002-''El chico de cabellos rosas''
-¡Nayeonie!- gritaba la pequeña niña de pelo negro, mientras corría con los brazos extendidos.
-Mi Momo - alzó en sus brazos a la pequeña-, me extrañaste tanto como yo a ti- le hizo cosquillas mientras Momo se ponía roja de la risa.- Nayeon había sido amiga de Jeongyeon por un largo tiempo, gracias a eso Momo y Mina la consideraban una hermana más, siempre alegre y con historias y chismes que capturaban por completo la atención de ambas niñas.
El frío se colaba a través de la ropa, Jeongyeon trataba de calentar sus manos al mismo tiempo que trataba de llamar la atención de su amiga y la de su hermana pero parecían demasiado ensimismadas que no la notaban. Mientras Momo y Nayeon jugaban, la alfa noto que había personas nuevas al otro lado del vecindario, una cabellera de pelo rosa llamo su atención, era un chico, no tan alto y de mejillas regordetas, era bastante tierno de hecho, sus padres lo estaban abrazando y tomándolo de las mejillas mientras lo llenaban de besos, sin saber había soltado una pequeña risa por la escena tan conmovedora, aquel chico era muy afortunado.
-¡Jeongyeon!- pero rápidamente su atención cambio a causa del pequeño grito que dió su hermana-, hace demasiado frío, es mejor que entremos- la Omega peliroja la miro desconcertada-, ¿Estás bien? Pareces ida de pensamiento.
-No ocurre nada, solo pensaba en el frío que hace.
- Por eso digo que es mejor entrar- dijo Nayeon y Jeongyeon asintió y una sonrisa se formó en su rostro, pero antes de ingresar a su hogar miro una vez más de reojo a aquel chico de singular cabellera, no podía ver su cara completamente, nuevamente oyó otro grito lo que hizo que dejara de mirarlo para luego entrar a su hogar, viendo como NamJoon caminaba de la sala al baño con una toalla alrededor de su cintura y Mina dormía con su ropa de instituto en el sofá, con el control remoto en la mano derecha y en un bowl de palomitas de maíz en la mano izquierda.
-Tanto tiempo oppa-NamJook se detuvo un momento para poder sostener mejor la toalla-, ya lo empezaba a extrañar-gritó la peli roja divertida por el extraño momento, el alfa de pelo violeta solo le sonrió en modo de saludo mientras buscaba unos pantalones nuevos-muy normales como siempre, no es así.-sonrió-, creo que el día en que entre y no encuentre a tu primo desnudo, probablemente caerá un diluvio o seré yo la que venga en toalla.
-No tengo ningún problema con tal de que no se repita lo de la primera vez que viniste.-se burló riéndose del recuerdo de su "espantosa" primera visita.
-Cómo quieres que reaccione si alguien semi-desnudo me abre la puerta- Jeongyeon empezó a reírse recordando como la peli roja grito al ver a NamJoon sólo con sus boxers.- Jeongyeon se encogió de hombros, era normal comportase así entre ellos, ya que casi nadie hablaba o se juntaba con ellos, ya que eran muy cerrados en cuestiones sociales.-No pude mirar a los ojos a NamJoon-oppa por semanas-el recuerdo ocasiono un carmín intenso en sus mejillas. Sacudió su cabeza y decidió pensar en otra cosa, lo cuál era la cena.
Los preparativos para la cena empezaron entre barullos, Mina a regaña dientes se despertó, al mismo tiempo que Momo sentía vergüenza a causa del poco interés de su primo en ponerse ropa, así que ella se puso a ayudarlo en búsqueda de una buena prensa que lo cubra hasta detrás de las orejas, para ser un buen ejemplo del hombre alfa de la casa. Una vez todos en sus posiciones en la cocina lo único que se oía eran el sonido de las ollas y las risas de los presentes.
-¡Alguien toca!- gritó Mina al oír como alguien tocaba la puerta principal.
-¡Voy!- La alfa que se encontraba lavando algunos cubiertos, seco sus manos rápidamente y fue directo a la puerta,la persona que tocaba su puerta era la misma persona que acababa de ver hace unos momentos antes de entrar a su hogar, el chico de pelo rosa, estaba un poco sorprendida y asustada al encontrarlo, esperaba cualquier persona menos él.
El chico de curioso color de pelo la miraba tímidamente, sus ojos parecían las de un cachorrito y sus labios entre abiertos llamaba la atención de la alfa, capturando por completo su visión. El carraspeó corto el silencio que se había formado.
-Hola...--hizo una reverencia-, ¡mucho gusto! soy tu nuevo vecino...me llamo Park Jimin.- Jeongyeon no respondió en cambio solo lo miraba sin hacer ningún gesto, viendolo a detalle, él era realmente muy...no sabría cómo expresarlo, ya que el almendra de sus ojos, sus mejillas rechonchas y pequeña nariz de boton la tenían hipnotizada, en el aire no se distinguía ningún aroma en particular, así que no sabía si se trataba de un alfa o beta, o probablemnte aún no se había presentado.
En cambio Jimin no podía mantener su mirada fija puesta en aquella chica por mucho tiempo, era linda y tenía los ojos muy penetrantes como si tratará de ver en tu interior, o eso era lo que él pensaba. La joven lo miraba directamente a los ojos y lo inspeccionaba de arriba-abajo, como si quisiese quitarle información confidencial, como en las series de detectives, solo faltaba la música de suspenso. Sus padres le habían dicho que debía ser cordial con los vecinos, así que se puso en marcha y dejó a un lado la timidez y decidió salir a presentarse y a saludarlos, pero parecía que se había equivocado con la primera que había elegido.
-Está bien- pronuncio, la chica de pelo rubio no era de muchas palabras pensó Jimin-, un gusto en conocerlo -trato de sonar neutral y esbozó una sonrisa cálida-, me llamó Yoo Jeongyeon, vivo con mis hermanas y mi primo, espero que nos llevemos bien y bienvenido al barrio-le devolvió la reverencia-, espero que seamos amigos.
El corazón de Jimin se relajo al verla sonreír, todas sus alarmas de alerta se apagaron y solo pudo devolverle la sonrisa con toda su sinceridad.
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- ¡Buenos días, vecino!- saludo Jeongyeon, a lo que Jimin le devolvió el saludo de la misma manera.
-¿Que tal amaneciste?- preguntó dulcemente Jimin mientras veía como la peli rubia se ponía a su lado y empezaba a caminar al mismo compas que él.
Desde que Jimin se había mudado en el barrio Jeongyeon ya no se sentía sola al salir a trabajar, siempre se encontraba con Jimin, que le había dicho que trabajaba como secretario de un contador a unas cuadras de su hogar. La comodidad en sus charlas fue algo como si se conocieran de años, ambos se sentían cómodos y a gusto, Jimin le había dicho sobre su extrema timidez a lo que ella entendió muy bien, pero se preguntaba porque un chico tan atractivo, alto y educado tendría tanta timidez, casi como si quisiera escapar cuando alguien desconocido se acercaba a ellos.
Con lo poco que lo conocía podía ver lo inseguro que era consigo mismo, algunas veces llevaba cantidades de ropa aunque ni siquiera hiciese tanto frío y siempre usaba colonias de diversos olores, impidiendola poder oler su aroma natural.
Aún así no iba a rendirse.
- Jimin- lo llamó abruptamente, la familiaridad en ellos fue rápida ya que descubrieron que tenían la misma edad-, ¿Tienes pareja?
El peli rosa tosió un poco, tratando de cambiar su mirada a un gato que corría velozmente frente a ellos-no, no tengo pareja y dudo que pueda conseguir en estos días-respondió sinceramente-, pero seguro que tu sí - Jeongyeon abrió por completo sus ojos y se echó a reír.
-¡Por supuesto que no!- dijo entre risas-, nadie está tan loco como para salir conmigo, te pregunté si tienes pareja porque es muy raro ver a un alfa tan atractivo sin una Omega.
Al darse cuenta de lo que había dicho las mejillas de Jeongyeon se pusieron coloradas.
- Disculpa, algunas veces hablo de más...
Jimin quedó sorprendido, uno: porque lo acababan de decir atractivo y dos: porque el realmente no podía tener una Omega.
-No -contestó en voz baja-, todavía no encuentro a la persona indicada- mintió.
- Entonces nos parecemos más de lo que imaginaba, Jimin, solo que a diferencia de ti, a mí nadie se me acerca por mi condición de alfa.- pronunció sonando algo triste.
Jimin quedo boquiabierto- ¿eres una alfa?- pregunto sin creerlo, su lobo interno despertó en ese mismo instante, con una alegría inexplicable.
-No me digas que no lo notaste- golpeó su hombro con diversión, lo que no sabía Jeongyeon es que debido a los tantos aromas de las colonias y los supresores que Jimin usaba no lograba distinguir el suyo.
- Realmente no lo noté- río nervioso al ver la expresión sorprendida de Jeongyeon.
- Raro, no sé porque pero siento que me estás tomando el pelo para poder reírte de mí.
Jimin dudaba en lo que podría decir, él nunca pensó en conocer a una chica alfa, estaba totalmente impresionado, y estupefacto a la reciente confesión.
-Te confieso que siempre quise ser una omega- en sus ojos se notaba la nostalgia-, bueno hasta ahora, mi vida no ha sido muy fácil, aguantar más críticas y más miradas de desaprobación, sumándole que siempre te sientes diferente al resto de la sociedad...-soltó un suspiro, Jimin podía sentir como bajaba el ánimo en Jeongyeon, y su lobo se ponía triste ante aquella imagen. El la podía entender totalmente.
-La mayoría de mis compañeras de preparatoria ya se casaron o están con sus alfas, excepto una amiga mía...-río- aunque de seguro debe estar bien, nunca la oí quejarse.
-Y...llegamos- dijo Jimin cuando se detuvieron de caminar, era hora de dividirse e irse cada uno a sus trabajos.
Dijo Jeongyeon al ver que se encontraba cerca del trabajo de Jimin, Jimin la miró triste, en verdad estaban teniendo una buena charla.
-Jeongyeon, antes de que te vayas...-la rubia se detuvo y lo miro expectante, el peli rosa quería confesarle que el no era un alfa, sino un Omega pero después de unos segundo decidió callar-, no, no es nada, solo quería decirte que me gusta tu corte y en qué peluquería vas.
Las mejillas de Jeongyeon se empezaron a calentar y automáticamente tocó su pelo.
-V-Voy junto a una amiga, si quieres te la presento... Y gracias- había pasado tanto tiempo desde la última vez que alguien le había dado un cumplido que este lo había tomado totalmente con sorpresa-, b-bien, ya me voy, ¡suerte con tu trabajo!-se despidió lo más rápido posible para escapar de ese extraño momento, se sentía extraña en ese momento.
Al pasar los días, la extraña sensación que sentía Jeongyeon se había tranquilizado pero en cambio su loba se sentía a gusto cerca de Jimin, como si él hubiera estado siempre para ella. Al mismo tiempo que a Jimin la ganas de querer decirle la verdad lo carcomía por dentro ya que Jeongyeon lo tenía en cuenta como un alfa admirable.
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