Capítulo 21.

El castaño sintió un fuerte mareo y sus lágrimas inevitablemente iniciaron a abandonar sus ojos azabaches. No quería tener ese hombre cerca y mucho menos percibir su aroma. Intentó dar un paso para iniciar a correr, pero el mareo se intensifico.

— ¡Al-alfa! ¡Tae! — Susurró. — ¡Alfa! Ayúdame...

¡Humano descerebrado! — Gritó el lobo de Tae. — Nuestro omega nos llama... ¡Corre!

— Alfa...

— Vas a obedecer a tu alfa. — Habló nuevamente el hombre de vestiduras negras.

JungKook. — Llamó Cooky. — No te dejes ganar del miedo. — Dijo. — Saca el valor como lo hiciste en la universidad y enfréntate a él.

N-no puedo. — Agarró su cabeza ante el mareo.

Si puedes. — Le animó.

No puedo Cooky. — Miró hacia donde estaba la presencia que le causaba terror. — Los alfas de la universidad no me causaron tanto daño y dolor como él. — Le recordó. — Nos va a llevar y sabes que nos usara como...

¡Humano asustadizo! — Exclamó y JungKook cerró sus ojos deseando estar en una pesadilla. Pero no lo era, era su realidad. — ¿Te acuerdas como se llama el lobo de nuestro alfa? — JungKook asintió lentamente. — Entonces llámalo, si es necesario gritaremos por nuestro alfa. — Dijo.

Lobo loco. — Habló TaeHyung ante las palabras de su animal. — ¿Por qué siento que el omega está muy asustado? ¿Qué lo está asustando?

Pero si serás. — Dijo. — Pues porque es nuestro omega y en este momento mí lindo lobito Cooky... Nuestro omega Cooky está llamándome. — Le respondió. Aunque no estemos enlazados, podemos sentir lo que siente y ahora nos necesita. — Expresó. — ¡Corre ya!

TaeHyung no habló más y salió corriendo de la cabaña rumbo a la pequeña caseta donde se almacenaba la leña para la chimenea. Su corazón latía a mil, su lobo aullaba muy inquieto.

Cooky... — Inhaló profundo ante el fuerte mareo que volvió a golpearlo. — Si llamo a ese lobo... ¿El vendrá? — Inquirió.

Nuestro alfa vendrá. — Dijo seguro.

El aroma a tabaco y lima se intensificó, se escuchó el crujir de unas ramas y hojas secas al momento en que el alfa se acercaba a JungKook. Estiró su mano con el objetivo de arrastrarlo fuera de ese lugar.

— Serás mío y nadie lo impedirá. — Le dijo esparciendo más de sus feromonas. — Y te marcaré como mi omega...

— ¡No! ¡Tata! ¡Ven por mí! — Gritó el omega castaño. Y su cuerpo fue apresado. — ¡Tata!

¡Suelta ahora mismo a mi omega! — Usó su voz de mando.  — Ya estoy harto de que te metas en mis planes.

— No lo voy a hacer. — Dijo. — Es mi omega. — Afianzó el agarre en el cuerpo contrario.

— ¡No quiero que me lleve! — Gritó JungKook sintiendo como era alzado en brazos.

— Shh, tranquilo omega. — Dijo. — Para que te lleven tendrán que...

— ¿Tae...? — Dijo JungKook al abrir los ojos cuando sintió ese aroma que lo aliviaba. — ¡Tata! — Gritó al ver los ojos rojos de su alfa.

— Si mi omega. — Le sonrió aun mirando filosamente al extraño que seguía esparciendo su desagradable olor. — Aquí estamos... Mi hermoso destino.

Suelta a mi maldito omega, me lo llevaré ahora. — Volvió a gritar el alfa usando su voz de mando.

JungKook tembló al escuchar la voz de mando del individuo, su mareo fue aún más fuerte, sintió ganas de vomitar y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Tu maldita voz de mando no funciona en mí. — Habló TaeHyung mostrando sus colmillos. — Y solo soltaré a MI OMEGA. — Observó el rostro del castaño que se encontraba en sus brazos. — Solo lo soltaré para partirte el maldito hocico y...

— T-Tae... Alfa... — Entrelazó sus manos alrededor del cuello del azabache. — Te dije que mi aroma traía dolor, y mira ahora él volvió para...

— Hermosura. — Bajó al chico de sus brazos para dejarlo tras su espalda. Se haría cargo del intruso que se atrevió a derramar su asqueroso olor sobre su omega. — No dejaré que te lleve, no sé quién demonios es, pero ahora mismo...

— Soy su alfa. — Dijo el individuo acercándose a ellos. — Me lo llevaré porque es mío y lo llenare de mí hasta que se muera pariendo a mis hijos.

— ¡TaeHyung! — Chilló el castaño apretando el brazo del alfa. — Prefiero morir a que él me lleve.

— Ahora si maldito infeliz. — Exclamó enojado el azabache ante lo dicho por el alfa que seguía esparciendo sus feromonas. — Te voy a arrancar la maldita lengua. — Dijo con sus ojos al rojo vivo y mostrando sus colmillos.

— No creo que puedas hacerlo si antes yo te clavo esto en el maldito corazón. — Sacó la navaja que iba a utilizar para intimidar aún más al omega. — Y después de apuñalarte... Me llevare al omega y será mío para siempre o hasta que se muera de tanto parir a mis hijos.

TaeHyung gruñó molesto, quería sangre, bueno su lobo la pedía. Ese maldito alfa se quería llevar a su omega y ahora que lo vio con claridad... Ya que se le había acercado al lugar donde la luz de la luna los iluminaba con más claridad. Se dio cuenta que era el mismo hombre que perseguía a JungKook desde la universidad y ellos habían impedido que se lo llevara días atrás. Esos ojos que solo irradiaban maldad, jamás se le olvidarían a Tae y su lobo.

— Ven a pelear alfa metiche. — Dijo empuñando su navaja y Tae se puso a la defensiva. Se retiró su chaqueta y la envolvió en uno de sus brazos. Así se cubriría de los posibles cortes.

JungKook temblaba, quería interferir, no deseaba ver a su alfa herido. Quería ser valiente, pero su cuerpo no lo estaba ayudando, ahora sentía un intenso calor, gotas de sudor recorrían su frente y su aroma inició a ser más dulce... Eso distrajo a TaeHyung que estaba esquivando los ataques del contrario. Volteó a ver a su omega y este estaba con sus mejillas extremadamente coloradas.

— Perfecto. — Dijo el alfa que seguía intentando dar su puñalada. — Parece que esta vez si te entregaras a mi sin tanta oposición. — Habló al olfatear el estado del omega y lanzó una puñalada al abdomen de TaeHyung; el cual estaba perdido ante la imagen y olor del castaño.

— ¡Tae! — Un grito se escuchó y unas manos jalaron el cuerpo del mencionado.

— ¡Agh! Maldito cerdo. — Expresó TaeHyung cuando vio volar la navaja que NamJoon había pateado, interfiriendo en el objetivo del alfa. — ¡Suéltenme!

— ¡¿Qué está pasando?! — Preguntaron NamJoon, Hobi y Jimin.

— Que me suelten. — Gruñó. — Voy a arrancarle la maldita...

— Ta- Tae... — El omega castaño lo llamó débilmente. — Ta-Tata... — Cayó de rodillas al piso.

— JK. — Dijo Jimin. — ¡JungKook! — Gritó cuando el castaño posó sus manos en su cabeza en un intento fallido de controlar su mareo.

— Suéltenme. — Pidió nuevamente tratando de zafarse del agarre de Jimin y Hobi. — Mi omega me necesita...

— A-Alfa...

— Ya voy omega. — Habló liberándose bruscamente. — Yo me haré cargo de mi omega y ustedes háganse cargo del infeliz...

Sus palabras quedaron detenidas al ver que ya no había rastro del individuo que minutos antes estaba tratando de apuñalarlo, y que quiso llevarse a JungKook. Lo único que quedaba era su desagradable olor.

— ¿Quién era ese chico? — Preguntó NamJoon acercándose a su primo.

— No se acerquen. — Les gruñó. — No quiero que ningún alfa este cerca de JungKook. — Los chicos se miraron. — Creo que está entrando en celo.

— Pero Tae. — Dijo Hobi.

— Pero nada. — Yo me lo llevare de aquí. — Dijo levantando en brazos al castaño en posición nupcial. — Y el imbécil que se acerco es...

— E-es un alfa que me quiere para...

— No digas nada hermosura. — Afianzó el agarre alrededor del cuerpo del castaño. — Ahora nos vamos de aquí. Te voy a ayudar.

— No te puedes ir con un omega que aparentemente está entrando en celo, y no tienes relación con él. — Dijo NamJoon deteniendo a su primo que había iniciado a caminar.

— Claro que puedo...

— Yo me quiero ir con él. — Dijo el castaño. — Tae, sácame de aquí y no permitas que nadie se nos acerque.

— Ya lo escucharon. — Gruñó el azabache. — Necesito que le avisen al profesor que JungKook entró en etapa de celo y que me lo llevare. — Les indicó. — Y también traigan mi maleta y la del omega. — Los chicos no sabían si obedecer. — Hagan lo que les digo. Voy a llevar a JungKook a otra cabaña.

— Alfa. Tu aroma... — Dijo en un susurro llevando su nariz al cuello del azabache. — Necesito tu aroma. — Expresó y TaeHyung solamente dejó salir su aroma. — Gracias. — Inhaló profundamente el aroma de canela, pino y fresas.

— Vamos hermosura, te sacare de aquí. — Besó la frente del castaño y retomo sus pasos hacia su auto. Se llevaría a JungKook a una cabaña que estaba a unos veinte minutos de la actual.

— Llamemos a SeokJin y que él se haga cargo. — Dijo Jimin.

— Llamen a quién quieran. — Dijo. — Pero no se acerquen a mi omega, y traigan nuestras cosas.

— Yo voy por sus cosas. — Dijo Hobi antes de salir corriendo a la cabaña.

— Yo llamare a SeokJin. — Dijo Nam.

— No creo que te conteste. — Dijo Jimin sabiendo que el omega de cabellos azabaches se la pasaba ignorando la existencia del alto.

— Aun así lo intentaré. — Dijo NamJoon.

— Yo también lo llamaré. — Expresó Jimin.

— Nadie te tocara hermosura. — Le comunicó a JungKook cuando lo deposito dentro del auto. — Yo te protegeré hasta de mí mismo. — Su lobo aulló.

— Necesito tenerte a mi lado. — Dijo antes de desmayarse por el golpe de calor.

— Maldición. — Dijo apretando sus dientes. — Hermosura aguanta. — Sacó su celular y marcó el número telefónico del nuevo ginecólogo. — Voy a ayudarte y cuidarte.

NamJoon después de intentar comunicarse con SeokJin, cosa que fue un total fracaso. Ya que su omega, como dijo Jimin, no le contestó. Decidió esperar a que el rubio se comunicara con su luna.

— No deberías ignorarme así. — Dijo triste mientras se dirigía a hablar con su profesor.

NamJoon habló con su profesor, le explicó lo poco que sabía sobre la situación y esperó a que Jimin le dijera que sí había tenido éxito al comunicarse con SeokJin. Pero tampoco fue posible, el rubio le dijo que la llamada entraba a buzón y en el teléfono de la casa sonaba como desconectado. El profesor también lo intentó, pero también fue un intento fallido.

SeokJin al ver que NamJoon lo estaba llamando, rápidamente rechazó la llamada. Luego observó cómo se iluminaba la pantalla con el nombre de Jimin, intentó contestar, pero su mente se lo impidió, cuando pasó una idea por su mente.

— ¿Y si es NamJoon con el teléfono de Jimin? — Se preguntó.

— ¿Y si es Jimin? — Le preguntó RJ.

— No. Es NamJoon. — Dijo y apagó el celular. Seguido a eso, desconectó su línea de teléfono en su hogar. — Así no seguirás insistiendo por hoy.

— Ojalá no sea algo urgente y tú por andar de miedoso, huyendo de nuestro alfa, no te vayas a enterar si no por allá quién sabe cuándo. — Le dijo RJ.

— No pasara nada.

Así fue como SeokJin quedó incomunicado por esa noche, y NamJoon junto con sus amigos se vieron obligados a dejar que TaeHyung y JungKook se fueran de esa cabaña. El de hoyuelos confiaba en su primo, esperaba que no se dejara llevar por su instinto animal y por el dulce aroma del omega. Rogaba a la Diosa luna para que no se saliera de control todo.

Y como no iba a rogar NamJoon si su primo era un alfa puro, el cual estaría solo con un omega en celo. Acababa de enfrentarse a quien sabe quién para defender a su omega, y claramente estaría más territorial que nunca. El lobo de TaeHyung se podría descontrolar y marcar al omega. No se sabía que pasaría...

TaeHyung llamaba insistente al ginecólogo de JungKook. Necesitaba saber qué hacer en el caso de que no tuviera los supresores, tenía que tener un plan B. Dejó de llamar cuando sus amigos llegaron al auto y le entregaron las maletas con las pertenencias de ambos.

Descargó la maleta de JungKook dentro del baúl abierto, y buscó en los bolsillos.

— Mierda.

— ¿Qué pasó? — Preguntó Jimin. — ¿Qué buscas?

— No trajo sus supresores. — Dijo. — Buscaba sus supresores y no están. No los trajo.

— Oww, eso. — Dijo.

— Tú sabes algo Jimin. — Dijeron Nam, Hobi y Tae al unísono.

— Pues solo sé que JungKook dejó de cargar sus supresores cuando empezó a permanecer más tiempo contigo. — Dijo de golpe. — Y que de igual manera los que tenía, algún día llegarían a no funcionar en su organismo. — Los chicos se quedaron callados y observaban a TaeHyung.

— ¿Por qué no le funcionarían? — Preguntó.

— La verdad nunca lo tuve muy claro, eso lo sabe su médico. — Respondió subiendo sus hombros. — Solo sé que tenía que controlar mis feromonas junto a él. — Dijo. — Y que si llegaba a quedar expuesto a feromonas de alfas puros o si lo atacaban con sus feromonas. — Hizo una pausa y TaeHyung movió sus dedos desesperado. Necesitaba información. — Si lo atacan con feromonas le pueden adelantar su celo, y ningún supresor le hará efecto a menos que este con...

El celular de TaeHyung sonó y este simplemente se subió a su auto dejando a sus amigos observando cómo se marchaba por el sendero.

—Bueno. — Contestó por medio de sus manos libres mientras vigilaba por el reflejo del retrovisor al castaño que se encontraba inconsciente en el asiento trasero. — Necesito que me digas como puedo controlar el celo de JungKook. — Demandó.

­— ¿Qué pasó? — Preguntó y TaeHyung le contó todo. Desde el llamado del lobo de JungKook al suyo, el enfrentamiento con el asqueroso alfa que quería llevarse al castaño utilizando su voz de mando y sus feromonas, hasta la información que le había dado Jimin. Incluso le dijo de la vez que el castaño o más bien su lobo le había dicho que su aroma lo ayudaba.

— Así que necesito con urgencia que me digas ¿Cómo puedo controlar el celo de JungKook? — Demandó.

— Eso no es posible. — Dijo el ginecólogo al otro lado de la línea.

— ¡¿Por qué no?! — Preguntó tratando de controlar su aroma.

— A ese omega hace años...

— ¿Qué le hicieron?

— No puedo decirte. No eres un familiar y eso es su historial médico.

— ¡Carajo! — Gritó y vio como el castaño se retorció. Al parecer le dolía algo. — Si no me vas a decir qué le hicieron. — Suspiró. — Dime como lo ayudo en su celo. Infórmame de algo que le pueda dar para controlar sus dolores y molestias.

— TaeHyung... — Lo llamó. — Por ahora te diré que ningún medicamento, té o lo que sea le ayudará.

— Entonces ¿Qué hago?

— Me dijiste que al chico lo calma tu aroma ¿Verdad? — TaeHyung le respondió con un . — Y con lo poco que sé con su historial médico. — Habló calmadamente. — Creo que por ahora serán tus feromonas las que lo ayudarán.

— Okay, usaré mis feromonas...

— Pero Tae. — Lo interrumpió. — Él es un omega puro, y su celo será fuerte.

— Si y ¿Qué pasa?

— Pues que su aroma será aún más dulce, más aun con sus antecedentes... Y viendo que tú tienes un vínculo con el... — TaeHyung tragó grueso. — Puede que tu lobo decida marcarlo al sentirse muy atraído hacia su omega en estado de celo.

— Tomaré el riesgo.

— Eres alfa puro y tu instinto te ganará...

— No me conoces bien.

— Okay. — Expresó. — Báñalo con agua helada y haz un...

— Bueno, bueno. — Llamó. — Como dices tú hermosura. — Dijo mirando al omega y estirando su mano hacia el celular que había dejado sobre el asiento del copiloto. — El universo nos odia. — Expresó al confirmar que su celular se descargó y no pudo escuchar lo último que le diría el ginecólogo.

— Mi omega... Mío. — Dijo su lobo en un pequeño momento en que tomó el control.

— Lobo loco. — Le llamó cuando de inmediato tomó el control de su cuerpo de nuevo. — Nos vas hacer matar, ¡Contrólate! — Regañó mientras sujetaba el volante y volvía al centro del sendero. Por poco y chocan con un árbol.

Mi omega. — Gruñó Tata.

— Diosa... Ayúdame... — Suplicó.

TaeHyung bajó del auto, buscó las maletas con las pertenencias de JungKook y suyas. Caminó hasta la entrada de la pequeña cabaña, y volvió a maldecir. Entre tantos sucesos olvidó por completo que no tenía llaves de esa cabaña.

Solamente tenía las llaves de la cabaña donde se encontraba anteriormente. ¿Para qué necesitaría las llaves de las demás cabaña? ¿Verdad? Pues en realidad, él nunca se imaginó llegar a esa situación.

Con cansancio mental. Si el cansancio era más mental, que físico. Descargó las maletas a un lado de la entrada de la pequeña cabaña.

— Al no tener de otra, toco hacerlo. — Dijo aparatándose de la puerta para tomar impulso e iniciar a patearla. — Ya después pago la maldita puerta. — Siguió pateándola con todas sus fuerzas. — Igual ¿Qué es una puerta dañada? — De una última patada logró abrirla. — Ahora lo importante es ayudar a mi hermosura. — Tomó las maletas en sus manos e ingresó a la cabaña.

Presionó el interruptor para encender la luz de la pequeña sala en el lugar, pero no encendía.

Recuerda hijo que la cabaña que está más cerca de donde estarás con tus compañeros, es nueva y aun no tiene servicio de luz. — Recordó la voz de su madre. — Tiene agua, pero luz no.

¡Puta madre! — Gritó.

— ¡Alfa! — Otro grito se escuchó.

— Mi omega. — Dijo Tata.

— Cállate. — Le dijo. — Voy hermosura. — Gritó contestándole al castaño, y volviendo al auto. — Tendré que usar velas para iluminar la cabaña... — Habló para sí mismo.

— JungKook. — Le habló ingresando al asiento trasero del auto. — Quédate aquí un momento, tengo que...

— ¡No! — Expresó. — No me dejes solo. — Hizo un puchero y abrazó al alfa impregnándolo con su dulce aroma a rosas, chocolate y fresas.

— E-es que... — El dulce aroma lo abrumó.

Mi omega, mío de mí. — Dijo Tata.

— Tata... — Lo llamó y el lobo brincó en alegría. Había esperado tantos años para escuchar su nombre nuevamente de los labios de su bello omega.

— Aquí estoy mi bello omega.

—Dile a Tae que no me deje aquí solo. — Suplicó. — Ese hombre va a volver, y me llevara con él para...

— Nadie te llevara hermosura. — Interrumpió Tae, y su lobo gruñó en molestia al recordar las palabras del alfa que intento llevarse a su destino.

— No me voy a quedar aquí solito. — Dijo. — Iré contigo. — Intentó salir del auto, pero el mareo y el calor lo golpearon de nuevo. — Ah~. — Su aroma se intensifico.

— Te llevare conmigo. — Tomó una gran bocanada de aire para controlar su instinto. El aroma del omega lo estaba incitando a muchas cosas. — Vamos hermosura. Solo que tienes que esperarme en la oscura sala, porque esta cabaña aún no tiene servicio de energía. — Lo tomó de las manos y lo ayudó a salir del auto. — Te vas a controlar lobo loco. — Le advirtió a su animal.

Ingresaron a la cabaña no sin antes cerrar el auto y dejarlo asegurado. TaeHyung dejó recostado al omega en un pequeño sillón de la sala. Le informó que encendería las velas para poder ver mejor, y después de tener iluminado los lugares donde estarían, lo llevaría a tomar un baño.

— ¿Me vas a bañar? — Le preguntó JungKook con sus mejillas ardiendo.

— Te ayudare a ingresar a la tina con agua helada y te bañaras tu solo. — Le explicó.

— No quiero. — Se cruzó de brazos. — Mi alfa me debe bañar y ayudar en el celo.

— ¡Por todos los lobos! — Expresó. — No me hagas esto JungKook.

— No me hagas esto tú, Alfa. — Jadeó ante el calor que sintió en su vientre.

— Y-ya vuelvo. — Salió corriendo a buscar las velas.

— Cooky. — Llamó a su animal. — ¿Quieres que Tae nos marque?

— ¡¿Qué?! — Inquirió Cooky.

— Yo si quiero que lo haga, así ese horrible alfa no me tocara, ni me obligara a tener sus hijos.

— Por supuesto que quiero tener la marca de nuestro alfa. — Dijo. — Pero no para lo que tú dices.

— Tae nos marcará. — Dijo. — De eso me encargo yo.

— Estás hablando por el celo y el miedo que nos produce ese imbécil. — El lobo habló antes de que el golpe de calor los golpeara.

— Tae~, alfa~. — Gimió llamándolo.

— Aquí estoy hermo...

TaeHyung volvió a la sala y observó a un lindo omega acostado en el sillón, se estaba desnudando aun estando acostado, jadeaba cada tanto y su aroma se intensificaba.

— Va-vamos a bañarte. — Tartamudeo. — Ya tienes la tina lista. Camina. — Le dijo extendiendo su mano para guiarlo a la habitación.

— No puedo caminar. — Dijo puchereando. — Todo se mueve muy feo. — Le comunicó. — Llévame en brazos. — El omega se lanzó a los brazos del alfa y este lo recibió tratando de no tocar demasiada piel. Algo imposible, ya que el castaño se encontraba en ropa interior.

Soy fuerte. — Se repitió tratando de controlar su acelerado corazón.

TaeHyung caminó con su omega en brazos, el camino le pareció una eternidad. Su lobo gruñía en reclamo, porque ansiaba tocar a su destino. Y JungKook no dejaba de frotar su nariz en el cuello del alfa para buscar su aroma.

— A bañarte. — Demandó dejando al castaño al lado de la tina con agua fría.

— Si no me bañas, no lo haré yo.

— JungKook no voy a tocarte.

— Pero quiero que me bañes. — Puchereo. — Dijiste que me ayudarías.

— Si, hermosura. Te ayudaré. — Le dijo. — Pero te ayudare con mis manos lejos de tu cuerpo, y más si estás casi por completo desnudo.

— Alfa... — Lo llamó mientras estiraba sus manos hacia la camiseta del azabache, y el metía sus pies a la tina con agua helada. — Me vas a bañar. — Demandó cuando de un solo tirón cayeron ambos al interior de la tina. — Ahora nos bañaremos juntos...

— ¡JungKook!

— ¡Alfa!

¡Omega!

— Quieto hermosura. — Dijo cuándo el castaño hizo un movimiento dentro de la tina y sus entrepiernas se rozaron, ya que Tae cayó sobre el cuerpo del omega.

— Me quedare quieto si me bañas. — Dijo.

— No te bañaré. — Demandó firme y salió de la tina. — Te vas a quedar allí sumergido por unos minutos y ya vuelvo.

— Alfa, malo. — Se cruzó de brazos y abultó los labios. — El agua fría no me ayudara con el calor.

— ¿Qué? — Preguntó girándose antes de salir del baño.

— Nada.

TaeHyung buscó una toalla y se secó el cuerpo después de salir del baño. Ya que tuvo que cambiarse de ropa, buscó su pijama y se la colocó. Encendió algunas de las velas que le faltaron por encender ya que el omega lo había interrumpido cuando lo llamó en la sala.

Se dirigió al baño con una toalla y bata para secar y cubrir el cuerpo del omega. Con su larga mano, tocó la frente del contrario, y se dio cuenta que había bajado un poco la temperatura.

— JungKook, cámbiate tu ropa interior mojada. — Le indicó pasándole el pijama y ropa interior seca.

— Tae, me duele. — Dijo cuándo el alfa lo sentó en la cama.

— ¿Qué te duele hermosura? — Acarició la mejilla del omega.

— Mi vientre. — Puchereo y un jadeo escapó de su boca. El calor volvió a subir.

— Vístete y buscaré algo para poner en tu vientre.

TaeHyung salió a buscar una vasija para calentar un poco de agua, y hacer unas compresas de agua tibia para el vientre del omega.

— Tú y yo sabemos cómo lo podemos ayudar. — Dijo Tata.

— Y tú sabes que no voy a hincarle el diente solo porque tu instinto animal dice que lo hagamos. — Regañó.

— Humano Virgen.

— Lobo virgen y loco.

Dejó de hablar con su lobo y se dirigió a la habitación donde se encontraba JungKook. Golpeó levemente la puerta hasta que se escuchó un "adelante", y TaeHyung ingresó.

— Recuéstate en la cama. — Le pidió. — Voy a poner estas compresas de agua tibia en tu vientre.

JungKook obedeció y subió levemente la camisa de su pijama y bajó un poco el pantalón de la misma.

— Ah~ Tae. — Dijo al sentir la compresa sobre su vientre.

Pasaron varios minutos hasta que las compresas con agua se enfriaron, y al parecer la acción del alfa funcionó. JungKook se encontraba con los ojos cerrados y recostado en la cama. Ya no se retorcía de dolor. Así que TaeHyung decidió dejarlo solo. No tenía pensado compartir habitación con el omega en celo. Ese era su plan.

Lo cuidaría, mimaría y lo llevaría a la tina de agua fría las veces necesarias, pero dormir en la misma habitación con él en celo... No, eso era algo que trataría de evitar a toda costa. Se levantó lentamente de la orilla de la cama y caminó hacia la salida de la habitación, pero un fuerte y dulce aroma lo cautivó y seguido a eso fue abrazado por la espalda.

— No dejes a tu omega solo y en celo. — Pidió. — Tú me puedes ayudar. — Dijo.

Y TaeHyung giró lentamente para ver unos ojos azules brillando en su máximo esplendor.

Omega, mío. — Dijo con sus ojos en un rojo intenso. Su lobo hizo presencia.

Con toda su fuerza de voluntad cerró los ojos y controló a su animal.

— Te voy a ayudar. — Dijo. — Vamos a la tina de nuevo. — Expresó tomando la mano del castaño y guiándolo de nuevo al baño.

— No. — Dijo. — Eso no ayudara, ya lo viste. — Dijo y TaeHyung conectó sus miradas. — Tengo calor alfa, mi vientre arde~. — Los ojos de JungKook cambiaron a su color natural, volvieron a ser esos ojos azabaches con estrellas luminosas que de vez en cuando se opacaban por las lágrimas del omega.

El omega lo apresó en sus brazos y se aferró a él en un fuerte abrazo, llevándolo a la cama.

— JungKook. — Llamó. — No estás pensando. — Dijo. — Es tu celo el que domina y no te tocare de ninguna manera que sea conocida para calmar los ciclos de calor.

— Ayúdame, alfa~. — JungKook cayó de espaldas en la cama y TaeHyung sobre él.

— Déjame pensar cómo te puedo ayudar. — Le dijo utilizando sus brazos para tomar un poco de distancia y no aplastar al chico debajo suyo.

Me dijiste que al chico lo calma tu aroma ¿Verdad? — Recordó aquellas palabras. — Creo que por ahora serán tus feromonas las que lo ayudarán. — Observaba el rostro del omega. — Ya sé cómo ayudarte. — Le dijo soportando su peso con un solo brazo y acariciando la mejilla del omega con su mano que acaba de levantar del suave colchón.

TaeHyung estaba esparciendo levemente su aroma, no era tan fuerte para así no incitar al omega a más cosas de lo que su estado de celo lo hacía.

— ¿Cómo me vas a ayudar? — Preguntó curioso.

— Tú me has dicho que mi aroma te ayuda, te hace sentir bien. — El omega asintió. — Bueno... — Limpió una gota de sudor que escurría por la frente del castaño. — Voy a liberar aún más mis feromonas para que te ayuden. — JungKook lo miró expectante. — Pero te repito... No te tocaré de otra manera. No te marcare como lo haría otro alfa aprovechándose de tu estado.

— Me gusta mucho tu aroma. Ah~ — Dijo al sentir una punzada acompañada de una fuerte corriente caliente en su vientre. — Pero yo quiero tu marca. — Dijo con sus ojos llorosos.

— A mi me fascina tu aroma, hermosura. — Expresó. — Eso lo dices ahora por tu estado de celo. — Se refirió a lo de la marca y el castaño reprimió un sollozo. — No, no llores hermosura. — Le dijo dulcemente. — Vamos a hacer las cosas bien, y en un futuro cuando haya terminado de cortejarte y seamos una pareja formal...

— ¿Me vas a cortejar?

— Claro, mi lindo omega. — Contestó dejando un beso en la nariz del chico. — Quiero todo contigo, y hoy solo quiero ayudarte, pero no de la manera en que siempre lo hacen los alfas u otras parejas. — Le explicó y allí llegó otra idea para ayudar al castaño.

— Pero me duele alfa. — Dijo. — Es doloroso y sabemos que la manera de siempre es buena opción. — Habló y se retorció debajo del cuerpo ajeno al sentirse extremadamente caliente.

— Confía en mi ¿Si? — Y el omega asintió con sus ojos cerrados. — Levántate y ayúdame a sacar nuestra ropa de las maletas.

— ¿Qué vamos a hacer? — Los ojos del castaño cambiaron levemente a azul.

— ¿Has escuchado de los nidos? — Preguntó y JungKook asintió. — Pues para ayudarte con tu malestar... — Le extendió la mano al omega para ayudarlo a levantar de la cama. — Vamos a hacer un nido con tu ropa y la mía ¿Quieres? — Los ojos del castaño brillaron en demasía. — Tendremos nuestros aromas combinados por las ropas que estarán alrededor de nosotros, y te abrazare dejando salir mi aroma solo para ti.

Con eso JungKook corrió como pudo. Tratando de no dejarse vencer por el mareo que lo había golpeado nuevamente. Sacó su ropa de las maletas mientras TaeHyung hacia lo mismo y le sonreía.

Mi omega... Sera mío. — Gruñó Tata.

Hoy no lo será, lobo loco. — Le aclaró Tae.

Eso lo veremos humano...

JungKook y TaeHyung armaban su nido, acomodaban su ropa en un perfecto círculo por toda la superficie de la cama, y en el proceso el alfa esparcía pequeñas cantidades de feromonas cuando veía que el omega se quejaba o jadeaba por un golpe de calor. Utilizaron la gran parte de sus prendas y sonrieron satisfechos ante el resultado.

— Nuestro nido. — Dijo JungKook.

— Tu nido hermosura. — Declaró.

— No. — Negó con su cabeza. — Es nuestro nido. — Le corrigió. — Lo hicimos juntos y es nuestro...

— ¡JungKook! — El alfa pasó rápidamente por encima del nido con cuidado de no desordenarlo y justo a tiempo tomó entre sus brazos al omega; el cual había doblado las rodillas en el proceso de casi caer al piso por el intenso calor y mareo que lo atacó.

— Me duele alfa~.

— Ya te ayudare mi lindo omega. — Lo cargó con total delicadeza y subió a la cama quedando los dos en el centro de la cama. — Ahora solo respira, bonito, respira. — Le dijo posicionando a JungKook sobre sus piernas y este abrió las suyas para enrollarlas en la cintura del alfa. Se abrazó a él y fundió su nariz al cuello del contrario. — Vamos a quedarnos en nuestro nido y nuestros aromas se combinaran sin necesidad de tener más contacto.

— Alfa~.

TaeHyung se recostó contra el espaldar de la cama e inició a acariciar toda la extensión de la espalda del castaño. El omega dejaba salir pequeños jadeos de satisfacción, y su aroma se intensificaba en cada uno de ellos.

En medio de las caricias se quedaron dormidos hasta que un golpe de calor azotó el cuerpo del omega y abrió los ojos acompañado de su azul brillante. Se encontraron con unos ojos en un rojo intenso, ambos sonrieron mostrando los colmillos.

Mi Omega.

Mi alfa.

Sus instintos animales estaban presentes y los humanos al parecer estaban dormidos. Tata vio la ventana para tener el vínculo más fuerte con su omega y lo tomaría. Los ojos de JungKook cambiaron a un azabache oscuro, aun así sonrió al ver a su alfa presente en ese brillo rojizo.

Te voy a marcar. — El omega ladeo su cuello para darle acceso al alfa y sus colmillos.

Humano asustadizo. — Llamó Cooky. — Así no lo queremos. — Dijo tratando de que su humano entrara en razón.

Calla Cooky. — Expresó. — Yo quiero...

Un fuerte jadeo acompañado de un gritito se escuchó, y unas líneas de sangre se deslizaron por la piel corrompida ante la mordida.

Mi omega. — Demandó con su boca manchada del líquido rojo y sus dientes aún clavados en la piel.

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