema con unas copas.
—¿Sabes lo peor?—Preguntó el menor, recibiendo una negación.—En su relación imaginaria, yo soy el pasivo.
—Oh...—SooBin abrió su boca en sorpresa.—Por eso lo de "Profesor pasivo". Que tonto no haberlo notado.
—Aish, yo jamás en mi vida fui pasivo, que ridiculez.
—Entonces, ¿Qué tal si lo pruebas?—Dijo SooBin, abrazándolo por la cintura.—Podrías enamorarte de mí.
BeomGyu entró en pánico y apartó a SooBin de un brusco empujón.
—No. Yo jamás, en lo que me quede de vida, me volveré a enamorar. Tal sentimiento ya no existe para mí.
—¿Estás seguro?—Preguntó.—Muchas veces solo crees algo por alguna razón absurda.
—¿Razón absurda?—Beom rió sarcásticamente.—¿Te parece absurdo no creer en el amor luego de que las más de diez parejas que tuviste te engañaran? ¿Te parece absurdo no creer en el amor luego de que tu última pareja te haya engañado luego de pedirte matrimonio? ¿¡Te parece absurdo no creer en el amor luego de que te engañen en la cara y aún así elijan a la otra persona porque es más joven y mucho más lindo que tú!?
—La verdad, me parece triste y algo absurdo. Sufrir por esa gente es lo tonto. Si no te supieron valorar, thank you, next. Así de sencillo. Y bueno, no niego que lo que me contaste es triste. Pero te aseguro que no soy así.
—Sí, bueno, te cuidas.—Dijo, levantándose de mala gana.—Nos vemos en el colegio mañana, supongo.
Se dio media vuelta y fue a su casa. La verdad soltar todo le había hecho sentir bien, pero algo no le cuadraba. Le dolía estar lejos de SooBin.
Unas semanas pasaron desde lo sucedido y evitaba lo más posible a SooBin. La verdad quería hablarle pero su orgullo era mayor.
Otra vez tenía clase con ese curso problemático. Entró en el aula y trató de mantener el orden.
—¿Qué pasó con el profesor SooBin?—Preguntó una chica de cabellos avellana.
—¿Acaso lo dejó en abstinencia? Se ve triste.—Rió un alumno de piel bronceada.
—No les incumbe, ni siquiera somos pareja.—Espetó Beomgyu.
—Diga lo que quiera, profesor, todos sabemos que terminarán juntos algún día.—Sentenció otro joven.
—¡Silencio! ¡Déjenme seguir con mi clase!
Luego de esa tediosa hora, salió de aquel salón que tanto odiaba, topándose con el profesor que menos quería ver.
—BeomGyu, que bueno que te encuentro.
—¿Qué desea, profesor Choi?—Dijo distante.
—Quiero disculparme por lo que pasó en el bar. De verdad. Lo que no me arrepiento es de la... ¿Declaración? ¿Se le puede decir así?—SooBin suspiró.—En serio me interesas. Me gustas por decirlo así. Quiero que me permitas enamorarte como se debe. Un amor a la antigua, citas, cartas, flores. Nada de las mamadas de los chicos de hoy. Cero mensajes por teléfono, videollamadas o gifs. Solo nosotros y el plan que haya por delante.
BeomGyu estaba sorprendido. No sabía que responder. No. Sí sabía. Y lo iba a hacer.
—Está bien. Te daré dos meses. Buena suerte, SooBinnie~.—Sonrió dejando un beso en su mejilla para luego irse caminando con una sonrisa.
Innegablemente tenía una atracción por el pelinegro, y no le negaría esa oportunidad.
SooBin no perdió tiempo, en el primer mes habían tenido ocho citas, cada una más bonita que la anterior.
Películas, helados, caminatas por parques, parques de diversiones, cenas, pijamadas y cuanto más pudieras imaginar.
BeomGyu mentiría si dijera que no se había enamorado de SooBin. El mayor lo trataba con mucho cariño y amor. Sin poder evitarlo su lado necesitado de amor y cariño había vuelto, y ahora le pertenecía por completo a SooBin.
El segundo mes estaba por finalizar, y SooBin quería cerrarlo con broche de oro. Le dejó una carta a BeomGyu encima de su mochila y como sus clases del día habían terminado, se fue a preparar.
Cuando BeomGyu terminó de trabajar, fue por sus cosas y vio la carta. En la cual se leía:
"Hola, Beomy. Ya sabrás quien soy. Hoy quiero darte algo especial. Nos vemos en el restaurante ***** a las ocho. Sé puntual, te estaré esperando. -SooBin♡."
BeomGyu sonrió y guardó la carta en su mochila. Revisó la hora, cuatro con treinta y tres de la tarde. Tenía tiempo. No tardó y fue rápidamente a su casa.
Se duchó y se encargó de que su cabello quedara bien perfumado. Se vistió semi elegante, a juzgar por el restaurante, SooBin lo querría bonito. Se peinó y perfumó para luego revisar la hora. El reloj marcaba las siete con cuarenta y cinco.
Salió de la casa y tomó rumbo al restaurante, el cual no era lejano a su casa. A un paso tranquilo y cómodo, llegó al lugar cinco minutos antes. Logró divisar al Choi mayor y le hizo una seña con la mano.
—¡Beomy, hola! Te ves bellísimo.—Halagó el más alto.
—Hola, Binnie. Tú también te ves guapo.—Sonrió con un sonrojo.
—Gracias, ¿Vamos adentro?—Preguntó mientras ofrecía su brazo al menor.
BeomGyu lo tomó gustoso y entraron en el local. SooBin habló con el recepcionista, quien los guió hasta su mesa.
El pelinegro le abrió caballerosamente la silla al castaño, sonriéndole en el acto, para luego tomar asiento en la silla restante.
La velada fue muy tranquila, y por primera vez, BeomGyu no fue regañado por lo que ordenó. Eso fue nuevo para él, sus anteriores parejas lo regañaban pues decían que subiría de peso y se vería feo. Pero SooBin era todo lo contrario.
—¿Tan poco vas a comer? Vas a quedar con hambre.—Puchereó.
—Pero si como más, subiré de peso y me veré mal.
—Mentiras, tú eres muy delgado, y en el peor de los casos, engordaremos juntos, ¿Te parece?
—Me parece.—Sonrió BeomGyu, sintiéndose bien consigo mismo.
Una vez acabaron de cenar, pagaron y se retiraron. SooBin llevó a Beom hasta su casa y lo detuvo antes de que entrara.
—BeomGyu, he estado estos dos meses haciendo todo lo que mereces en un intento de conquistarte, y como este último mes está por acabar, quería saber tu decisión.—Lo miró a los ojos.—¿Tú quieres ser mi novio?
BeomGyu sonrió, como había esperado esa pregunta. Espera, ¿Esperado la pregunta? Él la pudo haber hecho, no era el tipo de chico que esperaba que le preguntaran, él preguntaba. ¿Lo habían pasiveado? Efectivamente, y no le molestaba en lo absoluto.
—Sí, sí quiero, SooBinnie~.—Lo abrazó por el cuello para besarlo.
El beso fue rápidamente correspondido, el mayor abrazándolo por la cintura. Cuando se separaron se miraron a los ojos, esos eran sus lugares, en los brazos del contrario.
—No pensé que me aceptarías.—Confesó SooBin.
—¿Por qué?—Consultó confundido.
—Porque parecías un anti-romántico.—Explicó.
BeomGyu soltó una risita.
—Creo que lo era. Pero, gracias a ti, ya no.—Sonrió y lo volvió a besar.
Contar lo que pasó en los meses posteriores sería mucho. Pero fueron los mejores meses para ellos.
Hasta el día que SooBin le pidió matrimonio. BeomGyu no dudó en aceptar.
Se casaron y formaron una hermosa familia con dos pequeños, un niño y una niña, KiHyung y SuYeon respectivamente.
Un día a los pequeños se les ocurrió preguntar como sus papás se conocieron y SooBin no tuvo mejor idea de como empezar.
—Verán, mis amores, todo comenzó cuando su papá Beom era todo un anti-romántico.
✿ En donde BeomGyu ya no cree en el amor luego de su última relación. ✿
¿Qué les pareció el primer one shot? Espero que les guste, y aviso que aceptaré pedidos, pueden dejarlos al final de cada shot, igual se los agradecería para no tener las historias abandonadas jsjsjs.
Eso sería todo, recuerden lavarse las manos y tomar awita uwu.
-Hyxnꨄ︎.
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