Top of world

Advertencias: Ninguna, pero el jujusanpo me dolió.

¿Por qué miras a los caminos equivocados? Cuando el mío es el corazón y la sal del alma.
-Like I Can, Sam Smith.
~•~

Akiko esperaba pacientemente frente al edificio, se suponía que Naoko entró para sacar a la maldición residuo de la energía maldita por los tornados, la razón era que en esa pequeña localidad, las personas temían que un tornado llegará y arruinara sus cosechas. 

El ruido de risas del joven fue una buena señal, normalmente Akiko no estaría tan preocupada, pero la maldición podía evolucionar nuevamente y hacerse de grado especial. La sangre que salía de su pequeña herida en su mano formó una fina aguja, y la manipuló para que siguiera el flujo de la maldición.

"¡Oye, te dije que podía solo!" El grito dentro del edificio era cada vez más cercano.

La muchacha colocó sus manos a los lados de sus labios para hacer eco—. ¡Nos pagaron a ambos!

Naoko iba a protestar diciéndole que él se haría cargo, que no debía preocuparse por mover un dedo durante la misión, cuando la maldición lo atacó con energía maldita pura que casi lo mata. "Está cosa ya se adaptó". Suspiró y se dirigió corriendo a la entrada donde estaba Akiko—. ¡De acuerdo, tú ganas! 

La rubia observó como la maldición cambiaba de apariencia a una más humanoide—. Ahora es casi como una de grado especial, eso implica más papeleo.

El mayor se puso detrás de ella rogando por su perdón—. Lo siento mucho, solo quería probar mis habilidades...solo quería presumir que soy capaz de encargarme sin tí.

La menor manipuló la aguja para que se clavara en su frente, así al menos tendría forma de rastrearla—. Sé que haces las cosas a tu manera, pero es necesario que seas cuidadoso, prestar más atención es vital—estaba tan concentrada en su sermón que una bola de energía maldita casi la golpea, pero el de cabellos negros la cargó en sus brazos apartandola.

—Disculpa, ¿Prestar qué? —se río suavemente, en realidad solo buscaba hacerla sonreír, pues para él, Akiko se preocupaba mucho por las cosas, comenzó a correr alejando a la maldición de la civilización tanto como podía—. Digamos que era una de primer grado, así no tendremos que hacer los trámites.

La rubia negó, su sangre goteaba más rápido, hasta que una pequeña guadaña se formó, era difícil creer que Naoko liberará tanta energía maldita para atraer al grado especial detrás de ellos. Katō arrojó la guadaña en dirección a la maldición pero falló miserablemente.

—Ya estamos en el rango límite del velo, bájame —su petición era una llena de inocencia, pues su compañero estaba disfrutando de sostenerla a horcajadas.

Naoko la bajó cuidadosamente, sólo para después darle un pequeño empujón—. ¿Cómo "Lava de Pompeya"?

—Exacto, haremos eso —su comunicación era tal que con apenas miradas ya sabían lo que el otro decía. 

El de ojos oscuros soltó un quejido al mismo tiempo que empuñaba el mango de su espada haciendo que una sombra espesa fuera el filo—. Si morimos, quiero que sepas que fuí yo quién se comió tu tiramisú de la nevera, no podría irme con esa culpa.

—Lo supe en cuanto desapareció, vivimos solos, Nao —su respuesta llena de sarcasmo hizo que el otro frunciera el ceño, pero no dijo nada, simplemente se limitó a esperar a la maldición—. Te toca, yo lo hice la vez pasada.

La maldición se acercó, ahora era un poco más grande que un árbol promedio, con la forma de un humanoide, aún le faltaba para su evolución a ser completamente un grado especial. Tomó a Naoko, quién no se defendió y lo arrojó a su boca.

"Es de las que piensan, sabe que obtendrá más energía maldita sí nos traga" Akiko usó el cuchillo que llevaba en su cintura para cortarse el antebrazo—. Alto y divino, técnica de sangre —la sangre levitaba en pequeños cúmulos frente a la maldición. Las gotas aumentaron de temperatura, llegando a ser tan calientes como una fierro a fuego vivo, y se clavaron desde todas las direcciones en la criatura, al mismo tiempo, Naoko la cortaba por dentro alcanzando su núcleo de energía maldita, pues así aseguraban que no se regenerará.

La rubia parecía nerviosa, pues Naoko aún no salía, empezó a preocuparse, ¿la maldición era tan resistente? No, ya estaba agonizando. Se acercó corriendo mientras detenía el sangrado con su propia técnica—. ¡Naoko! ¡Naoko! —y pudo ver cómo el joven cortaba la carne saliendo bañado en líquido viscoso y verdoso.

—Uff, no podía respirar bien ahí dentro —comentó jadeando fuertemente—. ¿Por qué sonríes?

La menor rápidamente sacó su teléfono tomándole varias fotografías para hacerle burla después—. Mira a la cámara.

El de cabellos negros la tomó de la mano abrazándola fuertemente, manchandola del líquido—. Ahora también apestas.

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Al llegar a su departamento, ambos estaban tan agotados como para solo prepararse una sopa instantánea. Estaban en suficiente sintonía como para pasarse condimentos sin siquiera hablar o mirarse, sus cuatro años de amistad no habían sido en vano, ambos se conocían a la perfección.

—¿Y qué hay con Gojo Satoru? —preguntó Naoko para después sorber sus fideos—. ¿Todavía estás enamorada de él? ¿Por eso fuiste con él antier a ver a Nanami?

Akiko se atragantó suavemente con su bocado—. Uh, pues es difícil…creo que todavía me gusta, pero enamorada es una palabra fuerte, quiero ser su amiga.

El de cabellos negros exhaló ruidosamente—. Sigues enamorada, lo sé. Ah, cómo sea, no es como si yo fuera quién para prohibirte algo, pero mi consejo es que dejes de ser tan ingenua, no es malo, pero hará que el corazón de te duela, y luego yo tendré que prepararte un montón de postres para unirlo.

Akiko negó rápidamente—. De todas formas siempre me gustan tus postres, eres un buen cocinero, un chico amable…¿Cómo es que no tienes novia? ¿O novio?

El mayor se sonrojó fuertemente—. ¡Ya te dije que no es importante! —respiraba rápidamente—. No necesito eso, tú y el alcohol cubren mis necesidades afectivas.

La rubia se estiró para tocar su mejilla—. Pero me haría sentir tranquila que tienes más amigos, y una pareja…¿No es eso normal?

Naoko bajó la mirada, quería decir más, pero no podía, su mano se posó sobre el dorso de la contraria y se quedó en silencio hasta que pudo responder—. De acuerdo, creo que tienes razón…gracias por preocuparte por mí.

La menor sonrió, lo que más que más quería en este mundo era verlo feliz, que fuera lo que siempre soñó—. Por cierto, ¿El clan Zenin sigue molestándote?

—Quieren naturalizarme como parte del clan, después de años de humillarme y menospreciarme…que se vayan al carajo —lentamente se alejó de su toque y siguió comiendo—. Oye, sé que no te lo digo siempre, pero te amo…como un hermano a una hermana.

La más baja cubrió su plato—. Eso no hará que te dé mis salchichas.

—¡Por favor! ¡Solo una!

"No importa, nadie podrá igualarte" 

Gojo no dormía adecuadamente, en realidad casi nada, pero afortunadamente era una máquina de energía maldita, así que no había problemas con su desgaste mental o físico. A veces veía televisión, otras cuantas le gustaba hacer ejercicio,o cualquier cosa que lo distrajera de la soledad.

Jueves en la noche, quería desesperadamente llamar a Akiko y preguntarle sobre su día como lo haría cualquier pareja, pero claramente no podía, pues ellos no eran novios. Tiró de su cabello suavemente, frustrado porque su última "cita" había sido hace tres días, y solo intercambiaron mensajes. 

Por pura suerte tomó su celular y le envió un mensaje "¿Cómo crees que sería un árbol de sandías?" Era estúpido, él lo sabía, pero quería poder conversar con ella de cualquier manera. "Ya son más de las 11, debe estar dormida" pensó desanimado.

>>Pesado y una aberración a la naturaleza<< le respondió. Gojo casi salta de la cama emocionado, ¿Ella se despertó para contestarle? ¿No podía dormir por qué también pensaba en él?.

"¿Qué haces despierta a estas horas? Se supone que eres una santa que duerme a sus horas" una pequeña sonrisa se plantó en sus labios.

>>Estoy en una tienda de conveniencia, Naoko quiso usar el departamento está noche, creo que tiene una cita (⁠~⁠‾⁠▿⁠‾⁠)⁠~<<

Satoru tenía tantas dudas, ¿Kimura realmente la sacó en medio de la noche para follarse a alguien? No, Naoko nunca haría eso, pero el albino sacaría ventaja de eso. Dos minutos después la llamó—. ¿De verdad estás en la calle como loca? ¿No te da miedo? —mientras decía eso se estaba terminando de poner los zapatos para ir a verla.

"Estoy comiendo un hotdog, y la calle está vacía" se escuchaba totalmente normal "Estoy bien".

—Envíame tu ubicación.

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Su chófer personal estaba enfadado, era evidente, ser llamado por una emergencia en medio de la noche era parte de su trabajo, pero la emergencia resultó estar sentada junto a la ventana de una tienda de autoservicio 24/7. Gruñó pero en el fondo sentía satisfacción, solo la vió unas cuantas veces, pero Gojo siempre la sacaba a colación en sus pláticas.

El albino bajó del auto, se acomodó los lentes y la saludó a través de la puerta de cristal antes de entrar—. Hola, pensé que era una broma, de verdad estás aquí como una demente.

La de ojos zafiro casi abrió la boca, Gojo siempre era atractivo, pero ahora tenía el cabello despeinado, usaba un pantalón deportivo gris, una camisa de ejercicio negra y una sudadera gris. Rápidamente limpió de su boca el aderezo—. Pensé que era una broma, te dije que estoy bien.

—No me molesta venir a verte en medio de la noche, ahora que lo pienso eso es lo que debería hacer una pareja comprometida —nuevamente su sinceridad venía del corazón—. Cómo sea, ¿Cuánto tiempo llevas aquí?

El sonrojo de Akiko fue tal que era visible desde la entrada—. Tal vez una hora y media, Nao me dijo que tendría una visita y prefería que no estuviera presente, yo creo que fue una chica porque se veía nervioso…bueno, ya estaba nervioso antes.

—¿Más de una hora con una chica? Mmm, no pensé que durará tanto —su comentario sarcástico no fue recibido por la menor, quien tenía una sonrisa ingenua—. Puedes quedarte conmigo, vamos, te llevaré a mi departamento.

La joven negó rápidamente—. Estoy bien así, prefiero quedarme a esperar, de todos modos no debe tardar mucho —alzó los hombros, se veía tan etérea ante los ojos del albino—. La verdad Naoko hoy no habló mucho conmigo, salió desde temprano por cuestiones personales y cuando regresó me echó de casa, así que estoy preocupada.

Sin argumentar otra cosa para convencerla, Satoru, se sentó a su lado en uno de los banquitos junto a la ventana. Acomodó sus gafas y recargo su cabeza en su palma, ligeramente inclinado para verla en todo su esplendor—. Bien, entonces te haré compañía.

—Tu chófer debe estar enfadado contigo, incluso podría demandarte por explotación.

El más alto sonrió mostrando sus colmillos—. Oh, vamos, vale la pena por tí.

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Juju-corto:

Akiko fue llevada a casa por Gojo, Naoko le había enviado un mensaje, diciendo que ya podía regresar, y que lamentaba haberla hecho estar fuera tan tarde.

La rubia se despidió de Satoru mientras bajaba del auto—. Nos vemos después.

—Mañana, quiero invitarte a cenar —al albino sonreía ignorando la mirada furiosa de su chófer—. Descansa, Aki-chan, te acompañaría a la puerta, pero creo que será más incómodo.

La menor le dió una mirada confusa, al no entender sus palabras solo agitó su mano y entró a su departamento. Los muebles estaban fuera de lugar, había platos rotos, de inmediato su corazón se hundió—. Naoko, ¡Naoko!

—Estoy en el baño —dijo con un hilo de voz, la joven se acercó y lo encontró en la pequeña tina de baño, acurrucado—. Mamá murió…mi mamá murió —dijo entre pequeños sollozos—. Lamento lo de la cocina, la visita que recibí fue del clan Zenin, me felicitaron por la muerte de mi madre…no pude evitar enojarme.

Los ojos zafiro se llenaron de lágrimas, pues Susan era como la madre que le hacía falta—. Ay, Naoko lo siento tanto —se acercó a él, hincándose junto a la tina, lo abrazó firmemente, tratando de consolarlo, pero ambos lloraban fuertemente.

—Era mi madre, y ellos piensan que es una bendición que esté muerta —su llanto era el recuerdo vivo de aquella niña rubia aferrándose a la pierna de su vecina mientras esperaban las cenizas de su madre—. Me duele todo.

Akiko se aferró a Naoko, el sentimiento de pesadez en ambos los hizo terminar acostados en el piso del baño, sollozando bajito, la más baja rozaba su cabello, como una forma de darle consuelo, pues para ella, Naoko Kimura era su alma gemela.


Hola, actualicé ahorita que tengo tiempo libre, me gustó cómo escribí este capítulo, siento que indagó más en Naoko y Akiko, pero todo tiene un motivo, al igual que la insistencia del clan Zenin.
Por otro lado, Gojo al fin está demostrando su cariño, pero ojito, yo soy muy angs.
-Honey

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