Tomó una bocanada de aire mientras cerraba sus ojos.

Estresarse no servía de nada, y lo sabía porque en su mente vio reflejado a Tomioka.

Abrió sus ojos en cuanto escucho algo romperse.

A causa de los fuertes temblores, el tronco de un árbol se partió a la mitad.

Dirigiéndose estrepitosamente hacia la cara de Tanjiro.

- ¡Tanjiro! - llamó empujando lo hacía atrás - ¡ten más cuidado!

El de cabellos burdeos no dijo nada, tan solo se quedó mirando el destrozado tronco.

- ¿Tanjiro?

- Inosuke, Zenitsu - llamó levantándose del césped - ayúdenme a levantar ese tronco

Inosuke y Zenitsu se miraron extrañados, sin embargo acudieron a la ayuda de su amigo.

Los tres levantaron el pedazo de tronco, ubicandolo debajo de las rocas que tenían presa a Kie.

Al ver esto Inosuke y Zenitsu entendieron la idea de su amigo, comenzando a empujar el tronco hacia abajo.

Ya con las rocas levantadas, Tanjiro miró a su asustada hermana.

- ¡Nezuko saca a Oka-san!

Sin dudar ni un segundo, la menor sacó rápidamente a su madre de las rocas.

Tanjiro suspiro aliviado.

Olvidándose por completo de que todavía estaban ejerciendo presión en el tronco, el de ojos burdeos aflojó el agarre provocando que un montón de rocas arremetieron contra ellos.

- ¡Nii-chan! - exclamó horrorizada -

Las almas estaban tan juntas que ya los tenían abochornados.

A nadie se le ourría que hacer, el estrés no ayudaba en temas de concentración.

- ¿si saben que muzan les mintió? - preguntó finalmente Mitsuri -

Las almas pararon de acercarse.

- ¿qué te hace decir eso? - preguntó uno -

- Muzan es el dios de la muerte, ¿por qué debemos creerte? - preguntó otro -

- precisamente por ser el dios de la muerte es que no puede hacer nada - explicó - el decide quien muere y quien no, los lugares a donde vayan los muertos salen completamente de sus manos

Los pilares asintieron con su cabeza al ver que las almas quedaron pensativas.

- si los dejamos salir el nos castigará - objeto uno - tal vez no tengamos la paz eterna, pero tampoco queremos sufrir más

Mitsuri suspiro deprimida, Muzan había usado el miedo para infringirlos.

Sin más que decir, la de bicolores cabellos dejó que un aura rosada cubriera su cuerpo.

Pronto, los demás pilares se pusieron detrás de ella.

Ya sabían lo que su hermana tenía planeado.

- Ατυχίες ψυχές, όπως η θεά που τους παραγγέλλω να μας αφήσουν έξω από το κενό - musitó con su angelical voz -

(Almas desafortunadas, como la diosa que soy les ordenó el dejarnos salir del limbo)

Al ver que ninguno de las almas se inmutó al respecto, Mitsuri regalo una gentil sonrisa.

Levantó sus manos llevándolas hacia al frente, al momento de ubicarlas el aura antiguamente rosada se convirtió en un manto de recuerdos felices a quien lo tocará.

- Αν θέλετε να βρείτε αιώνια ειρήνη, πρέπει να θυμάστε το αγαπημένο σας παρελθόν - explicó -

(Si quieren encontrar la paz eterna deben de recordar su amado pasado)

Las almas al entender sus palabras, dejaron que el manto los tocará.

Cuando vas al limbo tus recuerdos son borrados pero no permanentemente.

Tu eres el responsable de tratar de recordar, al momento de recordar serás capaz de saber el cómo te van a juzgar.

Si vas a ir al cielo, o si vas a ir al
infierno.

- Mitsuri-san, esta funcionando pero... ¿no estas rompiendo las reglas? - preguntó Shinobu al ver que las almas se hiban de su lugar -

- no realmente, sólo les doy un minúsculo fragmento de su vida pasada - explicó - El resto depende de la determinación de cada quien

Los demás pilares miraron expectantes.

Mitsuri tenía razón, no todos desaparecían del lugar.

Pero ya había suficiente espacio como para salir.

- vámonos ya, el efecto tiene su límite - informó Mitsuri -

- no sabes cuanto te admiro - admitió Iguro -

Mitsuri tan solo río avergonzada.

Sin más que decir, los dioses salieron del limbo.

-¡Tanjiro, estas loco! - regaño preocupado Zenitsu -

- perdón por distraerme Gompanchiro - disculpó Inosuke -

Al ver que las rocas hiban a herir a sus amigos, Tanjiro los empujó recibiendo el impacto en una de sus piernas.

Rompiendola en el proceso.

- no te disculpes Inosuke, yo fui el que aflojó el agarre - dijo tanjiro en el suelo -

- Nii-chan, necesito que te quedes quieto si queremos que mi vendaje haga efecto en tu pierna - explicó Nezuko -

- esta bien, ¿como esta Oka-San?

- ya le limpie y vende su herida en la cabeza, sin embargo no parece que quiera despertar todavía - musitó la menor -

Inosuke y Zenitsu estaban a los lados de Kie para evitar que algo más la hiriera.

Después de todo, los constantes temblores no paraban.

- por cierto, Nezuko ¿quién es el?

- es un alma que me ayudó a conseguir el vendaje, Nii-chan

- oh está b-¿¡un alma!?

Zenitsu tan solo se encojio de hombros, dándole a entender a Tanjiro que no era malo.

- ¿no se supone que los tales dioses deberían supervisar esta clase de problemas? - preguntó Inosuke -

Tanjiro le preocupo escuchar eso.

Inosuke tenía razón.

Y eso le estaba oprimiendo el corazón.

Ya habían llegado a la superficie, todo era un completo caos.

Los mortales estaban horrorizados al ver almas alrededor de ellos.

Sin mencionar los estragos que los temblores estaban causando.

Pronto, Himejima ubicó sus manos en la tierra provocando que las grietas que se estaban formando volvieran a cerrarse.

Mitsuri empezó a tocar cada alma para mandarla devuelta al limbo, con un fragmento de sus recuerdos en ellos.

Sanemi paro abrupta mente los ventarrónes que se estaban saliendo de control.

Todo parecía estar saliendo bien.

- tengo un mal precentimiento

- odio darte la razón Tomioka-San, pero también lo tengo

Y cómo si lo hubieran invocado, la tierra volvió a temblar sin control.

Sacándole un jadeo a Himejima en el acto.

"otra vez con sus interferencias" pensó Tomioka.

Himejima no dijo nada, pero con un solo movimiento de su pie, la tierra empezó a nuevamente unirse como es.

La tierra se alzó de anormal manera buscando herir a Himejima.

Pero la calma que este producía inmutó de nuevo a la tierra, obligandola a regresar a su lugar.

Tomioka sentía un gran respeto hacia su hermano, su calma era tan suprema que había salido ileso de la maldición de su hermano.

Cosa que el no pudo lograr del todo.

Ya roto lo que le estaba impidiendo parar los temblores, Himejima aplaudió con sus manos regresando toda la tierra a la normalidad con sus poderes.

- desde ahora no volveremos a dejar nuestros puestos - demandó el pilar de la tierra -

- ¡hai!

- ¡señorita Pilar del amor! - exclamaron los cuatro mortales -

- hola pequeños - saludó cortésmente - gracias por no haber perdido la fe en nosotros

- ¿Tomioka-San se encuentra bien? - preguntó Tanjiro -

Mitsuri lo miró complacida, ese joven mortal tenía una pureza que la dejaba boquiabierta.

- tu debes ser el famoso Tanjiro, descuida mi hermano pronto vendrá

El de cabellos burdeos se alivio por completo.

Sacándole una sonrisa a Mitsuri.

El alma que se encontraba con ellos se acercó instintivamente a ella.

- oh a ti te estaba buscando pequeño - dijo Kanroji - ¿estas listo para volver al limbo?

El alma asintió en respuesta, Tanjiro se sorprendió ante esto.

- muchas gracias por haber ayudado a mi hermana, espero que encuentres la paz eterna alma - agradeció sinceramente Tanjiro -

Mitsuri se complació demasiado con aquello, ese joven mortal era muy noble.

Viendo que el alma le mostró una radiante sonrisa, la poderosa pilar lo tocó suavemente desaparciendolo en el acto.

- que buena suerte, Tanjiro al parecer tus plegarias se cumplieron - mencionó Mitsuri -

- ¿de verdad?

La de ojos verdes rió.

Tomioka se había encontrado una muy bonita compañía.

- ¡Tanjiro!

Los cuatro mortales voltearon a ver el causante del llamado.

- ¡Tomioka-San!

Siento que las escenas de lucha me están quedando de la berga, me disculpo nuevamente por eso.