┇𝟬𝟳

-¿Vas a salir, nene?

Minho observó de reojo su reloj, exhalando y rodando los ojos al darse cuenta de la hora. Mierda eran las tres y cuarenta minutos de la tarde. Se colocó sus gafas oscuras, mientras encendia un cigarrillo, aunque se detuvo cuando estuvo a punto de llevárselo a los labios, porque la puerta se había abierto y ahora su criado se mostraba ante sus ojos.

Lo recorrió de pies a cabeza, conteniendo una discreta sonrisa. El menor llevaba una camiseta de colores, unos shorts algo gastados y una sandalias negras; el cabello le caia sobre su frente y el tono lechoso de su piel ahora resaltaba mucho mas que antes. Minho se mordió el labio, mientras se preguntaba como luciria esa piel con las marcas de sus dientes. Notó como Jisung desviaba la mirada e intentaba mantener sus manos quietas, mientras sonreía muy avergonzado. Solo le faltaba el bolso y era una tía.

-Lo siento, Minho...

-¿Por qué? ¿te vas a hechar para atrás? -el tono divertido de su voz volvió a hacerse presente.

-No tengo más ropa en mi armario, no he traído mucha cuando vine a quedarme.

En realidad, Jisung volvía a desear que la tierra se lo tragase de nuevo. Su ropa era muy vergonzosa comparada a la camisa de cuadros oscura, los pantalones rasgados y la casaca de cuerpo marrón de Minho. Sí, su ropa era demasiado infantil y estaba muy gastada para terminar de hundirlo; seguramente Lee Minho no querría ni caminar a la esquina con alguien como él, porque le iba a avergonzar mucho, ¿debería solo decirle que no podia ir? sintió como su corazón se aceleró cuando elevó la mirada y se encontró con el rostro de Minho, teniendo esa maldita sonrisa de nuevo en su rostro.

-Para mí, estás precioso -la voz de Minho sonó como un seguro susurro, mientras elevaba una ceja sin quitarle la mirada de encima-. Siempre.

Minho observó como el menor se enrojecia de nuevo y se quedaba tieso, ¿acaso no podía reaccionar de otra manera? ¿era estúpido o tonto? ¿estaba enfermo todo el tiempo?

Soltó una carcajada y se movió hacia su auto deportivo, abriendo la puerta, mientras le enseñaba el asiento a su criado, quién tras asentir muchas veces y morderse el labio inferior, se sentó de golpe sobre el asiento. Luego de que él también ingresó al vehiculo, se inclinó repentinamente sobre el asiento del menor hasta que su rostro quedó demasiado cerca del suyo, logrando casi sentir su respiración. Notó como Jisung se sobresaltaba y abría sus ojos como platos y Minho no pudo deslizar la lengua sobre sus labios y esbozar su tipica media sonrisa, instalando su mano sobre el lado lateral del asiento.

-El cinturón de seguridad -indicó con entretenimiento, mordiéndose el labio inferior.

Jisung asintio tres veces con la cabeza, colocando una nerviosa sonrisa en su rostro, mientras el otro tomaba el cinturón con su mano izquierda y lo cruzaba sobre su cuerpo.

-Sí, muchas gracias y lo siento.

Minho elevó ambas cejas y frunció sus labios en algo parecido a una sonrisa.

-No lo sientas tanto, nene.

Y después de algunos segundos, coloco su deportivo en marcha.

-¡Quiero uno igual a éste, joder! no quiero que me lo arreglen ni nada de esas idioteces, ¿crees que tengo tiempo para esperar que lo arreglen, preciosa?

Minho exhaló violentamente y soltó el celular sobre la mesa de ventas, mientras la vendedora se hacia para atrás y abría la boca como rana esperando una mosca. A la mierda con todo, ¿tan difícil era comprenderlo? solo quería que le mostrasen todos los celulares y la zorrita empezaba a decirle que podia encontrar quien le solucione el asunto.

-Sí se sigue alterando, llamaremos a seguridad.

-¿En serio? -pregunto con sarcasmo enviándole una mirada asesina-. Jódete, mi amor, ¿quieres?

Se volvió hacia el resto de la gente, que lo observaba de forma extraña y después de empujarlos y colarse entre ellos, se detuvo al encontrar lo que andaba buscando. Jisung se encontraba admirando una enorme televisión que mostraba videos musicales. Contuvo la respiración cuando lo sintió detras de él y se volteó rápidamente, frunciendo su ceño.

-¿Puedo preguntar que sucedió...? ¿elegiste uno nuevo?

-Son una mierda.

Minho empezó a caminar hacia las escaleras mecánicas, arreglándose las gafas, mientras tomaba a su criado por el brazo y practicamente lo arrastraba consigo.

-¿A dónde irás? -cuestionó el menor, casi tropezando sobre las escaleras.

-Iremos, porque tú vendrás conmigo, nene.

-¿A dónde...?

-A otro lugar.

-¿A otra tienda de celulares?

Curvó una ceja, mientras salía del local electrónico y se movía hacia la derecha, soltando al menor y dándole una breve mirada repleta de seriedad.

-No, nene, nos vamos a un club que está a unos cuantos metros, beberemos hasta explotar y luego compraremos droga para la semana, vas a ver como te relajas.

Esperó las risas de Jisung, pero nunca llegaron; el menor habia abierto los labios en sorpresa y sus ojos se habian dilatado en desesperación. Estaba muy asustado.

-Lo siento, pero yo no tengo permiso de hacer eso, además mi madre me ha dicho que no me meta en ese tipo de cosas y que...

Jisung estuvo al borde de continuar, pero fue detenido por la brusca mano de Minho, la cual lo tomó de la barbilla y lo volvió hacia él, obligándolo a que lo mire. Sintió como cada uno de sus huesos se estremecía y su corazón se detenía de un solo golpe.

-¿Qué sucede? -se atrevió a mirarlo a los ojos, aunque los desvió de inmediato.

La mirada de Minho era realmente seria y alterada. Se habia quitado las gafas oscuras y ahora lo miraba sin interrupciones; sus ojos negros y fríos clavados en él.

-En serio, Jisung, ¿te crees todo lo que te digo? solo te estaba bromeando, nene, era una maldita broma.

Las facciones del menor se suavizaron de inmediato y sintió que el alivio volvia a él, aunque no logro evitar que el calor volviese a encontrarse en su rostro con mucha fuerza.

-Lo siento, solo que tú lo dices con un tono de mucha seriedad y eso me confunde...

Minho exhaló y continuó caminando, colocándose las gafas oscuras de nuevo. Definitivamente, el criadito estaba enfermo o tenia algunas neuronas sin usar, ¿cómo poda tragarse cada cosa que decía y luego colocarse rojo? tuvo ganas de decirle lo patético y malditamente ridículo que le resultaba, pero solo coloco una mueca parecida a una sonrisa en su rostro y giro hacia la derecha. Al menos, tendría alguien de que reirse durante esas vacaciones y ese alguien habia resultado alguien con un buen trasero y un buen cuerpo que tiraría hasta el cansancio para después largarse con las rubias estadounidenses que le gustaban. Y además, el criadito era bueno para la salud, porque le jodia de risa el rostro de estúpido que colocaba cuando él le ayudaba en algo o la forma en la que temblaba de nervios al sentirlo cerca. ¿Por qué se ponia de esa manera? se mordió el labio, mientras notaba como el menor seguia cada uno de sus pasos.

-Solo iremos a ver unos aparatos que necesito para mi auto y luego regresamos.

-Sí, esta bien, como tú digas.

Contuvo una carcajada, ¿así era de sumiso siempre? ¿entonces por que diablos se hacia el dificil con él? bueno, el asunto habia cambiado cuando él le habia dicho que "quería volver a empezar", pues se lo habia tragado y de verdad creía que Minho tenia algún interés en acercarse a él muy diferente al de solo para tirárselo, ¡que putada!

-Una foto conmigo y te regalo un helado, es para el comercial del producto, ¿qué dices, amiga?

Minho estuvo al borde de alcanzar la puerta del local, pero se volvió de reojo al sentir que el otro se detenía. Frunció el ceño de inmediato. Unos cuantos idiotas necesitados de dinero estaban vestidos de trajes ridiculisimos y tenian muchas botellas de helados en una mesa enorme, mientras que una extraña música sonaba de fondo. Le dió una rápida mirada a Jisung, que se enocontraba sonriendo hacia los ridículos del yogurt. Uno de ellos adelantó un paso, mientras otro lo seguía con una cámara fotográfica.

-Oh, lo siento, eres un chico. Por un momento, te confundí con una chica... -soltó, agitando su cabello alborotado-. ¿Qué dices? ¿una foto por un yogurt?

Los ojos de Minho se abrieron de golpe cuando observó como el menor asentía y caminaba hacia el tío de las fotos, tomándose una y recibiendo una maldita botella a cambio, era estúpido; muy estúpido. Cuando llegó hacia su lado, tenia todo el rostro enrojecido e intentaba abrir la botella de diferentes formas.

-Lo siento, era un yogurt...

Minho se le quedó mirando cuando logró abrir la botella y la llevó hacia sus labios, bebiendo un tanto de ella y separándose con la nariz y la boca repleta de crema.

-Me gustas -lanzó de golpe.

El cuerpo de Jisung se quedó tieso, descendió la mirada y soltó una risa avergonzada, como esperando a que Minho le desmienta lo antes dicho. Pero no sucedió.

-¿Por qué te ríes, nene?

El silencio cayó de nuevo.

-Me gustas, Jisung. Y mucho.

5/5

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