013-"Miedos"
Una semana había pasado, pero para ambos el beso seguía intacto en sus memorias como si hubiera sido a tan pocas horas. La mañana era realmente fría, la alfa trataba de preparar el desayuno para sus hermanas y su primo, mientras tarareaba una canción con una sonrisa de lado en su rostro, el olor a café recién hecho inundaba la cocina, un somnoliento Namjoon se sentó en la mesa mientras trataba de despertarse por completo.
-Buenos días...gracias igualmente-la peli azul se saludaba y respondía a sí misma.
-Buenos días...-logro pronunciar-, ¿porque últimamente tienes tanto animo?-pregunto enarcando una ceja.
-Solamente estoy feliz-sonrío y acerco una taza de café humeante al alfa.
-Supongamos que te creo-Jeongyeon soltó una risa nasal, su primo trataba de tomar de su taza de café fallando en la misión.
Mina y Momo fueron acercándose lentamente a la mesa, ambas con su uniforme escolar-Realmente alguien me asegura que debo asistir hoy-dijo la omega, tenía el rostro pálido y los labios secos, la peli azul no tardo en acercarse a su hermana, toco la frente de la omega comprobando que tenía temperatura.
-Mina, ¿tu celo está cerca?-la peli naranja negó con la cabeza.
-Aún queda una semana para la fecha.
-Es mejor que te quedes hoy a reposar, llamare a Nayeon y le avisare que hoy no podré asistir al trabajo.
-Me se cuidar sola-hizo un mohín con los labios, estaré bien, te lo prometo.
-No es no, Mina-miro a los demás-, pero ustedes si deberán asistir a sus deberes como corresponde.
-Agh me duele la pancita...-Momo apretó su con ambas manos su abdomen.
-Y a mí la cabeza-continuo Namjoon.
-Son unos pésimos actores, Dios, desayunen todo y alístense.
Jeongyeon rápidamente se dirigió a la sala, cogió su celular y marco a la omega peli roja.-Aló.-se oyó al otro lado de la línea.
-Nayeon, hoy no podré ir a trabajar, podrías cubrirme hoy, lo siento, pero te devolveré el favor –cruzo sus dedos esperando una respuesta positiva.
-Lo siento Jeongyeonie-escucho, cayendo sus ánimos por los suelos-, pero tienes que venir, ya haz faltado dos veces este mes, y ya no creen mis excusas-se oyó un suspiro-, dicen que deberías estar muerta por tanta hepatitis.
-Está bien, iré enseguida.
La alfa no sabía con quien se quedaría su hermanita, realmente le preocupaba que este cerca su celo, mordió fuertemente su labio superior, alguien toco su puerta, dio un salto por el susto, estaba tan sumergida en sus pensamientos, rápidamente fue a abrir la puesta, encontrándose con su "prechocho caramelito de miel" como ella misma lo había llamado. Sin dudar se abalanzo hacia él, rodeándolo en un abrazo.
-Caramelito, no sé qué hacer-pronuncio con voz tierna y haciendo un leve puchero.
-¿Que sucede Jeongyeonie?-pregunto sobando la espalda de la alfa.
-Mina se siente mal, realmente quiero quedarme a cuidarla pero debo ir trabajar.
-Si quieres puedo quedarme yo.
-Pero eres un alfa y sospecho que sea su celo-Jimin realmente se odiaba por aun no haber admitido que era un omega.
-Podría ir yo a reemplazarte –sugirió-, no tengo problema, estoy en mi semana de vacaciones.
La alfa abrazo lo abrazo aún más fuerte-¿harías eso por mí?
-Por supuesto, Jeongie-si es que antes se sentía desvanecer, en ese instante ya había muerto más de quince veces en su interior.
Se inclinó de puntillas para dar un beso en la mejilla del peli rosado, podría ser una simple muestra de afecto para los demás, pero para ellos se significaba un gran revoltijo dentro de sus corazones, con millones de mariposas volando en sus estómagos, si, se habían vuelto unos idiotas enamorados para el resto del mundo.
...
Eran las cinco quince de la tarde, y como lo suponía, el celo de Mina se había adelantado, la alfa estaba a cargo de su pequeña hermanita, mas territorial que de costumbre, no dejaba que ni una mosca se acercara a la habitación de la peli naranja. Unos golpes en la puerta irrumpieron su tranquilidad. El olor que emanaba desde afuera era reconocible, era un alfa y sabía exactamente de quien se trataba.
-Abran la puerta, mi omega esta en celo-el grito de Jungkook alarmo todo sus sentidos, no podía dejarlo pasar. Decidió salir y tratar de hablar "pacíficamente" con el joven.
-Jungkook-llamo la peli azul para que le prestara atención, el peli castaño bajo la mirada hacia ella, estaba realmente alterado, el olor a naranjas y limones dulces inundaba el lugar, podía sentir como su lobo rasguñaba en su interior por ir junto a su omega-, sabes cómo esta Mina, es mejor dejarla descans—...—el grito del alfa la interrumpió.
-¡Mina! ¡Estoy aquí!-unos pasos se oían a lo lejos, acercándose a la entrada.
-Ju-Jungko-ok-una Mina en pijama, toda sudada y con las mejillas rojas se asomaba desde adentro, el alfa pensaba correr hacia ella y abrazarla. Jeongyeon no sabía qué hacer en esos momentos, pero jamás hubiera imaginado lo que ocurriría.
-¡No te acerques!-gritó-¡tienes que alejarte de mí!...por favor-las lágrimas corrían por las rosadas mejillas dela omega. El alfa quedo boquiabierto, jamás hubiera pensado que su omega lo rechazaría en pleno celo. Su lobo bajo las orejas triste.
—E-Esta bien-dijo en cabiz bajo-, pero—sacó de su mochila un suéter-, te dejare esto aquí—coloco sobre la mesa de la sala. Mina se sentía realmente mal, sus dolores empeoraban, y su loba quería ir corriendo abrazos de su alfa, pero no permitiría que su hermana se preocupara más por ella, una nueva realidad estaba apareciendo en sus vidas y aunque sus inseguridades estaban clavadas en su pecho no se dejaría arrastrar por ellos, todo lo que ese hombre les hizo, estaba siendo reparado en sus corazones, todo a su vez, lento pero seguro, tal vez en un futuro se daría el lujo de querer estar con alguien.
...
Su cabeza estaba realmente por explotar, no sabía porque su hermana se comportó así con su amigo. Ya era más de la siete de la tarde, Jimin no tardaría en llegar del trabajo, había llamado a Jihyo, para que NamJoon y Momo se queden en su departamento. Decido ir a revisar la habitación de su hermana una vez más, abrió la puerta tratando de ser lo más silenciosa que podía, y ahí estaba la omega, dormida abrazada al suéter del alfa de pelo castaño, su corazón dolio al recordar lo ocurrido hace unos momentos, como deseaba que todo este normal.
La noche abrazo en todo su esplendor a las calles, todo era silencioso, solo se podía ver como las ventanas de cada hogar tenían prendidas sus luces, y ahí estaban ellos, sonriendo en la entrada, dentro de su propia burbuja, sin percatarse de que alguien los veía desde las sombras.
-Por fin te he encontrado, Yoo Jeongyeon- bufo-, ahora vivirás el doble del infierno que alguna vez pensaste haber vivido, me la pagaras, cada uno de tus actos.
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