020-"Culpa"
-Jeongyeon...
-¿Qué pasa?
-Una carta para ti-la omega le entrego un sobre. La peli-azul la miro con una ceja enarcada-, solo la encontré sobre la mesa.
La alfa cogió en sus manos el sobre, con lentitud lo observo solo decía su nombre, abrió el sobre y saco el contenido, una hoja solo estaba escrito una palabra "ella", la alfa miro por todos lados, no tenía sentido.
Bufo molesta, odiaba estas clases de broma-estúpidos-dijo y guardo el sobre en el bolsillo de su camisa.
-Buenos días, que se le ofre—Nayeon no termino su frase al ver de quien se trataba-, ¿qué haces aquí?
-¿Qué?, acaso no puedo venir a ver a mi adorada hermanita.
Jeongyeon miro a ambos y el chico de pelo negro noto que lo estaba viendo, rápidamente se puso erguido y carraspeo, de un solo movimiento se puso de pie e hizo una reverencia- Muy buenos días Jeongyeon-ah.
-Buenas...-la alfa miro a su amiga y esta solo se encogió de hombros-, ¿tú eres el hermano de Nayeon?
-Sí, que no te acuerdas de mi-pregunto decaído.
-Lo siento pero realmente no me acuerdo de ti.
-Oh-sonrió-, no te preocupes-negó con la cabeza y luego avanzó unos pasos cerca de su hermana-, Bunny, Vernon vendrá por unos días, ¿podría el quedarse con nosotros?
...
-Tienes tanto parecido a tu madre-rio sin gracia-, la misma sonrisa, el mismo brillo en los ojos-con su dedo índice contorneaba la vieja foto de una joven peli-castaña-, los mismo gestos...-suspiro y guardo la foto, la noche estaba cayendo nuevamente, la calle se ve realmente desolada, ni una alma viviente rodando. Solo cerca de una esquina sin luz, sentado detrás de un árbol, podía ver como aquella persona sonreía sin saber que él se encontraba ahí-, eres tan idéntica a ella que...incluso supiste como reabrir el mismo dolor que ella clavo en mí, todos esos años en los que estuve enamorado...Yeri jamás fue capaz de mirarme, nunca volteo a verme, solo para él, ese maldito alfa, si solo Suho nunca se hubiera cruzado en su camino, tal vez nada de esto hubiera ocurrido.
Aquel alfa que arruino las vidas de aquellas niñas había vuelto, mucho mas lleno de odio que antes, se había enterado que su querido hijastro estaba trabajando en una pequeña empresa de administración en el que habia estado invirtiendo SU dinero, no fue muy difícil enterarse de su ubicación, luego de un tiempo de haber contratado a algunos investigadores pudieron dar con su paradero, esperando el momento adecuado para volver a ellos, porque nadie se burla de la inteligencia de Ok Taecyeon.
Pero mientras tanto pudo observar la cabellera llamativa que rondaba siempre cerca de ella, Taecyeon no lo soportaba, solo mirarlo le daban ganas de destrozarlo con sus propias manos, y más aún luego de saber que pasó la noche con Jeongyeon.
Aquel chico solo era un obstáculo más, tiene el mismo aire que Suho, aquel estúpido hombre que le había arrebatado su único y verdadero amor.
-Se nota que es de familia, claro, de tal palo tal astilla- escupió totalmente asqueado mientras los veía abrazarse en medio de la noche, sin ganas de seguir ahí encendió su auto y decidió marcharse del lugar.
No lo voy a negar al decir que no disfrute las noches en que la obligaba a doblegarse ante mí, tan indefensa y sin ninguna salida, siempre con las amenazas que haría lo mismo con sus hermanas si ella no cumplía, era tan divertido verla llorar, porque era como verte a ti Yeri, me hiciste sufrir como un maldito animal abandonado mientras tú te pasabas las noches revolcándote con "tu alfa", si no me conforme con verte sufrir con la perdida que tuviste, por aquel accidente que acabo con Suho, hare que tu hija pase mil veces peor que tú. Esto es algo que tú ocasionaste.
Fui un verdadero tonto al creer que tu hermana podía suplantarte, no fue ni la mínima pizca de lo que tu lograbas en mi interior, solo noches sin ningún interés y que al final tuvo fruto, un traidor, aquel al que llamaba hijo, no dudo al entregarme, pero él tampoco se librará de lo que va a ocurrir, todos los que le rodean, cada persona que les dieron esperanzas caerán lentamente.
...
El frío se colaba a través de su abrigo, cómo podía trataba de calentar sus manos con su aliento, el gorro que tenía en su cabeza ni siquiera llegaba a calentar se cabeza, y para terminar el frío era tanto que había neblina que mojaba su rostro al caminar.
-Hace más frío que el culito de un pingüino-Jeongyeon hablaba consigo misma mientras caminaba, todo estaba en silencio, pero para ella era más cómodo así, si tan solo no sintiera esa extraña sensación en la nuca, tal vez solo era la paranoia y ya, la desventaja para ella en las noches frías de largas caminatas era que su pequeña nariz se ponía roja y la respiración se le dificultaba y le desesperaba bastante el no poder oler los aromas que le rodeaban, casi quitándole gran parte de su habilidad como alfa.
-Solo camina más rápido y ya...
Una voz detrás de ella la alarmo.
-Por fin te encontré.-su piel se erizo por completo, era él.
...
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