Es de madrugada y todo estaba totalmente pacífico y silencioso. Llevo unos minutos intentando conciliar el sueño pero por razones desconocidas se me es imposible. Me encuentro mirando al techo sin ningún pensamiento rondándome por la cabeza, mi mente está totalmente en blanco, aunque suene increíble.

Respiro hondo dejando que el oxígeno llene mis pulmones hasta no poder más, lo mantengo por escasos segundos y lo suelto intentando no hacer el mayor ruido posible. Al finalizar mi profundo suspiro no se oye más que la continua y tranquila respiración de la persona que tengo al lado.

Giro la cabeza para observarlo. Aunque la mayor parte de la habitación esté sumergida en la oscuridad, puedo ver su rostro gracias a la luz de la luna que se hace paso por mi ventana abierta y que lo ilumina a él, como si la propia luna hubiera caído ante su belleza y quisiera arroparlo con su brillo haciendo que sea lo único que destaca de esta oscura habitación.

Él yace tranquilamente dormido a mi lado, su ceño está ligeramente fruncido, una de sus mejillas se encuentra abultada ya que está apoyada en el cojín al igual que sus rosados labios y mechones de su azabache cabellera caen sobre su frente. Un brazo suyo me rodea fuertemente la cintura causando que inevitablemente esté apegado a él. Su descubierto pecho sube y baja lentamente y su respiración me golpea suavemente el rostro. Me quedo inconscientemente mirándolo, observando detenidamente y sin prisa alguna cada una de su sus perfecciones tanto como sus imperfecciones que lo hacen único en este mundo. Verlo así me calma por completo, ver que está aquí conmigo hace que desaparezcan todas mis preocupaciones. Encuentro tranquilidad en él y estar así en sus brazos me hace sentir protegido, como si estando con él no pudiera pasarnos nada.

De repente una sonrisa se asoma en mis labios al recordar como acabó en mi cama. Horas antes apareció delante de mi casa y con agilidad escaló un árbol para poder llegar a mi ventana y colarse. Me molesté un poquito con él por no pensar en su seguridad dado que podía caerse pero estaba empeñado que quería hacerlo como en las típicas películas románticas adolescentes que él veía aveces, tampoco le culpo, era tarde y que entrara por la puerta principal no era la mejor idea ya que desconcertaría a mis padres. Estuvimos un rato hablando, los minutos pasaban entre besos y caricias hasta que quedó profundamente dormido junto a mí.

Empiezo a pensar también en como él había cambiado mi vida por completo. Me alegra todas las mañanas con sus adorables mensajes de buenos días o con sus buenas noches a la hora de acostarme al final del día, me anima con sus repentinas y originales ocurrencias cuando menos lo espero, me llena de alegría cuando escucho su melodiosa risa o cuando muestra su inigualable sonrisa, más si yo era el causante. Se queda conmigo y me abraza fuertemente en mis peores momentos y me repite en cada momento lo especial que soy para él, y él también lo es para mí. Me hace feliz, me hace sonreír, me hace cantar y bailar sin parar, me hace sentir vivo y libre. Podría estar toda mi vida y muchas más con él agarrados de la mano, haciéndonos fuertes mutuamente sin dejar que nada ni nadie nos destruya. Podría pasar años, hasta siglos solamente mirándole y nunca cansarme, como lo estoy haciendo ahora.

Subo mi mano hacia su mejilla y la empiezo a acariciar con suavidad disfrutando de su aterciopelada piel debajo de mis dedos a lo que él responde balbuceando algo que no alcanzo a comprender y me aprieta más hacia él.

Él es todo lo que podría imaginar, nunca pensé que sería tan afortunado de tener a alguien como él. Podría renunciar a todo por él, podría llegar hasta el fin del mundo por él, darle el sol, la luna, las estrellas, los planetas, la galaxia, el universo entero si él me lo pidiese. Daría todo de mí sin dudarlo, aunque eso signifique romperme para arreglarlo a él.

-Jimin...- Pronunció todavía dormido. Mi nombre suena tan bien saliendo de sus preciosos labios.

Nada se comparaba a todos los momentos que me regalaba estando junto a él. Nada puede reemplazar todas nuestras conversaciones, nuestras sonrisas, nuestras miradas, nuestros besos, nuestras caricias, nuestras noches juntos, nuestro amor.

Llevo esta vez mi mano hacia su frente para apartar los mechones y seguidamente acaricio su sien con mi pulgar. De repente sus parpados se abren lentamente hasta que sus oscuros ojos se encuentran con los míos. Al verme sonríe y se acomoda en el cojín para mirarme mejor.

-¿No puedes dormir?- Pronuncia en voz baja mientras me acaricia la espalda con sus dedos. Disfruto como su dulce voz llena mis oídos.

-No, pero estoy en ello.- Susurro.- Mirarte me calma.- Al decir eso su sonrisa se amplía mucho más.

-Duerme amor.- Al finalizar besa mi frente y cierro los ojos cada segundo que sus labios tienen contacto con mi piel.- Dulces sueños, sueña conmigo.

-Lo haré.- Le dedico una pequeña sonrisa.

Me acerca de nuevo hacia él abrazándome y cierra los ojos, en cuestión de minutos vuelve a caer en los brazos de Morfeo.

Vuelvo a observar como la luz de la luna lo ilumina con su esplendor resaltando cada parte de su rostro dándome la mejor vista que puedo presenciar en toda mi vida. La analizo memorizando cada detalle para tenerla siempre guardada en mis pensamientos.

Después de un rato mis párpados me empiezan a pesar hasta que finalmente me duermo arropado en su calidez escuchando nuestros corazones latir al mismo tiempo.

Él podía ser picante muchas veces pero es más dulce que el caramelo. Es todo un hombre pero a la vez es un niño con ganas de descubrir el mundo. Él es irreemplazable, no hay nadie en el mundo igual que él y tampoco quiero encontrarlo en otra persona, él es todo lo que necesito ahora mismo y hasta el final de mis días.

Jeon Jungkook se había convertido en mi razón de ser, en la luz de la luna que me ilumina en mi oscuridad, en el dueño de mi corazón para siempre.

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¡Primer OS publicado, yay!

Quería agradecerle a Ariana Grande por inspirarme a escribir este pequeño texto, os recomiendo mucho escuchar la canción, es preciosa.

Espero que os haya gustado y que lo hayáis disfrutado así como yo lo he hecho al escribirlo.

¡Eh! Votad, que es gratis hahahaha.

Sin nada más que decir, ¡hasta muy pronto!

Nuevas historias en camino...