Nasty Dog
Advertencias: Ninguna.
~•~
Akiko podía ver la forma en la que Naoko mordía sus labios compulsivamente, como sus brazos tenían más rasguños que él mismo se provocaba. Le dolía saber que su amigo se caía a pedazos, y ella no podía hacer mucho.
"No voy hablar contigo sobre eso" su tono fue tan indiferente, como si estuviera tratando con un extraño, en vez de con su mejor amiga.
"Pero puedes intentarlo si quiere-"
"No quiero hacerlo, no necesito hacerlo…ya viste suficiente de mí en el piso del baño, ¿Por qué quieres seguir viéndome sufrir?" Esas palabras fueron casi como veneno saliendo de la boca de Kimura.
La rubia cerró los ojos y dejó escapar un suspiro, debía concentrarse en su misión, ella había insistido en hacerlo con otra persona (tal vez pedirle ayuda a Gojo) o incluso sola, pero el de cabellos negros se negó.
"Sería divertido si nos matará a ambos, ¿No lo crees, Akiko?" La risa de su compañero sonaba alta por auricular.
—Prefiero que no, aún tengo cosas por hacer —respondió la más joven. Ella estaba en el techo del edificio abandonado esperando la gran señal.
"Todos nos vamos a morir, ¿Qué hace la diferencia ahora que en diez años? Yo creo que prefiero morir viéndome guapo, y joven" nuevamente su tono burlón era preocupante.
—Siempre serás genial ¿no es así? —ella ya podía sentir la energía maldita a punto de salir del edificio, se preparó cortando su muñeca, el desangrarse era imposible, pues podía controlar su coagulación—. Concéntrate en no morir, aún quiero que seas mi dama de honor cuando me case.
"!¿Casarte?! Ojalá sea conmigo" corto la comunicación pues la maldición lo arrojó por la ventana del segundo piso, pero debido a su ritual la sobra de la misma lo siguió, por ende, la maldición clase especial saltó con él—. Ahora necesito un héroe, Akiko.
La joven salto del techo usando su técnica de sangre clavandola en los ojos de la maldición, mientras Naoko sostenía su sombra para balancearse sobre la maldición—. ¡No me dejes caer!
—No te dejaría caer aunque mi vida dependa de eso —la alcanzó en el aire abrazando su cintura—. Técnica de sombras, espejismo.
Akiko cerró los ojos debido a la luz que emanaba del interior de la sombra, y solo sintió la sangre espesa manchando su mejilla. Naoko la cortó desde dentro con su técnica maldita, que consistía en usar la propia oscuridad del cuerpo para manipularla. Cayeron entre los restos de la maldición, el joven cubriéndola con su propio cuerpo para evitar que se lastimara.
—¡¿Estás bien?! —preguntó la rubia desconcertada, normalmente Naoko evitaba que cayeran así de fuerte.
—Sigo vivo —fue todo lo que dijo, su cabeza sangraba pero no parecía grave.
La joven se puso de pie para examinarlo mejor—. Deja de ponerte en peligro todo el tiempo, sé que lo que estás pasando es difícil per-
—Pero tú no sabes de lo que hablas. Tu madre murió cuando eras niña, y tienes pocos recuerdos con ella, mi madre por otro lado, murió hace unas semanas. ¿Cómo puedes entenderme? —suspiró mientras se ponía de pie tambaleante—. No quiero ser cruel, pero Akiko, deja de hablar como si pudieras entender algo de lo que ocurre con mis sentimientos, no eres una especie de sanador espiritual.
La de ojos azules se quedó ahí de pie inmóvil—. Solo quiero saber que estarás bien cuando me mudé.
Naoko apretó los labios—. No te preocupes por mí.
.
.
.
Después del trabajo, Akiko se bañó tratando de no pensar en Naoko. Era cierto, ella no vivió tantas cosas con su madre, pero entendía bien el sentimiento de ver la muerte en gente que amas. Al salir de la ducha lo hizo en silencio, y caminó hasta su habitación para terminar de empacar.
Se mudaría a su departamento mañana, pero no quería dejar las cosas así, ella deseaba que su amigo pudiera ser capaz de procesar sus propias emociones. Aunque realmente el mayor no tenía interés en hablar con ella.
Su teléfono vibró, era Gojo Satoru. "Iremos a un nuevo restaurante, pasaré por tí en media hora".
La rubia sonrió pensando en una forma en la que Naoko estaría distraído. "¿Podrías hacerme un favor?" Dejó su maleta de lado y rápidamente fue a la habitación de Naoko—. ¿quieres salir? —preguntó a través de la puerta de madera.
—Mmm, bueno, dame unos minutos para vestirme —fue la respuesta que necesitaba.
"No creo que les moleste, además tengo muchas cosas que empacar".
—¿Salir con Kimura? Absolutamente no —el tono de Gojo no era de enfado, solo estaba reacio a tener que convivir más de lo necesario con Naoko.
La de ojos azules juntó sus palmas rogándole—. Por favor, Nao no sale de su habitación más que para ir al trabajo, creo que estar contigo le ayudará.
El albino rodó los ojos—. Soy un extraño para él, ¿Por qué le ayudaría estar conmigo? Además no soy un alma caritativa y no disfrutó de la compañía de los hombres.
Antes de poder decir algo, Naoko salió luciendo un atuendo ajustado, camisa de compresión, pantalones deportivos—. ¿Qué hace Gojo Satoru en nuestro departamento? ¿Ahora recibimos a celebridades?
Gojo puso una mueca de disgusto. Kimura no le agradaba, pero haría lo que Akiko le pidiera, solo debía batir esas bonitas pestañas y él le daría lo que fuera—. Te invito a una cita. Planeaba salir con Aki-chan, pero me rechazó, así que quedas tú, chico malo.
Naoko se quedó en shock, hasta que gritó disgustado—. ¡No! No es que sea homofóbico, pero si tuviera que salir con un hombre no sería tú.
La rubia reprimió una sonrisa—. No es esa clase de cita. Por favor acompaña a Gojo, yo le dije que iría pero olvidé que tengo muchas cosas que empacar…vayan por un trago, no sé qué hacen los chicos cuando se quedan solos.
"Quedarse solos" eso hizo que ambos sintieran escalofríos. El de cabellos negros intentó negarse, pero después de ver a la rubia insistir, aceptó—. De acuerdo maldita sea, iré con Gojo Satoru.
El más alto alzó el pulgar—. Es una cita —soltó con la intención de hacerlo enfadar.
—¡Mierda!
.
.
.
Ambos adultos terminaron en un pequeño bar, ninguno dijo nada era como si incluso estando cerca no quisieran involucrarse realmente. El albino solo pidió agua mientras que Kimura aprovechó para beber un whisky.
Una chica se acercó a Gojo tratando de coquetear con él, el albino sonrió divertido, pero su actitud arrogante hizo que la muchacha se diera por vencida.
—Mierda, de verdad eres malo con las chicas —afirmó Naoko.
Ofendido, el mayor lo miró fijamente—. Soy bueno en todo, las chicas y citas están incluidas.
—Nah, podrás ser la cúspide de los hechiceros pero eres malísimo con las mujeres, haces que salgan corriendo, tal vez algunas se queden por tu apariencia pero solo eso —esas palabras fueron la cosa más cruel que nunca dijo, pero el contrario no lo tomó a mal.
—¿Crees que eres mejor que yo? —Satoru se rió burlonamente—. Eso fue gracioso, tal vez si cuentas esas bromas patéticas sea soportable estar aquí.
—Puedo conseguir más números telefónicos está noche…
El de gafas frunció el ceño—. Es una apuesta. Si yo gano, harás algo que yo quiera y si tú ganas…bueno, haré algo que quieras, pero eso no pasará.
—Tener de esclavo al mismísimo Gojo Satoru, eso me agrada —Naoko estrecho su mano y se quitó la chaqueta. Así pasó casi una hora, Gojo tenía el número de cinco mujeres en su vaso, mientras que Naoko llenó sus bolsillos incluso de contactos de varones—. Te pondré una correa y así iremos a ver al clan Zenin, yo gané.
Gojo apretó los puños y asintió en silencio. Esta clase de humillaciones eran las que más recordaría—. No te sientas importante solo porque rogaste por un poco de atención. Soy un hombre de palabra, dime lo que quieres.
El azabache meditó unos segundos—. Deja a Akiko. Si no la amas, déjala en paz, anula su compromiso y desaparece de su vida.
Satoru miró al frente—. Esta apuesta es más que un juego para tí. Dime, ¿desde cuándo la amas?
—Desde que comenzamos a ser amigos, incluso cuando la conocí sentí que la había amado toda mi vida —esa sinceridad era rara en Naoko—. Yo te odio porque podrías tenerla, y ella es todo para mí.
El de los seis ojos se quedó quieto, tratando de buscar palabras que claramente no tenía. Después de unos minutos se recompuso—. Me odias porque soy todo lo que la hechicería es, nací fuerte, privilegiado y con el mundo a mi dispositivo, mientras que tú fuiste renegado por tu clan, odiado por la posición de tu madre…y aún así no ves lo afortunado que eres. Akiko te quiere de una forma que yo solo puedo ser capaz de envidiar…me obligó a convivir contigo porque le preocupas, realmente eres importante para ella.
Naoko bajó la mirada—. Akiko es una mujer extraña, se preocupa por todos, y los pone primero que a sí misma. Mi madre decía que sí me quedaba cerca de ella, me haría mejor persona —por fin, después de días de reprimirse soltó unas lágrimas—. Lo último que le dije cuando hablamos por teléfono fue "Haré que Akiko sea feliz, con suerte tal vez yo sea su felicidad"...que egoísta soy con ella, a veces olvidó que ella será quien se haga feliz.
Satoru tragó saliva duramente—. Tienes razón, Akiko es una mujer extraña —miró a Naoko limpiarse las lágrimas—. Quiero contribuir a su plenitud, incluso si no es mía, quiero que ella pueda sonreír de corazón en un mundo que fue cruel con ella. Eso de cierta forma te requiere a tí, así que esfuérzate por estar bien, y así ambos seremos solo engranes en su vida.
Naoko sonrió, por primera vez le sonrió genuinamente a Gojo—. Eres un idiota.
.
.
Juju-corto:
Akiko revisaba su correo esperando la copia del contrato de su nuevo departamento, cuando en el buzón de entrada pudo ver una notificación.
"Por este medio me comunico con la señorita Akiko Katō. Soy el abogado legal del clan Katō. El actual líder del clan solicita una visita de su nieta, la fecha y hora serán acordadas en los siguientes días. Le recuerdo que la salud de su abuelo es extremadamente delicada, por lo que él insiste en verla cuánto antes.
Sin más por comunicar me despido, quedo a sus órdenes".
Había otros diez iguales que ignoro por semanas desde que regresó a Japón.
Sus manos temblorosas cerraron la laptop y un suave quejido salió de sus labios.
—Entonces realmente está muriendo.
Ahhhh, muchos días sin actualizar, pero en mi defensa: la universidad cada año se pone más fea.
Me gustó este capítulo, darle más humanidad a Naoko es necesario para la trama, y necesito que Gojo tenga humildad -no la tendrá-. Por otro lado, se viene subtrama del clan de Akiko.
-Honey
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top