ᴄᴏɴᴏᴄɪᴍɪᴇɴᴛᴏ
- ¡Tomioka-San! - llamó animadamente -
- Tanjiro - respondió -
- lamento la demora - dijo sentándose al lado del pilar -
- ¿por qué lo dices? - pregunta admirando al muchacho -
- bueno, yo se que a usted le gusta ver el atardecer tanto como a mi - explico sonriendo - y ya casi se esconde el sol, así que lamento la demora
- no te preocupes - dijo restándole importancia -
Tanjiro sacó un par de onigiris de un pequeño canasto que traía consigo.
- no te he visto comer Tomioka-San, así que nos prepare un pequeño bocadillo para disfrutar del cielo - dijo mientras le ofrecía una bola de arroz -
El pilar casi se derrite por aquel gesto, no es que el necesite de comer realmente, pero el que ese joven mortal se preocupe por el se le hacia muy tierno.
- no debiste molestarte - comentó mientras recibía el alimento -
- no es molestia hacer comida para personas como usted Tomioka-San - respondió tal cual sol -
A rengoku le agradaría ese mortal, pensó el pilar mientras mordia un trozo del onigiri.
- Tanjiro...
- ¿que sucede Tomioka-San? - preguntó alarmado -
¿Le había quedado feo el onigiri?
- esto es... Delicioso - dijo con un brillo particular en sus ojos -
Tanjiro suspiro aliviado para luego darse cuenta de que Tomioka se había deborado la bola de arroz llenándose la cara de migajas en el proceso.
Sin dudar, sacó del canasto una servilleta y se acercó al contrario para limpiarlo.
- pareces un pequeño bebé Tomioka-San - dijo mientras sonreía inocentemente -
El Pilar ni se inmutó por fuera, pero por dentro se estaba muriendo de vergüenza.
Ni siquiera su hermana Shinobu lo trataba de esa manera.
- me alegra que le haya gustado - dijo el mortal para volver a acomodar la servilleta en su lugar - oh, ya empezó
Y dejando la charla a un lado, ambos se dispusieron a mirar una vez más el cielo.
Tanjiro estaba feliz, al poder limpiar el rostro del mayor se dio el lujo de admirar cada facción de su rostro.
Incluso se dio cuenta de que sus azabaches cabellos tenían un pequeño matiz de azul marino en sus puntas.
Y ni hablar de ese pequeño brillo que noto en sus vacíos ojos.
Ya tendría tiempo para seguir admirando la belleza contraria, por ahora sólo quedaba disfrutar de la vista con su nuevo amigo.
Porque si, ellos ya eran amigos les gustase o no a los demás.
Por otro lado, el miedo a que Tanjiro descubra la verdad incrementaba de sobremanera.
¿Lo dejaría solo en cuanto supiera?
Ese pensamiento lo estaba perturbando demasiado.
No quería volver a esa oscura soledad.
No quería que esa luz se apagará de nuevo.
- ¿Piel sumamente blanca?
- Si
- ¿Cabello azabache?
- Si, aunque hoy vi un matiz marino en el - resaltó -
- de acuerdo, última pregunta - dijo la menor de los Kamado - ¿ojos de color...?
- un profundo azul marino - respondió casi al instante -
- ouu entonces no es el - dijo Nezuko -
- ¿No es un pilar? - preguntó -
- No logro dar con el en los libros viejos de papá - dijo una decepcionada pequeña -
- ¿que hay de este? - preguntó señalando un libro en específico -
- éste... - levantó el libro - contiene a los Dioses abaros y codiciosos - explicó - Nii-chan, acaso el...
- no lo sabremos hasta leer - dijo mientras recogía el libro cuidadosamente de las manos contrarias -
El conocimiento es poder.
Todo recae en cómo lo quieras utilizar.
- no puede ser - murmuró un confundido mortal -
- ¿que sucede Nii-chan? - pregunto preocupada -
- según este libro... Tomioka-San es el Dios de la muerte - dijo leyendo nuevamente el contenido -
- dejame ver - musito haciéndose al lado de su hermano -
El libro especificaba sus rasgos y sus poderes como Dios.
También hablaba de su aparente personalidad macabra, cosa que Tanjiro no terminó de digerir por completo.
- Nii-chan, ¿estas seguro de los rasgos de que me dijiste? - preguntó -
- estoy más que seguro Nezuko - afirmó - pero... Tomioka-San no es como lo describe este libro
- ¿a que te refieres?
- me refiero a que el no es malo - explicó - tal vez fue tosco al principio, pero no huelo maldad en el
- bueno, si tus instintos te dicen eso... Entonces deberías preguntarle Nii-chan - apoyo la menor -
- no lose - musito dubitativo - nunca me dijo su nombre, y aquí dice que se llama Giyu Tomioka... Quizás solo sea coincidencia y el se llame de otra manera
- lo dudo mucho Nii-chan - dijo Nezuko -
- debe haber una explicación lógica - insistió Tanjiro -
Se negaba a creer que Tomioka-San era macabro.
No le cabía por ningún lado, ni siquiera su poderoso olfato le advirtió de peligro.
- tal vez nuestros ancestros lo describieron equivocadamente - dedujo la menor -
- ¡puede ser! - exclamó esperanzado -
Tal vez todo sea un malentendido.
Aunque no negaba que estaba emocionado por preguntarle la verdad a Tomioka-San.
Sin embargo, quería investigar más fondo para poder sacar una conclusión y después encararle.
- Nii-chan, aquí dice que el solo se alimenta de carne humana - mencionó mientras hojeaba el libro -
Tanjiro cárcajeo de sobremanera, a Tomioka-San le gustaron sus onigiris hechos en casa.
Otra razón para creer que los libros estaban mal.
- Tomioka-San - llamó una vez caída la noche -
- ¿que pasa? - preguntó -
- ¿cuál es tú nombre?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top