Un ausente Julian sale de una licorería en el centro y camina de vuelta a su hogar. El chico llevaba un par de días sin haber asistido a la universidad, ello a pesar de que si lo hacía a sus clases en el conservatorio clásico de Nueva York. Un fuerte bocinazo le trae de vuelta en sí, un ciclista casi es arrollado por un agresivo taxista; gris panorama bastante común pero no menos perturbador en la ciudad. Jules sigue su ruta mientras intenta recordar cuantas horas de inasistencia ya acumulaba, ello con el objetivo de saber si le sería posible aprobar ese requerimiento de sus clases. Y, aunque el indiferente chico no se presentaba a ciertas cátedras, de igual manera destacaba con sus presentaciones orales o trabajos, por lo mismo, si obtener los créditos de las clases era su objetivo, debía ser sabio con sus faltas.

El moreno ingresa a su edificio y sube de dos en dos las escaleras. Era treinta y uno de octubre, por lo tanto, él y sus amigos asistirían a una prendida fiesta de Halloween en el pub Paper bag que estaba a no más de dos cuadras desde su hogar en Hells kitchen. Julian y June habían quedado de acuerdo en disfrazarse como una pareja y, luego de ver una repetición de La familia Addams en el cable durante el fin de semana anterior, supieron de inmediato cual debía ser su vestimenta.

―¿Albert, viejo, tienes algo de gel que me des? ―consulta Julian integrándose al baño cuya puerta ya estaba abierta. Su compañero de piso había reducido sus siempre alborotados rizos en un recatado peinado gracias a la ayuda de una considerable cantidad de gel.

―Usa lo que necesites. Creo que ya estoy listo... Pero, sólo para prevenir... ―el concentrado chico, aun frente al espejo del botiquín, se agrega algo de laca sobre su ya tieso cabello y Jules no puede evitar arrugar la nariz para no estornudar mientras moja su pelo cual mantenía un poco más allá de la altura media del cuello.

―¿Quién se supone que serás?

―Cuando veas a mi "pequeño amigo" lo adivinarás.

―¡No quiero ver a tu "pequeño amigo", hombre! ¡Consigue una chica que si quiera!

―¡No hablo de eso! ―ríe Albert ante la broma y deja el baño sin más.

Julian bufa irónico y peina con sus dedos el cabello hasta dejarlo completamente liso sobre su cabeza. De esa manera, hacia atrás aplica una generosa cantidad de gel y se encarga de darle una forma casi imitando un elegante peinado masculino de los años treinta. Luego, ayudado de uno de los negros delineadores que June había olvidado en su baño hace algunos días, se dibuja un fino bigote sobre el labio para así pulir su intento de replicar la fachada de Gomez Addams; escéptico en un principio, Jules se siente relativamente satisfecho con su imagen luego de vestir su único traje cual usaba en ocasiones especiales desde los diecisiete y que al fin parecía ser de su talla, finalizando el conjunto con una pequeña rosa roja sobresaliente del bolsillo delantero del blazer.

―¡DILE HOLA A MI PEQUEÑO AMIGO! ―grita Albert de pronto irrumpiendo en la habitación de su compañero de piso y personificando a Tony Montana de "Caracortada" gracias a su elegante vestimenta además de plástica arma, ambos sonriendo de sobremanera al realizar lo mucho que le gustaba el disfraz del otro.

De esa forma, cuando ya eran las ocho, Nikolai se integra siendo cubierto por una simple y gran sábana blanca con dos agujeros perfectos para sus ojos. Y, mientras los dueños de casa ríen debido al mítico poco esfuerzo del castaño cuando se trataba de disfraces, Fab y Nick llegan para unirse por cervezas.

―Me tomó una hora para que quedara decente porque Nick no paraba de reír, pero, supongo que se ve bien ¿no? ―comenta Fab, quien vestía como un suave hot dog; el chico había dibujado un casi perfecto cráneo sobre la oscura base pintada en la cara de su amigo quien lucía orgulloso de su tenida de esqueleto.

―¡Soy arte!

Los bromistas chicos comparten un porro y unas cuantas más cervezas antes de aceptar la magia química que Albert les brindara, ello mientras un ansioso Jules ve que ya eran las diez en el reloj de Heineken sobre la puerta y June aun no arribaba como habían acordado.

―De seguro nos encontraremos con ella en el Paper Bag ―le consuela Albert al unirse en la habitación de su amigo quien revisaba en AOL por algún mensaje de su chica.

Así, los cinco emprenden animado camino en dirección al repleto pub, no teniendo problemas en ingresar debido a que Serena, la "especial" amiga de Fab, gracias a sus contactos había agregado el nombre de él y sus amigos en una lista de portería. De esa forma, todos se integran en el gran y adornado local cual parecía tempranamente repleto. Con mayoría de chicos en un comienzo, poco a poco son sólo permitidas las damas desde el exterior, por lo mismo, los amigos no tardan en verse algo distraídos, incluso frustrados.

―¡Ahora no habrá manera de que consigamos algo para beber! ―se lamenta Fab, pero, Nikolai es pronto en sacar dos botellas de vodka desde bajo su amplia sábana―. ¡ERES EL SALVADOR!

Los chicos comparten las botellas y comienzan a beber para así ponerse a tono con la alegría alrededor. Rojas y parpadeantes luces además de diversas máquinas de humo intentaban aportar una infernal atmósfera, mientras que la música en vivo, siendo de una no tan exagerada banda de new metal conformada sólo por hombres, inundaba el lugar con la urgencia y resentida furia que sólo ese tipo de género lograba. Jules, en tanto, no puede evitar mantener una cara de desagrado cuando observaba hacia el escenario y como a sus pies había muchos asistentes realmente entusiasmados con ese tipo de música que él nunca podría creer apreciar.

―¡Hey! ―saluda June al integrarse a los chicos quienes se mantenían en el segundo nivel en una especie de interior terraza para observar la pista de baile, a Julian costándole salir de sus profundos pensamientos, debido a que a esas alturas él y sus amigos ya habían bajado una completa botella de vodka. El moreno, genuinamente alegre de ver a su chica, pronto no puede evitar sentirse desanimado por la compañía de ella―. Esta es Claire, mi prima de California.

Los chicos, sobre todo Nick y Albert, prácticamente se pelean por presentarse con la baja y menuda rubia cual, a diferencia de como la había visto Julian por última vez, ahora llevaba el cabello corto en un algo alborotado peinado pixie mientras vestía como Tinker bell, cuyo disfraz calzaba perfecto para alguien de semejantes bellas, simétricas, pero, simples facciones. El moreno, intentando captar la atención de June quien era saludada por Nikolai y Fab, se siente algo frustrado al contemplar desde lejos lo mucho que le gustaba como lucía la chica; ahora usando una larga peluca y ajustado vestido negro que casi rozaba el suelo, ella oculta tras un sutil y pálido maquillaje en donde labios carmesí destacaban de sobremanera y largas pestañas oscuras creaban una pesada sombra bajo sus ojos, dándole un aire genuinamente seductor sin siquiera intentarlo. Julian, impaciente, sobre todo al ver el escote de su novia, se motiva a dar un paso al frente, pero Claire se interpone en su camino al bruscamente liberarse de Nick y Albert.

―¡¿Quién lo diría?! ¡Te has peinado! ―bromea la menuda chica con su mirada fija sobre Julian cual fácilmente le sacaba más de veinticinco centímetros de diferencia en altura.

―Es solo un disfraz.

―Por supuesto que lo es. Supongo que algunas costumbres son difíciles de cambiar ―Jules rueda los ojos ante el primero de los típicos comentarios pasivo-agresivos de Claire cuales, hace años, le fascinaba refutar debido a la creciente tensión sexual entre ambos, pero, que ahora sólo deseaba ignorar por mero desinterés. El moreno sonríe ladino para sí mismo y pretende ir por June, pero Claire le interrumpe durante un segundo antes de volver a prestarle atención a Nick quien le ofrecía la botella de vodka―. Luces mejor de lo que esperaba. Ya no eres un enclenque.

El chico bufa molesto, continúa su paso y abraza a June con fuerza desde la cintura, llevándosela urgente consigo hasta un lugar más apartado y tranquilo en donde no fuesen observados.

―¡Te extrañaba! ―alega mientras arrincona a su novia contra la pared y besa ansioso su cuello. La sonriente chica se retuerce debido a lo desesperante, pero, agradable del insinuante roce―. ¡Este vestido...! ¡No podré sacarte las manos de encima! ¿Por qué tardaste tanto?

―Tuve que ir por Claire a casa. Originalmente me disfracé con la ayuda de Lana en NYU. Este vestido es de una amiga de Gia y es por eso que luce tan ajustado...

Jules no le da oportunidad de continuar hablando y embiste a su novia con un desvergonzado beso arruinando así el perfecto labial rojo de ella, casi como si deseara devorarla ahí mismo; al mismo tiempo ignorando que la chica parecía algo incómoda con semejante y lasciva muestra de afecto por parte de él en un lugar tan público, teniendo que frecuentemente desviar las manos de Julian cuales no se cansaban se buscar sus pechos ahora precariamente ocultos en aquel revelador escote, resignándose a permitirle manosear su trasero.

―¡Ahí están! ―exclama Albert y June aprovecha de separarse desde su insistente chico, limpiándose el rojo labial que le manchaba cara con su manga―. ¿Quieren algo de malicia?

Julian asiente de inmediato olvidando el carmesí que ahora cubría su boca, ello mientras que ella mantiene su atención en Claire y los demás quienes se acercaban, pronto June misma encargándose de asear los labios y mentón de Jules para evitar alguna palabra por parte de la rubia quien, bastante risueña debido a la animada plática de Nick, ahora tenía su reprochadora mirada fija sobre el moreno.

―¿Más drogas? ―se queja Claire al notar como Jules consumía sin alguna vergüenza, Albert limpia su nariz con disimulo. June intenta ignorarla, pero su prima insiste―. ¿No fue suficiente lo que te dio esa desaliñada chica tras bambalinas?...

―¿Lana? ―consulta Jules y su novia asiente―. ¿Three milestones se presentará hoy?

―Si, en unos quince minutos...

―... ¡Esto no está bien! Me refiero a que entiendo lo de las píldoras, pero ¿aspirar esa basura? ―continúa alegando la rubia. Los amigos comparten miradas, algo inseguros de qué decir, ya que, ahí ninguno era inocente cuando se trataba del ocasional deseo autodestructivo que brindaba la química nieve, por lo tanto, Nikolai se quita su sábana para recibir lo ofrecido por Albert.

―Es cierto. Esta no es más que decadencia, pero, no es un plan a largo plazo.

La chica, algo sorprendida de reconocer a Niko luego de tantos años, no puede evitar mantener su completa atención sobre él, ello a pesar de que Nick intentaba entablar nuevamente una conversación, Albert siendo quien finalmente la distrajera, ya que, el castaño volvía a cubrirse por completo con su sábana, indiferente y contemplativo de su entorno como siempre. Fab, por su parte, ahora saludaba a Serena quien se le unía con cervezas para todos.

―Creo que es hora de nuestra más antigua tradición ―dice un expectante Fab, compartiendo una suspicaz mirada con Julian el cual había dejado de acosar a su chica sólo debido a la perspectiva de más alcohol―. ¿Qué tal si iniciamos a Albert?

―¡Uno de nosotros, uno de nosotros! ―comienzan a murmurar y zapatear Julian, Nick, Nikolai y June, causando que Albert, Claire y Serena lucieran confundidos.

―¡TURBOLATA! ―grita Nick finalmente y le entrega una cerveza a Albert quien la recibe con una inocente y amplia sonrisa―. Si quieres ser bautizado como parte de este grupo y... ―el ojiazulado observa a sus amigos en busca de aprobación y ellos asienten ligero― banda, será mejor que derrotes a la campeona del año anterior.

―¡Espera, espera! ―exclama el aludido, genuinamente contrariado―. ¿Banda?

―Necesitamos a un segundo guitarrista y, debido que a todos nos ha gustado tu estilo, música, personalidad, drogas, talento y compañía, creemos que sería bueno que formaras parte de la banda además de esta hermandad ―dice Fab y le da una ligera palmada a la espalda del halagado chico, este solo atinando a mirar esperanzado a Jules, sobre todo debido a su profunda admiración del potencial visto durante aquellas dos semanas en el Edificio de la música de la avenida ocho. Julian sonríe ladino.

―¿Hablan en serio?

―June te ha pateado el trasero desde hace semanas en Nintendo. Es hora de reivindicarte con el alcohol.

La chica, ahora intentando personificar a Morticia Addams, rodea suave la lata con sus pálidos dedos de largas uñas rojas postizas y observa desafiante a Albert quien la imita igual de suspicaz y, luego de que los amigos gritaran a coro la cuenta regresiva, ambos perforan sus latas y beben con la mayor rapidez posible, él siendo victorioso por más de cinco segundos.

―¡CAMPEÓN MUNDIAL!

―Es el cuarto año que hacemos esto... ―le explica Nikolai a Claire y Serena en junto, ello mientras los alegres y eufóricos chicos celebraban a Albert cuando le rociaban encima sus propias batidas cervezas.

De esa manera, la fiesta continúa y, para el alivio de June y Julian, Claire se pierde de sus vistas, aunque también lo hacen la mayoría de sus amigos a excepción de Fab y Serena a quienes veían de vez en cuando cerca de la barra. Así, cuando Three Milestones, banda liderada por Lana, comienza a tocar, June se asegura de estar en primera fila para apoyar a su amiga, Jules acaparándole desde la cintura mientras su chica coreaba animada las canciones de la rubia cuales, de una manera casi envidiable para él, eran cantadas de memoria por muchos en el local.

―¿Cuántas veces se ha presentado la banda aquí?

―No se trata del lugar ―responde June al entender la inquietud de su novio quien le hablaba a la oreja derecha para hacerse oír entre el sonido―. Sino que, según Lana, de la frecuencia y variedad. Ella me dijo que desde hace un año que no han dejado pasar una semana sin conseguir donde tocar, aunque fuese en la calle lo harían. Todo se trata de exposición. El talento haría después lo suyo al buscar forma de grabarse en la mente colectiva ―ella le sonríe a Julian por sobre su hombro y este, contemplativo, se limita a besar el cuello de su chica, maquinando y creyendo ya haber pensado en un nuevo norte a seguir para lograr volver reales sus ambiciones artísticas en esa naciente escena de música alternativa e independiente.