ᴠᴇʀᴅᴀᴅ

















Estaba temblando, sus miedos se hicieron finalmente realidad.

- ¿Tomioka-San?

- yo... Tengo que irme

- ¿que? ¡P-por favor es-

Y sin dejar que el mortal prosiguiera, salió corriendo, dejando a un desconcertado Tanjiro atrás.

- espera.... Tomioka-San...





















- ¿¡Hiciste qué !? - exclamó enojada -

Shinobu le preguntó sobre el mortal, y como él no era bueno ocultando cosas...

- me ganaron los nervios - admitió avergonzado -

- ¿que fue lo que te dijimos en la reunión? - preguntó sobando su sien -

Estaba tratando de calmarse, pero su estúpido hermano no ayudaba.

- que si el preguntaba le diria la verdad - respondió -

- ¿y que fue lo que hiciste? - volvió a preguntar -

- lo dejé con la palabra en la boca - volvió a responder más triste que antes -

Admitía que hizo mal, pero ¿y si lo dejaba en cuanto supiera?

- Tomioka-San, debes hablar con el y decirle todo - comentó más calmada - esta es tu oportunidad para arreglar las cosas entre los humanos y tú

- ¿y si al momento de decirle se va y no vuelve a aparecer? - preguntó ya desesperado -

- ¿quién fue el que lo dejó? - atacó mirándolo a sus marinos ojos -

El Pilar quedó en silencio, el era quien estaba alejando al mortal.

El mismo se estaba aislando del mundo.

- lo dejaste solo, y no volviste al jardín para no topartelo - mencionó - ya pasó una semana, debes hablar con el

- no creo que haya vuelto al jardín - musito arrepentido -

- no lo sabrás hasta que lo compruebes








































Decir que estaba triste era poco.

Luego de que Tomioka-San lo dejara solo en el frío césped, Tanjiro no perdía la esperanza y volvia al mismo lugar todas las tardes.

Pero Tomioka-San no hacía acto de precencia.

Estaba tentado a irse para su casa.

- en verdad estas aquí - musito mientras se sentaba al lado del mortal -

Tanjiro se le quedó mirando.

¿Realmente había vuelto?

- qué sucede... ¿Te comió la lengua el gato? - preguntó tratando de romper el hielo -

Tanjiro tan sólo se digno a cruzarse de brazos mientras que en sus labios se formaba un puchero.

- lo siento - dijo nuevamente al ver que su "chiste" sólo había empeorado las cosas -

Tanjiro lo miró nuevamente, suspiro derrotado.

Estar enojado no era su estilo.

- Tomioka-San... - murmuró - te he dado tiempo, realmente quiero conocerte pero me lo dejas difícil - soltó finalmente - ¿no confías en mí?

Ahí estaba de nuevo, esa cara de niño triste revolvía el cerebro del Pilar haciéndolo sentir mal.

No sabía por dónde comenzar, así que se quedó en silencio tratando de pensar.

- Yo... Me llamó Giyu Tomioka - soltó mientras miraba intensamente los ojos contrarios -

Tanjiro olio miedo y dolor al escuchar esas palabras.

Entonces decidió comprobar.

- tu... eres el Dios de la muerte - dijo tratando de captar todos los gestos contrarios -

El Pilar del agua tan solo agachó su cabeza.

Lo había intentado.

Pero parece que su destino era estar siempre solo.

Agrio... Ese sentimiento era muy agrio para su gusto.

Y para evitar arruinar más las cosas, se levantó dispuesto a nuevamente irse.

- lamento causarte problemas Tanjiro, pero descuida ya no me Volverás a ver

Tanjiro no pensó, solo actuó.

Antes de que el Pilar se fuera, sus brazos se enrollaron en la cintura contraria impidiendo que se fuera.

El Pilar quedó en shock, ¿por qué el pequeño mortal no lo dejaba ir?

- ¡lo siento! - exclamó cerrando sus ojos fuertemente - ¡nunca fue mi intención decirte semejante mentira, es solo que en los libros de papá apareces con esa descripción y yo solo quería asegurarme!

El Pilar solo correspondió el agarre contrario.

Estaba feliz, ese pequeño mortal no lo abandono a pesar de las creencias pasadas.

Estaba agradecido de seguir los consejos de su hermana.

- Tanjiro yo..

- ¡por favor no te vayas! - exclamó afianzando más su agarré -

Giyu no pudo evitar carcajear levemente.

Y escuchar eso para Tanjiro fue el mismo cielo.

- no me iré Tanjiro - respondió gentilmente  -

- ¿hablas enserio? - preguntó mirando los ojos marinos -

El Pilar afirmó asintiendo suavemente con su cabeza.

Tanjiro sonrió nuevamente para soltar su agarre.

- ¡entonces si eres un Dios! - exclamó alzando sus manos al aire -

El Pilar suspiro enternecido, le gustaba ver feliz al joven mortal.

- si lo soy - afirmó mientras se volvia a sentar -

Sabito dejó de esconderse en el cabello del Pilar para buscar nuevamente la atención del jóven mortal.

- jajaja También te extrañe Sabito - dijo para acunarlo en sus manos -

- no paraba de picotearme desde que me fui - comentó mientras se volvia a sentar -

Sabito se acómodo en los cabellos burdeos, permitiéndole a Tanjiro imitar la acción del mayor.

- eres Dios ¿de qué? - preguntó mirando curiosamente al mayor -

- soy el Pilar del agua - respondió sin rodeos -

- tiene sentido - admitió el mortal -

-¿por qué lo dices? - preguntó altamente desconcertado -

- bueno... No he visto tus habilidades, pero tus ojos azules dan una impresión oceánica, Tomioka-San - explicó alegremente -

- mis ojos... ¿Te parecen lindos? - preguntó -

-¿Tu que crees? - respondió lo obvio -

Y por primera vez, ambos individuos charlaron animadamente.

Olvidando sus diferencias.

Olvidando el atardecer.

Deteniendo el tiempo.

Porque sólo eran ellos.

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