La desdicha era el peor sentimiento que quizá una persona enamorada podría experimentar, ver a los demás ser felices sin tener la posibilidad de serlo aún habiendo conocido a la persona correcta y que ésta te corresponda pero sabiendo que jamás será para ti. Que jamás podían estar juntos.

Pero para Taehyung el peor sentimiento que podía sentir era el rechazo.

Había tenido la dicha de conocer a su Omega y creyó que podrían ser felices incluso tuvo la aceptación de la familia de él y todo hasta que Min Yoongi llegó a sus vidas.

Y no, no lo culpaba a él.

Nunca lo hizo.

No fue Min  Yoongi quien había conocido a Hoseok,  fue la madre de Hoseok quien lo conoció primero y decidió que era el Alfa que quería para su único hijo Omega. Por ello los había presentado y ocurrió lo inevitable,  Yoongi se había enamorado de Hoseok a primera vista y Hoseok quedó deslumbrado con el Alfa y por supuesto Taehyung fue desplazado.

Porque era la realidad,  Hoseok no amaba a Yoongi,  solo tenía una fijación profunda por él, porque su madre se había encargado de grabarle a Yoongi en la cabeza  a toda costa, le hizo creerse que eran el uno para el otro y Hoseok terminó creyéndolo.

Taehyung acabó lastimado y una persona lastimada y despechada es capaz de hacer muchas cosas sin pensar.

Ahí a sólo unos cuantos pasos estaba aquella pareja protagonista de una de las historias de amor más crueles del libro de la vida. Park Jimin y Min Yoongi; se dedicaban miradas de amor manchadas con la sombra del dolor. 

Diciéndose a gritos silenciosos lo mucho que se amaban y es que se notaba a simple vista que hasta  un ciego podía verlo.

Taehyung soltó un suspiro y caminó hasta la pareja mostrando una cara muy amable y feliz cosa que por dentro era todo lo contrario.

     —¿Jimin? ¿Yoongi? ¡Qué sorpresa!

Los dos mencionados se asombraron de ver a Taehyung en ese lugar.

     —¿Tae tae? ¿Tú en París?

Jimin se levantó de inmediato a abrazar a su viejo amigo Alfa que sonreía amistoso y luego de ello le dio una mano a Yoongi quien correspondió.

     —Si, viaje de trabajo Minnie ¿Ustedes están... solos aquí? —Preguntó disimulando no saber absolutamente nada.

Jimin se alarmó cuando Taehyung dijo eso que negó rápidamente.

No quería que su amigo creyera que él y el Alfa de su primo se habían escapado juntos de romance. 

     —No, no no... Hobi está por ahí y mi novio está ah ahí viene.

Yoongi Gruñó bajito y Taehyung volteó a ver al chico que venía hacia ellos con una sonrisa de conejo pero que rápidamente cambió por una de duda al ver a Tae ahí.

     —¿No eres tú quien me tiró la bebida encima? —Señaló Jungkook con un dedo a Taehyung.

Taehyung arrugó la frente pensando hasta que lo pudo recordar, es que que verdad estaba tan enojado y desilusionado que pasó apartando a todos con brusquedad.

     —Oh si, lo lamento es que venia apurado soy Kim Taehyung.  —Se presentó el Alfa.

El otro Alfa sonrió también tomando la mano de Taehyung.

     —Jeon Jungkook.  —Respondió.

Taehyung asintió y volvió a enfocar su mente en lo que realmente importaba esa noche.

     —Min ¿tienes un minuto? Hay algo que quería hablar contigo. 

Yoongi asintió con el entrecejo fruncido preguntándose que cosa querría hablar Taehyung con él ya que casi no se conocían.

Aunque Yoongi tenía el total conocimiento de que antes que él conociera a Hobi, Tae había sido uno de sus pretendientes.

     —¿Te parece si vamos hacia allá? —Tae señaló la otra esquina del bar.

Yoongi asintió.

     —Como gustes.

Pero entonces alguien llegó impidiendo que el plan de Taehyung se llevara a cabo.

     —Yoongi amor, ¿bailas conmigo?

El pelinegro miró a Taehyung y después a Hoseok y finalmente asintió.

     —¿No vas a saludar a Tae? —Preguntó Jimin curioso de ver que Hobi lo había ignorado totalmente.

     —Ah si, hola Tae.

Taehyung asintió a modo de respuesta.

La pareja se alejó hasta la pista y Jimin ofreció a Tae un lugar a su lado mientras que Jungkook le ofrecía un trago el cual aceptó.

No se iba a rendir, buscaría el momento adecuado de hablar con Yoongi,  debía confesarle lo que pasaba entre Hoseok y él.

Por el momento lo dejaría así y se dedico a tener una charla amistosa con Jungkook y Jimin.  Descubrió que Jungkook y él tenían la misma pasión por la fotografía.

Así pues él resto de la noche pasó sin incidentes para Jimin hablando de fotografías,  paisajes, arte clásica y modernista.

Eso hasta que llegó la hora de irse.

Jimin debía ir al baño y Jungkook se ofreció a acompañarlo así que Taehyung, Yoongi y Hoseok se habían adelantado.

El baño estaba un poco saturado de personas así que a Jimin le había tocado esperar.

Cuando finalmente salió Jungkook aún lo esperaba y juntos salieron hasta el estacionamiento del club que estaba casi vacío, pero a lo lejos dos personas parecía que no se habían dado cuenta que los observaban de lejos.

Jimin se acercó a Yoongi junto a Jungkook para observar la escena en silencio hasta que Jimin se animó a preguntar.

Era evidente que eran Taehyung y Hoseok.

     —¿Por qué discuten?

Yoongi quien fue el primero en llegar y ver la escena negó. Él tampoco entendía nada acababa de salir también del baño pero era obvio que discutían por las voces altas pero no se distinguía lo que decían y sus movimientos y ademanes también los delataban.

     —Será mejor que vayamos. —Opinó Jungkook.

Yoongi levantó su mano para detener a Jungkook.

     —Iré yo. —Inrervino.

Jungkook se volvió los pocos pasos que había dado y Yoongi camino hasta la pareja que al ver la silueta se percató que alguien venía así que bajaron considerablemente la voz.

Taehyung enfocó sus castaños ojos en Yoongi quien iba con su semblante bastante serio pero tranquilo.

     —¿Hobi todo bien? ¿Qué ocurre?

El pelinegro se veía bastante acalorado y trató de sonar bastante casual cuando vió a su esposo llegar hasta ellos.

     —No ocurre nada Yoongi todo está bien.

     —No parecía, ¿Por qué discutían? —Preguntó.

     —Puras tonterías Yoongi no pasa nada, Taehyung ya se iba.

Yoongi miró a Taehyung tratando de entender que pasaba pero el castaño permanecía imperturbable. 

     —Hasta luego. —Respondió Taehyung dando media vuelta para irse.

Era la segunda oportunidad que tenía para poder hablar con Min Yoongi y la volvía a perder.

     —¿Seguro que todo bien? —Preguntó mirando de nuevo a Hobi.

El pelinegro asintió esbozando una sonrisa y se colgó al cuello del mayor para dejarle un beso de pico en los labios. 

      —Yoongi mi celo está cerca, eso me tiene algo irritado y ansioso  ¿Nos Vamos? Jiminie nos espera junto a Jungkookie.

El celo.

Yoongi se había olvidado por completo del celo de Hobi.  Ellos dos solían pasar sus celos juntos.

Pero ahora había un problema,  Yoongi no estaba rindiendo en la intimidad con Hobi además de que éste le había comenzado a cuestionar sobre la marca.

Su mente comenzó a trabajar rápidamente para ver cómo iba a hacer en esta ocasión porque no se sentía bien como pata acompañarlo en su celo ahora.

     —¿Yoongi? ¿Todo bien?

Yoongi asintió y tomó de la mano a Hobi y pronto estaban donde Jimin y Jungkook esperaban.  El azabache era quien había llevado su auto y él los iría a dejar hasta la residencia Park.

En el camino reinó un silencio bastante denso. Parecía que la noche divertida había acabado.

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Al llegar el primero en entrar fue Hobi, no habló mucho con Yoongi durante en camino solo se recostó en su regazo con los ojos cerrados pidiendo mimos del Alfa.

     —Descansa Jiminie hasta mañana. —Se despidió rápidamente para subir corriendo hasta su habitación.

Jimin solamente se despidió con la mano y cerró la puerta de la casa.

     —¿Hobi está bien? —Se animó a preguntarle a un muy callado Yoongi que seguía de pie ahí en la sala.

     —Si, yo creo que es su celo está próximo y se pone así.

     —Oh...

Jimin desvío la mirada hacia otro lado, saber eso no le había gustado mucho. Pero como era lógico no debía de importarle en lo absoluto. 

Pero sintio una pizca de sentimientos encontrados hacia Hobi. No quería pensar en ellos dos pasando sus celos juntos.

     —Si tú no quieres yo no,  yo no lo ayudaré con su celo. —Murmuró Yoongi bajito.

Jimin se escandalizó ante ese comentario, no debía de influir en la vida de la pareja y era exactamente lo que estaba haciendo sin querer.

     —N-no no es tu vida privada con él su... vida íntima no me toca a mi decidir que van a hacer. Creo que bueno son pareja y deben pasar sus  celos juntos.

Yoongi se animó a tomar la mano de Jimin y dejó unas cortas caricias sobre sus nudillos.

     —Jimin es que yo, no me siento bien ni cómodo. Realmente no quiero pasar su celo con él porque siento que te lastimaría.

     —¿Qué estupidez dices Yoongi? Es tu esposo.  —El dolor que sintió sintió al  decir esas palabras fue demasiado.

     —Si, pero mi corazón es tuyo y mi lobo no acepta que esté con él. Él ya no quiere intimar con él Omega de Hobi.

Jimin tuvo que soltarse suavemente del agarre en su mano y se llevó esa misma mano al pecho.  Aún sentía ese cosquilleo de las suaves caricias de Yoongi.

     —Yoongi basta, ya hemos hablado y creo que... es hora de realizar el rompimientos del lazo.

Yoongi sintió como su respiración se cortaba con las palabra de Jimin. 

No.

Su lobo se negaba, él se negaba a acabar con esa unión creada por ellos mismos. Ese lazo no tenía por qué romperse.

Había comenzado a considerar ese lazo algo muy íntimo y sagrado para él. El pelinegro sintió como su lobo se comenzaba a poner inquieto. 

     —J-jimin

Cuando Yoongi posó sus ojos ámbar en los zafiro de Jimin pudo oír su propio corazón resquebrajarse porque el Omega lloraba en silencio.

     —Y-yoongi mi lobo t-tampoco lo desea. —Se anticipo a lo que su Alfa estaba sintiendo en ese momento. —P-pero es que es la única salida. Debemos hacerlo, aprovecha que su celo está próximo, hazlo márcalo.

Cuanto dolor había en aquella declaración.

En su interior Jimin deseaba que no fuera así, gritaba que no pero también sabía que debía hacer lo correcto. 

Aunque su corazón le gritara que no era correcto.

     —¿Eso quieres Jimin? —Preguntó el Alfa dolido.

Yoongi estaba teniendo el mismo problema que el Omega, estaba en negación.  No quería aceptar que las cosas tenían que ser así.

Pero Jimin no quería dar su brazo a torcer, no entendía si Jimin era demasiado correcto o demasiado necio.

  "NO ALFA POR FAVOR NO QUIERO"

     —S-si Yoongi.

Yoongi negó aun con sus ojos brillantes por las lágrimas que se amontonaban queriendo salir a chorros.

     —Se suponía que hablaríamos de esto mañana por la mañana,  solos, en un lugar tranquilo y privado. ¿Por qué de pronto Jiminie?

Jimin limpio sus lágrimas con  la manga de su suéter. Quería tragarse todas esas lágrimas junto con el dolor que sentía.

     —Es mejor no alargar lo inevitable Yoongi,  aprovecha el estado de Hobi no le demos más vueltas. Mañana mismo le diré a Jungkook que m-me marque también.

Yoongi negó, no lo podía permitir así como así, no había luchado aún lo suficiente por Jimin.  ¿Verdad?

     —Pero Jimin...

     —Vete Yoongi,  ve tu Omega te espera.

Jimin dio media vuelta y se dejó caer al sofa escondiendo su rostro entre sus manos y sollozando bajito.

Yoongi tenía el impulso de acercarse a abrazarlo para no soltarlo, su lobo interior lloraba de impotencia por no poder consolar a su lindo Omega.

Todavía extendió una mano hacia él con las ganas locas de tocar su linda cabellera castaña y confortarlo pero luego se arrepintió, empuñó su mano y decidió que Jimin necesitaba su espacio así que fue directo a su habitación donde efectivamente el celo de Hoseok había llegado pues su aroma dulce invadía por como la habitación.

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Jimin oyó los pasos de Yoongi subir lentamente hasta su habitación y entonces si se derrumbó sobre el sofá.

Estaba hecho, le había pedido que marcase a Hobi.

Le dolía en demasía pero es que así sentía que debía ser.

Se odió a sí mismo, odió al destino por emparejarlo con alguien que ya tenía una pareja, odió su mala suerte por conocerlo es aquellas circunstancias. 

Odió su mísera vida.

¿Ahora que?

Debía hablar con Jungkook mañana después de la presentación de ballet y pedirle que lo marque porque a pesar de sentirse muerto en vida no quería morir realmente cuando el lazo se rompiera y su lobo no resistiera.

Un movimiento lento de hundimiento a su lado lo hizo alzar la cabeza y se asustó al ver ahí a la figura alta de su padre.

     —¿Qué pasa cachorro? —Preguntó con tono evidentemente preocupado.

Jimin se incorporó rápidamente y se limpio sus lágrimas.

     —¡Papá! —sollozó aguantando el llanto pero la mirada llena de compasión de su progenitor lo hizo derrumbarse una vez más.

El hombre lo abrazó gentilmente mientras daba unas palmaditas en su espalda y le acariciaba el cabello.

No le Preguntó absolutamente  nada simplemente lo dejó llorar, desahogarse y sacar el mal que lo estaba lastimando.

Cuando Jimin estuvo más tranquilo se separó de los protectores brazos de su padre.

     —Papi...

     —Dime,  cachorro.

     —Cuando conociste a mamá y supiste que eran pareja elegida por el destino, ¿Qué sentiste? —Preguntó con su voz quebrada y ronca por haber estado llorando.

El hombre suspiró y se acomodó mejor para poder responder.

     —Me robó el aliento de inmediato.  —Sonrió.  —Era la visión más hermosa que había visto, supe que era ella mi lobo me lo gritó así que no perdí tiempo para acercarme y decirle que sería mi esposa.

Jimin sonrió limpiando los últimos rastros de lágrimas.

     —¿Así como así?

     —Así como lo oyes, el destino nos había puesto en el mismo camino así que debía ser mía pase lo que pase no importaba nada. El camino estaba frente a nosotros,  solo debíamos  caminarlo juntos de la mano sin mirara atrás.

     —Y si... ¿Y si el camino estaba lleno de obstáculos? —Preguntó pensando en Yoongi en él y en su no tan afortunado camino lleno de murallas altas que eran imposibles de derribar.

     —Pues nos teníamos el uno al otro para ayudarnos a sobrepasar los obstáculos,  yo  tendiendole mi mano y ella sosteniendo mi hombro.  Verás cachorro,  la vida en pareja no es fácil no es color de rosa siempre. Hay altibajos, problemas, desilusiones pero todo ello pierde valor cuando sabes que estás con la persona correcta, cada problema se vuelve pequeño si el amor es fuerte y real. El camino te lo da el destino si eres afortunado, la valentía de recorrerlo es solamente tuya y de tu pareja.

Jimin se quedó pensando en las sabias palabras de su padre.

Se oía tan fácil y tan bonito pero ¿Realmente seria posible sobrepasar ese gran obstáculo que tenía el enfrente? Yoongi le tendía la mano pero él tenía miedo de sostener su hombro.  ¿Y si nada resultaba bien?

     —Todo estará  bien cachorro,  tu y tu pareja sabrán como recorrer ese camino juntos.

     —Papá Jungkook no... es, me refiero a...

     —Yo no mencioné a Jungkook cachorro.  —Interrumpió su padre dejando una suave caricia sobre sus manos.

Jimin ladeo la cabeza.

     —¿Hablas de mi destinado?

El hombre asintió.

     —Algún día serás tan afortunado como tú madre y yo pequeño Jimin.  Te amo cachorro. Espero que todo mejore, ahora ve y descansa porque mañana tienes una gran presentación que dar.

Su padre le dejó un beso en la frente y se retiró dejando a un Jimin bastante pensativo aquella noche. 

Por primera vez Jimin se resistió a ir en busca de su Alfa para pedirle su aroma

Además seguro Yoongi debía estar ocupado.