Narrador pov.

Conforme fueron pasando los días, Emma se acostumbró rápidamente a vivir con Charlie y Bella, aunque no encontraba la manera de decirle sobre la moto, que por cierto tenía escondida.

Temerarias y estúpidas. Esas eran las dos palabras favoritas de Charlie para referirse a las motos. ¿A quién le
iba a apetecer montar en moto en Forks? Sería como darse un baño a noventa por hora.

Pero Emma no le importaba mojarse disfrutaba la sensación, y sobre todo le tenía bastante aprecio a su moto.

-Estas demasiado distraída ¿Te preocupa algo?.-Emma se sobresalto al escuchar a Charlie.

-Te quería comentar algo.-dijo Emma sentándose al borde de la cama y mirando a Charlie.

-¿Qué?.-inquirió Charlie reclinándose en la pared.

-¿Recuerdas mi moto?.-pregunto Emma haciendo que Charlie frunciera el ceño, el se limito a susurrar un "si".-¡Que bien que la recuerdes! porque la he recuperado y esta aquí en la casa.-dijo Emma tan rápido que Charlie trato de comprender cada palabra.

-¿Por Qué lo trajiste aquí? las motos son peligrosas ya lo habíamos hablado, Emma.-El jefe Swan no pudo ocultar su molestia. El trabajo de Charlie no conllevaba una gran cantidad de acción comparado con el de los policías de ciudades más grandes, pero los accidentes de tráfico le ocupaban mucho tiempo.

Este tipo de eventos no escaseaban en un lugar donde se sucedían largos tramos mojados de autopista que se retorcían y daban vueltas a través de un bosque continuo, acumulando ángulos muertos uno tras otro. La gente solía evitar esos lugares, con todos aquellos enormes camiones que transportaban troncos escondidos entre las curvas. Las excepciones a la regla eran las motos y Charlie había
visto demasiadas víctimas, jóvenes en su mayoría, tiradas por la autopista.

Sobre todo Charlie estaba preocupado por Emma, él sabía que ella conducía demasiada rápida.

-Hace tiempo cuando no vivíamos juntos, pero prometo no utilizarlo seguido además de que seré más precavida.-Charlie estuvo a punto de negarse pero cometió el error de ver a los ojos a Emma y para él fue inevitable no perder en sus ojos marrón oscuro.

Suspiro, tal vez se arrepentiría después solo esperaba que no le sucediera nada.

-Bien pero por favor no vayas a gran velocidad en moto puede ser peligroso.-Pidió Charlie, Emma sonrió ante la preocupación de él.

-Lo se, descuida Charlie se cuidarme. ¿Como te fue en él trabajo?¿Algún criminal que arrestar?.-Charlie rió y se dirigió a la cama para acostarse se sentía cansado después de un largo día.

-Solo demasiados accidentes.-Contestó Charlie.-¿tu crees que Bella se adapte a Forks?.-Emma lo volteó a ver.

-Siendo honesta, le esta costando adaptarse.-respondió Emma, el jefe Swan suspiro, Emma puso su mano encima de la mano de Charlie.-Dale tiempo Charlie ella se acostumbrara.

-Eso espero.-murmuró.

-Por cierto también te quería decir que quiero volver a mis clases de defensa personal.-Comento Emma con una leve sonrisa, Charlie elevó una ceja.

-¿Desde cuando tomas clases y porque yo no sabía?.-inquirió Charlie tratando de recordar si ella lo había dicho anteriormente.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi.-dijo Emma guiñándole un ojo a Charlie, él solo desvió la vista.

¿Por Qué tiene que ser tan hermosa?

Charlie nunca había tenido esos pensamientos, al menos no después de divorciarse de Renée pero con Emma todo parecía haber cambiado, dejo de sentirse tan solo, Emma era como su propia luz en la oscuridad.

-Ya me di cuenta.-dijo Charlie sonriendo levemente.

Al día siguiente Emma visitó a Charlie en la comisaría.

-Dime que no te has metido en problemas.-Emma la miro ofendida.

-¿Tiene algo de malo que te venga a visitar? Antes ni te quejabas.-repuso la pelinegra, Charlie sonrió al recordar como Emma se escapaba de su casa y llegaba a la comisaría.

-No me estoy quejando. Solo pensé que te habías metido en problemas.-se defendió Charlie, Emma estuvo a punto de decir algo cuando él jefe Swan recibió una llamada.

Emma nunca había visto a Charlie tan preocupado, después entendió porque, Bella había tenido un accidente.

Cuando llegaron al instituto, Charlie corrió rápidamente hacía donde estaba la castaña.

-¡Bella!.-gritó Charlie con pánico al reconocerla en la camilla.

-Estoy perfectamente, Char... papá.-dijo con un suspiro.-No me pasa nada.

-Cuando dijiste "momento para accidentarse" no pensé que enserio lo harías.-Bella rió entre dientes afortunadamente no le había pasado nada.-Deja que te chequen, eso clamaría a Charlie.-agregó Emma viendo si Bella no estaba herida.

Emma trataba de tranquilizar a Charlie en él camino hacía él hospital. La pelinegra estaba a lado de Charlie mientras esperaban al doctor, ella reclinó su cabeza en el hombro de su esposo.

Entonces entró un doctor. Era joven, rubio y más guapo que cualquier estrella de cine, aunque estaba pálido y ojeroso; se le notaba cansado. Por lo que había dicho Charlie ése debía de ser el padre de Edward.

-¿Bueno, cuál es el diagnóstico?.-preguntó Bella.

-Bueno, señorita Swan.-dijo el doctor Cullen con una voz marcadamente seductora.-¿cómo se encuentra?

-Estoy bien.-repetió Bella, el doctor Cullen. Se dirigió hacia la mesa de luz vertical de la pared y la encendió.

-Las radiografías son buenas.-dijo.- ¿Le duele la cabeza? Edward me ha dicho que se dio un golpe bastante fuerte.

Emma alzo la vista para ver a Edward Cullen.

Su hijo adoptivo tiene algo en común con él doctor Cullen.

Pensó Emma al notar algunos detalles que coincidían sobre todo en la belleza sobrenatural de ellos dos.

-¿Bella necesita quedarse aquí o se puede ir a la casa con nosotros?.-pregunto Emma, al notar como Bella le dirigía una mirada fulminante a Edward y este solo sonreía.

- Se puede ir a casa, pero ella debe regresar rápidamente si siente mareos o algún trastorno de visión.-contestó Carlisle mirando a su hijo que estaba algo tenso.-

-Parece que has tenido muchísima suerte.-opinó Emma al ver que Bella estaba bien.

-La suerte fue que Edward estuviera a mi lado.-la corrigió mirando con dureza al cobrizo, Emma frunció el ceño, pero no dijo nada ¿Por Qué presentía que iba a ver más problemas?.