Las cosas habían sucedido así de rápido. Después de su presentación en el teatro y de que se fugara con su Alfa las cosas comenzaron a tomar su curso por sí solas.

Los padres de Jimin se habían sentado a hablar con la pareja y ellos les explicaron despacio como había sucedido todo y que en ningún momento sus intenciones eran herir a nadie.

Ambos tenían miedo al principio de la reacción de Hoseok pero luego de enterarse de que él también les había estado mintiendo ese miedo se había esfumado dándole paso al valor para defender lo suyo.

Los padres de Jimin entendieron a la perfección la situación y ambos apoyaban tanto a Jimin como a Yoongi. 

Esa noche despues de la partida de Hoseok finalmente Jimin pudo dormir como lo merecía de verdad, abrazado a su Alfa, con los brazos de su Alfa acunandolo delicadamente, aspirando su aroma relajante y suspirando más enamorado y más feliz que nunca.

La voz de Yoongi lo arrullo toda la noche murmurando cosas bonitas hasta que se quedó profundamente dormido.

Despertó tan radiantes de felicidad y sonrió con emoción al ver a su lado a su Alfa aún dormido.

Definitivamente la madre Luna era buena con él después de todo.

Le había jugado una mala pasada que Definitivamente sería una anécdota para toda la vida pero había conocido al amor de su vida, una nueva ilusión en su mundo. Ahora su vida se pintaba de colorcitos bonitos otra vez.

Aunque no todo había sido miel sobre hojuelas  a partir de ese día.

Tan pronto como Hobi había vuelto a Corea su madre recibió miles de llamadas y mensajes de su hermana reclamando lo que había pasado y exponiendo a Jimin como un caza fortunas, roba maridos y de prostituto no lo bajó.

Pero Seonmi defendió a Jimin a capa y espada y no lo dejó en ningún momento y Jimin agradeció mucho eso a su madre.

El día Lunes cuando ya todos habían vuelto a sus respectivos trabajos Jimin se llevó una enorme sorpresa al ver las maletas de Yoongi hechas en la habitación.

Dudoso camino hasta estar cerca y el sonido de la puerta del baño lo hizo voltear a ver. Era su Alfa, parado en el umbral mirándolo fijamente con su rostro un poco más serio de lo normal.

     —Buenos días Yoon ¿Está todo en orden? Tu equipaje...

Jimin señaló las maletas cerca de la puerta.

El Alfa pelinegro caminó  lentamente hasta estar cerca de él y con una mano lo ayudó a colocarse frente a él y la otra le apartó su cabello de la frente.

     —Debo volver a Seúl mi bonito. —Fue la respuesta a las incógnitas de Jimin.

Su rostro se contrajo un poco y su ceño se frunció porque evidentemente se había decepcionado un poco. Ya se había acostumbrado a la presencia del Alfa ahí en su casa.

     —¿A-a Seúl? —Preguntó. —Pero ahí está Hobi...

Eso último solo fue un susurro que Yoongi oyó perfectamente dejándole saber cuan inseguro se sentiría su lindo Omega si él volvía a su país Natal en Corea porque efectivamente ahí estaría Hoseok y toda su familia con la cual debía enfrenarse junto a su abogado para que su aún esposo firmara el divorcio. 

Aunque de eso no había mucho problema.  Sabía que Hoseok se negaría a firmar pero él tenía todo bajo control.

     —No cielo no te pongas así. Escucha primero lo que voy a decirte.

Jimin hizo un tierno puchero en sus labios y asintió tomando asiento en el borde de la cama.

     —Voy a volver a Corea porque en Seúl está la sede de mi empresa, empresa que dirijo en compañía de mi hermana creo que la conoces.

El rubio asintió lentamente teniendo el vago recuerdo de la hermana de Yoongi.

     —Bien, entonces solo debo arreglar unos asuntos con ella sobre  la empresa y tengo planeado volver contigo ¿Comprendes?

Los ojos tan expresivos de Jimin ahora volvían a brillar de la felicidad.

     —¿Entonces volverás a París? —Preguntó con su voz evidentemente muy emocionada.

     —Si bonito voy a regresar, ahora que puedo estar a tu lado nada me hará cambiar de opinión Jimin, Park Jimin... —El rostro y semblante de Yoongi cabio de pronto de uno dulce a uno serio. —Te amo y no voy a soltarte jamás.

Las mejillas del Omega se
ruborizaron completamente, Yoongi adoraba verlo así porque se veía totalmente adorable. No pudo evitar pasar los lugares por las mejillas de Jimin.

     —Está bien Yoonie también te amo y esperaré a que vuelvas lo prometo.

Jimin se levantó para poder abrazar a su Alfa quien lo rodeó de la cintura y lo pegó a su cuerpo y devolvió el abrazo con mucha fuerza y mucha emoción.

Después de eso Jimin acompañó a Yoongi hasta el aereopuerto donde se volvieron a despedir con la promesa de encontrase de nuevo.

Jimin miro como el avión se llevaba al amor de su vida deseando que los días pasaran rápidamente para ellos.

Volvió a casa con el fuerte aroma de Yoongi en su cardigan café y sonrió enamorado.

Debía ser paciente porque sabía que su Alfa tenía una pelea por ganar y  le mandaría todas sus fuerzas para apoyarlo.

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Era ya martes por la noche y Yoongi terminaba una de sus últimas reuniones en Seúl antes de volver a Francia.

Había arreglado muy bien todo junto con su madre y su hermana quienes después de varias horas comprendieron la situación en la que se encontraba Yoongi y lo apoyaron también como la familia de Jimin había hecho.

Su Madre la señora Min  Sunee y su hermana Seulki lo estaban ayudando para que se pudiera trasladar cuanto antes con la nueva sede de la empresa allá en París.

Ya estaba casi todo arreglado y podría viajar de regreso a Francia al dia siguiente.

Tomó su saco y aflojó su corbata para poder salir finalmente de la empresa que quedaría a cargo de Seulki pero el sonido de la puerta le hizo saber que alguien había entrado y al sentir ese aroma a Vainilla y a cajeta inundar el lugar su lobo Chilló nervioso.

Ese no era el aroma de su Omega por lo tanto al lobo lo ponía inquieto y arisco.

Yoongi sintió como se fue a echar en un rincón sin tener la más mínima intención de prestar atención al Omega recién llegado.

     —Hoseok.  —Dijo a modo de saludo.

Uno muy serio y nada amigable.

Sin embargo,  la mirada de Hoseok era para nada sería ni de reproche.

     —Tan pronto dejé de ser Hobi para ti. —Habló sin interrogativa en su voz puesto que era muy obvio.

Yoongi dejó con suma lentitud el saco sobre su escritorio para luego volver la vista a Hoseok y a su reloj intercaladamente.

     —¿Se te ofrece algo? Creí dejar claro que todo lo relacionado contigo sería por medio de mi abogado.

Hoseok hizo un ruidito con su lengua ignorando las palabras de Yoongi.

     —¿Entonces vas a volver a París con él? —Preguntó de vuelta.

Yoongi quien comúnmente era duro y hasta cansino cuando estaba desesperado o algo no le gustaba solamente le dedicó una larga mirada silenciosa porque conocía muy bien a Hobi, lo conocía bastante y Hoseok a él.

Sabía que podía lograr sacar lo peor de él en un momento o con una sola palabra y su abogado le había advertido que se mantuviera al margen de las provocaciones ya que perder el control no le convenía en lo absoluto.

     —Si. —Respondió finalmente llevando ambas manos a sus bolsillos.

Hoseok movió la cabeza de manera afirmativa observando a su alrededor.

     —Yoongi yo de verdad necesito que hablemos. Antes que esto acabe definitivamente. 

Ahí estaba al fin la verdadera razón por la cual Hoseok había llegado sin gritos ni reclamos hasta él. Desde antes Yoongi sabía que eso pasaría.

Trataría de convencerlo.

     —Bien, yo no tengo nada que hablar pero te escucho.  —Respondió.

Hoseok se armó de valor para soltar todo lo que había ensayado antes de entrar al edificio.

     —Lo siento. —Aquella disculpa no causó absolutamente nada en Yoongi.  Ni malestar ni incomodidad ni bienestar.

Nada.

     —No fui un Omega honesto contigo, me dejé llevar por el miedo, te juro que Taehyung y yo no quisimos engañarte así como comprendo que mi primo y tu tampoco.  Todo fue al calor de la situación.

Yoongi Alzó una ceja, no había obviado la manera en que dijo "Primo" en lugar de "Jimin o Minnie" cosa que le hizo darse cuenta de que las palabras de Hoseok solamente eran eso, palabras vacías.

No sentía realmente nada de lo que decía.

     —Perdóname Yoon, dame una sola oportunidad yo te necesito te amo  hasta estoy dispuesto a darte cachorros ya si eso quieres pero por favor recapacita lo del divorcio.

Ahora si una sonrisa se encapó de los labios de Yoongi una suave y fina carcajada acompañada de una de sus  cejas alzadas. No lo podía creer.

Ese cinismo.

     —¿Si te estas escuchando si quiera Hoseok? Vienes y pides perdón en primera cuando no deberías ya que ambos actuamos de la misma manera, eso me demuestra lo dispuesto que estás a todo por que me quedé, y también me ofreces darme cachorros como si eso fuese un negocio, un intercambio bizarro,  mis cachorros por tu ego de quedarte conmigo.  ¿Qué clase de Omega ofrece eso a cambio de mijagas? Porque eso obtienes de tu negocio solo migajas porque yo  no te amo, sin embargo, te tengo aún algo de cariño quizá porque en un principio creí estar locamente enamorado de ti así que  o lo arruines,  no sepultes lo poco que queda de mi afecto por ti, este  cariño que con el tiempo se que se quedará ahí como un recuerdo agridulce.

Yoongi cortó un poco el espacio que lo separaba de Hoseok y puso su mano sobre el pecho del Omega.

     —Sé que tú no eres malo. —Prosiguió Yoongi.  —Sé que Jung Meena  te ha  corrompido y te manipuló tanto que creíste amarme pero no es así solo fue una atracción mutua, no era amor. Aún así dejaste de lado a alguien que realmente te amaba por tu capricho de estar conmigo no se si eres El villano o la víctima en todo pero no actúes como tal. Sólo se honesto por una vez en tu vida ¿Entiendes? O te vas a quedar sólo 

A este punto los ojos de Min Hoseok brillaban con un atisbo de llanto y dolor. Estaba siendo rechazado por segunda vez por su esposo.

     —L-lo marcaste y aún así me decías "No es el momento" —Finalmente Lloró.  —¡Me mentiste!

     —No me hagas quedar como el malo de todo por favor. —Se defendió Yoongi.  —¿Quieres que hablemos de mentiras? Está bien hablemos si quieres. Tú y yo comenzamos una relación y sin embargo te enredabas con Taehyung en mí cara ¿Por qué simplemente no me dejaste y Volviste con él si tanto lo deseabas aún? Lo Volviste todo tan complicado. Me enredaste en una absurda relación que no era ni tuya ni mía era de todo el mundo porque tu alma de celebrity boy no te dejaba tiempo a nuestra privacidad, cámaras por todos lados, blogs de nuestra vida privada, blogs de nuestros viajes, blogs de nuestras fiestas, fans de nuestra relación más que tuyos porque cada cosa nuestra era compartida con todo el mundo por más íntima que fuese y a ello sumale una boda de lujo de grandes proporciones que yo no desee y que te lo dejé muy en claro al inicio y   aún así decidiste hacer caso a Meena y gastar más de un millón de dólares en una boda donde de los más de 400 invitados solamente los míos eran mi madre y mi hermana y  mi primo Namjoon. ¿Te das cuenta?  Tú estabas enamorado de nuestra fama como pareja.

Hoseok seguía con sus ojos humedecidos.

     —Convertiste lo que hubiese sido el día más lindo a tu lado en un circo un evento de los cuales acostumbras solo para aparentar solo por complacer a tu madre. Y yo lo sabía, lo supe desde que comenzó y no te detuve porque te conozco y se que hubieses hecho un drama de proporciones magistrales, pero yo no estaba feliz para serte sincero. Desde ese día en la mañana supe que estaba mal, supe que no iba por el camino adecuado pero no tuve el coraje de decirlo y sé que es más mi culpa que tuya por dejar que llegase hasta ahí pero no tenía el valor de lastimarte si te negaba todos tus caprichos creyendo erróneamente que lo que sentías por mi era genuino,  y esto te va a doler mucho pero cuando conocí a Jimin fue todo lo contrario, porque sentía que todo con él estaba correcto a pesar de como sucedió, incluso cuando decidí marcarlo, incluso cuando decidí en ese Teatro arriesgarme por él  y  por mí, por lo que sentía, por mi mismo y por lo que deseaba en mi futuro.  Todo eso se sintió tan correcto que sé que ahí es mi lugar.

     —Y-yoongi yo...yo

     —Espero que cortes ese cordón umbilical con Meena pronto Hobi. —Esta vez su voz se suavizo mucho al hablar. —Y qué seas feliz a partir de ahí ojalá encuentres el verdadero amor de tu vida aunque  ya lo tienes solo te falta dejar tu orgullo e ir por él.

Después Yoongi volvió a tomar su saco en sus manos y comenzó a caminar en dirección a la puerta.

     —Espera Yoongi espera yo aun te necesito,  ¡por favor! Lo amas a él ya me queda claro pero no me importa podre conformarme con lo poco que me des, si quieres puedes seguir con él a escondidas... ¡Yoongi!

El Omega  pelinegro lo tenía de ambos brazos y sin que Yoongi se diera cuenta de su rápido movimiento Hoseok pegó sus labios a los de él.

Pero esta vez los besos eran fríos y carentes de emoción.

Yoongi alejó a Hoseok con ambas manos sobre sus hombros.

     —Ten algo de dignidad. —Volvió a caminar hasta la puerta.

     —¡No voy a firmar nada!

     —Eso no hace falta Hobi,  no te preocupes.

El rostro de Hoseok se transformó en uno verdaderamente molesto cuando comenzó a caminar detrás de Yoongi.

     —Yoongi... ¡Yoongi!

Pero el Alfa pelinegro no se detuvo a ver a Hoseok.

Esa seria la última vez que hablaría con él.

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Jimin llevaba tres días sin tener mucha comunicación con su Alfa, a pesar que Yoongi en cada oportunidad que tenía lo llamaba para saber si estaba bien y decirle también que estaba bien Jimin lo extrañaba mucho porque eran pocas esas oportunidades.

El Omega sabía lo ocupado que su Alfa estaba en Seúl arreglando todo aunque  tampoco le había dado más detalles de lo que estaba haciendo y aunque lo echaba mucho en falta su lobo permanecía muy tranquilo porque creía en su Alfa y en su promesa de volver pronto.

Ahora estaba ansioso porque Yoongi le había dicho que su vuelo saldría rumbo a Francia en una hora.

Si, eso lo había tomado por sorpresa  así que se había puesto muy  bonito para recibir a su Alfa en la noche porque según las horas de vuelo Yoonie estaría llegando a las siete de la noche.

     —Estás muy emocionado bebé. —Dijo su madre mirando por el rabillo del ojo desde la cocina a un muy ansioso Jimin.

     —Si mami, estoy emocionado por contarle a Yoonie que me han dado un papel muy importante en una producción teatral.

Ella sonrió mientras terminaba de poner las manzanas en el pay que estaba a meter en la horno a continuación.

     —Poco a poco te has ido abriendo paso en el mundo de la danza cariño estoy segura que harás una gran carrera.

Jimin asintió emocionado,  era lo que más le gustaba hacer además de que estaba ganando muy bien. Tenía suerte de haber estudiado algo que amaba y haber conseguido un trabajo como bailarín principal donde ganaba bien e interpretaba buenos personajes.

     —¿Vas de salida? —Preguntó de pronto ella entrando a la sala.

     —Si, iré a comprar un par de cosas mami y volveré temprano para ir por Yoonie al aereopuerto.

Ella sintió dejando un beso en la frente a su hijo.

En el camino Jimin pudo comprar algo de ropa y cosas que necesitaba y también quería ropa especial para lucirle a su Alfa.

Es decir, ahora tenía un Alfa y quería verse bonito en todos los ámbitos posibles. Hasta en el íntimo.

Después de comprar en la quinta tienda del medio día decidió que necesitaba un respiro así que entró a la siguiente tienda que era una venta de té.

Entro directo a la caja a pedir, un Buble Tea de cereza con perlas  de mora zul.

Luego fijó su vista en una mesita apartada y caminó hasta ella pero un chico de cabellera negra  sentado de frente a él llamó su atención.

Desvío su camino hasta la otra mesa y fijó sus ojos en Jungkook quien le miró visiblemente sorprendido y algo avergonzado.

Entonces Jimin comprendió su sonrojo al ver que quien le acompaña era Taehyung. 

El castaño se levantó y rápidamente le dio un abrazo a Jimin.

     —Minnie ¿Estás Bien?

     —S-si yo estoy muy b-bien. —Logró decir ya que Taehyung lo abrazaba muy fuerte.

     —Hola Jimin. —Saludó finalmente Jungkook.

     —Hola Kookie, Yo solo pasaba por aquí no quería Interrumpir.  —Se disculpó.

No sabía con qué fin o por qué se reunían con más frecuencia Taehyung y su ex novio pero eso  no le tenía por qué importar.

     —Oh no interrumpes, Kookie solamente me mostraba sus lugares favoritos en París y este Té es uno de ellos. —Sonrió Taehyung.

Jimin también sonrió y Jungkook le acercó una silla para que se sentara pero Jimin la rechazó.

     —No Kookie en serio  no es necesario ya me iba solo pasé por un Té, espero que sigan bien con su recorrido. Tae mi casa siempre es tu casa. —Añadió antes de retirarse.

El castaño asintió ante ello con una gran sonrisa.

Taehyung y Jungkook se despidieron de él con una mano y Jungkook un tanto con sus mejillas rojas nuevamente.

Eso último que le dijo a Taehyung era verdad. Antes de todo lo que pasó siempre fueron muy amigos y Jimin le estaba muy agradecido por como lo ayudó en día de la boda de Hobi, no tenía por qué acabar su amistad con él. Si Hobi ya no lo quería aún tenía a Tae  y su increíble amistad.

A las siete de la noche Jimin y sus padres estaban esperando en el Aereopuerto Charles de Gaulle en París el vuelo de Yoongi.

El rubio no dejaba de estar ansioso al igual que su lobo y cuando finalmente vio a su Alfa aparecer por el pasillo de salida corrió hacia él para enredar sus piernas en la cintura del mayor quien dejó  a tiempo el equipaje sobre el suelo para poderlo sostener.

     —¡Yoonie!

     —Minnie,  cielo.

Sus labios se encontraron a medio camino para recibirlos a ambos con un beso lleno de euforia.

Después Yoongi lo bajó ya que atrás del Alfa se había formado una fila de más pasajeros que se ponian de puntitas y estiraban el cuello curiosos por la pareja que se reencontraba.

Cuando se apartaron Yoongi pudo saludar bien a los padres de Jimin.

     —Bienvenido de nuevo muchacho.

     —Gracias señor Park.

     —Jiminie precioso te tiene preparada una cena especial, vamos cariño.

Yoongi sonrió tomando la mano de su Omega. Los lobos de ambos estaban felices moviendo sus colas y Yoongi moría por contarle a Jimin todo lo que tenía por decir.

≫────°❅•𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓•❅°────≪

     —¿Todo esto es necesario Yoonie? —Preguntó un deslumbrado Jimin al ver que Yoongi había reservado un paseo privado a las orillas del río Sena después de haber comido con la familia en casa.

El crucero estaba apartado solo para ellos.

     —Necesitaba hablar contigo sin ningún tipo de interrupción así que fue lo que mejor se me ocurrió.  —Sonrió el Alfa como si nada.

Jimin estaba abrumado puesto que él no estaba acostumbrado a este tipo de detalles y menos de esa magnitud.

     —Sólo beberemos algo de vino, pasearemos un rato y volveremos a casa de tus padres bonito no te sientas agobiado.

Jimin sonrió un poco apretando sus labios entre sus dientes con el suave sonrojo en sus mejillas.

     —Bueno es que Yoonie,  acabas de volver de viaje y seguramente estás muy cansado y aún así planeas un paseo nocturno, no quiero que tomes tantas molestias...

El mayor Interrumpió la queja del Omega con un suave beso en sus labios lo cual le hizo volver a sonrojarse.

     —Pasé tres días sin tu compañía Minnie así que un minuto más sin ti son una completa agonia comparado  a mil minutos de cansancio, todo agotamiento se va de mi cuerpo cuando se trata de ti.

Jimin sonrió con sus ojos brillosos y decidió ya no cuestionar nada.

Despues de ello Yoongi sirvió las dos copas de vino y le entregó una a Jimin.

El menor la recibió y después ambos chocaron sus copas para después beber del vino agridulce. 

     —Minnie, tengo muchas cosas que  contarte.

     —Si Yoonie te escucho.

El mayor dejó su copa de vino sobre la mesita, el crucero navegaba por el Sena bajo una noche muy hermosa con luna llena y estrellas brillantes.

     —Cuándo estuve en Seúl vi a Hoseok,  él llegó a la Empresa para tratar de convencerme de que olvide lo del divorcio. 

El cuerpo de Jimin se tensó un poco y Yoongi pudo notarlo muy bien así que le tomó la mano y la acarició.

     —¿Y-y que pasó? ¿Yoonie?

El mayor suspiró debía ser totalmente sincero con Jimin.

     —Me dijo muchas cosas, algunas como que estaba dispuesto a darme cachorros,  hasta insinuó que tú podías seguir estando conmigo como mi amante, y...también me besó.

Jimin sintió un calor extraño subir por su rostro,  se sintió avergonzado y poca cosa por esa sugerencia y enfadado por el atrevimiento de Hoseok. 

     —Pero lo puse en su lugar cariño no te pongas así, tú mereces el lugar de mi Omega a mi lado quien porta mi marca y algún día quizá lleve mis cachorritos aquí.

La mano de Yoongi soltó la de Jimin y se deslizó poco a poco hasta posarse en el vientre del menor.

Jimin sintió su cuerpo temblar lleno de expectativa y emoción porque aquello era algo que un día se haría realidad.

     —Así que no te preocupes por nada, dijo que no firmaría ningún documento pero no podrá evitar el divorcio así como así.

Jimin entonces arrugó el ceño sin comprender bien.

     —¿Tienes pensando algo?

     —Mi abogado me recomendó antes de casarme que hiciera un contrato prenupcial y así lo hice Hoseok lo firmo en total acuerdo porque ni si quiera le puso interés, una cláusula especificaba que si uno de los dos era infiel antes o durante el matrimonio este mismo se anulaba automáticamente. Así que por parte ambos hubo falta y nuestro matrimonio no vale, El divorcio es absoluto.

La sonrisa en los labios de Jimin no se hizo esperar.

     —¿O sea que... e-eres libre?

Yoongi negó y sonrió también contagiado por la emoción de Omega.

     —No soy libre porque te pertenezco a ti amor.

Jimin sintió derretirse con aquellas bellas palabras y con ello volvieron a besarse ahora con más pasión, evocando todo el amor que sentían el uno por el otro.

Al final Yoongi tambien le dijo que la empresa allá en Seúl quedaba a cargo de Seulki y su madre y que él se mudaria a París para estar al lado de su Omega.

Yoongi tenía muchos proyectos que había planificado muy bien para poder vivir bien ahí en París junto a Jimin. 

Abriría muchas más empresas ahí y apoyaría a Jimin en toda su carrera artística ya que el era dueño de una empresa de espectáculos.

También hablaron de un futuro matrimonio.

Jimin dijo que no quería una boda grande ni lujosa, con que estuvieran él y Yoongi feliz bastaba.

Esa noche al volver del agradable viaje ambos dejaron salir a sus lobos a retozar en el jardín de la casa Park porque ellos llevaban tiempo deseando salir para reconocerse en su forma lubuna.

El Lobo de Yoongi un lobo color café ambarino muy enorme y el de Jimin un lobo también de gran tamaño color gris con motas blanquecinas.

Uno se abalanzaba sobre el otro y jugaban a corretearse y morderse las orejas y la cola.

Cuando por fin se cansaron el lobito de Jimin se acomodó en el césped y el de Yoongi a su lado y ambos se quedaron dormidos bajo la luz de la luna.

Aquella graciosa luna que los unió de forma extraña pero que sabía que así era su destino y así serian muy felices por mucho tiempo y quizá por muchas vidas más.

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                               𝔉𝔦𝔫

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