──¿Hola? ¿Esto está grabando? Hace tiempo que no la uso, pero espero que así sea... Bueno, no tengo mucho tiempo, así que intentaré ser rápido. Soy Fiddleford Hadron McGucket... No sé qué día es hoy, pero sé que llegué a éste lugar un veinticinco de marzo de mil setecientos noventa y tres... No mentiría si digo que creo estar atrapado aquí hace más de un año. Vine a Transilvania por mi notorio interés en lo desconocido y los fenómenos antinaturales que predominan en la zona... Pero si la persona que va a leer esto tiene curiosidad por todo lo que ocurre aquí, le recomiendo lo siguiente ¡No vengas! ¡Quédate con la curiosidad! Venir aquí me ha vuelto prisionero de este castillo y de los dos seres que viven aquí... Pero si sigues ignorando mis advertencias y vienes, el único consejo que me queda es... No confíes en los hermanos Pines.──

Tras aquellas palabras, la grabación cesó, dejando paso a una fuerte estática. Todo lo que esa persona decía quedó opacado por ese fenómeno, hasta que, tras varios segundos, se escuchó un grito desgarrador acompañado de gruñidos extraños que desconcertaron al oyente.

¿Qué demonios había sido eso?

¿Acaso las respuestas de aquella grabación estaban en esos tres diarios que lo acompañaban en la caja que encontró?

No lo sabía... Lo único que tenía claro era que debía ir a Transilvania y descubrir los secretos que se escondían en las sombras y si era posible, salvar al autor de esos diarios.

"No puedes confiar en nadie"