-¿Estas segura Nayeon?

-C-Cla-ro que si...ah~ -soltó un jadeo-, l-lo necesito en este instante...mgh~ - un gemido salió de los labios de la peli roja.

-¿Lo quieres rápido o lento?-pregunto el alfa-, sabes que puedo llegar a ser muy bruto con estas cosas y no quiero lastimarte.

-No me importa- suspiro tratando de calmar su respiración-, lo quiero ahora.

-Jamás me había visto en esta situación- pronunció molestó-, como es que termine haciéndote masajes en los pies...- bufó.
-Porque eres mi amigo, además cuando quiero tranquilizarme me gustan los masajes en los pies.

Cuando Yoongi la llevo a su casa tubo que taparse la boca y la nariz mientras buscaba los supresores, Nayeon casi dejo su lado humano a un lado pero fue más fuerte, lo extraño en todo era que a ella nunca le había sucedido algo parecido, siempre había Sido regular pero esa mañana cuando estuvo con Yoongi una punzada la atreveso pero rápidamente desapareció así que no le hizo mucho caso. Después de unos intensos minutos de mucha resistencia para ambos Nayeon volvió a la normalidad, igual de berrinchuda como normalmente era, claro, según Yoongi.

—Porque no te consigues un alfa para que te ayude en tus celos.

—¿Disculpa?— preguntó indignada la omega—, acaso vez a un Oh Sehun en la cuadra porque yo no, además no eres el indicado para hablar sobre parejas.

—¿Y tú sí?— río ante el descaro de su amiga— Como tú misma dijiste, acaso vez a alguna Seolhyun por aquí.

— Aish, contigo no se puede hablar— la omega pensó unos momentos, hasta que recordó a una vieja conocida de la secundaria—, Irene...—sonrió—, ella gustaba mucho de ti en la secundaria, incluso se te había declarado, pero la rechazaste— en la secundaria aquella muchacha era de las más bellas, todos los hombres caían rendidas ante su belleza pero ella había caído rendida por Yoongi, muy ilusionada había pedido a Nayeon que la ayudará con él.

—No me gustaba.

—Pero era una de las más populares...—hizo un leve puchero con sus labios-, todos los alfas se peleaban por ella y tú tení—...—

—Me gustaba otra persona.

—¿Quién era?—la omega gateo rápidamente hacia el alfa quien se encontraba al extremo de su cama—, no puedo creer que éramos mejores amigos y jamás me lo hayas mencionado— él peli negro solo se la quedó viendo a los ojos, como si buscará algo en ellos, más no pronunció nada.

—Hay cosas que uno no quiere recordar, Im Nayeon.

...

Al despertar pudo ver como NamJoon estaba hablando con Jihyo y como los dos no podían parar de reírse, mientras platicaban con una sonrojada Jeongyeon. Nadie se dio cuenta de que ya estaba consciente, así que decidió seguir haciéndose el dormido.

-¿Eres tonta o te haces?- pregunto la omega-, es solo un niño, además pudo malinterpretar como lo estabas tratando.

-P-Pero siempre que me preocupo no pienso mucho..., Sabes muy bien como soy y ¡NamJoon, no te rías de mi!

— Es que casi lo matas de tremenda calent—...—no pudo terminar la oración ya que Jeongyeon le pegó en el brazo.

— Mejor guarda silencio, amor— aconsejó Jihyo.

— Sí amorcito.

—Pero es mejor dejarlo descansar— suspiró—, son demasiadas emociones para el en un día, de seguro cuando se despierte se morirá de la vergüenza.

Jimin no podía evitar sonrojarse y sentirse aún más avergonzado, sabía que estaba mal seguir fingiendo que estaba dormido, pero la habitación entera olía a Jeongyeon, el dulzor picante de su aroma tenía a su lobo saltando de felicidad, era el aroma más exquisito que había olido en su vida. De un momento a otro sintió un tirón en su parte baja el cual lo hizo soltar un jadeo de dolor, llevó su mano a su vientre y lo apretó, tan rápido como llego el dolor se fue, era una advertencia. El peli rosa decidió levantarse, estiro su cuerpo tal como lo haría un gato, no había dormido tan bien desde que era solo un cachorro y no tenía preocupaciones como el trabajo. Decidió camino a la sala en dónde oía como charlaban animadamente.
—¡Oh Jimin!— Jimin miró por todos lados pero parecía que Jeongyeon no se encontraba cerca, la omega Jihyo lo llamó desde el sofá—, ven aquí, necesito la opinión de un alfa no pervertido—pronunció mirando con los ojos entrecerrados a NamJoon. Jimin fue acercándose a ellos—, siéntate ¿Te encuentras mejor?—la omega sonrió y palmeo el lugar vacío que se encontraba a lado de ella— el Omega asintió—, que bueno, nos diste un enorme susto pero ahora ya podemos estar más tranquilos.

— Lo siento mucho por preocuparlos...

— Tranquilo, no debes disculparte por eso y... — Mina que había llegado recién rodó los ojos—, a lo que te decía, ya que eres alfa quiero que aconsejes a Mina.

— ¿Acaso es necesario? Es absurdo y extraño —bufó—, hay un chico que me molesta en el colegio y hoy se atrevió a restregar su narizota por mi cuello—el omega retuvo una pequeña carcajada—,¿Por qué todos se ríen de mi al contarles?

—Es que el chico está cortejándote, calabacita— Jihyo palmeo suavemente la espalda de Mina con toque maternal—, tal vez tú no lo veas así porque aún eres pequeña.

-¡Pero el chico es un niño rata!- pronuncio indignada-, como era su nombre...-se dijo así misma mientras miraba el suelo-, ¡Jungkook!- recordó- mañana mismo le daré su merecido- la omega fue corriendo directo a su habitación, mientras todos se reían, el amor adolescente suele ser tan extraño, doloroso, algunas veces difícil de comprender, pero a fin de cuentas es hermoso. Y Mina estaba por descubrirlo.
La alfa apareció con la pequeña Momo dormitando en sus brazos, Jimin se sobre salto al verla, ella le sonrió, el omega fue directo en su dirección.

- ¿Ya te sientes mejor, Jimin?-el omega bajo la mirada apenado.

-Lo siento por hacer un escándalo aquí.

-No te preocupes- le dio una cálida sonrisa-, hay veces en las cuales me sobre paso- la pequeña Momo noto el aroma casi imperceptible del omega y se removió tratando de alcanzarlo aún con los ojos cerrados, Jimin noto que la pequeña quería moverse a sus brazos, Jeongyeon sintió un poco de pena normalmente su hermanita no hacía esas cosas -, creo que Momo quiere que la cargues.

Jimin sonrió y cargo a la pequeña, rápidamente Momo puso su nariz cerca del cuello del peli rosa, ambos se miraron con calidez, creando una pequeña burbuja donde solo ellos existían, un tierno "aww" se escuchó de los presentes.

—¿Y dónde es la luna de miel?—ambos se sonrojaron, la timidez los inundó, rápidamente Jeongyeon cambio la conversación.

—¡Es hora de la cena!—la alfa corrió hacía la puerta de la habitación, principalmente para que no vieran su emoción-, ¡Mina, ya es hora de cenar!- el sonrojo había pasado a sus orejas-, iré a preparar la mesa- corrió hacia el comedor. La sala era un mar de carcajadas por parte de los presentes, NamJoon la miro contento, hace tanto tiempo que no la había visto reír así, desde aquel incidente.