Narrador pov.

A Emma no le sorprendió en él momento en que Billy Black los invitó a comer a su casa, él era amigo de Charlie por lo que no tuvo ningún problema con aquello.

-¿Toda la manada estará ahí?.-preguntó Emma solo por curiosidad.

-No creo.-contestó Charlie mientras caminaba a lado de ella hacía la casa de Billy.

-Mi receta ultra secreta para los espaguetis con carne, transmitida de
generación en generación.-dijo Billy en tono solemne en cuanto entró la pareja.

Jacob bufó, para después sonreír al ver como entraba Bella detrás de Charlie y Emma.

-La verdad, dudo que esa receta exista desde hace tanto.-comentó Jacob mientras se acercaba a la castaña.

La casa estaba llena. También se hallaba allí Harry Clearwater con su familia: su mujer, Sue, y sus dos hijos. Leah era un año mayor que Bella. Hermosa al estilo exótico, con su piel cobriza perfecta, su cabello negro centelleante y las pestañas como plumeros; parecía preocupada por algo.

Cuando llegaron ellos estaba colgada al teléfono de Billy y no lo soltó en ningún momento. Seth tenía catorce años y absorbía cada palabra que
dijera Jacob, lo idolatraba con la mirada.

Emma observó a lo lejos a Sam, quien se encontraba reclinado en un árbol. Pero ¿Por Qué la estaba mirando?.

Éran demasiados para la mesa de la cocina, así que Charlie y Harry trajeron sillas del patio y comieron. Sin embargo para Emma le fue difícil ignorar la mirada de Sue y Leah mientras murmuraban algo.

Ignoralas

Pensó Emma para si misma, a la luz tenue que salía por la puerta abierta del cuarto de estar de Billy. Los hombres hablaron del partido; Harry y Charlie hicieron planes para ir a pescar.

Emma se consideraba en ocasiones directa y no pudo soportar más, la paciencia no era una de sus virtudes.

-¿Podrían dejar de mirarme? O ¿Tienen algo que decirme?.-habló Emma mirando hacía ellas.

Leah estuvo a punto de contestar ya que tenía un problema y tal vez Emma podía ayudarla pero Harry la detuvo.

-Es hora de que ella lo sepa.-Murmuró él para desconcierto total de la familia Swan.

-¿Saber Qué?.-inquirió Emma y Charlie al mismo tiempo.

-Tu mamá se llama Andrea, era aquí de la reserva.-Por increíble que pareciera Emma jamás supo él nombre de su madre, tampoco era de importancia para ella después de todo la abandonó o ¿no?.-Sus padres murieron por una enfermedad y se fue a vivir con su tía acá en Forks.

De pronto Emma busco con su mirada a Charlie, como si fuera su único lugar seguro para no mostrarse vulnerable.

-Por lo que tengo entendido, Andrea posiblemente podía llegar a transformarse ya que inesperadamente su abuela podía llegar a convertirse. Algo sorprendente ya que ninguna mujer lo ha hecho, ella fue la primera.-dijo Sam mientras que Emma trataba de procesar todo, negó varías veces con la cabeza.

¿Por Qué no lo supo antes?¿Acaso su padre lo sabía?

De inmediato Charlie se acercó a ella.

-¿Donde está?.-fue lo único que pudo decir Emma, necesitaba saber él porqué la abandonó.

Notó como Harry y Billy se miraron entre si indecisos si decirle o no.

-¡¿Donde está?!.-exclamó Emma sabía lo fría que estaba siendo y lo herida que sonaba. Pero no estaba en su control ¿Qué mas podía hacer cuando apenas se acaba de enterar sobre su madre?. Aquella mujer que siempre ignoró Emma por él dolor de saber que la abandonó.

Ni siquiera le importaba saber sobre las transformaciones de los lobos, ella quería reclamar él porqué la dejó.

-Tranquilízate, Emma.-pidió Charlie poniendo sus manos en sus hombros.

-Esta muerta.-dijo finalmente Billy.

Emma se sintió confundida, con dudas... Todo era un completo torbellino de emociones negativas.

-Un vampiro la mató, sucedió después de que te dejara con tu padre.-aclaro Harry.

Por un momento Emma tenía sus pensamientos por completo en todo lo que acababan de decirle. Antes de que hiciera algo para después arrepentirse de sus actos o lo que dijera. Salió de la casa queriendo estar sola para pensar.

-Charlie, necesitó un tiempo a solas.-expresó Emma pasando su mano por su cabello, Bella le entregó las llaves de su camioneta ya que ellos llegaron en él auto de policía.

-Ten cuidado. Y recuerda que cuentas conmigo.-dijo Charlie mirándola al tiempo que frotaba su espalda suavemente como forma de reconfortarla, algo que Emma agradeció, asintió en forma de respuesta.

Mantuvo la mirada en él camino, queriendo distraerse con lo que sea para no ahogarse en sus propios pensamientos.

Apretó él volante, sintiéndose aturdida por todo lo que acababan de contarle.

Si un vampiro la mató...

Era imposible que se tratara de algún Cullen, pero por primera vez al menos sabía un poco más sobre su mamá.

Aunque eso no quitaba él hecho de que ella la abandonara antes de su muerte.

Y lo otro era que tenía posibilidades de transformarse.

Esa posibilidad no lo quería Emma, estaciono él auto recordando las palabras de Charlie.

-¿Me estas siguiendo?.-inquirió cruzándose de brazos al ver a Sam en su forma de lobo. Él asintió en respuesta y ella rió entre dientes al pensar lo preocupado que quedo Charlie.

Ladeó la cabeza, transformarse, de seguro lo más increíble para varios pero para ella aquello no estaba en sus planes. Podía defenderse perfectamente como humana sobre todo sabiendo lo que era letal para los vampiros.

-Por cierto se me olvido agradecerte por salvarme de Laurent.-Emma estiró el brazo y cerró la mano en un puño. Sam sonrió, exhibiendo una larga hilera de dientes como cuchillas, y tocó el puño de Emma con el hocico.-iré con Joseph, por lo que Charlie puede estar tranquilo dile que llegare a la casa después de sentirme mejor.

Joseph era bueno para darle consejos, en ocasiones lo escuchaba y en otras no le hacía caso. Pero esta vez necesitaba aclarar sus pensamiento.

No podía transformarse, se negaba ante esa posibilidad o ¿si?