003- Last few weeks and the birthday.
❝I like shiny things, but I'd marry you with paper rings
Uh huh, that's right
Darling, you're the one I want, and
I hate accidents except when we went from friends to this
Uh huh, that's right❞
Ella notó que cambié mis facciones, así que también cambió las suyas a preocupación al notar el cambio de la nada, ambas sentimos como el ruido de un carro llenaba el ambiente. Ella frunció el ceño confundida, yo también lo hice pues se suponía que mi hermano pasaría toda la noche con sus amigos.
—Tranquila, es solo mi hermano.—Dije, ella sonrió inflando sus mejillas, haciéndome reír.—Vamos, ¿Quieres conocerlo?
—Va pues, vamos.
Ambas nos levantamos y caminamos hacia la entrada de la casa, ahí estaba Eduardo, corrí a abrazarlo y él correspondió mi abrazo. Siempre habíamos sido super unidos, el frunció el ceño al ver a Kailani de pie allí, mirando la escena.
—Bro, te presento a Kailani, es una nueva amiga que hice por accidente en el centro comercial.—Expresé extendiendo mi mano hacia ella, ella gustosa la aceptó acercándose a nosotros.
—Un gusto, Kailani García. Puedes decirme Kai o Lani, como quieras.—Extendió su mano y mi hermano la estrechó.
—Eduardo Camavinga, un gusto.
Ella sonrió y mi hermano también. Abracé por los hombros a la antes mencionada con una sonrisa.
—Esta reina que está aquí cumple el veintiséis, quiero que vaya conmigo al clásico.—Murmuré llamando la atención de ambos.
—Claro, sin problema, le conseguiré un asiento al lado tuyo en el estadio.—El comentario de mi hermano hizo que ella frunciera más el ceño.
—Ya va marica, paralo ahí, ¿Que estadio? ¿Que clásico? Yo sé que soy lenta a veces, pero me estoy enredando.—Dijo ella super rápido.
—Bueno, mi hermano es jugador de fútbol, más específicamente del Real Madrid y el día de tu cumpleaños tienen un partido con el Barcelona llamado "El clásico", yo iré y quiero que vengas conmigo como regalo de cumpleaños.—Expliqué y ella comprendió.
—Entonces...¿Me estas diciendo que tu hermano es futbolista? Impresionante.—Murmuró jugando con sus dedos.—Pero no es necesario Pia, ese día puedo pasarlo como cualquier otro, no hacer to' ese poco de vainas que tú dices.
—Chica, no acepto un no por respuesta. Vamos, anímate, es tu cumpleaños número dieciocho.—Dije sonriéndole.
Ella rodó los ojos y asintió.
—Va pues, yo voy, pero donde pase pena por no saber mucho de fútbol te jodo.—Resopló y yo la abracé.
Mi hermano nos miraba con una sonrisa, algo se traía entre manos.
Las últimas semanas me las había pasado con Pia y su hermano. Me caían muy bien, pero obviamente nada como mi gente en Locombia. Extrañaba el calorcito de mi ciudad, a mis amigas, mi cama, mi hermana, mi perro. Dios mío.
Pero estaba siendo un viaje maravilloso.
Faltaban tres días para mi cumpleaños y Pia no dejaba la habladera del bendito partido ese, no entendía que tanta importancia tenía un simple juego de fútbol. Yo de vaina veía los partidos de la selección Colombia y eso, por James y Richard Ríos.
Ahora que me daba cuenta, me iba a tocar ir vestida normalito, porque no tengo camisa del Real y ni modo que la compre, porque si les soy sincera, me da mucha flojera. Estaba poniéndome una mascarilla facial cuando Pia me llamó por medio de vídeo llamada, le contesté inmediatamente.
—Hey bonita.—Habló Eduardo, sorprendiendome.
—Ve tu, rata, ¿Por qué tienes el teléfono de Pia?—Dije a través de la línea al verlo.
—No digas nada, girl. Quería preguntarte qué talla de camiseta eres y tu instagram también.—Respondió guiñandome el ojo.
Este hijueputa. Reí ante las preguntas y contesté.
—¿Y tu pa que quieres saber eso, mijo?—Pregunté haciéndolo bufar.
—No respondas una pregunta con otra, Kai, solo dime.
—Bien, talla M y mi instagram es @akailanig.—Contesté rodando los ojos.
—Está bien, gracias preciosa, no le digas a Pia que tomé su teléfono para llamarte.
—Si sabes contar, conmigo no cuentes pa eso.—Murmuré antes de colgar.
Caminé hacia el baño mientras le dejaba un mensaje a mi nueva amiga sobre lo que su hermano hizo, me quité la mascarilla e inmediatamente una notificación llegó a mi teléfono.
No sólo una, tres.
[akailanig] @rodrygogoes has started to following you.
@camavinga has started to following you.
@fedevalverde has started to following you.
Rodé los ojos, esto había sido obra de Eduardo. Cuando lo vea lo voy a joder, nojoda.
De repente, muchas personas empezaron a seguirme, a darle like a mis publicaciones y a comentar que tres jugadores del Real Madrid acababan de seguirme, listo, la que se hace famosa por tres manes.
Jueputa, Camavinga, te voy a joder, Dita sea nojodaaa.
Inmediatamente le escribí a Pia, una cosa es ella que se sabe que es la hermana de Eduardo y otra cosa soy yo, que solo soy su amiga, relativamente conocida.
Pia 💘
Girlll
7:30 pm
El mlpdo de tu hermano y creo que los amigos me acaban de seguir en ig
7:30 pm
Ahora se formó cule mondaquero porque me empezaron a seguir y me empezó a seguir que cule monda de gente
7:31 pm
A verrr
7:31 pm
Según lo que me habías explicado "Mondaquero" es problemón
7:31 pm
Que tiene de problema eso?
7:31 pm
Espera, mi hermano cómo consiguió tu ig?
7:32 pm
Me llamó desde tu teléfono para primero pedirme mi talla en camiseta y luego mi ig
7:32 pm
Ya se que fue mala mía
7:32 pm
Tranquila bebé
7:32 pm
Lo voy a matar, ya va a ver
7:33 pm
En otras cosasss, ya casi es tu cumpleee
7:33 pm
Legally allowed
7:33 pm
Yessssda
7:33 pm
Ya casi voy a poder tomar sin que me digan nada, que recocha
7:34 pm
No podías hacerlo?
7:34 pm
Me ves cara de que si?
7:34 pm
JAJAJAJAJAJAJAJA
7:35 pm
Vaaaale girl
7:35 pm
Mañana nos vemos para la cita de las uñas, debes ponerte divina
7:35 pm
Dale pues
7:35 pm
Ily 💕
7:36 pm
—¡Bajale a esa monda, Camavinga, eche!—Grité al escuchar la música de cumpleaños tan alta en la madrugada.
Si, bitches, ¡Es mi cumpleaños número dieciocho, nojoda! ¡Soy legal en esta mierda!
Pia se reía mientras caminaba con el pastel que suponía, ambos habían comprado. Tenía dieciocho velas según lo que mi cabeza dormida había contado. Mano, son las doce de la noche, ¿Ustedes creen que yo tengo cabeza pa contar las velas? Nombe no.
La menor de los Camavinga se acercó a mí, extendiendome el pastel con cuidado, lo tomé en mis manos y pedí el deseo con los ojos cerrados para luego soplar las velas. Ambos aplaudieron mientras yo dejaba el pastel sobre la cama, Eduardo fue el primero en venir a abrazarme, entregándome un regalo decentemente envuelto. Lo miré incrédula, al saber que esa vaina no la había envuelto él, era imposible marica, él era muy basto pa estas vainas.
Abrí el regalo, encontrándome con una camiseta del Real Madrid, noté que era grande así que me quedaría tipo oversize, miré el dorsal detrás de la camisa. ¿Eche?
Fruncí el ceño llamando la atención de Pia, quien se puso detrás mío con cuidado para observar lo que yo estaba viendo, marica, este no era el dorsal de Eduardo, definitivamente no lo era.
"5, Bellingham"
Pia miró a su hermano con una sonrisa burlona y los ojos bien abiertos, Eduardo hizo una seña con su mano para que siguiera viendo el regalo. Era un collar con el número angelical setecientos setenta y siete, mi número angelical.
—¿Cómo sabes que es mi número angelical?—Murmuré tapandome la boca impresionada.
—Tengo mis contactos, preciosa.—Sonreí y me levanté a abrazarlo.
—Gracias, muchas gracias.—Dije mientras lo abrazaba, él correspondió el abrazo.—Pero, aún tengo la duda, ¿A quien pertenece el dorsal?
—Cuando estemos en el partido lo verás.—Respondió él, separándose de mi para salir de la habitación de Pia.—Nos vemos en el clásico, no lleguen tarde.
Fruncí el ceño nuevamente, como por quinta vez en veinte minutos. Pia se acercó por detrás y llamó mi atención para extenderme su regalo.
La miré enternecida para abrirlo, dentro de la bolsa habían accesorios Van Cleef y el kit de Dior Lip Addict. Sonreí para luego abrazarla y darle un beso en la mejilla.
—Ese no es mi único regalo, preciosa.—Me entregó una caja Dior.—Disfrutala.
La abrí lentamente dándome cuenta de que era una cartera de Dior, mordí mi labio aguantando las lágrimas, esta vaina segurito costaba más que mi casa marica. Que emoción, mi primera cartera Dior.
Mi teléfono empezó a sonar con mensajes de mi mamá, mi papá y mis amigos en Colombia, seguramente se habían dado cuenta que acá en Madrid ya era mi cumpleaños así que habían decidido felicitarme.
—Bien, vamos a guardar todo esto para dormir. Mañana nos espera un día largo por tu cumpleaños y también el partido, ¿Va?—Asentí y guardamos todo, e incluso el pastel.
Nos acostamos a dormir juntas, pues yo estaba pasando la noche con Pia en una pijamada. Ella se había convertido en una amiga excepcional en tan poco tiempo, también su hermano, todos me caían muy bien y ya los consideraba parte de mi club de mejores amigos, me habían acogido como si fuese su hermana y andaba con ellos pa arriba y pa abajo.
Obviamente que me di trompa con Eduardo porque por su culpa ya tengo dos millones de seguidores en instagram. O sea, era una meta llegar a eso, pero por mi propio trabajo, no porque jugadores del Real me hayan seguido en instagram.
Ni me di cuenta cuando ya eran las diez de la mañana y teníamos a Eduardo nuevamente explotando la casa a punta de música, este hombre como que no descansa. Pia al despertarse exaltada, agarró una almohada y se la estrelló a su hermano en la cabeza, hice lo mismo que ella iniciando así una guerra de almohadas.
—¡Mano me estás pegando duro, hijueputa!—Grité persiguiendo a Eduardo por la sala de estar.
Sonaba Lost in the fire de The Weeknd. Pia estaba que se hacía su show de streaptease ahí sola y yo persiguiendo a su hermano.
Nosotros definitivamente somos cules de raros. Luego de almorzar, Eduardo se fue al estadio, pues ya tenía que estar con sus compañeros. Pia y yo nos arreglamos juntas para ir al Santiago Bernabéu, ella se puso la camiseta con el dorsal de su hermano y yo, obligada por ella, me puse la camiseta que me había comprado Eduardo, pasaron algunas horas hasta que casi fue la hora del partido.
Tengo que admitir que esta vaina me queda es bonita. Sonreí al verme al espejo, llevaba jeans bota campana tiro alto, la camiseta, unos zapatos Adidas y las pulseras que Pía me había regalado. Obviamente llevaba mis fabulosas trenzas y un maquillaje que la Camavinga menor me había hecho especialmente para mí cumpleaños y el partido.
Finalmente nos dimos cuenta que íbamos tarde, pues eran las siete y quince de la noche, Eduardo nos va a matar.
Ambas nos montamos zumbadas en el carro, era un Porsche carrera rosado, pegaba mucho con la personalidad de Pia. El tráfico, como cosa rara, estaba pesado, pero igual no sé qué pacto hizo Pia para llegar al estadio, pero llegamos en esa monda. Ingresamos al estadio por la entrada exclusiva de los palcos, donde según me había explicado la antes mencionada, estarían las familias de los jugadores y que también estarían alguna de sus amigas, las cuales eran hermanas de jugadores y me presentaría antes de empezar el partido.
Buscamos nuestros asientos sin antes agarrar una botella de jugo de naranja para ambas, estas son las cosas de la gente con plata marica, me sentía exclusiva. Obviamente algo fuera de lugar, porque yo no es que vea mucho fútbol que digamos, pero si le se a algunas cosas técnicas que aprendí con la Copa América.
Jueputa, pa que mierda mencioné esa vaina, me voy a poner a llorar.
Pia saludó a algunas chicas que se encontraban allí, una era morena, baja, tenía una carita de "yo no fui" más maldita, se los juro. La otra era blanquita, con una carita de mala que no podía con ella, se veían chéveres las peladas, pero Pia no me había presentado con ellas.
—Ay, se me ha olvidado. Chicas, ella es Kailani, viene de Colombia y la conocí en instancias no muy agradables, pero igual es buena chica y súper maja.—Dijo ella tomándome de la mano para presentarme con ellas.
—Holis, soy Kailani García, mucho gusto.—Le extendí mi mano a ambas y con mucho gusto aquellas la estrecharon.
—Que amigas te consigues eh, Pia. Vos sos hermosa nena, un gusto, Melissa Valverde.—Ella me abrazó al presentarse, listo, esta es uruguaya.
—Que mujer.—Escuché en portugués de la otra chica.—Mis disculpas, aún me confundo con los idiomas, soy Sofía Silva, que hermosa eres.—Me abrazó también y dejó un beso en mi mejilla.
Ve, es que son amables.
—Ustedes también son divinas, muchísimo gusto en conocerlas.—Sonreí mientras hablaba.
Las cuatro nos sentamos juntas a esperar que salieran los jugadores a calentar. Justamente minutos después, salieron los jugadores del Real, entre ellos Eduardo, quien nos saludó.
—Bueno, el que vos ves allá es mi hermano.—Señaló Melissa.—Fede Valverde.
Asentí enfocando mi mirada hacia aquel jugador.
—El que está al lado de Vini es mi hermano, Rodrygo Silva.—Nombró Sofía.
—¿Puedo decirles algo, mis amores?—Pregunté yo, ellas asintieron.—Ustedes están muy buenas pa esa desgracia de hermano que tienen.
Las cuatro nos reímos ante mi comentario, Melissa notó lo que tenía detrás de mi camisa y frunció el ceño.
—¿Conocés a Bellingham?—Preguntó Mel.
Ñerda, se dió cuenta del dorsal.
Negué con la cabeza, haciéndolas sonreír a las tres, a mi esta vaina me olía a gato encerrado, porque no entendía era nada.
—La verdad no sé quién es, ¿Jugará hoy?—Pregunté y Sofía contestó.
—Si amor, ahí están pasando la titular del Real.—Señaló la pantalla y justamente se encontraba pasando a ese chico.
Moreno, caribonito...¡Marica de este me había hablado mi mejor amiga!
Listo, voy es a pasar pena.
—No sé que le dijiste Sofía, pero ya la niña palideció.—Dijo Pia haciéndonos reír a todas.
—Manas, ¿Que les digo?, de verdad no lo conozco, mi mejor amiga me había hablado de él en un par de ocasiones pero es porque ella si ve fútbol.—Mencioné jugando con mis dedos.
—Tranquila, no es nada del otro mundo que tengás su dorsal.—Melissa tomó mi mano y la entrelazó con la suya.—Muchas personas aquí lo tienen.
—Meli, yo soy salada hermana, en equis momento meten gol y el man se da cuenta de que yo tengo su dorsal y paso pena.—Murmuré super rápido.
—Bueno, mejor veamos que están haciendo.—Dijo Sofía cambiando de tema, a lo que yo agradecí mentalmente.
Las cuatro notamos como Eduardo, Fede y Rodrygo cuchicheaban mientras miraban hacia acá, no se habían dado cuenta de que las cuatro los estábamos mirando, así que señalaron para acá, más específicamente hacia mi.
Ay marica, que boleta. Esos son los manes que me empezaron a seguir en instagram y son hermanos de estas tres que tengo a mi lado.
—Vamos a tomarnos una foto.—Propuso Melissa, a lo que las cuatro accedimos.
Bueno, mi primera vez en el Santiago Bernabéu no podía ser mejor.
-With love, Danna 💗
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