7 de junio del 2024
☼⏱
Estaba disfrutando de un momento de tranquilidad en casa, sumergido en mis propios pensamientos, cuando de repente el sonido insistente de alguien golpeando la puerta interrumpió mi paz. Al abrir, me encontré con Daniela y Skandar parados frente a mí, con expresiones que denotaban urgencia y determinación. Me sorprendió su visita repentina y no entendía por qué estaban allí en ese momento.
—Endrike, necesitas venir con nosotros a la gala —dijo Daniela con un tono de voz que dejaba claro que no aceptaría un no por respuesta.
Mis cejas se fruncieron ante su petición. Ya le había dejado claro a Daniela en repetidas ocasiones que no me sentía cómodo asistiendo a eventos sociales de ese tipo.
—Como te dije ayer, no tengo intención de ir. Prefiero quedarme en casa —respondí con firmeza, aunque en el fondo me invadía una sensación de incomodidad ante la insistencia de Daniela.
Ella me miró con intensidad, como si tratara de transmitirme una fuerza que en ese momento me faltaba.
—Endrike, debes dejar de lamentarte y enfrentar las cosas. Tienes que tener el valor de hacerlo. Además, ¿sabías que Saeed aún tiene sentimientos por ti? —confesó, y sus palabras resonaron en mi mente como una revelación inesperada.
La mención de y Saeed provocó un torbellino de emociones dentro de mí. ¿Cómo podía ser que después de tanto tiempo aún sintiera algo por mí?
—No sé qué hacer —admití con sinceridad, sintiéndome vulnerable frente a Daniela y Skandar.
Daniela suspiró con exasperación, como si estuviera perdiendo la paciencia.
—Tienes que tomar una decisión, Endrike. Si decides no luchar, júrame por lo más sagrado que te alejarás por completo de esta situación —dijo con firmeza, dejando claro que no toleraría más indecisiones de mi parte.
Un nudo se formó en mi garganta al escuchar sus palabras. No quería perder a Daniela ni tampoco a Saeed, pero no estaba seguro si tenía la fuerza emocional para enfrentar lo que fuera que estuviera por venir.
Tras un momento de reflexión, decidí ceder.
—Está bien, iré —anuncié resignado, aceptando finalmente el desafío que Daniela y Skandar me estaban presentando.
Salí de casa junto a ellos, sin cambiar mi atuendo, llevando puesto una camiseta negra de manga larga y unos vaqueros azules. A medida que nos dirigíamos hacia la gala, me invadió una mezcla de nerviosismo y determinación, mientras trataba de prepararme mentalmente para lo que me deparaba la noche por delante.
Skandar, con su característico sentido del humor, comentó:
—Esto me recuerda a la escena de Shrek 2 con la canción "Yo quiero un héroe".
Su comentario logró sacarme una sonrisa, aunque en el fondo sabía que enfrentar la situación que me esperaba no sería tarea fácil.
━━☼⏱━━━☾︎⏱━━━☼⏱━━
Llegamos a la gala del campus, y mis ojos escudriñaban entre la multitud en busca de Saeed. Lo vi un poco apartado, como si estuviera tratando de pasar desapercibido. Daniela lo divisó primero y se acercó a él, luego me llamó para unirme a ellos.
Caminé hacia Saeed con determinación, mi corazón latiendo con fuerza. No había hablado con él desde que decidí alejarme, y ahora estaba frente a la persona que aún ocupaba un lugar especial en mi corazón.
—Saeed... —comencé, buscando las palabras adecuadas para expresar todo lo que estaba sintiendo.
—Endrike, ¿qué haces aquí? —me interrumpió con sorpresa en su voz.
Respiré hondo, reuniendo el coraje para decir lo que había estado guardando dentro de mí.
—Necesito hablarte. Hay algo que debo decirte —dije con determinación.
Saeed asintió, y nos apartamos un poco del bullicio de la fiesta para poder hablar con más privacidad.
—Lo siento, Saeed. Lo siento por haberme alejado de ti, por no haberte contado lo que estaba pasando por mi cabeza en ese momento. No quería arrastrarte a mis problemas, no quería que te sintieras obligado a lidiar con mis conflictos. Fui un idiota, lo admito. Pero quiero que sepas que nunca dejé de quererte, de pensar en ti... —confesé, dejando al descubierto mis sentimientos más profundos.
Saeed me miraba con atención, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y emoción.
—¿Aún... aún te importo? —preguntó con voz temblorosa.
Mi corazón dio un vuelco ante su pregunta, y decidí ser completamente honesto con él.
—Saeed, más de lo que puedas imaginar. Quiero una segunda oportunidad contigo. Quiero estar juntos de nuevo —declaré, esperando con ansias su respuesta.
Saeed me miró fijamente durante unos segundos, como si estuviera procesando mis palabras. Finalmente, sus labios se curvaron en una leve sonrisa, y sus ojos brillaron con una mezcla de felicidad y alivio.
—Endrike... —susurró, y su voz estaba llena de emoción.
Entonces, recordé nuestras palabras especiales, aquellas que representaban nuestro vínculo único y especial.
—Lee mis versos y seré tu estrofa, ¿Recuerdas? — dije, mirándolo directamente a los ojos, dejando claro que mi amor por él seguía siendo tan fuerte como siempre.
Mientras nos sumergimos en nuestra emotiva conversación, de fondo podíamos escuchar la cautivadora melodía de "War Of Hearts" de Ruelle, que parecía envolvernos en una atmósfera aún más intensa y emocional.
Saeed me miraba fijamente, sus ojos reflejando una mezcla de emociones mientras procesaba mis palabras. Por un momento, el tiempo parecía detenerse a nuestro alrededor, dejándonos atrapados en nuestro propio mundo de sentimientos.
Finalmente, Saeed rompió el silencio con un suspiro cargado de emoción. Su sonrisa era radiante, iluminando su rostro de una manera que me dejaba sin aliento.
—Endrike... —susurró, con la voz llena de ternura y alegría—. No sabes cuánto he esperado escuchar esas palabras de tu boca. Te he extrañado más de lo que puedo expresar.
Un nudo se formó en mi garganta ante sus palabras, sintiendo una oleada de alivio y felicidad inundar mi ser. Extendí mi mano hacia la suya, deseando sentir su cálido contacto una vez más.
—Saeed, te prometo que esta vez será diferente. Estoy dispuesto a luchar por nosotros, a enfrentar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino —afirmé con determinación, dejando claro que esta vez no cometería los mismos errores del pasado.
Saeed asintió con una sonrisa radiante, y en ese momento supe que estábamos listos para comenzar de nuevo, juntos.
Mientras nos perdíamos en la dulce melodía de la música y en el calor reconfortante de nuestros corazones reunidos, supe que este era el comienzo de una nueva y emocionante etapa en nuestra historia de amor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top