🌸Seis

Jimin no podía pegar el ojo, se movía incómodo en  la cama de un lado para el otro tratando de conseguir un poco del sueño reparador o tan siquiera un poco de relajación o un poco de estabilidad mental.

Pero simplemente no podía su mente estaba tan saturada de muchas cosas de tantos pensamientos de tantas palabras que dijo y que aún faltaban por decirle al Alfa. Se hizo un ovillo en la cama y cerró fuertemente sus ojos pero finalmente tuvo que desistir porque sinceramente no podía.

Había algo que le hacía falta para poder dormir bien y es que eso jamás le había pasado antes.

Antes de que el alfa llegar a su casa el podía dormir tranquilamente sin ningún pensamiento que lo atormentase,  sin ningún remordimiento que lo persiguiera durante toda la noche sin ninguna aflicción en su corta vida y sin ninguna opresión en su pecho que le hiciera doler demasiado y no físicamente. 

Podía soportar estar lejos del Alfa porque al menos no tenía la tentación y su lobo no se alteraba tanto, pero con el Alfa cerca era otra cosa.

Mentalmente se estaba agotando y  su lobito se daba falsas esperanzas de ser el Omega de aquel Alfa.

Las lágrimas no tardaron en aparecer,  debía ser fuerte no podía derrumbarse.

Podía sentir a la distancia al Lobo de su Alfa llamarlo con insistencia y al propio Alfa preocupado por medio del lazo que compartían.

Antes de dormir se tomó casi media caja de supresores del celo, no quería que se le adelantase de nuevo y volvieran a caer en aquel error y menos en su casa con sus padres y su primo ahí.

Quizá también por ello no podía conciliar el sueño,  por tanto medicamento. 

Aún así estaba desesperado.

Además, su mente lo atormentaba horrible haciéndolo imaginar al Alfa en la habitación de al lado con su primo.

¿Qué estarán haciendo? ¿Estarán dormidos ya? ¿Se besaron antes de dormir? ¿Yoongi lo había tocado? Es más ¿Lo tocará como lo ha tocado a él? ¿Con aquellas caricias suaves, con aquellas manos tan delicadas y suaves que lograron erizar cada parte de su piel...? ¿Cómo lo besara? ¿Lo besará como lo besaba a él? ¿Cómo aquel beso de hace rato? ¿Delicado y dulce como la miel y sofocante como el océano?

     —¡Aaaahhhghgg Mierda! ¡No, no no! ¡Ya basta Park Jimin! ¿Por qué? ¿Por qué me atormento así? ¿Por qué me hago esto? Ya... ya no.

Se levantó de la cama y arrojó con furia las sábanas al piso mientras limpiaba sus  lágrimas.

Se dirigió al baño de su habitación y encendió la luz, luego abrió el grifo y se mojó el rostro con agua fría. Necesitaba despejarse.

Su lobito le rasguñaba desde el interior pidiendo a gritos a su Alfa, quería dormir al lado de su Alfa.

Suspiró resignado y volvió a su cama, en cuanto puso un pie fuera del baño y caminó hasta ella oyó un suave murmullo afuera y de inmediato reconoció el suave y sutil aroma del Alfa.

Como un loco desquiciado tomó lo primero que vio y salió con sigilo de su habitación aferrando fuerte su Almohada. 

Así fue que esa noche acabó durmiendo como un bebé abrazado a  su Almohada aspirando el aroma delicioso de su Alfa y su lobo ronroneaba gustoso cual gato.

     —¿Estás Bien Mimi? Has estado tan  callado desde que saliste de la práctica de hoy.

Un pelinegro de ojos  grandes brillantes lo escaneaba detenidamente.

     —¿Mimi?

Jimin tuvo que parpadear un par de veces para poder reaccionar como era debido, su cerebro parecía haber entrado en algún tipo de rescesión porque no andaba funcionando correctamente. 

     —Oh, emm si Kook es sólo que no he dormido lo suficiente.

Y eso era verdad,  los días habían pasado y Jimin trataba la manera de volver muy tarde a casa ya cuando Hoseok y Yoongi estaban en su habitación así no los veía y aunque sentía que era algo maleducado al hacer eso ya que su primo estaba de visita por él,  no quería tener encuentros con Yoongi de ningún tipo.

Aunque siempre resultaba mal porque Jimin no podía dormir bien y pasaba largas horas en vela hasta que Yoongi sentía su malestar por medio de su lazo y salía en la madrugada, se colocaba afuera de la habitación de Jimin y éste salía con su  almohada en mano.

No hablaban,  solamente cruzaban miradas cargadas de dolor, de amor amortiguado  y Yoongi simple tomaba la almohada y la impregnaba con su aroma y se retiraba en silencio callando los gritos de  su lobo interior y sólo así Jimin podía dormir tranquilamente.

Pero eso debía parar porque el castaño estaba seguro que sufriría más cuando Yoongi se fuera de Francia,  no debía acostumbrarse a dormir con su aroma.

No tenía que acostumbrarse.

     —Más de lo que ya  estoy... —Susurró bajito.

     —¿Que estás qué? Mimi, me preocupas sabes, has pasado días extraño y retraído ¿Todo bien en casa?

Jimin asintió bebiendo de su té de manzanilla que había pedido. Él y  Jungkook habían ido a beber algo al café que estaba cerca del Teatro.

     —Estoy bien Kookie, no te preocupes es el estrés de la próxima presentación, los ensayos y todo eso. Estaré bien.

Jungkook tomó su mano por sobre la mesa y la entrelazó con la suya.

     —No Mimi díme la verdad ¿Es por ese Alfa cierto?

Jimin tensó un poco su cuerpo, sus hombros se echaron para atrás y apretó un poco sus manos haciendo notar a Jungkook que  no se había equivocado.

     —Jungkook y-yo... no volví a estar con él lo juro. —Titubeo un poco al hablar.

Para él era importante que Jungkook confiara en él.

Más allá de aquel beso en su habitación y de que cada noche su aroma quedaba impregnado en su almohada no había pasado nada de lo que Jungkook debiera preocuparse.

O eso quería Jimin creer.

     —No te juzgo Jiminshi,  pero es que...traes su aroma desde hace tres días seguidos. 

Jimin se puso frío en ese instante, y soltó la mano de Jungkook con algo de pena. Sus dedos comenzaron a jugar nerviosos.

     —P-pero eso es porque... está quedándose en casa su Aroma está por todos lados. Te juro Kookie que yo...

     —Lo sé Jimin lo entiendo, entiendo todo completamente.  No te pongas así. Mejor vamos al cine, ¿paso por ti a las ocho?

Jimin asintió no muy convencido porque sinceramente no tenía ánimos de salir pero todo sea por estar lo más alejado de Yoongi posible.

     —Te veré más tarde Kookie.

El azabache asintió contento y después de acabar su bebida ambos salieron, Jungkook aún debía ir a un ensayo más y después a casa arreglarse para el cine.

Jimin por su parte se despidió de él, ya no tenia más ensayo por el momento. Entonces se dirigió a su casa.

En el camino no dejó de sentirse desesperado. 

Al entrar pudo oír voces alegres adentro, soltó algo de aire y abrió despacio.

Las voces se apagaron en cuanto él entró.

Hobi estaba subido a una pequeña escalerilla de metal mientras Yoongi lo sostenía y ambos sonreían porque Hoseok se tambaleaba, la madre de Jimin le extendía una mano con una bombilla.

     —Buenas tardes.  —Murmuró al pasar a su lado.

     —¡Jiminie! Que bien que estas aquí.

     —Has venido temprano cariño que bueno. ¿Cómo te fue?

     —Hola Minie.

De todo lo que le hablaron en cuanto entró Jimin solamente prestó atención al "Hola Minie" de Min Yoongi. 

Sus mejillas coloreadas de rojo delataron un poco su timidez y un poco de algo más quizá. Porque su lobo movió feliz la colita por el hecho de que el Alfa lo había visto y saludado.

     —Si, acabó el ensayo temprano mami, Hola Hobi y Yoongi.  —Respondió mecánicamente.

Cuando Hobi colocó bien el bombillo se dejó caer en los brazos del Alfa quien  lo sostenía de la cintura para que no cayera.

Ante eso a Jimin le agarro un repentino ataque de celos que hizo gruñir a su lobo y que disimuló muy bien con un estornudo.

     —¿No te estarás resfriando hijo? Te veo muy acalorado y rojito  ¿No traes demasiada ropa encima?

La madre de Jimin le comenzó a arrancar la bufanda a lo cual Jimin se alarmó un poco aferrándose a ella.

     —¡Noo! E-es decir.. estoy bien mami es el frío de la calle.

Al parecer Yoongi también se alteró porque casi deja caer a Hobi. Prefirió mejor dejarlo firme sobre el piso y soltarlo.

     —Como sea, traes demasiado, pero no te diré más. ¿Iras a cenar con nosotros? Hobi quiere ir a comer y ascender a la Torre Eifel.

      —¡Si vamos Jiminie! Estos días has estado muy ocupado y casi no hemos salido contigo.  Mira que casi acaba mi luna de miel y vuelvo al trabajo. —Hoseok hizo un puchero con sus labios.

     —Ay y-yo emm no puedo quedé de ir al cine con Kookie. —Respondió.

Inevitablemente los ojos del Alfa taladraron fijos en él, el ámbar se oscureció aún más y Jimin sintió algo de incomodidad.

     —Es una lástima. —Se quejó su madre.

     —Esta bien pero mañana por la noche si harás tiempo para nosotros ¿Verdad? —Insistió Hobi. 

Jimin acabó por desordenar su cabello y apretar su labio inferior mientras asentía.

Fue directo hasta su habitación pero sentía perfectamente la mirada de Yoongi en su espalda.

A veces sentía que la situación lo superaba.

Prefirió enfocar esa noche en su cita con Jungkook y nada más ignorando a su lobo como siempre.

Así que se metió de inmediato a la ducha y se arregló muy bonito para ver a su novio y cuarto para las ocho ya estaba listo en espera de Jungkook.

A las ocho el timbre sonó y su corazón casi se le sale del pecho Jungkook nunca tocaba el timbre simplemente avisaba que estaba abajo.

Así que casi salió desbocado de su habitación para ir a abrir la puerta.

Demasiado tarde.

Jungkook saludaba haciendo una reverencia mientras que Yoongi le tendía una mano.

≫────°❅•𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓•❅°────≪

El chico era bastante alto y muy agradable pero a Yoongi le parecía infantil y poco agraciado para Jimin.

¿Qué le había visto de bueno?

Negó mientras trataba de espantar los horribles celos que lo carcomian por dentro.

La madre de Jimin estaba ocupada dándose un último retoque y él se había quedado sólo en la sala esperando a Hobi y a su tía cuando el timbre sonó.

No esperaba conocer al novio de Jimin,  de su Jiminie.

     —Soy Jeon Jungkook.  —Habló el azabache.

Jungkook no había sido torpe, tampoco se había olvidado de que no tocaba el timbre y sólo pasaba al interior de la casa en ocasiones especiales. Jungkook sólo quería conocer al Alfa que le había robado el brillo especial de los ojos del Omega que él pretendía.

Porque Jungkook sabía perfectamente que ya no brillaban para  él. Ni por él.

     —Min Yoongi.  —Respondió secamente pero sin ser tan rudo.

Ambos  quedaron viéndose fijamente en un incómodo silencio hasta que Jimin se acercó. Cuanto antes sacase a Jungkook de ahí mucho mejor.

     —Vamos Kookie.  —Habló muy bajo, tan bajo que a penas se escuchó pero aun así El lobo de Yoongi Alzó las orejas.

Jungkook no dejaba de fulminar con la mirada a Yoongi y éste igual. 

Yoongi vio como el brazo de Jimin agarró al azabache para hacerlo caminar.

     —¡Jungkookie querido!

Jimin soltó un jadeo de frustración cuando su madre bajó rápidamente las escaleras y Rodeó al chico por el cuello para darle un abrazo.

     —Hola señora Park es un gusto verla. —Hizo de nuevo una reverencia.

     —Hace tiempo no vienes ¿Has estado bien?

     —Si, con mucho por ensayar ya el sábado es la presentación ¿Irá verdad?

     —Por supuesto,  iremos todos. —Respondió la mujer.

Yoongi miraba con intriga a los dos pero a veces sus ojos enfocaban a un Jimin cabizbajo que casi deseaba esconderse o desaparecer. 

Sintió pena por él pero más que eso, en ese momento solo sentía celos de Jungkook y la relación tan estrecha que parecía tener con la señora Park.

     —¿T-todos? —Preguntó un Jimin tembloroso levantando el rostro.

Al parecer el pequeño Omega no sabía que su  madre había comprado boletos para todos. Y Yoongi no Refutó cuando Hobi le dijo que irían a ver el recital de Jimin, es más se sintió feliz porque muy a sus adentros deseaba ver al castaño en acción sobre un escenario.

Quizá sería uno de los bellos recuerdos que se llevaría de él.

     —Si cariño todos, Hobi y Yoongi están entusiasmados con la idea. ¿No es así Yoongi querido?

     —Si por supuesto Seonmi.

Jimin volvió a abrir la boca impresionado.

El no sabía que Yoongi y ella ya se trataban sin formalidades.

     —Bueno es un placer verla de nuevo señora Park. —Jungkook omitió el desagrado que sintió de saber la confianza que había entre aquel Alfa y la mujer que era su suegra. —Pero le prometí una velada muy especial a Jimin así que nos veremos el sábado.

La mujer asintió y se despidió de Jungkook pero algo nuevo llamó su atención, un Omega que bajaba en dirección a ellos con su vestimenta pulcra y su cabello perfecto y una gran sonrisa.

     —¿Tú eres Jungkook?

El azabache asintió.

     —¡Por fin! Tenía ganas de conocer al novio de Minnie.

     —El placer es mío. —Respondió Jungkook.

Yoongi volvió la vista hasta Jimin quien parecía estar más incómodo que antes.

Disimuladamente soltó un poco de feromonas para la tranquilidad del Omega y le transfirió por medio del lazo un poco de seguridad.

Jimin agradeció aquello con una medio sonrisa de labios cerrados.

Yoongi quería alcanzarlo y apretarlo en sus brazos hasta que sintiera su cuerpo relajado, quería decirle que todo estaba bien,  quería hacerle saber que estaría siempre ahí más eso seria una vil mentira porque eso no sería así.

Los ojos del Omega por un instante se quedaron perdidos en los del Alfa.

Jimin también quería correr hacia él.

Min Yoongi no pudo evitar suspirar y perderse de nuevo en aquel mar color del  jade tan precioso que lo arrastraba en una especie de turbulencia sin final.

Era hermoso era tan perfecto era tan sublime verlo ahí parado tan tímido y asustado que solo quería abrazarlo solo quería decirle lo mucho que sentía por él, solo quería decirle que lo amaba con locura y como nadie.

Pero eso no se le iba  ser  permitido era como un castigo como una condena de algo que él jamás iba a terminar de pagar incluso si le condenaban a cadena perpetua seguiría penando por el  amor de ese Omega.

Si tan siquiera tuviera la oportunidad...

      —¿Entonces mañana a las nueve? Hace tiempo que no voy a un Club a bailar...

La voz de Hoseok lo atrajo de vuelta a la realidad.

¿Un qué?

     —Pero...Kookie ¿Estás seguro?

     —No beberemos Jiminie si eso te preocupa.

El azabache sonrió a Jimin para calmar sus ánimos.

Yoongi se dio topes mentales en la frente, estaba tan perdido en Jimin que no supo a que hora se había quedado en una salida. Estaba seguro de que eso no era algo que Jimin quisera y no estuvo atento para intervenir.

     —Bien, hasta mañana. —Se despidió Jungkook de Hobi. —Adiós Min.

Yoongi sólo sacudió la cabeza a manera de despedida.

Vio con pesar como el Omega se iba del brazo con aquel Alfa y de nuevo su lobo Chilló.

Cabe resaltar que la noche para él no fue la mejor, estaba tan perdido en sus pensamientos que no disfrutó nada, solo pensaba en Jimin en sí Jungkook lo trataba bien en sí era caballeroso ¿Le abriría la puerta del auto? ¿Le tomaría de la mano? ¿Le diría lo hermoso que se ve?

Cuando volvió a casa Hobi cayó rendido de inmediato y él pudo verificar que Jimin no había llegado aún porque no había aroma a Melocotón ni Margaritas. 

No podía dormir así que no dudó en bajar a la sala a ver la TV. El señor Park tenía buenos canales de deportes.

Cuando sintió que se había relajado por completo y estaba decidido a subir a dormir oyó la manija de la puerta ser girada lentamente.

De inmediato divisó la pequeña sombra que entró y caminó hasta estar cerca.

Jimin olía al Alfa que lo había llevado al cine.

Su lobo Gruñó con furia y él también no resistió las ganas de arrancar cada una de aquellas prendas y quemarlas con gasolina e impregnar a su Omega de su propio aroma.

Su necesidad de recalcar que ese Omega era suyo nació desde lo más primitivo de su ser, porque lo tomó de la cintura y lo dejó caer sobre el sofá apresandolo con su cuerpo y buscando su marca ya curada y mordiendo sobre la piel arrancado de Jimin un jadeo ahogado que acalló luego con un beso tan profundo como un abismo sin fin.

     —Y-yoongi

El pelinegro ignoró la suplica que iba cargada de deseo por parte del Omega.

Despegó sus labios para volverlos a pasar por todo el cuello de Jimin dejando una muy potente marca de aroma que al Omega le sería difícil de quitar.

     —Yoongi... Y-yoongi detente.

Pero las manos del Omega le dejaban claro que no deseaba más que sentir  más de él porque no lo soltaba, lo tenía firme del cabello.

     —Odie verte con él Jimin, lo odié como no tienes idea...

     —Y-yoonie...

     —Jiminie,  Jiminie no lo soporto más , me muero cada día al verte de de lejos.

     —¡Yoongi!

La voz susurrante de Jimin era una mezcla entre dolor y deseo por el Alfa, un clamor amargo que calaba profundo en el pecho de Yoongi.

El Alfa no detenía sus besos intensos sobre el rostro hermoso de Jimin,  su cuello etéreo y sus clavículas.

Yoongi no debía caer, no debía ser débil pero estar por muchos días luchando le pasaban factura. El aroma de Jimin lo tenía flotando.

     —Minnie oh Minnie, por favor diles, dile a él que somos Alfa y Omega elegidos por el destino.  —Yoongi acariciaba y besaba con demasiada pasión que Jimin comenzó a temblar. —Dile, por favor...dile que me amas y que te amo.. vamonos juntos cariño, que no te importe nadie más que tú y yo. Déjame decirle la verdad, yo estaré contigo, seremos dos contra el mundo si es necesario pero no me hagas esto... no puedo más Jimin no p-puedo...

Yoongi dejó de besarlo y comenzó a llorar, jamás había llorado. Nunca antes se había sentido tan desesperado.

Estaba perdido y muy agotado de todo eso.

Solo quería amar a ese dulce Omega libremente. 

Jimin al sentir el llanto acallado del Alfa también soltó en llanto igual de silencioso y doloroso.

     —Yoongi,  Yoongi yo...

     —Minnie precioso, te necesito

     —Yoongi, Yoongi

     —¡Jiminie por favor!

     —Yoon, Yoonie yo... no, no puedo  t-tengo miedo. —Susurró.

El cuerpo del Alfa dejó de ser pesado y Jimin se dio cuenta de que Yoongi se había levantado.

     —Yoongi.

     —Está bien Jiminie,  está bien.  Sólo... sólo fui débil.

Jimin solo pudo ver como la sombra de Yoongi se perdía por algún lugar de la casa.

No pudo evitar llorar desconsolado en aquel sofá.

Que difícil era todo.

Si él tuviera el valor de enfrentar a Hobi,  a sus padres y a todos y decirles que era el Omega de Yoongi y que ya llevaba su marca, en lugar de estar llorando estaría feliz amando a su Alfa.

Pero él no era tan fuerte y tenía miedo.

Miedo de perder a su primo y que su familia le diera la espalda.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top