Sus cabellos llamaban gentilmente a sus inquietas manos.

Por instinto empezó a acariciar los azabaches mechones aprovechando la cercanía, comprobando así las puntas de color azul que creía una locura.

- Tanjiro ¿que estas haciendo?

- lo siento, pero su cabello es muy suave y llamativo Tomioka-San

El Pilar no dijo nada más, dejando a Tanjiro seguir con su nueva obsesión.

Desde que Tomioka decidió enseñarle a Tanjiro el arte de nadar, una vez por semana ambos se tomaban un refrescante baño al aire libre.

Sin mencionar que el resto de la semana solo se reunían por la noche para ver el atardecer.

Y este día no era la excepción, Tomioka había hecho un poco más rápido sus deberes para poder estar más tiempo con su adorado mortal.

Volviendo con las clases de natación, el joven mortal mostró ser rápido aprendiendo, ya que sus movimientos eran más naturales y fluidos.

Aunque la primera vez hubó complicaciones puesto que el jóven mortal se negaba a soltar a Tomioka para nadar sólo.

Y eso le causó vergüenza al Pilar.

Vergüenza que se fue tragando con el pasar de las tardes.

- ¿te sientes cansado?

- desde que dormí junto a ti, le cogi amor al sueño

- era de esperarse, no me imagino cuantas décadas duraste sin dormir

Ambos soltaron leves carcajadas, debían admitir que disfrutaban demasiado la compañía contraria.

- si quieres puedes dormir en mi regazo Tomioka-San

- No es necesario, creo que ya está tarde

- ¿debes irte ya?

- me temo que si, hoy es reunión de los pilares

- de acuerdo - suspiró - espero y te vaya bien

Tomioka le sonrió dándole a entender que lo vería más tarde, a lo que Tanjiro respondió sonrojoda con una ligera sonrisa en su redondo rostro.

Sin más que decir el pilar desaparecio en un pestañeo.

Dejando solo al joven mortal.

- Todavía no puedo creer que te veas con un Pilar Tanjiro - objetó -

- Zenitsu, ya te he dicho que puedes acompañarme para conocerlo cuando tu quieras - afirmó -

- ¡¿estás loco?! ¡Que tal si me mata como lo dicen los lib-Auuu ¡¡¿por qué me pegas?!!

Tanjiro le dio un zape a su eufórico amigo, aveces se pasaba con sus comentarios así que el lo calmaba con golpes certeros.

- ya te he dicho que Tomioka-San no es malo - regaño - no por nada salvo la vida de Nezuko

- ya ya lo siento - se disculpó mientras sobaba su nuca -

Nezuko llegó a la pradera en donde se encontraba su hermano y Zenitsu seguida de un alborotado muchacho de ojos esmeralda.

- ¡Nezuko-chan! - saludó el de cabellos amarillos -

- Zenitsu-kun - respondió la menor -

- Gompanchiro ¿como es eso de que te ves con un pilar? - preguntó Inosuke -

- Por milésima vez Inosuke, soy Tanjiro Kamado - corrigió - y segundo, lo mismo que le dije a Zenitsu, puedes venir conmigo para conocerlo

- Tomioka-San es muy amable ¿lo Volverás a ver hoy Nii-chan? - afirmó mientras saciaba su curiosidad -

- ¿tu ya conoces al Pilar, Nezuko-chan?

- Claro que sí, junto con Shinobu-San son los pilares que conocemos Nii-chan y yo

- también está el pilar Sanemi - agregó Tanjiro -

- ¡no manchen! - chilló enojado el de ojos esmeralda - ¡solo les faltan 6 para conocer a todos los pilares!

- ¡Inosuke deja de gritar!

- ¡dejame en paz Monitsu!

- ¡ya callensen los dos! - demandó el de burdeos cabellos -

Y cómo dos perritos haciéndole caso a su dueño, Inosuke y Zenistu se quedaron callados.

- sería genial conocer a los 6 faltantes - dijó la fémina para romper el incómodo silenció -

- por lo que me ha dicho Tomioka-San, cada uno vive muy ocupado - respondió Tanjiro -

- ¿si viven ocupados, por qué hablas tanto con el pilar del agua? - preguntó el de dorados ojos -

- bueno.... Nos vemos mayormente por las tardes, el tambien tiene responsabilidades que atender - respondió avergonzado -

- ¿como enseñarte a nadar? - preguntó ahora el de azabaches cabellos -

- ¡eso es diferente!

Tanjiro quería a sus amigos, pero sus comentarios lo ponían nervioso.

Tal vez dejar que Nezuko fuera amiga de ellos no fue buena idea.

- ¿te encuentras bien?

- ¿por qué lo dices?

- te veo muy rojo

- b-bueno eso es porque estaba... ¡corriendo!

Tomioka notó al instante que fue una mentira.

No sólo por lo falso que se escuchaba, si no porque Tanjiro era tan puro que cuando mentía su rostro hacia una determinada mueca, indicándole su no verdad.

Aparte que Sabito lo había intentado picotear pensando que era alguna clase de fruto, detenido por Tomioka claro esta.

Sin embargo, no lo hiba a obligar a decirle algo que no quería.

- esta bien

Sabito como de costumbre se acomodo en los cabellos azabaches del pilar, dejando su fallido intento de comerse a Tanjiro.

- ¿como te fue con los demás pilares? - preguntó cambiando de tema -

- estamos preocupados, Muzan no ha vuelto a dar indicios de tramar algo

- ¿no es eso bueno?

- ese es el problema, al no tener pistas no sabemos cuál será su siguiente ataque

Tanjiro olío frustración y estrés en su mayor.

Lamentándose de haberlo hecho estrésar, el joven mortal tocó suavemente la mano contraria con sus gentiles llemas de los dedos acariciandola.

Al tocarla se dio cuenta de que las manos de su mayor eran robustas pero cálidas.

El joven mortal sonrió inconscientemente.

- Tanjiro...

- ¡Lo siento!

Pero antes de que su mano se alejara por completo, la mano blanquecina se lo impidió.

Apretandola con cariño Tomioka sostuvo firmemente la mano de su menor.

Provocando que un vivo sonrojo adornara las acaneladas mejillas contrarias.

- T-Tomioka-san...

- ¿te incomoda?

- no no, esta bien - dijo afianzando el agarre -

Esa tarde fue diferente para ellos.

Mientras veían nuevamente el matiz de colores, sus manos estaban dulcemente entrelazadas.

Demostrando el gusto que les generaba la compañía contraria.

Volviendo una bonita costumbre el tomarse de las manos cada vez que veían el cielo.