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Me encuentro escondido en algún rincón de la ciudad, lejos de la universidad, lejos de Skandar y lejos de todo lo que una vez consideré como mi hogar. Sé que Skandar ha estado intentando comunicarse conmigo, sus llamadas y mensajes inundando mi teléfono en un intento desesperado por encontrarme. Pero no puedo enfrentarlo, no puedo enfrentar su preocupación y su ira, no después de todo lo que ha pasado.

El peso de mis decisiones recientes me oprime, como una losa que amenaza con aplastarme bajo su peso. Terminar abruptamente mi relación con Saeed fue un golpe devastador, tanto para él como para mí. Pero sabía que era lo correcto, aunque eso no lo hace más fácil de sobrellevar. Las palabras no dichas, los gestos malinterpretados, la brecha que se ha abierto entre nosotros... Todo ello sigue atormentándome, haciéndome sentir como si estuviera naufragando en un mar de arrepentimiento y dolor.

Me pregunto si Saeed está buscándome también, si está tan perdido y confundido como yo. Pero incluso si lo estuviera, ¿qué podría decirle? ¿Cómo podría explicarle mis acciones, mis motivaciones, sin herirlo aún más en el proceso?

Me siento en un banco solitario en algún parque, observando a la gente pasar con la mirada perdida en el horizonte. El mundo sigue girando, sigue adelante sin mí, mientras yo me quedo estancado en el pasado, incapaz de avanzar. ¿Cómo puedo encontrar el camino de regreso a casa cuando ni siquiera sé dónde está mi hogar?

La incertidumbre del futuro se cierne sobre mí como una nube oscura, amenazando con ahogarme en su sombra. Pero por ahora, todo lo que puedo hacer es respirar profundo y enfrentar el día como mejor pueda, esperando encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso cuando todo parece estar en su contra.

Mientras me sumerjo en mis pensamientos, el sol se abre paso entre las nubes, lanzando destellos de luz dorada sobre el paisaje urbano que se extiende ante mí. El bullicio de la ciudad me rodea, pero me siento distante, como si estuviera observando todo desde una burbuja de aislamiento.

Skandar seguramente está preocupado por mí, y no puedo evitar sentir un pellizco de culpa por causar tanto estrés. Él ha sido mi amigo más cercano durante años, siempre ahí para apoyarme en los momentos difíciles. Pero ahora me he alejado de él, huyendo de mis propios problemas en lugar de enfrentarlos como debería.

Me pregunto si Saeed alguna vez entenderá mis razones para terminar nuestra relación de forma tan abrupta. Las palabras se atascan en mi garganta cuando intento imaginar qué le diría si lo viera ahora mismo. ¿Cómo puedo explicarle que necesitaba alejarme para encontrar la claridad que tanto anhelaba? ¿Cómo puedo decirle que todavía lo quiero, pero que necesito tiempo para descubrir quién soy realmente?

El sonido de mi teléfono vibrando en mi bolsillo me saca de mis pensamientos. Es otro mensaje de Skandar, lleno de preocupación y urgencia. Cierro los ojos por un momento, respirando profundamente para calmar mis nervios antes de responderle. No puedo seguir escondiéndome para siempre, tarde o temprano tendré que enfrentar las consecuencias de mis acciones.

Me levanto del banco con determinación, sintiendo un atisbo de esperanza entre la oscuridad que me rodea. Tal vez no tenga todas las respuestas ahora mismo, pero sé que debo seguir adelante, paso a paso, hasta encontrar el camino de regreso a mí mismo.

Caminando por las bulliciosas calles de la ciudad, siento el peso de mi mochila en mis hombros, como si llevara sobre mí todas las preocupaciones y dudas que me atormentan. Los transeúntes pasan a mi lado, perdidos en sus propios mundos, ajenos a mi lucha interna. Me siento solo entre la multitud, como un náufrago en medio del océano.

Los recuerdos de momentos felices con Saeed siguen surgiendo en mi mente, mezclándose con la amargura de nuestras últimas interacciones. Me pregunto si alguna vez volveremos a tener esos momentos de alegría compartida, o si nuestras vidas están destinadas a seguir caminos separados para siempre.

A medida que avanzo por las calles familiares, mi corazón late con una mezcla de miedo y determinación. Sé que debo enfrentar a Skandar, explicarle por qué he estado evitándolo y enfrentar las consecuencias de mis acciones. No puedo seguir escondiéndome detrás de mi teléfono y mis excusas.