Capítulo 20.

La madrugada transcurrió. JungKook Y TaeHyung no tuvieron más pesadillas, durmieron abrazados. Sus almas y corazones estaban más tranquilas. Aunque de vez en cuando el alfa abría sus ojos para asegurarse que su omega estuviera bien y cómodo, al verlo tranquilamente dormido, no podía evitar sonreír. Dejaba pequeños besos en la cabellera castaña, lo abrazaba delicadamente y volvía a conciliar el sueño.

La mañana llegó, y SeokJin decidió no decir nada. Gran parte de la madrugada su lobo se la pasó regañándole, porque había intentado volver a la habitación a separar a la pareja. Cosa que RJ no estaba de acuerdo. Ya que su cachorrito no volvió a despertarse gritando en la madrugada por sus pesadillas y eso le indicaba que aquel alfa era una gran ayuda y consuelo para su niño.

Con unas grandes ojeras que adornaban su rostro, SeokJin se levantó y preparó el desayuno. Estaba a punto de subir a llamarlos cuando el timbre de su casa fue tocado, gran sorpresa se llevó cuando vio a su gran alfa frente a la puerta con un ramo de flores y una bolsa en su otra mano.

— ¿Q-qué haces aquí? — Preguntó avergonzado. Estaba despeinado, con ojeras y casi recién levantado.

— ¿No lo recuerdas? — Cuestionó sonriendo, dejando ver esos hoyuelos que SeokJin veía como su debilidad. — Vine a traerle ropa a mi primo y después nos vamos a la universidad. — Agitó la bolsa en su mano donde se encontraba la ropa de su primo.

¡Pero que baboso! — Se golpeó mentalmente. — Lo había olvidado por completo. — Dijo.

NamJoon dio unos cuantos pasos para ingresar a la casa.

— ¿Puedo pasar, mi luna? — Preguntó esperando una respuesta positiva de su omega.

SeokJin se puso colorado al recordar que estaba en pijama. — ¡Ay no! No puede ser. — Dijo para sí mismo. — No puede entrar estoy horrible, ¡Qué vergüenza! — Esta vez habló con RJ, el cual sonrió al saber que su alfa había escuchado lo que decía su humano.

— Mi luna... Déjame pasar. — Suplicó. — Y no sientas vergüenza. Estás hermoso, para mis ojos y los de mi lobo siempre estás hermoso. — Dijo extendiendo su mano con el ramo de flores. — Tómalas mi luna, son para ti.

SeokJin tomó el ramo de flores, dando paso a su casa al alfa, y salió corriendo como alma que lleva el diablo para arreglarse. No sin antes decirle a NamJoon que subiera a la habitación y despertara a la pareja.

NamJoon sonrió al ver como su luna corría y sus mejillas estaban de un lindo color carmesí, subió por las escaleras hacia la habitación del castaño y detuvo sus pasos al ver la linda escena.

TaeHyung con sus cabellos azabaches todos despeinados, con unos cuantos mechones sobre su rostro; abrazaba a JungKook como si de un peluche de felpa se trataste, y este último estaba con sus brazos enrollados al cuello de su primo. De vez en cuando arrugaba su nariz, al parecer buscaba el aroma del alfa. Esa escena le causo tanta ternura, que sin pensarlo sacó el celular de su bolsillo, deslizó la pantalla de bloqueo y les tomó una fotografía, abrió el chat donde conversaba con su primo y se la envió.

Sin perder más el tiempo, decidió llamar a la pareja, ambos chicos se despertaron casi de inmediato al escuchar la voz de NamJoon. Pero JungKook sintió invadido su espacio, se tensó y en susurros le pidió a TaeHyung que por favor sacara a su primo de la habitación.

— Tranquilo, hermosura. — Dijo dejando pequeñas caricias en el rostro del contrario. — Es Nam, mi primo. No te hará daño.

— Pe-pero estoy en pijama y nuestro aroma está en la habitación. — Respondió ante las palabras de Tae. — No quiero que otro aroma se mezcle con el nuestro.

TaeHyung y su lobo gruñeron.

— Nam... — Llamó TaeHyung y el mencionando solo hizo un sonido con su garganta demostrando que lo escuchaba. — No es nada en tu contra, pero... Podrías salir de la habitación.

— No hay problema Tae. — Respondió. — Perdón por invadir su espacio. — Se disculpó. — No me había percatado de sus aromas. — TaeHyung gruñó. No quería que nadie percibiera el aroma de su omega y el suyo. — Te dejaré tu ropa e implementos de aseo aquí. — Reposo la bolsa sobre la cama de JungKook. — Los espero abajo junto con SeokJin para desayunar. — Salió a pasos rápidos de la habitación.

— Listo hermosura. — Dijo en el momento en que no percibió el aroma de su primo en el lugar. — Ya se fue.

— Gracias, Tae. — Dijo abultando sus labios. — Espero tu primo no se sienta mal. — Expresó con tono de remordimiento. — Pero no quiero que invadan nuestro aroma y espacio. — TaeHyung sonrió enormemente, seguido a eso acarició la mejilla del castaño.

— No te preocupes por él. — Expresó. — El entiende perfectamente. — Tranquilizó. — Eres muy lindo y territorial.

— Tú también lo eres. — Sonrió. — Eres lindo y territorial, no creas que no escuché como le gruñiste.

— Vamos a alistarnos. Ya lo escuchaste. — JungKook movió su cabecita en afirmación y TaeHyung lo ayudó a levantarse delicadamente del sillón.

Pasaron unos treinta minutos y ambos chicos se encontraban bañados y cambiados. Bajaron a desayunar.

Durante el desayuno SeokJin se encontraba muy callado, cosa que le extraño a JungKook, pero cuando vio como NamJoon observaba a su Hyung; se dio una idea de lo que pasaba. SeokJin estaba avergonzado. En ese tiempo TaeHyung le comentó a SeokJin que si le permitía, él llevaría a JungKook con su doctor de confianza.

El doctor del que hablaba Tae, era el ginecólogo de su hermana y tenía total seguridad de que su omega estaría bien con él. SeokJin aceptó al ver que JungKook no tenía problema, incluso el alfa menor le dijo que él lo acompañaría a los exámenes, pero que primero tendrían que pedir el expediente médico de JungKook al doctor Soo. Eso no fue del agrado de NamJoon no quería a ese doctor cerca de su omega. Así que SeokJin le dijo que hablaría con el director del hospital y le pediría enviar el expediente por correo al nuevo ginecólogo.

El desayuno terminó y se dirigieron a la universidad. NamJoon le recordó a SeokJin que debían cuadrar una salida para hablar sobre ellos, a lo cual el omega azabache se hizo el loco. Pero sabía que su alfa no se daría por vencido. ¿Cuál era el miedo de SeokJin? Sencillo... No quería revivir nuevamente su dolor y al parecer también estaba cerca su celo. Sabía que si estaba cerca de NamJoon no podría resistir. Así que mientras sea posible se haría el loco y no aceptaría.

Pobre SeokJin... No se imaginaba que su niño, su querido JungKook no ayudaría con eso. Resulta que donde esté TaeHyung, estará NamJoon y pues ahora tenían un trabajo juntos y una integración de estudiantes.

Si o si se vería con NamJoon, porque su niño no se separaría de aquel alfa tan fácil, y el alfa pensaba lo mismo.

NamJoon, TaeHyung y JungKook llegaron a la universidad, allí se encontraron con Hobi y Jimin. Tenían que hablar de cómo y cuándo se reunirían para trabajar en la fusión de sus proyectos. En un momento en que TaeHyung dejo la mesa de la cafetería, acompañado de Nam y Hobi para ir a buscar unas bebidas. Jimin aprovecho para hablar con su amigo, no, más bien hermano.

— ¿Por qué SeokJin me llamo para decirme que no fuera a dormir contigo?

— Es que no podías dormir conmigo. — Respondió.

— ¡¿Por qué?! — Cuestionó. — Yo casi siempre duermo contigo y de la nada me cancelaste.

— E- es que... — Hizo una pausa pensando en cómo reaccionaría el rubio al saber la razón. Así que decidió decirlo de una vez, esperaba no fuera a gritar.

— Es que ¿Qué? — Preguntó. No quería sonar intenso, pero quería saber.

— Jimin, es que anoche se quedó a dormir Tae conmigo. — Respondió dejando salir rápidamente las palabras, hasta pensó que su amigo no le había entendido.

— ¡QUE DORMISTE CON TAEHYUNG! — Gritó. — DORMISTE CON KIM TAEHYUNG, EL ALFA QUE SEGÚN TU, NO SOPORTAS Y TE CAE RE MAL.

Y allí estaba el grito de Jimin. JungKook sintió que sus mejillas ardían como una fogata. Ahora gracias a su amigo gritón, toda la cafetería sabía con quién durmió la noche anterior.

— ¡Cállate! Jimin cállate. — Dijo apretando sus dientes y tapando la boca de su amigo. — No lo grites, ya te explico. — Retiró la mano de la boca de Jimin y le explicó todo lo que sucedió. Jimin escuchaba atentamente y de vez en cuando daba pequeños saltitos estando sentado.

— ¡CON QUE SÍ ES TU ALFA! — Volvió a gritar y JungKook volvió a silenciarlo con su mano. TaeHyung al ver la escena y escuchar nuevamente el grito del rubio, se dirigió hacia donde se encontraban.

— Que no grites Jimin. — Regañó. — Me estas poniendo nervioso y...

— Minion... — Llamó TaeHyung llegando al lugar. — Deja de molestar a mi hermosura. — Jimin con cuidado liberó su boca de la mano de su amigo.

— No soy un Minion. — Dijo mirándolo de arriba abajo. — Y no lo estoy molestando, solo estoy enterándome de que dormiste con mi amorcito bebé, y me impacté. — Se movió de su lugar y abrazó a JungKook dejando varios besos en las mejillas de este. Eso no le gustó al alfa azabache y gruñó.

— No hagas eso Jimin. — Dijo JungKook al sentir la molestia de su alfa. — TaeHyung, tranquilo, solo te quiere molestar, no le gruñas.

— Apártate de JungKook, podrás ser su amigo, pero respeta su espacio personal. — Jimin se apartó con una sonrisa en su rostro, le estaba gustando molestar de esa manera al alfa azabache.

— Tranquilos todos. — Dijeron Hobi y Nam al llegar a la mesa. — No queremos guerra de feromonas otra vez ¿Verdad? — Expresó NamJoon.

— Tae, siéntate. — Dijo el castaño tomando la mano del alfa para que tomara asiento a su derecha. — Tu, Jimin, siéntate aquí a mi izquierda.

Ya todos sentados, se tomaron las bebidas que habían traído NamJoon y Hoseok. Planearon las reuniones para los proyectos y donde seria. Quedaron de acuerdo que harían la fusión del trabajo de martes a jueves, ya que los proyectos eran buenos y solo sería hacer pequeñas modificaciones y que para que no interfiriera con la pasantía de Jimin; se reunirían de una de la tarde a tres de la tarde y así el rubio cumpliría con el horario que le habían enviado por correo esa mañana. Se reunirían en la casa de JungKook, cosa que le alegró en demasía a NamJoon. Originalmente habían planteado usar el apartamento de TaeHyung, pero este les dijo que aún no estaba amueblado y que aún faltaban algunas cosas para estar cómodos.

Con todo listo se dirigieron a sus clases, las rutinas no cambiaron mucho. JungKook se seguía sentando junto a Jimin. TaeHyung con su primo y amigo. El alfa azabache observaba en todo momento al omega castaño y este último de vez en cuando miraba hacia atrás para buscar al alfa con la mirada.

Todos los días en los que se reunieron, NamJoon no desaprovechaba la oportunidad para estar cerca de su omega, insistía en que debían hablar y SeokJin huía. Sin contar que el omega azabache lo tenía que ver también en las mañanas.

¿Por qué? Pues porque al alfita azabache se le ocurrió agarrar la rutina de pasar todas las mañanas por su cachorro y el no pudo negarle la petición a su pequeño conejo; cuando le dijo la propuesta del alfa con sus ojitos brillantes y grandes.

Con la convivencia en esos días, Jimin y TaeHyung iniciaron a tratarse un poco mejor. Es decir, estaban dejando atrás el pequeño conflicto que tuvieron anteriormente. Aunque no se odiaban, ni nada por el estilo. El enfrentamiento de feromonas de ese día, los había dejado con un leve malestar. Pero hablaron y llegaron a la conclusión que los dos querían proteger y cuidar a JungKook, así que prácticamente estaban iniciando a ser amigos. Pero Jimin disfrutaba sacar un poquito de quicio al alfa azabache, y allí es donde de vez en cuando hacia comentarios muy amorosos hacia JungKook y se acercaba más de lo que tenía acostumbrado.

El alfa azabache gruñía ante esa acción, pero después de unos segundos y una leve caricia en sus manos proveniente de JungKook, se calmaba y bromeaba por la estatura del minion.

JungKook y su lobo estaban felices, iban despacio con el alfa, su relación era algo más de amistad, una amistad muy protectora. ¿Por qué estaban llevando las cosas de esa manera? Sencillo, TaeHyung sabía que su omega tenía algo que lo atormentaba, algo que aún no había querido revelarle, y pues el tiempo en el que estaban conviviendo era muy corto. Y no habían encontrado un espacio para hablar de lo que fue su vida antes y después de haberse encontrado la primera y única vez que se vieron hace años. El alfa quería cuidarlo, amarlo y protegerlo, día a día le daba pequeños mimos. Lo recogía y dejaba en su hogar, el castaño estaba de acuerdo en llevar todo lento, el aún tenía miedo y su alfa lo sentía.

Un día después de terminar temprano las clases, y hablar de los últimos detalles del proyecto, el lobo de TaeHyung lo alertó que estaban siendo observados, así fue que tanto humano como animal optaron por tratar de estar más cerca del omega. Algo les decía que cualquiera que sea la persona que los vigilaba; no los buscaba a ellos, ni a sus amigos. ¿Por qué llegaron a esa conclusión? Pues TaeHyung decidió hacer un tipo de prueba, y un día, para ser exactos el día jueves; ese día no fue a recoger a JungKook a su casa y mucho menos lo llevo de vuelta. Y como son las cosas, que ese día Jimin fue llamado por su jefe y tuvo que estar todo el día alejado de JungKook.

TaeHyung les dijo de sus sospechas a Hoseok y NamJoon; los cuales decidieron ayudarlo, pero sin perder de vista al castaño en la universidad.

Ese día JungKook estuvo prácticamente solo. Estaba decaído, extrañaba a sus amigos, pero extrañaba aún más a TaeHyung.

JungKook salía de  la universidad para ir a trabajar ese día a la cafetería, había faltado esa semana a causa del proyecto y la cita con su nuevo ginecólogo. Cita en la cual solo le hicieron unas preguntas para llenar su historial clínico con ellos, ya después irían a los exámenes junto a TaeHyung.

Aunque la señora Eun-ji le hubiese dado esa semana como unas vacaciones, el castaño para despejar su mente y no sentir tanta tristeza decidió ir a trabajar. Camino a la cafetería se sentía observado, pero no le presto mucha atención; ya estaba levemente acostumbrado y se decía que era paranoia suya.

Grave error.

Llegó a la cafetería y sorpresivamente estaba vacía, solo veía desde el gran ventanal a sus dos compañeras y a su jefa. Se quedó allí.

— Hasta que por fin vuelves a estar solo. — Susurró la presencia que lo observaba a unos cuantos pasos. — Creo que ahora si llegó la hora. — Dijo mientras avanzaba hacia el castaño. — Y te voy a cobrar el que estuvieses todos estos días junto a ese alfa azabache...

JungKook pegó un brinco al sentir que lo abrazaron por la espalda. Giró lentamente su cabeza y abrió sus ojos en grande al ver la persona que lo agarraba. Sus ojos se llenaron de lágrimas...

— No llores y no digas nada. — Pidió. — Ahora nos iremos de aquí. — JungKook solo asintió con sus ojos llenos de lágrimas.

— Te-tengo que...

— No hables y hazme caso. — Lo guío hacia el auto que se encontraba estacionado en la acera.

JungKook obedeció en silencio. Dentro del auto volvió a escuchar esa voz, su corazón se aceleraba y sus lágrimas salieron.

— No llores hermosura. — Limpió con delicadeza las lágrimas ajenas. — Perdón por asustarte. — Besó con delicadeza la naricita del castaño.

— T- te extrañé mu-mucho. — Dijo entre lágrimas. — Me sentí muy solo. — TaeHyung se inclinó levemente para atraer el cuerpo del castaño y abrazarlo. — No me vuelvas a dejar solito. — Dijo con su rostro en el cuello del alfa y TaeHyung dejó salir su aroma.

— Yo también te extrañé. — Se separó un poco del castaño, para ajustar el cinturón de seguridad. — No te volveré a dejar solo. — Miró a través del retrovisor buscando a esa presencia. — Por poco ese hombre se acerca a nuestro omega. — Habló con su lobo.

No volvamos a hacer estas burradas. — Dijo el lobo de Tae.

No lo volveremos a hacer. — Expresó. — Ya con esto nos dimos cuenta que nuestro omega es el que está siendo acechado. — Dijo. — Tenemos que estar más alertas, algo quiere ese imbécil. — Su lobo movió la cabeza en afirmación.

— ¿Por qué estabas aquí, hermosura? — Cuestionó suavemente. — Hoy no trabajas, me lo habías dicho.

— Es que me sentí solito y triste, así que para despejarme un poco, decidí venir. — Respondió.

— Pero estoy seguro que tu jefa te devolvería a casa. — Dijo y JungKook asintió. Eso era lo que iba a pasar, su jefa no le permitiría trabajar.

— ¿Por qué estás aquí? — Cuestionó el castaño.

Y ahora ¿Qué le vamos a decir? Descerebrado. — Dijo su lobo. — Piensa rápido y que sea buena la excusa.

Gracias por ayudar, lobo loco. — Rodó los ojos. — Hermosura, yo iba rumbo a tu casa porque te extrañaba mucho y te vi allí parado frente la puerta de la cafetería y bajé a llevarte.

En realidad no mintió.

TaeHyung había extrañado estar muy cerca del castaño, aunque desde muy temprano en la mañana lo estuvo cuidando de lejos. Jamás lo perdió de vista, a excepción de la universidad. Él lo espero hasta que saliera.

Cuando el omega estuvo dentro de la universidad, Hoseok y NamJoon lo mantuvieron al tanto de los movimientos de JungKook. Allí se dio cuenta que el que vigilaba al castaño, lo acechaba desde que ingresaba a la universidad y de allí no los perdía de vista. Eso le estaba preocupando mucho. ¿Qué quería con su omega? ¿Y por qué su omega?

— ¿Entonces me llevaras a casa? — Preguntó el castaño.

— Si tú quieres. — Respondió. — Pero si deseas primero te llevo a tomar algo ¿Quieres? — JungKook asintió eufórico.

— ¿Me llevarías a tomar leche de plátano con pastel de fresa? — Abultó sus labios y sus ojitos de Bambi brillaron. Eso hizo que TaeHyung quisiera abrazarlo de nuevo y no soltarlo.

Lindo. — Pensaron TaeHyung y su lobo. — Lo que tú quieras, lo que desees. Tu solo pide, yo te complazco. — Y JungKook se sonrojó.

Sin más que decir TaeHyung encendió el auto y se marcharon del lugar. Dejando a un alfa más que furioso porque nuevamente su JungKook se había ido con ese maldito alfa.

— Le sigues sumando omega. — Dijo rabioso. — Cuando te tenga en mis manos pagaras el haber estado tanto tiempo con ese maldito.

Ya era viernes, llegó el día de la exposición de su trabajo y en la tarde se irían a la dichosa integración de estudiantes.

Los cinco chicos expusieron su proyecto. El profesor quedó más que complacido con el trabajo, definitivamente ellos eran sus estudiantes más destacados y lo acababan de demostrar.

Los chicos agradecieron por la atención prestada e hicieron una reverencia antes de retirarse a sus lugares. Ese día JungKook le había pedido a Jimin que cambiara de lugar con Tae. Algo dentro de él exigía que no se separa del alfa y así fue, porque su amigo no le negó la petición.

Terminaron las clases del día y cada quien se dirigió a sus respectivos hogares a preparar el equipaje para ese fin de semana. Como ya era rutina TaeHyung llevó a su omega a casa y NamJoon aprovechaba para ir a ver a SeokJin. No se rendía.

— Cooky. — Llamó el castaño y el lobo respondió de inmediato. — No quiero ir a ese lugar. Es una cabaña y no tenemos lindos recuerdos. — Dijo guardando su ropa sin ánimos.

— Yo tampoco quiero ir. — Respondió. — Pero ya escuchaste a tu profesor tienen que ir o les bajan puntos. — JungKook cerró la maleta y esperó que llegara la hora de salir de nuevo a la universidad.

Los estudiantes tenían que volver a la universidad y salir de allí en un autobús rumbo a la cabaña. En ese autobús no iría TaeHyung, el llegaría directo a la cabaña, ya que sus padres eran dueños del terreno y le encargaron recibir a sus compañeros y profesor.

Eso no le gusto para nada, él quería estar junto a JungKook, y su lobo exigía que esa noche más que nunca; no podían dejarlo solo. Los tranquilizo un poco el saber que su primo, Hobi y Jimin estarían en el autobús con JungKook. Aun así la necesidad de estar con el castaño no lo abandonaba.

— Tae, humano descerebrado. Nuestro omega está cerca. — Avisó el lobo de TaeHyung.

— Yo también lo siento lobo loco. — Expresó. Segundos después diviso el autobús de la universidad en la entrada del camino que los llevaba a la cabaña.

Los estudiantes bajaron del autobús y hasta que no hubo ni uno más dentro; el chofer se marchó para así volver el domingo a mediodía.

JungKook, Jimin, Hoseok y NamJoon al bajar del autobús se dirigieron hacia donde se encontraba TaeHyung. El último mencionado conectó miradas con JungKook y le regaló una hermosa sonrisa cuadrada. El castaño le devolvió la sonrisa, dejando ver esos dientes delanteros en los cuales al sonreír parecía un lindo conejito.

— Hola hermosura.

— Claro, a nosotros nos ignora. — Dijeron los tres restantes.

— No molesten. — Dijo TaeHyung. — Hola chicos.

Transcurrió una hora y ya cada quien estaba instalado en las habitaciones de la cabaña. Era espaciosa con un gran ventanal que desde afuera dejaba ver perfectamente la sala de esta. El profesor decidió que los estudiantes compartirían habitación según los grupos de exposición.

Transcurrieron tres horas más y llegó el momento de la integración. Tenían que reunirse en la sala. Frente a ellos estaba una chimenea encendida, y un pequeño montón de leña para avivar el fuego. Esos trozos de manera irían desapareciendo poco a poco, mientras en el interior de la chimenea se consumían los colocados inicialmente.

El profesor les dio la indicación de hacer un gran círculo en donde estarían sentados unos al lado de los otros. Rápidamente JungKook se posicionó al lado de TaeHyung, los demás en la cabaña no lo vieron extraño, pensaron que a causa de la convivencia en esa semana se habían vuelto grandes amigos. Pero los tres amigos de los anteriormente mencionados no pensaban igual, ellos sabían que tarde o temprano serian pareja, que esto solo era el inicio y que sus almas y vidas estaban conectadas.

­— Bueno... — Dijo el profesor para llamar la atención de los presentes. — Van a jugar lo que quieran, tendrán que convivir entre ustedes. — Indicó. — Yo me retiro. Ustedes ya son bastante grandes como para tener niñeras o cuidadores. Solo no hagan desastres y cumplan con la convivencia.

El profesor se marchó de la sala, y apenas no se divisó su presencia una omega rubia sonrió ladina y propuso un juego que según ella haría por fin besar al alfa Kim TaeHyung.

Expuso su juego el cual constaba en hacer girar una botella en el centro del círculo que tenían formado. Cuando la botella se detuviera tendrían que cumplir el reto y claro que ella iba a retar algo que saliera a su beneficio.

Casi todos estuvieron de acuerdo a excepción de Hoseok, Jimin, NamJoon, JungKook y TaeHyung. El último mencionado se dio cuenta de las intenciones de la omega y no caería en ese juego, él le daría una sorpresa.

— Tae. — Llamó en un susurro jalando con suavidad el suéter color marrón claro del alfa.

— ¿Qué pasó hermosura?

— No quiero jugar eso. — Susurró. — No me gusta.

— Tranquilo, nadie te obligara a nada. De eso me encargo yo.

El juego dio inicio y uno por uno fue teniendo su turno, la omega rubia ponía los retos y esperó paciente a que le tocara a ella y así fue... La botella giró, y con ello la señaló a ella de una punta y en la otra a TaeHyung.

Al fin. — Pensó y su sonrisa se vio reflejada. TaeHyung enderezó su espalda y la observó. — Te reto Kim TaeHyung a darme un beso. — Exclamó. TaeHyung hizo una mueca y miró a JungKook.

No besaremos a esa pelos de elote. — Dijo el lobo de Tae. — Ni en mi demencia lobil lo haríamos.

— No lo hagas. — JungKook susurró y bajó la mirada. Su corazón dolía.

¡¿Qué tanto miras?! — Preguntó con algo de molestia. — Cumple el reto o...

Allí estaba la oportunidad de TaeHyung.

— O ¿Qué? — Cuestionó de inmediato.

La rubia no supo que decir, ella quería ese beso y lo obtendría, así que sin pensar mucho volvió a hablar.

— O tendrás que pagar. — Una sonrisa se hizo presente en el rostro de TaeHyung y la chica se tensó. — T-tendrás que pagar una gran cantidad de wons.

— Okay... — Dijo y la chica lo miró expectante.

Me va a besar. — Pensó.

¡Ya te dije que no besaremos a la pelos de elote! — Sentenció el lobo de Tae.

JungKook se encogió en su lugar.

La chica gateo hacia donde se encontraba el alfa azabache, cerró los ojos y levantó sus labios para recibir el beso. Todos estaban expectantes. ¿En verdad Kim TaeHyung besaría a la rubia?

JungKook quería salir corriendo de allí, ese juego no le gustaba. No quería ver como su alfa besaba a otra omega.

Pasaron unos segundos y la chica abrió los ojos al percibir que sus labios no eran tocados por los contrarios. TaeHyung habló.

— Okay. — Repitió.

— ¡Bésame ya! — Exclamó la rubia. — Acabas de decir que sí. — Y TaeHyung dejó salir una risa nasal mientras negaba con su cabeza.

— Voy a pagarte los wons que desees. — Dijo sin más y sacó su cartera pasándole dinero a la rubia. — Te daré todo lo que tengo en mi cartera en este momento. — La chica retrocedió y lo miró molesta. — Si quieres más dinero, me dices y en la universidad te cancelaré lo que falte.

JungKook levantó su mirada y observó a TaeHyung, este último le sonrió bonito y tierno.

— Con todo respeto, pero yo prefiero hasta entregar mi apartamento, antes de besar a alguien que no sea mi omega. — Con eso dicho la chica se levantó furiosa y se dirigió a la habitación.

— Busquemos otro juego. — Dijo NamJoon tratando de desviar la atención de la pobre chica que salió corriendo. — Vayan pensando, mientras yo iré con Hobi a traer unas botanas a la cocina.

— Hermosura. — Susurró solo para ellos dos. — Jamás besaría a nadie que no sea mi destino, mi luna, mi omega. — JungKook sonrió embobado. Eso se escuchó muy lindo. — Ya vuelvo iré al baño. — Dijo levantándose del lugar.

Jimin también se retiró del lugar. Le había llegado un mensaje de su jefe y prefería contestarle antes de que lo inundara en notificaciones.

— JungKook. — Llamó una beta de cabellos color verde menta. Observó la hora en su celular, ya era hora...

— Dime. — Contestó.

La beta miró a su amiga y compañera, esta vez habló la omega de cabellera rojiza.

— ¿Podrías ir a buscar más leña para la chimenea? — Pidió en casi suplica. — Ya se va a terminar la leña que tenemos aquí. — Agregó la beta.

— Claro. — Dijo JungKook. — Ya vuelvo. — Se levantó de su lugar y salió a buscar lo pedido. Las chicas sonrieron en complicidad.

Pasaron unos pocos minutos y los primeros en llegar a la sala fueron Hobi y Nam, se miraron extrañados al no ver a sus otros tres amigos. Después apareció Jimin, buscó a su amigo con la mirada cuando no lo vio. Pero pensó que quizás estaría con TaeHyung. Y allí llegó TaeHyung, el cual frenó en seco sus pasos al no ver a su omega, y algo dentro de él se removió al ver que sus amigos junto con Jimin abrieron los ojos en grande. Era como si los tres estuvieran pensando lo mismo... ¿Dónde está JungKook?

— ¿Y JungKook? — Preguntaron los cuatro al tiempo.

La peli menta y peli roja se miraron, pero no contestaron.

— ¿Dónde está JungKook? — Preguntó Jimin nuevamente, cuando no obtuvieron respuesta.

— ¡Carajo! — Exclamó Tae. — ¡¿Dónde está JungKook?! — Preguntó con su tono de voz un poco más alto, a lo cual ya obtuvo respuesta.

— L-lo enviaron a traer...

— ¿A dónde lo enviaron? — Cuestionó NamJoon interrumpiendo al omega de cabellos platinados que observaba a sus compañeras.

— Lo enviaron afuera a...

Nuevamente fue interrumpido.

— ¡¿Cómo se les ocurrió mandarlo solo afuera?! — Exclamó TaeHyung. —Ustedes en verdad no tienen sentido común. Este juego se supone que era para dentro de la cabaña, y ¡¿Por qué carajos lo enviaron a buscar no sé qué a fuera de la cabaña y solo?! Esto es una gran estupidez.

— Me van a decir de inmediato ¿Qué es lo que pasa? O se meterán en serios problemas, ya me hicieron enojar con sus estupideces. — Dijo Jimin.

—L-la verdad es que un chico nos dijo que era su pareja y que quería darle una sorpresa, ya que no se veían hace tiempo. — Dijeron al unísono la peli menta y peli roja. — Entonces por eso lo enviamos afuera para que su pareja lo sorprenda. Es un lindo gesto de amor.

— ¡¿Ustedes son brutos o qué tienen en esa cabeza?! — Gritó Jimin. — Nunca ha tenido pareja. Lo conocen todos estos años y ustedes se creen tremenda mentira.

— Yo me voy a buscarlo. — Dijo TaeHyung dirigiendo sus pasos hacia la salida de la cabaña. —No tengo un buen presentimiento... Mi lobo está muy inquieto.

JungKook se dirigía hacia la cabaña con la leña en sus brazos, no se había percatado de unos ojos que lo observaba desde la oscuridad. La figura masculina vestida totalmente de negro, con cubre bocas a juego, decidió dejar de observarlo y avanzar hacia él.

Ahora no te escaparas. — Pensó para sí mismo mientras apresuró un poco el paso para llegar al castaño.

Humano asustadizo. — Habló Cooky. — Avanza más rápido, busquemos a nuestro alfa.

Estoy caminando lo más...

— ¡Omega! Ven para acá en este mismo momento y no vayas a gritar. — Esas palabras interrumpieron la pequeña charla de JungKook con su lobo.

JungKook dejó caer la leña que llevaba en sus brazos al escuchar esa voz. — No puede ser el... — Dijo bajito. Un fuerte aroma a tabaco y lima golpeó el olfato de JungKook.

¡JungKook, corre! — Dijo Cooky. Pero JungKook no pudo evitar girar para ver el lugar hacia donde era llamado.

¡Omega! Obedece a tu alfa y ven aquí. — Usó su voz de mando.

Co-Cooky... ¡Volvió! Nos va a lastimar. — Su cuerpo estaba paralizado, sabía que debía correr, pero su cuerpo no reaccionaba.

Si no puedes correr... Llama a nuestro alfa. — Dijo Cooky a la vez que aullaba por el lobo de Tae.

El castaño sintió un fuerte mareo y sus lágrimas inevitablemente iniciaron a abandonar sus ojos azabaches. No quería tener ese hombre cerca y mucho menos percibir su aroma. Intentó dar un paso para iniciar a correr, pero el mareo se intensifico.

— ¡Al-alfa! ¡Tae! — Susurró. — ¡Alfa! Ayúdame...

¡Humano descerebrado! — Gritó el lobo de Tae. — Nuestro omega nos llama... ¡Corre!

— Alfa...

Aquí otro capítulo con mucho amors. 💋 El último capítulo de este año 2022.
Les agradezco por su apoyo a mi bebita. 🥺

Les deseo un próspero 2023, lleno de amor, lecturas y muchas sonrisas.

Cuídense mucho.  Las quiere un montón la Tsunade Dark . 🖤🤟💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top