006- Party, party.

❝He's so tall and handsome as hell
He's so bad, but he does it so well
I can see the end as it begins
My one condition is
Say you'll remember me❞

























Salimos del estadio luego del partido y de obviamente saludar a nuestros allegados. Luego de ese momento con Alejandro y después el momento que viví con Jude solo me quedó claro una cosa.

Me gustan los negros.

Iba caminando con Pia, Sofía y Melissa hacia el auto de Pia, pues nos iríamos a la casa de la menor de los Camavinga a pasar el rato, hasta que a Sofía se le ocurrió una idea que no me desagradó tanto.

—¿Y si nos vamos de fiesta? Es tu cumpleaños Kai, no nos podemos quedar sin hacer nada.—Propuso Sofía.

—¡Decidido! No importa si Lani dice que no, nos vamos de fiesta.—Exclamó Pia.

Nojoda, que tal si hubiera dicho que no.

Nos subimos en el carro de Pia con dirección a su casa, mientras tanto Sofía y Melissa llamaban a sus hermanos para invitarlos y que ellos invitaran a sus amigos del Real. Me ponía nerviosa el hecho de saber que Jude estaría allí y ni siquiera sabía el porque, si yo apenas y lo conocía.

Llegamos a la casa de Eduardo y Pia después de unos minutos, nos metimos zumbadas a cambiarnos y arreglarnos. Mi teléfono no dejaba de sonar por las tantas notificaciones que me llegaban, hasta que noté que eran mensajes de Alejandro.

Ay Dios.

Alejandro Balde
@alejandrobalde

Heeey preciosa
10:00 pm
Acabo de enterarme que cumples dieciocho hoy, quieres hacer algo?
10:00 pm
Kailani?
10:01 pm

Holaaaaa
10:01 pm
Perdoname, estaba algo enredada acá con mis amigas
10:01 pm
Voy a salir con ellas a una fiesta, van a estar los del Real, si quieres ir, no sé
10:02 pm

Claro, no me molestaría ir
10:02 pm
Por verte otra vez, no me molestaría
10:02 pm
Solo mándame la ubicación cuando ya estén allá y yo iré
10:03 pm

Está bien, nos vemos allaaa 💘
10:03 pm

Las chicas estaban eligiendo que se pondrían del armario de Pia. Menos mal que antes de venirme para acá yo puse vestidos en el bolsito, porque si no, estaría en las mismas.

Marica, las peladas no saben que yo invité a Balde, jueputa.

—Oigan, mis amores.—Dije yo, llamando la atención de las tres.—Ay, no me miren así que me da pena. Ese no es el punto, la vaina es, ¿Puedo invitar a Alejandro Balde?

—Está bien, no creas que porque son de diferentes clubes no sean amigos.—Respondió Sofía.

Uf, alivio.

Luego de una exhausta jornada arreglandonos, terminamos a las once de la noche. Según Pia, ellos ya estaban listos, así que le avisé a Balde donde estaríamos y él me dijo que inmediatamente iría para allá. Nos subimos al carro de Pia y luego de media hora llegamos a esa vaina.

Erda, ¿Yo por qué presiento que me voy a meter una pea? Dios mío.

Entramos y justamente estaba sonando "Que malo" de Bad Bunny y Ñengo, nos dirigimos hacia el apartado que ellos tenían, pues aja marica, esa gente tiene plata y son jugadores de fútbol entonces pa prevenir.

Ahí estaba literalmente toda la plantilla del Real y media plantilla del Barcelona. A la primera persona que vi fue a Balde, sonreí y corrí a saludarlo.

—¡Feliz cumpleaños preciosa!—Exclamó él gritando, pues la música estaba súper alta.—Te tengo un regalo, no te conozco de mucho, pero te traje algo.

Sonreí enternecida y volví a abrazarlo. Melissa llamó mi atención cuando estaba abrazando a Alejandro, ambos la miramos y ella se acercó a decirme algo al oído.

—Vamos a saludar allá, Kai, ya luego vienes.

La miré extrañada pero igual le hice caso. Me separé de Alejandro y le dije que iría a saludar allá, luego regresaría con él. Caminamos juntas hacia donde estaban los del Real y Melissa se encadenó a presentarme con todos los jugadores e incluso me contó que Sofía y Arda tenían su cuento raro, ay nojodaaa.

Mientras me presentaba con todo ese poco de gente, yo iba tomando tequila y en algunos momentos unas margaritas, pero se podría decir que ya estaba prendida.

Hasta que de último llegamos a dónde estaban Pia, Sofía, Arda, Jude y Eduardo. Sentía la mirada de Jude quemarme, me estaba mirando como rayado marica.

Me acerqué y saludé primeramente a Eduardo, pasándole a un lado a Jude. Mano, hoy es mi cumpleaños, yo no voy a dejar que ningún man me venga a mirar rayado, ni yo en mis mejores momentos.

Luego pasé a dónde estaba Jude, le sonreí preparándome para hablar, pero él nada más me miraba rayado.

Hola Jude.—Le saludé en inglés, mientras él seguía mirándome de esa forma.

Joda, ¿Será que se me corrió algo en la cara o el vestido está mal? Ay no, mejor ni lo intento.

Bajé la mirada con una pena ni la hijueputa y cuando estaba a dos rayas de irme para dónde estaba Alejandro, Jude me tomó del brazo.

Hola Kailani, feliz cumpleaños.—Fruncí el ceño y él simplemente me sonrió.

Ehm, gracias supongo.—Intenté safarme de su agarre, pero él no lo permitió.

Kai, quédate.—Sonrió, dejando de mirarme con esa cara.

Bueno, yo no sé que bicho le habrá picado a este que cule vale, pero aja. Melissa me extendió un trago, nada fuerte como lo era el aguardiente, pero entre más lo tomabas, más chapeta te ponías. Sonaba a todo volumen "guaya guaya" de Don Omar, marica, esta era mi canción.

No supe en qué momento terminé bailando la canción con Jude en medio de todas las personas que había ahí. El moreno me miraba con una cara de pena ni la hijueputa, pero como yo estaba prendida, a mí ni me importó. Él super respetuoso, solamente me agarraba por los hombros mientras intentaba moverse a mi ritmo, hasta que en la parte que decía "esa baila sola si el dj la motiva y como menea la cola la muy zorra me la activa" le moví el culo mientras bajaba.

Al voltearme, me reí en su cara, porque que risa tan malparida, de verdad. Su cara era literal un poema, daba mucha risa, estaba súper impresionado, pero como yo no me quedo varada, por ahí iba pasando Alejandro, lo jalé para que bailara conmigo frente a Jude y para mí sorpresa, este si sabe bailar.

No es por nada, pero Jude parecía un tronco.

Alejandro y yo nos movíamos al ritmo de la canción, a este si le valía tres, quizás porque estaba borracho también. Me tomaba fuertemente de la cintura mientras literalmente perreabamos juntos, yo sé que me estaba pasando de perra por la cara que tenía Jude, porque había bailado con él y ahora con Alejandro, pero poquito me importaba, ya tengo dieciocho, soy libre.

Me volteé, cruzando mis brazos detrás del cuello de Balde, nuestras caderas chocaban en sintonía mientras nos reíamos, ese negro es divino. Nuestras caras estaban pegadisimas, casi nos besábamos, con eso les digo todo. Mientras seguíamos bailando, Sofía me pasó otro trago más fuerte, haciéndome cerrar los ojos para soportar el meque que esa vaina me había metido, uy no mano.

Pero aja, a las divas esa vaina no les afecta. La canción cambió a "Ojitos Chiquitos" de Don Omar. Balde y yo nos movíamos de lado a lado, hasta que, sin dejar de movernos nos quedamos viendo el uno al otro.

Ay, ay marica, ay.

Nuestros labios rozaron y cuando nos íbamos a besar, sentí un jalón bien hijueputa. El malparido casi me espenca el brazo, nojoda.

Fruncí el ceño enojada y confundida al darme cuenta que era Jude, quien había evitado que me besara con Alejandro. De hecho, Alejandro lo miraba de brazos cruzados, frunciendo el ceño pero esta vez de enojo.

—¿A ti que monda es lo que te pasa, nojoda?—Pregunté en español, enojadisima.

Allá él si no me entendía en esta mierda, con lo chapeta que estaba no me iba a poner a hablar en inglés, la monda.

No tiene tu consentimiento, Lani.—Murmuró tomándome más fuerte de la muñeca.—Estas muy borracha, por favor.

Rodé los ojos y con fuerza me safé de su agarre, a mi ninguno que no sea la mae mía me va a venir a decir que tengo y que no tengo que hacer, nojoda.

Agarré de la mano a Alejandro, moviéndonos de lugar. Justo sonaba "Pa' que retozen" de Tego Calderón, volvimos a lo que estábamos ambos. A mí nadie me va a quitar de la cabeza que yo me tengo que besar a este negro, si o si, sino me quito el apellido.

Mientras tomábamos shots de lo que yo creía, era vodka, bailabamos juntos. Hasta que volvimos a quedar de la misma forma que antes, pero esta vez sin nadie que nos interrumpiera, nos besamos.

Y que hijueputa beso.

Mis manos se aferraron a su cabello, mientras que las suyas apretaban mi cintura fuertemente. Su lengua jugaba con la mía en un acto que encendió más el ambiente, él fue retrocediendo hasta chocar con una pared y darme la vuelta para quedar yo presionada entre su cuerpo y la pared. Sus manos pasaban de mi cintura a mi culo, debo admitir que yo no pensaba en culear aquí, pero si se daba la oportunidad para dar el culo por primera vez, lo haría.

Si manas, si, soy más virgen que la maldita palabra.

Nos separamos por falta de aire y a causa del alcohol que ambos llevábamos en el sistema nos empezamos a reír. Él tenía restos de mi lipstick en sus labios y yo tenía los míos hinchados, como cosita rara.

Mi mami no tiene que saber que me besé con este man.

En un acto desesperado, volvió a besarme, literalmente a comerme la boca. Mis manos pasaron de su cuello a sus hombros y luego a su pecho, subiendo y bajando en unas caricias que a cualquiera le pondrían a tope.

Al separarnos, fuimos a sentarnos a unos muebles cerca de Sofía, quien también estaba en su vaina con Arda. Vela ve, donde Rodrygo la vea, la jode.

En la mesa cerca al mueble había una botella de vodka casi intacta, la agarré y casi hago fondo blanco con esa vaina, pero Alejandro me pidió trago y yo le di la botella. Sentía una mirada taladrarme, sabía que era el bobito de Jude, pensando que me podía pasar algo. Ya puedo hacer lo que quiera, soy legal en esta mierda y no me importa lo que nadie piense.

Me sentía mareada y ya arrastraba las palabras, cerré los ojos por un momento y cuando quise ver, Alejandro ya no estaba, dita sea pana. Lo busqué con la mirada hasta encontrarlo, en su cara se veía preocupación, estaba al lado de un man blanquito, alto, monito y también al lado de una mujer...

Ya está, me besé con un man con novia, me van a arrastrar.

Él me miró resignado y se fue con ellos, dejándome botada en esta mierda. Listo, me jodi yo.
No encontraba a Pia o a Melissa por ningún lado, ellas tenían mi bolso con mi celular y mis vainas, con Sofía no se podía contar porque ya saben, está con el culito. Me sentía demasiado mareada, me era complicado mantenerme de pie, pero apoyándome en las paredes logré llegar al baño.

Antes de siquiera poner un pie dentro del baño, alguien me tomó de la cintura, volteé a verlo rápidamente sin contar que este acto me marearia más, haciéndome vomitar a un lado de esa persona. Literalmente dejé el alma en esa vomitada marica, yo jamás me había metido una pea cómo estas, era la primera vez que vomitaba por tomar.

Me di cuenta que la persona que me mantenía de pie y me estaba recogiendo las trenzas era Jude, le agradecí con la mirada pero mi vestido ya estaba todo cagado de vómito. Él no dudó en tomarme entre sus brazos y llevarme a la salida, apoyé el dorso de mi cara en su pecho, aspirando su seguramente perfume caro. Mis brazos se apoyaban débilmente en su cuello y del mareo ya estaba empezando a hablar mierda.

Jude, ¿Sabías que dos más dos es cuatro?—Pregunté en inglés arrastrando las palabras.

¿En serio? No lo sabía.—Respondió él con lo que yo creía, era una sonrisa.

Mentiroso, si lo sabías.—Reí mientras lo miraba, estaba viendo doble.—¿Te han dicho que eres super lindo, Jude?

Él me bajó un momento al piso, dejándome apoyada en lo que yo creía que era la puerta de un carro, luego me cargó para dejarme dentro del carro en el asiento del copiloto.

Creeme, me lo han dicho muchas veces.—Murmuró prendiendo el carro.—Duerme Kai, te llevaré a mi casa porque no sé dónde vives y llevarte a casa de Camavinga no es una opción.

—Nah, nah, a mí me hablas en español.—Respondí en el idioma antes mencionado, estaba haciendo referencia a lo que dijo la Doctora Polo en Caso Cerrado.—Este es un programa en español, además, no tengo sueño, brinca sapo.

—Kai...—Susurró él, rodando los ojos, notablemente estresado.—Soy muy malo con el español.

El carro empezó a moverse, apoyé mi cabeza en el espaldar del asiento, cerrando los ojos, uy mano, que sueño tan triple malparido.

—No...Me...Importa.—Arrastré las palabras, haciéndolo reír.—Sigue riendote...malparido....

Fue lo último que le dije en la noche.

Al llegar a mi casa, noté que Kailani estaba dormida. Que niña más terca, por Dios, muy su cumpleaños pero eso no quita que pueda tomar alcohol así y ponerse esa forma.

Subí con ella en brazos a mi habitación, pero me di cuenta que estaba llena de vómito y suponía que ella ahora no se despertaría, así que hice algo que quizás en la mañana me arrepentiría de hacer.

Con mucha vergüenza, empecé a desvestirla para ponerle una camiseta negra y un mono elástico de pijama que tenía cerca. Claramente sin ver más allá de lo permitido, probablemente Kailani me va a matar, pero era necesario, mi cama no se iba a llenar de vómito. Recogí sus trenzas con una liga que noté que tenía en su muñeca izquierda y la acomodé a un lado en mi cama.

Se veía linda durmiendo.

Quité esos pensamientos de mi cabeza y fui a cambiarme de ropa para poder dormir, eran ya mínimo las tres de la mañana, pero no podía dejar de pensar en aquella morena que estaba durmiendo en mi cama y con mi ropa.

Desde que la vi acercarse nerviosa luego del partido me llamó la atención, lucía preciosa con el color blanco de la camiseta del Real y cuando noté que tenía mi dorsal, supe que me había gustado del todo. No sabía su nacionalidad, solo sabía su nombre y su edad, pero no quitaba que la pudiera conocer más allá.

Caminé hacia mi cama y allí la vi, dormida en forma de estrella, reí por lo bajo para luego recostarme a su lado, lo suficientemente cerca y lo suficientemente lejos para cuidarla.

A la mañana siguiente desperté con ella acurrucada en mi pecho. Ni idea de como habíamos terminado de esa forma, pero en cierto punto me gustaba, sus brazos se aferraban a mi cintura con fuerza como si no quisiera dejarme ir.

Apenas nos conocemos, repitelo en tu cabeza Jude, apenas nos conocemos.

Me separé de ella para luego tomar mi móvil, eran las nueve de la mañana y tenía el móvil a reventar de mensajes de Pia, Sofía y Melissa, también de Eduardo. Justo entró una llamada del antes mencionado, seguramente estaban preocupados por Kailani.

Hermano, ¿Cómo estás?—Escuché a través de la línea.

Muy bien, bro, ustedes con resaca debo imaginar.

No solo eso, Pia me va a matar si no sabemos dónde esta Kailani, ¿Tu sabes algo?—Rodé los ojos, eso era típico de Pia.

Kailani está conmigo. Ayer Alejandro se fue con Pablo Gavi y su novia, la dejaron sola y ella se dirigía al baño, la vi muy mal así que decidí ayudarla.—Murmuré cuidando que no se despertara.—Literalmente vomitó hasta el alma la pobre chica.

Está bien bro, gracias por cuidarla. Ella está sola aquí y lo único que tiene somos nosotros.

¿Kailani está sola aquí? Pensé que era de aquí, ¿Cómo no me lo dijeron?—Fruncí el ceño, sabía que esa particular forma de hablar no era de aquí.

Kailani es de Colombia, está de vacaciones nada más.—Respondió con la voz temblorosa.—Bro, Pia está vomitando, te dejo. Me avisas cuando podamos pasar por Kai, gracias por cuidarla.

Está bien...—Dije antes de que él colgara.

La miré y aún seguía dormida, esta chica tiene el sueño pesado y largo. Decidí hacerle algo para que cuando se despertase pudiese recuperarse más fácilmente de la resaca que quizás tendría. Fui a la cocina y puse en práctica las recetas que mi madre alguna vez me había dado, le hice pancakes con chocolate y jugo de naranja, también saqué un Gatorade, porque seguramente estaría deshidratada después de todo lo que tomó.

Me siento estupido, ¿Por qué haría esto por una persona que no conozco de nada?

Bueno, ser buen samaritano no está de más.

Jueputa.

Marica no tengo ni idea de dónde carajo estoy metida, solo se que no traigo mi vestido, traigo ropa de hombre y que si me pongo de pie, me vómito en esta mierda.

Busqué señales de donde podría estar, porque sabía que esta no era la casa de Pia y Eduardo, así que obviamente tenía que ser de alguien más.

Quité las sábanas de mi cintura estando aún acostada, cuando alguien abrió la puerta. Listo, aquí vine a parar yo, nojoda.

Abrí los ojos excesivamente al notar que era Jude quien entraba a la habitación, él me miró sorprendido al notar que estaba despierta y luego bajó la mirada avergonzado.

Ah verga.

Marica más pena tengo yo, que este man seguro me tuvo que haber quitado el vestido porque lo volví mierda, ay no, que boleta tan hijueputa. Mis amigas en Colombia cuando llegue se van a reír de mi, me van a boletear de una forma, vida hijueputa.

Él caminó hacia mi con una sonrisa comprensiva, agachándose a mi altura, poniéndome nerviosa.

Jude... Perdón si te provoqué algún desastre, yo...—Él me interrumpió poniendo su dedo sobre mis labios.

Mano, que.

No te preocupes, Kailani, estabas ebria. ¿Necesitas ayuda para levantarte?—Dijo, marica ahora sí es verdad que estoy confundida en esta mierda, don't like.

—La verdad es que si, me pongo de pie y me vómito.—Murmuré en español y para mí mala suerte, el man lo entendió, echándose a reír.—¿Me entendiste?

Que no hable muy bien español no significa que no lo entienda.

Bajé la mirada con una pena ni la malparida, cuando sentí sus manos rodear mi cintura y cargarme estilo princesa, abrí los ojos sorprendida al tenerlo tan cerca. No había notado que su olor era demasiado rico, yo sé que es raro que con guayabo yo esté fijandome en eso, pero aja manas, que se hace.

Crucé mis brazos detrás de su cuello para asegurarme que no me iba a caer en esta caga, porque si me caigo, otro storytime más. Noté que bajamos al primer piso, más específicamente a la cocina, donde con cuidado me dejó en el piso de esta misma.

Jude es el estándar de hombre, sin conocerme me está ayudando con este guayabo de miércoles que cargo y eso es de admirar.

Le sonreí cuando me extendió el Gatorade y me tomé la mitad de esa vaina de un solo buche, así será lo deshidratada que estaba.

Jude...yo sé que la pregunta va a sonar imprudente pero, ¿Tu me desvestiste?—Al escuchar la pregunta él contuvo una sonrisa socarrona, pasando pena.

Si, lo hice. Tuve que hacerlo, estabas llena de vómito porque vomitaste en la fiesta.—Respondió apoyándose en la encimera de la cocina, cruzado de brazos y sonriendo burlón.

¿Será que es normal que me parezca comible así?

—Perdón por eso, en serio.—Respondí en español, otra vez se me cruzan los idiomas, que rabia. El muy careverga se estaba riendo, ay Dios.—No te rías de mi, Jude. Cumplí dieciocho y quería tirar la casa por la ventana.

En vez de tirar la casa por la ventana, parece que te tiraste a ti misma.

—Mira malparido...—Él me interrumpió abrazándome.

Uy mano, así si me callo la boca.

Correspondi el abrazo cruzando mis brazos en su cintura por la diferencia de altura, Dios mío, ¿Se podía ser más perfecto?

Ayer no pude darte el regalo que compré para ti, pero cuando desayunes te lo daré.—Dijo, su acento descuadrandome el inglés.

A mí esa vaina si me da rabia, nojoda.

¿Cocinaste?—Pregunté y él asintió, dejándome ver los pancakes.—Ajo, ¿De aquí a cuando los hombres cocinan? Que bacano.—Murmuré, haciéndolo reír.

A mí se me olvida que no puedo ser imprudente en español porque Jude me entiende.

Nos sentamos a desayunar mientras él me contaba lo que hice en la fiesta, mientras él hablaba yo por mi cuenta iba recordando cosas, hasta que recordé el cule beso que me di con Alejandro.

Marica que boleta tan triple hijueputa.

Pero también recordé que el muy malparido me dejó botada por irse con un man ahí y la que yo suponía, era la novia. Me van a arrastrar por andar besándome con manes con novia, eso me pasa por qk suelta.

Luego de desayunar me ofrecí a lavar los platos porque aja, con guayabo y todo pero no le iba a dejar los platos sucios al niño. Mientras hacía eso, él fue a buscar algo para luego entregármelo.

Un regalo.

Author's Note 💘

Guayabo= Resaca
Mano que risa

-With love, Danna 💗

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