Moonbin y MinHyuk estaban en esos momentos en la sala de reuniones planeando cosas para la guerra. Jin Woo ya había vuelto a Goyang hace unas semanas, por lo que solo estaban ellos dos.

Había pasado ya más de un mes desde que Moonbin llego a Seúl. Tanto el como Dong Min ya estaban bien, al omega se le prohibía salir mucho de la habitación, pero en aquellos momentos Sanha y Dong Min estaban en el jardín del castillo mientras los alfas estaban en la sala de reuniones.

Moonbin se sentía inseguro al saber que Dong Min estaba solo con Sanha en el jardín; Myung Jun no podía acompañarlos por que el mayor había enfermado.

- Las tropas de Busán no deben tardar en llegar - decía Samuel mientras mira a su rey - Hace ya mas de un mes que el príncipe Taemin nos mando la carta, es demasiado extraño que no estén aun aquí; deben estar tramando algo grande

- Bueno, Busán tampoco esta tan cerca de Seúl - dijo MinHyuk.

- No creo que se tarden más de un mes en llegar hasta aquí, Lee - Moonbin dice

- El punto es que en estos momentos es cuando estamos más desprotegidos. Busán podría atacar en cualquier momento y hasta nos podrían tomar desprevenidos - Dijo el pelirrojo.

- Creo que nos daríamos cuenta cuando las tropas estén a las afueras del pueblo - comentó el castaño

En ese momento Moonbin quiso decir algo, pero el ya conocido dolor en su pecho y el sonido de su lobo aullando se hicieron presentes. Tanto Samuel como MinHyuk se exaltaron cuando los ojos del azabache se tornaron rojos, su lobo interior estaba dominando sobre el.

MinHyuk sintió lo mismo, el dolor en su pecho y su lobo aullando, pero a diferencia de Moonbin, el castaño no sabía por que; el castaño solo tenía la necesidad de estar con Sanha lo antes posible.

Los dos reyes se dirigieron al jardín, siendo seguidos por Samuel por si algo o alguien estaba haciéndole daño a los omegas.

Cuando llegaron al jardín pudieron ver a Dong Min siendo sujetado por alguien, quien tenía su espada rozando la garganta del peliazul. Sanha trataba de zafare del agarre de un tipo para poder ayudar a Dong Min.

Moonbin no lo pensó dos veces y saco su espada para poder matar a aquel hombre que agarraba a su omega. Los cuatro hombres que causaron disturbio en el castillo fueron atrapados por Samuel y tres otros guardias que estaban por allí y habían llegado debido a los gritos que habían escuchado.

- ¡¡Quiero que los maten!! - MinHyuk fue quien grito.

Moonbin abrazo a Dong Min, quien aun se encontraba asustado. El alfa trataba de hacer que el omega no se alterara tanto, pues eso podría ser peligroso en su estado.

Ambos deciden ir a la habitación, lo mejor en esos momentos para Dong Min era descansar un poco tras el susto que tuvo anteriormente.

Al llegar, ambos se acomodan en la cama. Moonbin estaba sentado mientras recarga su espalda sobre el respaldo de la cama, Dong Min se encuentra entre sus piernas, recargándose sobre el pecho del alfa. El azabache empezó a repartir caricias sobre el azulado cabello de su omega, haciendo que este empiece a relajarse.

- ¡Auch! - exclama Dong Min cuando siente un pequeño dolor en el vientre

Moonbin inmediatamente se puso alerta a todo, el azabache noto que Dong Min no se estaba alterado ni nada, el peliazul solo tenía su ceño fruncido.

- ¿Qué sucede? - cuestiona el alfa posando ambas manos en el abultado vientre de 5 meses del menor

- N-No lo se... - susurra el omega

Moonbin iba a volver a hablar, de no ser por lo que sus manos sintieron en aquel momento. El mundo se detuvo para ambos en esos instantes. Ellos se miraron con sus ojos cristalizados y sus rostros de sorpresa.

Habían sentido por primera vez el movimiento de su pequeño cachorro, aquella simple acción había creado millones de sentimientos en ambos futuros padres.

El primero en empezar a sollozar fue Dong Min, siendo seguido por Moonbin casi inmediatamente. Ambos se besaron con dulzura, transmitiéndose toda aquella felicidad y amor que sentían en el momento.

- M-Mi bebé, mi cachorro... - sollozo el peliazul

Moonbin se separo de Dong Min, ahora quedando frente a su omega. El azabache poso su temblorosa mano sobre el vientre del menor, sintiendo que iba a desmayarse cuando de nuevo sintió un pequeño movimiento.

- Bebé... - dijo con voz baja el alfa.

Moonbin se agacho un poco a la altura del vientre de Dong Min, empezando a susurrar palabras dulces y llenas de amor. El omega solo veía feliz como su alfa le hablaba a su pequeño cachorro, el menor podía sentir los movimientos y aunque estos fueran un poco dolorosos, esto al omega no le importaba.

Conforme Moonbin le iba hablando al vientre de Dong Min, este podía empezar a sentir que el cachorro daba menos patadas, hasta que ya no sintió nada.

- ¿Te duele? - cuestiona el alfa refiriéndose a los movimientos del bebé

- Solo un poco - ríe levemente el peliazul al notar la preocupación del azabache

Moonbin solo se acerca al rostro de Dong Min y lo besa profundamente. El omega nota que el alfa empieza a llorar nuevamente, por lo que simplemente agarra el rostro de este y con sus pulgares limpia las mejillas del mayor.

- Gracias... - susurra Moonbin sorprendiendo a Dong Min - Gracias por darme un cachorro y mucha felicidad junto a ti - el azabache esconde su rostro en el cuello del peliazul - Te amo.

- Yo también te amo, Moonbin - contesto Dong Min con una sonrisa

Al omega le encantaba cuando su alfa le decía que lo amaba; muy pocas veces eran las que el mayor decía aquellas palabras. Moonbin no es una persona de mucho afecto con la gente; aun con Taemin, su propio hermano, no demuestra tanto cariño, pero aun así todos saben que el mayor ama a su pequeño hermano. La única persona con la que el azabache es cariñoso, es con su omega.

Dong Min es el único que logra hacer que aquel rey sea feliz; por que sin el peliazul, Moonbin no sería nada.

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Este FIC dentro de poco llega a su fin y quiero recordarles nuevamente que My King Rocksan es la continuación de este FIC. Cuando suba el último cap del my prince automáticamente subiré My King así pueden continuarlo.

¿Que creen que pase con Busán?