La sensación de que algo te falta no desaparece, los días transcurren en completo silencio y te sientes aislado.

Blanco y negro es como ves el mundo, caminando por el sendero donde todos está bien, pero sabes que tú no lo estás.

Saca tu libro favorito pero no puedes leer nada de su contenido. Vuelve a soltar un suspiro, ya no puedes más.

Solo había una forma, donde puedes sentirte vivo. Pero los demás te observan preocupados, hasta quien consideras como tú hermano intenta persuadir pero es imposible

Pasan los días, los días se convierten en meses y los meses en años. No te das cuenta de lo que te has perdido, o quizás lo sabes y solo te hizo aislarte más.

Llega un momento que puedes ver la luz, que pudiste encontrar la paz del infierno que te atormentaba. Pero vino aquella guerra donde no solo dependía tu vida, si no de quienes llegaste a querer.

Era tu deber, pero también tú voluntad.

Pero... Te quiebras

Y vuelves a ver aquella persona que habías creído que había muerto, la persona que una vez llegaste a despreciar pero que llego a ser una lección en tu vida

Y que fue más que eso

Fue difícil enfrentar tu pasado, fue difícil luchar contra esa persona que fue importante para ti pero no podía permitir que condenará el mundo.

Eras débil, la vida te convirtió en alguien que no merecía vivir. Una simple escoria

Pero no podía arrepentirte, no podías cambiar el pasado y solo quedaría esa mancha. Ahora, solo lo cambiaría

Avanzas, luchas y lo logras.

Pero... Esa persona que te importaba, se va.

Otra vez

Y vuelve nuevamente ese hueco que tanto te había molestado, pero está vez... No podía dejarte consumir.

Tienes un deber, una promesa que tenías que cumplir y no podía echarse hacia atrás.

No hasta que llegue tu momento y vuelvas a encontrarte con él