Capítulo 13
Narrador pov.
Edith Hilton, la mamá de Hunter, tenía 18 años cuando conoció a Joshua Uley. Ella estaba caminando por la reserva junto a sus amigas cuando conoció a Joshua. Hubo una atracción instantánea entre los dos.
Ella estuvo unos días en Forks, aunque vivía en Seattle no había tenido oportunidad de visitar Forks pocas ocasiones Edith salía, pasaron unos días juntos y Joshua no tardó en conquistar a Edith Hilton.
Joshua prometió visitarla a Seattle y lo cumplió, lo único que Edith desconocía era que él ya estaba comprometido con alguien en la reserva.
Los padres de Edith eran demasiados estrictos cuando se enteraron de la relación que mantenía su hija con alguien de la reserva, ellos obligaron a Edith a terminar con su relación diciendo que "Joshua no le convenía".
Y cuenta razón tuvieron sus padres, Joshua no le convenía para nada, pero ella estaba enamorada de él, que no le importó lo que sus padres le decían.
Para Edith Hilton fue una gran alegría enterarse de que estaba embarazada para ella significaba forma una familia con Joshua Uley. Pero él no quería encargarse de una familia teniendo ya una.
Sin embargo reconoció al niño como suyo y después decidió dejar a Edith con toda la responsabilidad, ella le hubiera gustado tener él apoyo de sus padres pero no fue así, tuvo que trabajar duramente y salir adelante por ella misma, también tuvo que aprender a superar su decepción amorosa.
Por un tiempo vivió en Seattle hasta que Hunter cumplió cinco años, se enteró que Joshua en realidad había tenido otra familia, a la cual abandonó.
Edith lo comprobó cuando fue a la reserva junto a Hunter y hablando con Allison, la mamá de Sam. Quien le confirmo que ella tenía un hijo de Joshua, pero él no soportó hacerse cargo de su familia por lo cual los abandonó.
Ella decidió irse de Seattle para no recordar nada que tuviera que ver con Joshua Uley.
De lo único que no se arrepentía Edith Hilton era tener a su hijo Hunter Uley, después de todo lo único importante para ella era su hijo.
-De ella herede los ojos azules, tenía el cabello negro y su tez era pálida. Mi madre era simpática, amable y en ocasiones sarcástica.-Hunter rió al decir lo último.
-Supongo que ambos eran demasiado unidos.-comentó Bella, Hunter la volteó a verla y sonrió.
-Si, ella fue madre y padre para mi.-Hunter suspiró odiaba recordar ese trágico día.
Edward frotó su espalda, como si buscará darle ánimos. Hunter tenía sus hombros hundidos y la vista clavada hacía el piso, destilaban un ánimo horrible.
-Recuerdo perfectamente ese día, hace dos años, casi todo él día salí con unos amigos, mi mamá había salido de compras. Lo curioso fue que ambos nos encontramos en él centro comercial por lo cual decidí irme con ella hasta la casa.
Flashback
-Hunter, no es necesario que me acompañes.-repuso su mamá, haciendo que él ojiazul pusiera sus ojos en blanco.
-Lo se, pero quiero hacerlo.-Hunter se encogió de hombros mientras la ayudaba con las bolsas de las compras que su mamá había hecho.
Ambos caminaban tranquilamente hablando de varias cosas.
-¿Estas seguro, Hunter?.-Edith miró a su hijo preocupada.-Se que quieres visitar a Sam pero él no le agrada cuando vamos a la reserva , no me gustaría verte desanimado.-opinó.
-Al menos lo habré intentado.-dijo Hunter, Edith negó con la cabeza.
-Ya hemos ido en ocasiones y cada vez que intentas llevarte bien con Sam, él... Él simplemente te ignora.-Murmuró, Hunter frunce el ceño, su mamá tenía razón pero él no se rendía tan fácil. Aunque Edith quiso mantenerse lejos de Forks, no pudo, Hunter quería visitar a su hermano.
-¿Volveremos a visitar a los abuelos?.-pregunto Hunter cambiando de tema, noto como su mamá suspiraba y hacía una mueca.
Para él no era un secreto que desde su nacimiento, sus abuelos se alejaran completamente de su madre.
Edith solo los visitaba de vez en cuando, después de todo eran sus padres.
-Supongo que si.-Respondió ella en tono resignado, de nuevo les esperaba la critica de ellos. Si, los padres de Edith la seguían criticando duramente aunque hacían una pequeña excepción con Hunter.
Tanto como mamá e hijo pasaron por una calle silenciosa y algo oscura, para ellos no era nada nuevo habían pasado por esa calle varias veces.
Pero Edith sentía una mirada sobre ella, Hunter noto como su mamá se tenso.
-¿Qué pasa mamá?.-Pregunto preocupado.
-¿Acaso no sientes una mirada sobre nosotros?.-inquirió en un susurro, Hunter volteó a ver hacía atrás pero no había nadie.
-Mamá te estas volviendo paranoica, no hay nadie.-Bromeó Hunter recibiendo una mirada enojada de su mamá.
-No estoy bromeando Hunter.-cuando ellos iban a seguir con su camino, alguien les bloqueo él paso, el ojiazul observó la apariencia de la "persona" su cabello era negro, tenía ropa demasiado desgastada, su piel era muy pálida pero eso no fue lo que llamó la atención de Hunter, lo que más llamó la atención de él eran los ojos rojos.
Instintivamente Hunter puso a su mamá hacía atrás, con tal de protegerla, lo que él nunca esperó era que la "persona" tuviera una velocidad y una fuerza sobrehumana por lo cual Hunter no pudo defender a su mamá.
Edith veía con horror como esa "persona" estaba a punto de matar a su hijo, por accidente ella tropezó con algo haciendo que ella se lastimara la mano, apenas era una herida pequeña en donde salía un poco de sangre lo que hizo que ese "monstruo" se alejara de Hunter.
-¡Mamá corre!.-le pidió Hunter, tratando de luchar, pero Edith notó como él pelinegro lo miraba fijamente o mas bien a la sangre.
-Te quiero hijo...-Hunter vio como su mamá lo miró con dolor y resignación.
Sin más ella se hizo un corte pequeño en el cuello con un vidrio, haciendo que aquel monstruo soltara a Hunter y de un momento a otro tenía sus colmillos clavados en Edith Hilton, acabando de inmediato con la vida de ella.
Hunter cayó de rodillas sobre el frío suelo. Al principio ni siquiera lo entendió era tan horrible para ser verdad, todo parecía como un mal sueño.
Él espero a que ese ser que desconocía por completo lo atacara pero no fue así, el monstruo que había acabado con la vida de su madre ya se había ido.
Sentía como le dolía el pecho, Hunter se acercó hasta el cuerpo de su mamá sin vida, buscó el color de sus mejillas del que no había ningún rastro. Sus labios antes rosados ahora estaban pálidos.
Hunter observo la marca en el cuello, preguntándose ¿Qué era esa persona?. Pero no se detuvo a pensar mucho tiempo en eso. Él sujeto él rostro de Edith buscando una señal de vida.
-mamá.-pronunció con dolor, y de pronto él se encontró llorando, no podía ser cierto, hace poco los dos estaban bien, hablando de varias cosas y riéndose de algunas cosas, todo debería ser un mal sueño. Hunter abrazo él cuerpo sin vida de su mamá, frío, sin indicio del calor que lo reconfortaba. La desesperación era tan grande, las ganas de volver el tiempo, de creer que lo que acababa de suceder no era real, demasiado horrible para serlo.
Se mecía con ella entré sus brazos, hablándole, rogándole que no lo dejará, pasando de palabras a gritos desesperados.
Sin embargo solo tenía un pensamiento: Vengarse del asesino de su madre.
Fin del flashback
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Debo admitir que me entristeció escribir este capítulo, pero era necesario para conocer el pasado de Hunter aunque todavía hay muchas cosas que aclarar.
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