Un rato paso desde que se habían puesto a ver la película, para ellos era de su agrado compartir el momento.
Ambos sentados en el mismo sofá, algo arrecholados entre ellos, pues el frío de invierno se empezaba a hacer más presente, había una manta en la que uno estaba envuelto, con su vista fija a la pantalla del televisor.

Mientras tanto, otro estaba a su par, recargado en su hombro, y comiendo de la bolsa de frituras que tenía recargada sobre sus piernas.

—Ahí es cuando escapan de ese laboratorio, bueno, cuando saltan de ese lugar —dijo Saga, llevándose a la boca una de las papas en la bolsa—

—Si, ahora shhh, silencio que quiero escuchar mejor lo que dicen —callo a su gemelo, poniendo en su boca otra fritura, estaba embobado con la película que ya pasaba frente al televisor—

Paso un lapso de minutos en el tiempo, los cuales habían bastado para que Saga se terminará durmiendo con su cabeza recargada en el hombro de Kanon.
El menor, tenía un ligero tono carmín en las mejillas, al tener a su hermano recargado en su hombro, pues se había quedado dormido casi cuando la película ya estaba terminando, lo miro de reojo, estar aferrado a su brazo como si fuera algún tipo de almohada o peluche abrazable, mentiría si dijera que en esos momentos no se le hacía tierno, tan delicado con aquellas facciones tranquilas en su rostro.

—Cuando te podré decir sobre estos sentimientos, que cada vez ansían más por volverme loco, si es que no lo estoy ya, por tan inmensurable belleza que tienes... —murmuro en un susurró, tratando de que no fuera lo suficientemente alto con su voz grave, para no despertar a su hermano—

||Kanon||

Deje el control remoto del televisor sobre la mesa del centro en la sala, con el sumo cuidado de no moverme mucho para que Saga, quién yacia recargado sobre mi hombro y abrazado a mi brazo izquierdo, no despertase.
Al estarlo mirando de reojo, me parecía tan tierno como era que descansaba plácidamente a mi par, estando abrazado a mí, como si yo me tratase de una de las tantas almohadas con las que duerme, lo observé unos instantes más, antes de que con el mayor cuidado posible, hiciera que se soltase de mi brazo, y así poder llevarlo a su habitación a que durmiera más tranquilo.

Era algo que acostumbrabamos algunas veces de niños, si él estaba dormido yo lo llevaba a su habitación, muy pocas veces él era quién me llevaba a mi, debido a ser él, el primero en quedarse dormido.
Es tedioso cuando sabes de tus sentimientos desde ya bastante tiempo, sin poder decir nada por una de tus tantas inseguridades.

Bueno, en fin, lo cargue entre mis brazos con cuidado, viendo cómo se aferraba a mi al instante, una sonrisa ladina se formó en mis labios, puse una manta sobre Saga al estarlo cargando, lo lleve a su habitación, subiendo por las escaleras logrando llegar al segundo piso.
Dónde ya era que se encontraban nuestras habitaciones, entre a la suya, caminando a su cama, para recostarlo sobre está misma con cuidado y delicadeza, al principio no se soltó de mí, pero fue aflojando su agarre a mi ropa que apretaba entre sus manos.

Me quedé a la orilla de la cama, mirando como dormitaba tan tranquilo y sin ninguna preocupación de momento, le deje una de las almohadas que mantenía abrazada por toda la noche. Que como se eso? Simple, muchas veces, desde que éramos pequeños. Lo veía dormir, claramente sin saber siquiera que yo lo miraba, tiene el sueño pesado desde que tengo memoria.
Una risita se escapó de mis labios, cuando lo miro cambiarse a una posición un tanto extraña, flexionando sus rodillas, y abrazándose más a la almohada que antes le había dado.

—Descansa, mi querido Saga... —le susurré quitándole mechones de su cabello de la frente, luego de mirarlo por unos momentos más, me encamine a la puerta de la habitación, para salir y dirigirme a la mía, no era tan tarde aún, por lo que no tenía mucho sueño.

Me había quedado mirando por un rato al techo, mis manos tras la nuca, y mis pensamientos desordenados, no tenía tanta perfección en cuando de trataba de pensar mucho sobre darle vueltas a un mismo asunto, y si, eso era lo que hacía por varias de las madrugadas, claro, si es que no me la pasaba de fiesta hasta quedar varias veces en un estado de ebriedad.
Ven de lo que hablo? Me desvío del principal tema que fue del que hable, en el instituto por eso he de sacar alguna mala nota una que otra vez.

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Los primeros rayos del sol, entraban por la ventana del cuarto de uno de los gemelos, pegándole estos al rostro, su cabello estaba hecho un revoltijo, con todos los mechones enredados.
Un ligero hilito de baba que le escurría por la comisura del labio, su mano bajo la almohada y sus sábanas enredadas en las piernas.

Así era despertar por la mañana en un día cualquiera, o mejor dicho, en un fin de semana, no universidad, no tener que levantarse temprano.
Vamos, a quien no le gusta eso? Muchos querríamos quedarnos todo lo posible acostados, y estos dos gemelitos no son la excepción.
Ambos en sus habitaciones correspondientes dormían profundamente, sin quererse despertar, si no fuera por el molesto sol que le daba a uno en la cara o el ruido proveniente de la calle.
En la habitación del mayor, se podía apreciar como era que despertaba estirándose en su cama, bostezando y sentándose en esta.

—Hmm?... —cerro sus ojos unos momentos, recargado en la cabecera de su cama, durmiendose otra vez, pero despertando en cuanto empezó a cabecear— ¡Estoy despierto! —se dijo a si mismo dando un brinco en su lugar, al pensar que se podría caer.

—¡Buenos días! —exclamo Kanon entrando a la habitación—

—Buenos... Días —exclamo Saga estirándose y bostezando—

—Sabes que día es hoy no?

Le pregunto entusiasmado, mirándolo con una sonrisa.
Pues era un día de aquellos en los que solían pasar, más rato juntos, por así decirlo.
Ante esa pregunta el mayor asintio, sentandose al borde de su cama, para irse a mirar en el espejo de cuerpo completo, viendo su rostro y cabello hecho un total desastre.

—Oh, por Zeus! Mi cabello está hecho todo un revoltijo! —se exaltó al ver cómo muchos de sus mechones de cabello estaban enredados—

—Te ves chistoso así Saga —lo molesto con una carcajada burlesca—

—Calla

—No quiero, pero por favor, si vamos a salir péinate al menos. Se cómo yo, que parecería todo un galán de telenovela

Empezó a presumir el menor, con ese toque de vanidad y arrogancia que en muchas ocasiones se le escapaba de más.
Logrando que Saga, se molestará por esa actitud suya, no negaba que también en cierto punto le parecía gracioso el asunto.

—Si como no, tú? Ajá ya quisieras aprende de mi, yo soy mucho más sexy —hizo alguna pose de modelo mirando a su gemelo—

—Pft'... Jajajaja! —estallo en risas— Venga hombre, deja de presumir tanto como yo

Por su parte, Saga empezó a reír también por lo que hacía, riendo se dirigió al tocador para buscar algún cepillo y lograr desenredar su cabello.

—Bien, algún plan de a dónde iremos hoy Kanon?

—Mmmm... Ya se —hizo una breve pausa— Al Mcdonald's!

—¿En serio? Quieres ir a ese lugar?

—Ajá, tengo ganas de ir desde la anterior semana, pero tú, cancelaste el día por irte con tu amigo ese

—Ay vamos, era algo importante

—Más importante que tú hermano, claro

Bufo, cambiando su semblante a uno molesto.

—Calmate Kanon, sabes que tu también eres importante y ya anda vete a cambiar antes de que nos vallamos al restaurante ese de comida rápida, y el tráfico nos retenga —comento cepillando su cabello, mirándose frente al espejo—

El menor todo los ojos, levantándose con flojera de la cama dónde antes se había sentado, camino a la puerta para irse a su habitación a arreglarse mejor y así poderse ir a dónde propuso.

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💙✨🍁 Continuará🍁✨💜
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Bueno, después de mucho ya está otro cap uwu
Esperamos que les haya gustado este cap, que si que nos hemos tardado en actualizar xd
Disculpen cualquier falta
ortográfica jeje ^w^"
Sin más que decirles, nosotros nos despedimos y esperen el próximo cap
Chao, chao!