2. Capítulo


POV Lucía

Se abalanzó rápidamente y de manera muy tosca hacia nosotras, sus escamas entre un color marrón oscuro y amarillo claro, se le notaba furioso, sus ojos brillanvan en un tono escarlata hambriento, su mirada se movía rápidamente entre Amelia y yo.

El reptil se escurrió rápidamente tapando la entrada y única salida de la cueva.

No nos dejará salir.

Mierda.

Busque rápidamente a la oji ámbar con la mirada, me di cuenta de que estamos en desventaja, Amelia no puede hacer magia y no tiene con qué defenderse a excepción de owlbert, que tampoco es una opción.

El basilisco da un coletazo a una de las paredes causando un desprendimiento y tapando parcialmente nuestra única salida.

Dejando un pequeño hueco que  filtraba un poco de luz, que servía de recordatorio de dónde se ubicaba la salida.

-¡¡Amelia!! - grite bruscamente raspando mi garganta, para llamar su atención - ¡ en mi bolsa hay unos glifos, úsalos para defenderte e intentar despejar más la salida!- su mirada mostraba dudas, preocupación y una pregunta. ¿Y tu como te defenderlas?

-¡ Yo tengo algunos guardados en el bolsillo, pero hay que darse prisa! - ella asintió rápidamente.

El demonio repentinamente cambia de forma velozmente y se abalanzó contra mí teniendo en cuenta que soy objetivamente la más débil.

Pero le demostraré que no es así.

Rápidamente le aturdí con un glifo de luz, que me dio el tiempo suficiente para evitar un zarpazo mortal.

Aún así mantiene su velocidad y ferocidad con cada movimiento que hacía.

-¡izquierda! - escuché , me arroje de espaldas evitando casi en su totalidad un arañazo, alcanzó a rasgar un trozo de mi mejilla y cortar un mechón de cabello de mi lado izquierdo

Acto seguido me agarró y lanzó con fuerza contra el suelo clavándome una pequeñas piedritas en mi espalda, y derrepente una incógnita apareció en mi mente.

Espera¿estás cosas no eran inteligentes?

-hey - llame su atención - no queremos hacerte daño¡ solo déjanos salir de aquí! - le grité, pero solo soltó un rugido ensordecedor.

Amelia había logrado destapar una parte de la salida con algunos glifos, tenía que tener cuidado para evitar el colapso masivo de la cueva con nosotras dentro , pero, todavía no era suficiente.

Me faltaba el aire, me dolían las rodillas, mis manos temblando aún con el agarre en los echizos, pero me levanté lo más rápido posible.

Lo alejé usando un glifo de fuego y otro de plantas. La criatura retrocedió bruscamente.

El basilisco empezó a tomar otras formas y asecharnos en la oscuridad, no pasó nada durante unos segundos, después me di cuenta que cambió de presa.

Amelia parecía haberse percatado de esto antes que yo, y se preparo, sin previo aviso ella lanzó un glifo de fuego a una esquina y un aullido de dolor salto de esta.

Al parecer little miss peferct sabe defenderse sin usar su magia.

A mi solo me quedan unos pocos glifos.

Y no estoy segura de cuantos habían en la bolsa, pero ya casi salimos de este infierno, solo falta un poco más y ya estaremos fuera.

Solo un poco más.

Se escuchaban aladiros rebotando en las paredes del lugar, nuestra visión era mínima, salvada únicamente por los glifos de luz.

El reptil se oculta velozmente en la oscuridad, pero aunque no lo vemos, podemos sentir su mirada, escuchar el susurro de las rocas siendo arrastradas, eso hizo que Amelia y yo nos juntáramos en busca de protección.

Algo me agarró mi pierna derecha.

-¡Lucía! - escuché como se alejaba la voz de Amelia.

Me arrastró rápidamente a la oscuridad, sentí mi pierna hecha añicos un aullido de dolor escapó por mi garganta, y mis dientes se apretaron, mientras era empujada a la oscuridad.

Sin pensarlo lancé algunos de mis últimos glifos.

No se si le llegue a herir, pero soltó su agarre, y eso para mi era suficiente.

Trate de arrastrarme, lágrimas de dolor corrían sin permiso por mi rostro.

Sentía que mi vida se me escurriría de mis manos como no hiciera algo con esa pierna de inmediato.

Huía haciendo uso de mis antebrazos y mi pierna izquierda para escapar lo más lejos posible, las piedras clavando se en la piel de mis brazos no me detendrán.

Note como alguien, me empezaba ha arratrar frenéticamente, la peli menta me arrastraba lo más rápido posible, corriendo y con su último glifo rezó para que sirviera como golpe final para abrir la condenada salida.

La salida se mostró nuevamente, aunque algunas partes del techo empezaban a agrietarse y derrumbarse.

La luz permitió apreciar un poco mejor el escenario del cual estábamos a punto de salir.

La roca estaba carcomida por los glifos lanzados, había sangre tanto de los demonios que yacían dentro, como mía.

Sinceramente no quiero mirar el estado en el que se encuentra mi pierna actualmente, aunque el rostro de Amelia me daba una pista de cómo se veía.

Bligth empuña a owlbert para intentar salir volando de este lugar, pero el Basilisco en su estado natural se abalanza en contra de ella.

Con mi último glifo en mano, empujé a Amelia apartando la hacia la derecha.

Sentí un dolor inmenso.

...

Y todo se volvió oscuro.

__________________________________

POV Amelia

Lucía me empujó repentinamente, escuche un grito  entremecedor uno que no olvidaré fácilmente, seguido muy de cerca por un rugido ensordecedor.

Al girar mi mirada captó una imagen que me perseguirá hasta el fin de mis días.

Santo Titán.

No.

Por favor no.

Fui testigo de cómo lo que quedaba de Lucía yacía inerte en el suelo, un profundo olor metálico chocó contra mi nariz.

El demonio causante de éste infierno se encontraba parcialmente ensartado por una columna de hielo proveniente de un glifo de Lucía, pero aún con vida.

Mis piernas temblaron, la escena frente a mi me parecía irreal.

Corrí rápidamente al lado de Lucía, abracé su cuerpo contra el mío, le faltaba parte de la cara y gran parte del torso, s-su rostro estaba pálida, su expresión marcaba el terror. Sentí la sangre cálida que brotaba de ella.

Un nudo en mi garganta no me dejaba soltar una sola palabra, mis ojos se cristalizaron , de mi garganta escapó un sollozo.

Esto no podía estar pasando.

Lucía no tenía pulso, me aseguré varias veces.

Con la mente nublada sin saber que hacer, una idea vino a mi mente, tal vez aún no era tarde, pero tenía que darme prisa.

Cargue a Lucía lo mejor que pude, agarré a owlbert y abandoné la bolsa en la cueva.

Tomé vuelo lo más rápido posible, tenía que ser rápida, todo dependía de ello y una pequeña cosa más.

Mi padre.

Cargando con el cuerpo de Lucía apoyado contra mi pecho.

Más lágrimas amenazaban con escapar de mis ojos, y no me moleste en impedirlo, corrían libremente por mi rostro.

Por favor Titán, déjame salvarla, ella nunca hizo nada malo, ella no merecía esto.

Mi vuelo en palisman era tosco, pero iba a gran velocidad hacia la mansión Bligth.

Aterrizando de manera forzosa, cargue a la morena como pude, entre y me dirigí con prisa a él taller casi tropezando varias veces, abrí la puerta de manera muy bruta, para acto seguido ver al individuo que estaba buscando.

-¡ Papá! - grite consiguiendo quitar el nudo de mi garganta y llamando su atención.

Él me miró expectante y con cierta sorpresa en sus ojos.

-¡Por favor, por favor, salva la, se que puedes hacerlo, o al menos intentarlo! - solté entre sollozos, giró su mirada entre mi y Lucía.

Dejé lo que quedaba de Lucía suavemente sobre una de sus camillas de trabajo.

-¡Por favor salva la! - solté mientras le agarraba parte de su traje de trabajo-¡ Haré lo que quieras, seré la hija perfecta que tú y mama queréis, mejoraré mis notas aún más, entraré al aquelarre del emperador!- era inútil contener mis lágrimas, mi voz estaba quebrada.

Mi agarre se aflojó- pero por favor, solo inténtalo. - el brujo me miró muy fijamente con un semblante serio e ilegible.

Esto no era el comportamiento de una Bligth.

-está bien, veré que puedo hacer, no prometo nada. - y antes de que yo pudiera hablar dijo - ahora ve a ducharte y cambiarte, así no se ve un Bligth, baja cuando termines y de paso diles a tus hermanos que vengan. - menciono mientras preparaba sus herramientas en la mesa.

-esta bien padre, gracias, y disculpa las molestias. - dije recomponiéndome.

Me gire para salir de el taller, tenía el impulso de girarme y buscar con la mirada a Lucía, no lo hice, supe que si lo hacía me rompería nuevamente.

Salí de la habitación, en el pasillo vi a owlbert en el piso, lo recoji y le pedí disculpas por haberlo arrojado de esa forma, después recordé que casi estaba atardeciendo y que la dama búho estará preocupada, ese pensamiento golpeó muy fuerte en mi conciencia.

Abrí la puerta de la entrada para soltar a owlbert y pedirle que le mande el mensaje a la dama búho de lo que ha sucedido.

Ella merece saber esto.

- adiós pequeño -

Cuando el palisman se fue, cerré la puerta detrás de mí, me dirigí hacia el piso de arriba, donde me cruce con los gemelos y recordé que tenía que avisarles de que papá los quería ver en su taller.

-wow mittens, ¿te peleaste con un cubo de pintura o algo? - Emira lo cayó rápidamente golpeando lo con el codo, al parecer ella sí noto que algo pasaba.

-¿Amelia? ¿Estas bien? - pregunto Em de manera gentil y genuinamente preocupada.

-Ams, ¿sucedió algo? ¿Esa sangre es tuya? - pregunto Edric.

Yo sé que ellos solo quieren ayudar, pero me siento incapaz de hablar de esto ahora mismo, las imágenes me golpean, y siento que me derrumbaré en cualquier momento.

Asentí con la cabeza a la pregunta de Emira, incapaz de responder con palabras, se que tengo la voz quebrada.

Ellos no se veían convencidos, pero decidieron no insistir más, y se los agradezco, necesito estar sola un momento.

Con toda mi fuerza de voluntad abro la boca para decirles que padre les ha llamado para que vayan a su oficina.

Los dos se fueron a regaña dientes sin querer dejarme sola.

Subí a mi habitación, calenté el agua de la ducha, cuando sentí las gotas de agua caliente chocando con mi piel me di cuenta de lo tensa que estaba, y con sentido, las imágenes corrían por mi mente, acompañadas de pensamientos de culpabilidad.

"pude haberlo evitado"

"pude haber hecho más"

" no debió haber sido Lucía"

Para cuando me dí cuenta me encontraba sollozando de nuevo, no sé que hacer.

Me permití llorar un poco más.

Unos minutos después salí de la ducha me vestí, salí del baño, y la vi, vi la ropa machada de sangre con ese característico olor metálico.

Sin pensarlo mucho le prendí fuego.
No me hizo sentir mejor, pero tampoco quería tenerla aquí.

Lista decidí tomar una bocanada de aire, que no me había dado cuenta que faltaba.

Y tomé rumbo a la habitación de abajo.

Llegando al piso de abajo fui directamente por el pasillo, llegué hasta la puerta en concreto, y antes de abrirla me detuve unos segundos para exhalar lenta y pesadamente.

Los mellizos no estaban por ningún lado, me preguntó que era lo que necesitaba padre de ellos.

Dejando mis pensamientos atrás  toque la puerta levemente, esperé unos segundos y una gruesa voz me dio permiso para entrar.

Lentamente abro la puerta, estaba allí la humana tumbada sobre una mesa, las partes antes faltantes habían sido sustituidas con una masa morada de diferentes tonalidades.
Cerca de ella estaba mi padre moldeando la viscosidad dándole una forma más anatómica.

Su traje de trabajo esta sucio, manchado de fluidos sanguíneos y restos de abominables.

Mi mirada se poso sobre la humana recostada nuevamente, seguía pálida y sin pulso, mirando más detenidamente caí en la cuenta de que su pierna derecha había sido amputada y cubierta con viscosidad un poco más abajo de la rodilla, esa no había sido una parte arrancada por el basilisco...

Me perdí en mis pensamientos lo suficiente para que el hombre a mi lado se diera cuenta de donde estaba mi mirada.

-tuve que hacerlo - dijo con una expresión tranquila - si todo esto sale bien y vuelve, créeme que esa pierna sólo le traería problemas, sus huesos estaban prácticamente pulverizados, solo le traería más dolor el dejarla ahí. - se puso en pie.

Derrepente se empezó a escuchar un gran ajetreo en el pasillo, la puerta abrió de golpe, mostrando a una mujer mayor de pelo plateado y ojo dorado.

La dama búho

No me atrevía ha verla a los ojos, mi padre no parecía sorprendido, permaneció sereno ante la obvia furia de la mujer.

Uno de los sirvientes asomó por detrás casi sin aire.
-¡Señor lo siento, no pudimos detenerla! -

-no se disculpe, así esta bien, puede retirarse. - soltó sin si quiera mirarlo.

El joven se retiro rápidamente de la sala.

- Edalyn, ¿puedo ayudarte en algo? - dijo sin apartar su mirada, en un tono neutro que solía usar con sus compradores.

Agarró bruscamente de la camisa del cuello al hombre -Tu pedazo hijo de p****, ¿qué cojones vas ha hacer con mi niña si se puede saber? - su voz escupía veneno,

- calmate, estoy intentando salvar a tu exótica mascota. - la última frase me molestó, y no fui la única, la Clawthober menor también se veía molesta por el pronombre usado para referirse a Lucía.

La mujer giro su mirada con una pregunta silenciosa.

¿Puede hacerlo?

No había una respuesta con certeza, pero todos queríamos que así fuese.

No solté una palabra, pero fue como si ella hubiera leído mis pensamientos, soltó a mi padre,
Seguidamente se acerco donde yacía Lucía y acarició maternalmente su mejilla con el pulgar.

Después se giro advirtiendo con un gruñido áspero que volvería más tarde.

-aquí te recibiremos Edalyn - dijo Alador ajustándose el cuello de su camisa.

Me acerque queriendo pedirle perdón a la mujer, pero antes de poder soltar una sola palabra, poso su mano gentilmente sobre mí hombro y dijo.

-se lo que vas ha decir niña, y tranquila, no fue tu culpa, ahora sí me permites, tengo un asunto que atender.- retomo su camino a la salida y alzo vuelo rápidamente.

Volví a la armería/taller, al entrar mi papá se estaba colocando sus gafas de protección, para seguidamente darme la explicación de lo que tenía que hacer.

Terminada su explicación mencionó - ahora quiero que sepas que será tu responsabilidad el mantener el echizo si al final conseguimos traerla de vuelta. - asentí consiente de todo lo que implicará esto.

-y recuerda que un Bligth siempre cumple su parte del trato - recordó mientras se volvía hacia la mesa donde empezaríamos el trabajo.

Padre se preparó para intentar traer de vuelta el alma de Lucía y reanimar su cuerpo, asique comenzó a dar descargas eléctricas en el torso del cuerpo con una máquina colgada al techo.

-ya-me dio la señal para empezar con el echizo, trate de concentrarme lo máximo posible, pero la idea de que no funcionase me aterraba.

-agh- gruño el hombre - ya casi - murmuró para si mismo.

-bien, el corazón está latiendo nuevamente, solo falta encontrar su alma entre todas las demás - dijo fastidiado.

Yo me encargaba de que la abominación mantuviera de una pieza algún que otro órgano con daños menores, mientras que él buscaba en el plano astral.

-Muy bien, ahora retrocede-di unos pasos atrás sin dejar el echizo en ningún momento.

Una fuerte descarga eléctrica chocó contra el cuerpo de Lucía, causando en el algún que otro espasmo o contracción de las articulaciones.

-tres, dos, uno... -dijo, pero no paso nada.

Alador lanzó otra descarga aún más fuerte, golpeando de manera bruta el recipiente vacío, los minutos eran eternos.

Y no pasó nada.

Sentí un nudo en mi garganta, todo el esfuerzo fue en vano.

Hubo un silencio sepulcral durante varios minutos.

Nada.

Quería llorar, gritar, undirme en la miseria.

La atmósfera de la habitación cambio gradualmente a una más pacifica, papá se acerco a mi, para pedirme disculpas por no haberlo conseguido.

Mis ojos eran picados por lágrimas que amenazaban con salir.

Hasta que un grito interrumpió el silencio.

El cuerpo de Lucía saltó de la mesa callendo contra el suelo, unos quejidos saliendo por su garganta en un tono más grueso de lo normal, teniendo ligeros espasmos en todo el cuerpo.

Corrí inmediatamente a su lado, levantándola del piso para colocarla en la mesa nuevamente, lágrimas de felicidad corrían por mi rostro.

-¿Ams? ¿Qué pasó? - preguntó.

La abracé rápidamente, enrede mis brazos al rededor de su cuello.

Un suave gemido adolorido escapó por sus labios.

-¡perdón! - me disculpe rápidamente.

-no, no, es solo que me duele todo el cuerpo, aunque no siento el brazo o la cara- soltó algunos quejidos agudos.

-Espera un segundo - se miró el brazo y el torso desconcertada. - ¿que demonios? ¿Alguien me explica por qué soy un moco morado y que sucedió? - dijo comprensiblemente alterada con pánico en su voz.

-bienvenida de vuelta humana - saludo mi padre sentado desde una silla, se levantó y se acerco a Lucía con unas notas.

-Lo único que tienes que saber ahora es que morís te y que ya estás devuelta, el resto de detalles solo lo sabe Amelia. -

-muy bien, ahora si no te molesta necesitare hacerte alguna que otra pregunta. - Lucía asintió de acuerdo.

-bien, ¿del uno al diez que tanto te duele el cuerpo, y que partes sientes? - dijo preparado para tomar notas.

-no siento ni el lado derecho de mi rostro, torso, brazo y pierna.
Y sinceramente siento que me voy a morir del dolor - gimió la última frase apretando los dientes.

Después de tomar las notas se giró caminó a la puerta y mencionó - humana, vuelve aquí cuando te sientas mejor, tendré que hacerte alguna que otra prueba, y por favor, dile a tu mentora que no entre golpeando la puerta. - Lucía asintió y pidió perdón en nombre de su mentora. Padre se fue cerrando la puerta detrás de él.

-Tienes mucho que contarme - dijo Lucía sin moverse de su postura mirándome.

-si... - murmuré - pero si es posible, ahora no. - no creo poder hablar de eso ahora.

-Eda dijo que volvería por ti en unas horas, mientras buscaré alguna poción que alivie el dolor - dije en camino a por algún botiquín de primeros auxilios, pero una mano tibia me detuvo agarrándome de la muñeca, un escalofrío corrió por mi espalda por la anormal baja temperatura de su mano.

-Por favor, no me dejes - murmuró, me extraño mucho ese repentino comportamiento viniendo de ella.

-solo iré a por el botiquín, no tardaré nada - debatí, su cuerpo tenía espasmos de dolor claramente visibles, y necesita algo para sobrellevar eso.

-por favor, estaré bien lo juro, solo no me dejes aquí - por alguna razón sentía que ella tenía miedo, no quería discutir con ella, asique me quedé a su lado a esperar a que llegase la dama búho.

-gracias - soltó mi muñeca suavemente.

Ella se acostó nuevamente boca arriba, y nos quedamos en un silencio cómodo.

Lucía se retorcía de dolor cada x tiempo, pero no me dejaba levantarme para traerle algo para el dolor. Por alguna razón se reusaba a quedarse sola.

Tuvimos una conversación muy mundana mientras esperábamos a la Clawthober menor, ya había anochecido, hasta paso por mi mente la idea de que ya no volvería hoy, hasta que escuché un estruendo proveniente del pasillo.

La puerta se abrió repentinamente de una patada, en el pasillo escuche al sirviente de antes quejarse.
-¡Deja de hacer eso mujer loca! -

La mujer de cabellos plateados hizo una de sus extravagantes apariciones, sus ropajes estaban llenos de tierra y alguna que otra  mancha carmesí adornando su atuendo.

La puerta estaba abierta, pensé para mí misma.

Lucía levantó la mirada para saber que sucedía y porqué de tanto ajetreo.

-¿Eda? - la mujer mayor no espero ni un segundo para acercarse rápidamente a su aprendiz.

-niña gracias al titán que estás de vuelta - dijo abrazando a la morena, acariciando maternalmente los cabellos desordenados de la humana. -¿ en qué demonios estabas pensando? - cuestionó la mayor, Lucía solo se quedó expectante con un semblante dolorido y cansado . - ¿sabes que? , ya no importa, te llevaré a casa. - soltó la mujer notablemente cansada.

-Deberías de darle algunas pociones para el dolor - interrumpí a la dama búho - te traeré algunas - Lucía me miró con una expresión inquieta, pero esta vez no dijo nada, salí de el taller en busca el botiquín de primeros auxilios, después de unos minutos lo encontré en un pequeño armario en el baño principal.

Volví tranquilamente al taller, donde le entregue el elixir morado a la morena, ella lo bebió lo mejor que pudo, aunque al parecer tenía dificultades para poder tragar el líquido.

-bien, ahora si me disculpas mini bligth tenemos que irnos. - mencionó la mujer.

Traté de ayudar a Lucía a levantarse, pero sigue teniendo la misma terquedad de siempre. Al final se acabó apoyando sobre la Clawthober.

Las acompañe hasta la entrada, la morena parecía que se desmallaria del dolor en cualquier momento. Edalyn como la llamaba mi exmentora ya casi salía por la puerta principal, ella me miró a los ojos con una mirada de agradecimiento y dijo.

-Gracias Amelia, te debo una-mencionó - si me llega el próximo libro de "la buena bruja azura" da por hecho que es tuyo!- soltó más animada - y siéntete libre de venir a la casa búho a visitar a Lucía cuando quieras - dijo mientras se preparaba para tomar vuelo en el palisman.

-gracias dama búho - dije dedicándole una suave sonrisa.

Ella sonrió dejando ver su colmillo dorado - Eda para ti niña - dicho eso tomo vuelo rápidamente y se fue, Lucía semi consciente apoyando su peso en Eda, la posion tenía ese efecto secundario que provocaba el adormecimiento del cuerpo.

Después de unos minutos volví a ingresar en la mansión.

__________________________________
__________________________________

Yey, fin del segundo capítulo snsksk.

3712 palabras me mame 💅✨✨.

Perdonen si narró como orto, o si  se hace aburrido por momentos, o se extiende mucho innecesariamente jsjs.

El primer fic que escribo, but estoy abierta a consejos u, wu,

Gracias a urabg <333

Ahora les dejo dibujitos míos de cosas de este cap o en general sksk.

Ese concha su madre sksksks.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top