— No te cases tan joven, cariño.

Las palabras de mi madre resuenan una y otra vez en mi mente recordándome que fue un grave error del que ahora me arrepiento.

— Pero madre, yo lo amo y él a mí — repliqué — Sabes que es un buen hombre. Es muy listo, atento, guapo y viene de una familia bien posicionada.

— Y yo no digo que no lo sea Gianna, pero eres muy joven para entregar tu vida a alguien. Necesitas vivir más, disfrutar, viajar, conocer más gente y después estarás lista para entregarte a alguien, pero vive tu vida primero, mi niña.

— Madre por favor, no sigas o llegaremos tarde a la iglesia y no quiero hacer esperar a Enzo. Sí estás aquí es porque me apoyas, por favor.

Las madres siempre tendrán la razón, aunque no nos guste admitirlo, pero, cuando una está enamorada y a tan temprana edad, es difícil pensar y comprender más allá de los sentimientos que nos gobiernan.

Conocí a Enzo cuando tenía diecisiete años y él veintiuno. Fue un día de invierno en el cual la nieve caía con fervor tornando las calles de Milán en un verdadero Polo Norte, pero claro que eso no fue un impedimento para asistir a aquella exposición de arte que llevaba esperando desde hacía poco más de un mes.

Mi pasión por el arte me llevó a enemistarme con mi padre y familia, ya que, soy la primera en romper la cadena de los Bianchi en el mundo de la medicina y mi madre fue la única que de alguna manera siempre me apoyo en aquella decisión a pesar de que mi padre se lo prohibió una y mil veces.

Viendo aquella acuarela sobre lienzo me quedé perdida admirando hasta los más mínimos detalles del paisaje, era un trabajo excepcional que me generaba más inspiración y entusiasmo por comenzar a estudiar artes.

— Es hermoso ¿Cierto? — una gruesa voz me sacó de mis pensamientos.

Se trataba de un hombre no poco mayor que yo. Su cabello negro que caía en un flequillo desordenado me cautivo desde el principio junto a aquellas gafas redondas que lo hacían ver tan intelectual. Vestía un suéter azul con una camisa blanca por debajo de este y su mentón reposaba sobre su larga y delgada mano.

— A la mierda, que guapo es — pensé admirando su hermoso perfil.

— Soy Enzo Salvatore, mucho gusto — me tendió la mano para estrecharla y fue cuando reaccioné.

— Lo siento, soy Gianna Bianchi, un placer — estrechamos nuestras manos — Y sí, es realmente hermoso, me encanta la delicadeza que tiene en los pequeños detalles y la combinación de colores que decidió usar.

— ¿Te gusta el arte? — preguntó — Dios que imbécil, es lógico que te gusta si estás en una exposición de arte — esbozó una enorme sonrisa y fue suficiente para caer rendida a sus pies.

— No te preocupes, yo también pregunto lo obvio de vez en cuando — reí nerviosa — Amo el arte, de hecho, me encanta tanto que comenzaré a estudiar artes el año próximo.

— ¿En verdad? Que envidia, yo también amo el arte, aunque lamentablemente no puedo dedicarme a ella.

Y así fue como comenzó todo lo que al principio era todo color de rosa.

Enzo resultó ser un hombre que robó mi corazón en tan poco tiempo que a mis 19 años decidí entregarme en cuerpo y alma a él por lo que todos llaman, matrimonio.

— Acepto — fueron las palabras de las cuales ahora me arrepiento haber pronunciado.

Cuando nos comprometimos llevábamos poco más de un año de conocernos por lo cual no conocía todo de él, sólo lo básico, pues en todo este tiempo había demostrado ser un buen hombre con nada malo de por medio, pero después de casados fue que me enteré de donde provenía la fortuna de su familia.

Eran la mafia Salvatore y él era el heredero a todo ese gran imperio que gobernaba toda Europa.

Actualmente estaba buscando expandirse hacía Asia y en realidad, daba miedo tanto poder que tenían y sobre todo lo que podrían hacer con él si llegase a dominar únicamente Japón, China y Corea del Sur los cuales eran su principal objetivo, pero...

¿Lo lograrías, cariño?

Y aquí la razón por la cual me arrepiento de haberme casado tan joven.

— Ay madre, tenías toda la boca llena de razón, si tan sólo no nos hubiéramos precipitado — pensé.

— Dentro de una semana es la reunión, cielo — Enzo acomodaba su traje color vino frente el espejo del vestidor.

No es que fuera un mal hombre y me tratara mal, nada de eso. Enzo era un hombre demasiado atento y amoroso, pero la rutina, la maldita rutina que me estaba carcomiendo desde hace tres años que fue cuando Enzo tuvo que hacerse cargo del negocio familiar cuando su padre decidió dejarlo al mando.

— ¿A qué hora llegarás hoy? — suspiré esperando su respuesta frente a mis zapatos decidiendo cual iría mejor con el outfit de hoy.

— Tarde, en serio necesito lograr esto lo más pronto posible — desde que tomó el mando no deja de repetir lo mismo, ¿Y qué ha logrado en todo este tiempo?

Nada.

Sinceramente a veces me costaba trabajo creer que todo el tiempo que estaba fuera de casa se la pase trabajando.

— Ya no me sorprende — solté fríamente tomando un par de tacones de punta blancos.

— Cariño, ¿Por qué te enojas? — me abrazó por la cintura desde atrás.

— Yo entiendo que el trabajo es trabajo, pero de verdad en los últimos tres años si me has dedicado un mes completo es mucho — me quejé — Ni siquiera hemos intimado en los últimos tres meses porque todas las noches llegas cansado y el último encuentro ni siquiera tuve un orgasmo.

— Voy a prometerte una cosa — me giró para quedar frente a frente con él — Si en la reunión de la próxima semana logro un acuerdo nos vamos de vacaciones por medio año ¿Te parece? — sonreí enormemente.

— ¿Lo prometes? — enredé mis manos en su cuello.

— Lo prometo, preciosa — besó mis labios.

Oh vida mía, sin tan sólo hubieras cumplido aquella promesa no estaría temiendo por mi vida como lo estoy haciendo ahora.

Y si tan sólo yo no hubiera roto aquellos votos que te hice frente a Dios hace 5 años, no hubiera desatado esta guerra en la que se derramará sangre.

Cariño, cuanto daño nos hemos hecho...

Hola seres hermosos 🛐💐💖

Espero este fic sea de su agrado y le den mucho amor 💗

Sus comentarios y votos me ayudarían mucho para seguir animándome a escribir 🥰💖

Los amo infinito y nos vemos en unos días con el primer capítulo de este nuevo fanfic 🥰