La capucha negra, ojos blancos brillantes y bajito. Era Badboyhalo, con unas heridas y vendas llego hasta donde Jschlatt con el regalo que tenía preparado para él, este estaba lleno de polvo y la caja un poco rota.

Badboy: –Hola Jschaltt– Con una cara neutra. –Toma, tengo esto que era para ti–

  La forma en la que Badboy se acercaba a Jschlatt hasta le asustaba, parecía que tenía una bomba ahí hasta que le entrego la caja y cuando la abrio estaba vacía.

Jschlatt: –Emmm. Esto– Volteando a ver a Badboy. –Esto está vacío, Bad–

Badboy: –Sí, es porque cuando caí el polvo y los escombro lograron entrar y echaron a perder el muffin– Mirando un poco hacia abajo. –Pero que al menos que cuente que si cumplí con traerte tu regalo–

  En eso el diablito se volteo dispuesto a irse por donde vino, pero ya el sol cayó y los monstruos iban a aparecer. Pero no se hizo tardar un Creeper llendo hacia Badboy quien estaba mirando el suelo muy perdido.

Jschlatt: –¡Bad!– Corriendo hacia él. –¡Cuidado, ven hacia mí!–

  Bad se percato a tiempo y retrocedio hacia Jschlatt para que justo el Creeper explotara pero nadie salio herido.

Badboy: –Ya estoy harto de la explosiones–

Jschlatt: –Sí. Bueno, vamos, no es seguro que te vayas ahora–

  Tomando a Badboy del ante-brazo lo llevo adentro de su casa y comieron unos filetes.

Jschlatt: –¿Cómo me encontraste?–

Badboy: –No estas tan lejos, yo vi con los ojos un poco cerrados hacia donde saliste huyendo y el humo de la fogata me dijo exactamente donde estabas–

  Jschlatt se quedo pensando pero luego volteo a ver a Bad y no le parecía él, ese diablito siempre era muy expresivo, pero su cara neutra que desprendia tristeza, desanimo o simplemente estaba aburrido le dejaba pensando que sentía en ese momento.